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El papel del Clero del Valle del Mantaro en la lucha por la emancipación del Perú (página 2)




Enviado por CESAR ARANDA RIVERA



Partes: 1, 2, 3

La posición expectante del clero en la estructura
colonial y el profundo respeto que profesaba la sociedad en
general a los clérigos hacia

que la opinión que proferían, fuese a
favor o en contra de la independencia, así como de
cualquier tema determinaba la corriente de opinión de la
sociedad.

"… El púlpito era el sitio preferido de la
evangelización en masa, así como las humildes
chozas de los indígenas o las casas solariegas de los
criollos. La sibilina voz de los curas doctrineros se infiltraban
en los más profundos resquicios de la vida colonial
(Romero, 1971; citado por Aparicio, 1974:2-3).

La necesidad de conocer la participación de la
iglesia en la lucha por la emancipación del Perú en
uno u otro bando motivó diversos estudios: los primeros
marcados por un anticlericalismo concluyen que en el proceso de
"independencia" la iglesia asumió un carácter
conservador retrógrado; mientras que los estudiosos
posteriores, con el R.P. Nieto Vélez a la cabeza sostienen
que el clero tuvo una participación favorable a la
emancipación, pero este solo hace una apreciación
global de la participación del clero.

En consecuencia en el presente trabajo buscamos
responder a la siguiente interrogante:

¿Cuál fue el papel que desempeñaron
los miembros del clero del Valle del Mantaro en la lucha por la
emancipación del Perú?.

1.2. OBJETIVOS

1.2.1. Objetivo general

Describir y explicar el papel que desempeñaron
los miembros del clero de Valle del Mantaro durante la lucha por
la emancipación del Perú.

1.2.2. Objetivos específicos

  • Analizar la situación de los nunas del Valle
    del Mantaro durante el período colonial, así
    como la acción del clero sobre estos.

  • Comparar la participación del clero del Valle
    del Mantaro con la del clero del Cuzco.

  • Establecer los factores que explican la no
    persecución de los sacerdotes, una vez lograda la
    emancipación del Perú.

1.3. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA DEL
ESTUDIO

En los diversos estudios realizados acerca de la
participación del clero en la "independencia" del
Perú, se puede identificar dos momentos: se observa en un
primer momento un marcado anticlericalismo, que llega a catalogar
al clero en su conjunto como netamente colonialista y
retrógrada. Posteriormente y desde los estudios del R.P.
Armado Nieto Vélez, incluyendo trabajos de esta
Universidad catalogan al clero peruano y al del Valle del
Mantaro, respectivamente, como partidarios decisivos de la
"independencia". Es así que hoy en día se tiene por
sentado que la iglesia fue partícipe directo a favor de la
emancipación ¿Pero es realmente cierto que la
iglesia en su conjunto bregó a favor de la
emancipación peruana y en el caso particular del Valle del
Mantaro?. Nosotros consideramos que ambas apreciaciones son
inexactas, por lo que es necesario, someterlos a un
análisis desapasionado para obtener una conclusión
válida, puesto que en la lucha por la emancipación,
en el marco genérico se observa un antagonismo: el gran
clero a favor del colonialismo y el clero del interior o bajo
clero (mayoría) a favor de la emancipación, como lo
notara Mariátegui.

Existen grandes diferencias en relación a la
actuación del clero de las diversas provincias en el
proceso de emancipación, por ejemplo el clero
cusqueño que a la luz de la historia, fue el clero de
provincia que actuó de manera más decidida y
mayoritariamente a favor de la causa revolucionaria, no
repitiéndose lo mismo en otras provincias.

La importancia del trabajo radica en que a través
del contraste de diversos materiales se producirá un
material que contenga una aproximación de lo que
significó la real participación del clero del Valle
del Mantaro en la lucha por la emancipación del
Perú.

1.4. LIMITACIONES

La mayor limitación estimamos que fue el no poder
agotar toda la documentación primaria sino que analizamos
el tema de la participación del clero en las luchas
anticolonialistas del valle del Mantaro teniendo como referencia
solo a la fuente publicada en la colección citada
líneas arriba y los pocos documentos que logramos
localizar en la parroquia de Mito, el Archivo Regional de
Junín, y sobre todo trabajos realizados y documentos
existentes al respecto; los cuales los sometimos al
análisis respectivo. Por cuestiones presupuestarias no
logramos realizar estudios en el Archivo Arzobispal de Lima y
otros de la capital de la República.

CAPÍTULO II

Marco
teórico

  • ANTECEDENTES DEL ESTUDIO

  • Estanislao Márquez y la Jura de la
    Independencia del Perú en el Valle del Mantaro
    .
    Hallasi-Matos. UNCP. 1985. Este trabajo es la
    biografía de Dn. Estanislao Márquez, personaje
    que tomó parte en el hecho histórico declarando
    abiertamente su inclinación por la liberación
    de Hispanoamérica tomando partido en la lucha contra
    los españoles, sin dejar de lado su labor pastoral.
    Señalan que fue el brazo derecho de Álvarez de
    Arenales y que por su gran preparación política
    redactó el primer Acta de Independencia del
    Perú, es importante porque en el apéndice
    incluye el Acta de la Jura de la Independencia.

  • Los movimientos de liberación
    antihispanistas en el Valle del Mantaro
    .
    Mucha-Sánchez. 1815-1825. UNCP. 1988. En este trabajo
    sus autores explican las causas de la jura de la
    "independencia" en el valle y tocan tangencialmente el
    contenido del Acta, destacando el proceso de las luchas
    antihispanístas de liberación del clero
    patriota del valle que se puso a la vanguardia de la
    insurgencia regional, defendiendo fundamentalmente los
    intereses de la aristocracia progresista de los que fueron
    sus naturales aliados, asimismo explican la acción
    patriótica de las guerrillas del Valle del
    Mantaro.

No hay un análisis histórico de fuentes
primarias.

  • La participación del clero en las guerras
    anticolonialistas en el Valle del Mantaro. 1800-1825.
    Sus
    autores Carlos Noroña Velarde y Filadelfo Dimas
    Piñas, desarrollan el establecimiento del clero en
    América y el reparto del territorio peruano entre
    órdenes religiosas desde su llegada a la
    América hasta el momento de la Emancipación.
    Toman el expediente de purificación de curas pero no
    lo agotan, tampoco incluyen en el estudio los aportes de
    importantes sacerdotes como Estanislao Márquez, Bruno
    Terreros, Aldao y otros que no estuvieron en la
    relación del expediente de purificación.
    Tampoco tocan el papel que desempeñaron los sacerdotes
    del Convento de Ocopa.

  • TEORÍA CIENTÍFICA QUE FUNDAMENTA EL
    ESTUDIO

El presente trabajo se circunscribe en la senda de la
célebre Escuela de Annales, dentro de la llamada historia
de las mentalidades, o historia de las mentalidades colectivas,
corriente representada por Robert Mandrou, George Duby y Philipe
Ariés y hasta la actualidad por Michel Vovelle,
principalmente; la cual busca una historia de la cultura y una
aproximación al imaginario colectivo; es decir, prestan
atención a la subjetividad de la gente como un factor a
tener en cuenta para las explicaciones históricas y cuyos
campos de interés son entre otros: la muerte, la vida ,
las aptitudes de la gente, el amor, la familia, la sexualidad. En
otras palabras, es la historia de las visiones del mundo, para
cuyo logro se apoya no solo en los escritos, sino también
en los restos gráficos y todo tipo de material que permita
conocer las aptitudes de las personas.

En el estudio se siguen los pasos de la
investigación histórica planteado por los
fundadores de Annales como son Marc Bloch y Georges Le Febvre:
Historia Problema-hipótesis-comprobación de
hipótesis-conclusiones útiles para el desarrollo
social. En esta forma de investigación histórica el
uso de la fuente primaria es importante de tal modo que su manejo
científico determina la calidad de las
conclusiones.

  • BASES CONCEPTUALES

  • Colonialismo.- Política de los estados
    capitalistas económicamente más desarrollados
    orientada hacia la esclavización y la
    explotación de los pueblos de países atrasados
    en el especto económico.

El colonialismo surgió y se desarrollo al surgir
y desenvolverse el modo capitalista de producción. Hacia
finales del S. XIX. El capitalismo al pasar el imperialismo, se
convirtió en un sistema de opresión colonial que
abarcaba todo el mundo; un puñado de países
"avanzados", industrialmente desarrollados, sojuzgaba con su
poderío financiero a la abrumadora mayoría de la
población de la tierra.

Habiendo perdido el dominio político, por la
lucha de los pueblos, sobre las excolonias y semicolonias, los
imperialistas pugnan por conservarlas en calidad de objeto de
explotación económica.

Con este fin, recurren cada vez más activamente a
nuevas formas de colonialismo: incorporación de los ex
países coloniales a bloques agresivos, concesión de
"ayuda" militar y económica, etc. En (Diccionario de
Economía Política De Borisov Y Otros. Ediciones
Armadillo – Bogota; 1980)

  • Anticolonialismo.- "Ideas y movimientos que
    atacan la dominación política, económica
    o cultural de un pueblo sobre otro, Su aparición es
    simultanea a las conquistas portuguesas y españolas
    del siglo XVI. La Revolución Americana es la primera
    gran insurrección del mundo colonial. Su ejemplo a
    unido a la difusión de las ideas de la
    Revolución Francesa, sirvió de base para la
    revuelta de las colonias españolas y portuguesas en
    América. A principios del siglo XX las potencias
    europeas había convertido en colonias la mayor parte
    de África, Asia y Oceanía. En 1952 la ONU
    aprobó una resolución, que cristalizó
    con la conferencia de Bandung (1955), decisiva para la
    eliminación del colonialismo". En: (Salvat/Uno.
    Diccionario Enciclopédico Básico. Salvat
    Editores. España, 1986).

  • Clero.- "Conjunto de personas que, mediante
    la recepción de las órdenes sagradas, entran a
    formar parte del grupo de fieles oficialmente aplicados al
    culto // clase sacerdotal en la Iglesia Católica //
    Regular. Conjunto de sacerdotes que pertenecen a una
    regla u orden religiosa // Secular. Conjunto de
    sacerdotes que no pertenecen a una regla, y por tanto, viven
    en el siglo y no recluidos en un convento". En: (Salvat/Uno.
    Diccionario Enciclopédico Básico. Salvat
    Editores. España 1986).

  • Clerical.- "Relacionando con el clero o
    perteneciente a él. Vinculado con las altas
    jerarquías eclesiásticas y que apoya las
    corrientes políticas de esa
    inspiración.

La práctica política ha ido dando a la
denominación clerical sentido peyorativo, pues la
opinión de las jerarquías eclesiásticas
coincide reiteradamente con la de los círculos más
reaccionarios". En: (Breve Diccionario Político –
Oscar Arévalo y otros).

  • Clericalismo.- "Corriente que se esfuerza por
    consolidar la influencia de la jerarquía
    eclesiástica y del clero en la vida política y
    cultural de un país. Explota los sentimientos
    religiosos de una parte de los trabajadores y del pueblo,
    sembrando la división con lo que sirve objetivamente a
    los grupos más reaccionarios. Los sectores populares
    de creyentes, así como muchos dignatarios religiosos
    progresistas, se oponen y combaten al clericalismo". En:
    (Breve Diccionario Político – Oscar
    Arévalo y otros).

  • Expediente de Purificación de curas.-
    "
    El general San Martín, luego de proclamar la
    independencia del Perú, al notar la reacción de
    ciertos elementos del alto clero, ordenó la
    instauración una Junta Eclesiástica de
    Purificación que tenía como objetivo de recibir
    y evaluar las declaraciones juradas y toda clase de pruebas
    testimoniales de los curas que se adherían a la lucha
    o habían participado en los conatos iniciales. La
    junta funcionó desde fines de 1821 hasta diciembre de
    1822. Los manuscritos de los expedientes se hallan en el
    Archivo Arzobispal de Lima. Para los efectos de la presente
    investigación se hará uso la publicación
    que se hiciera en 1971". (C.D.I.P. Expediente de
    Purificación. 1971).

  • Emancipación.-"Categoría
    histórica que define el proceso de lucha de
    liberación del yugo hispánico, utilizado por
    los historiadores clásicos como sinónimo de
    lucha anticolonial, sin tomar en cuenta que fundamentalmente
    refleja una figura jurídica relacionado con el derecho
    de familia y el esclavismo. En el primer caso, se refiere al
    hecho de el pater familis puede emancipar a su hijo cuando el
    caso lo requiera mediante un documento notarial. En el
    segundo caso, los amos tenían la facultad de otorgar
    libertad a sus esclavos, también mediante un documento
    notarial de emancipación. (López Soria.
    Descomposición de la eliminación
    política hispánica en el Perú. Lima.
    S/F).

  • Independencia.- "La independencia del dominio
    colonial español no nos trajo la construcción
    de un estado independiente y soberano. Los criollos que se
    apropiaron del poder como de los resortes económicos,
    no fueron muy diferentes de los viejos encomenderos.
    Así como con la independencia se refuerza la
    concentración de la propiedad de la tierra y el
    feudalismo, se mantiene igualmente la mentalidad colonial. Al
    no existir una burguesía nacional con clara conciencia
    de clase y de su misión , pues era la única que
    podía acometer entonces estas tareas en alianza con la
    masa indígena y campesina, el caudillismo militar solo
    podía ofrecer el espectáculo de la
    anarquía, la exclusión social, junto a la
    disposición a someterse, sumisamente, en la primera
    oportunidad que se presentaron, a los dictados impuestos
    desde el exterior. No fu casual que pasáramos del
    dominio español al inglés y más tarde al
    norteamericano". (Moreno Rojas, Alberto. Problemas
    Teóricos y Políticos. 2000: 17).

  • HIPÓTESIS

2.4.1. HIPÓTESIS DE
INVESTIGACIÓN

Es posible que el papel que desempeñaron los
miembros del clero del Valle del Mantaro en la lucha por la
emancipación del Perú haya sido mayoritariamente de
carácter colonialista.

CAPÍTULO III

Metodología de la
investigación

3.1. METODOLOGÍA DEL ESTUDIO

3.1.1. Tipo de investigación

El presente trabajo es una investigación
histórica por lo tanto es básica
explicativa.

3.1.2. Método de
investigación

En la presente investigación se empleó el
siguiente método:

Método histórico.-Consiste en la
reconstrucción del hecho histórico mediante la
utilización de las fuentes consideradas primarias y
secundarias.

3.1.3. Técnicas

El principal procedimiento del método
histórico es la Heurística, que permite al
investigador entrar en contacto directo con las fuentes primarias
y secundarias sobre el tema tratado.

3.1.4. Instrumentos.

La investigación considera como principal
técnica el fichaje en sus diversas manifestaciones. Su
principal instrumento es la ficha que toma las siguientes
modalidades:

  • Bibliográficas.-Que consigna los datos
    de los libros utilizados los cuales servirán para
    elaborar la bibliografía de la
    investigación.

  • De resumen.-Consigna las ideas centrales de
    la fuente que fueron empleados en el corpus de la
    investigación.

  • De transcripción o cita textual .-Que,
    consignan datos que son copias literales o textuales que
    fundamentan la teoría de la
    investigación.

3.1.5. Diseño de la
investigación

En nuestra investigación consideramos pertinente
emplear el diseño Ex post facto, que en el campo de las
ciencias sociales, especialmente en el histórico nos
permite analizar las variables sin poderlos manipular, dado que
éstas ocurrieron muchos años
atrás.

3.1.6. Materiales, equipos y recursos
humanos

Entre los materiales empleados tenemos: Manuales,
libretas de apuntes. Los equipos utilizados fueron grabadoras y
cámara fotográfica.

Entre los recursos humanos requerimos los servicios
profesionales de un asesor en el campo de la historia y una
digitadora, etc.

  • Procedimientos

Los procedimientos empleados tienen la siguiente
secuencia:

a) Ubicación de las diversas fuentes, se
procederá a hurgar las fuentes en todos los repositorios
citados líneas arriba.

b) Selección de las fuentes.- consiste en
sistematizar las fuentes primarias y secundarias halladas en el
paso anterior.

c) Realizar la crítica de las
fuentes
. Este procedimiento nos permite validar las fuentes
seleccionadas.

d) Interpretación.-Consisten
en explicar el contenido de la fuente de acuerdo a las normas de
la investigación histórica

CAPÍTULO IV

Situación
del valle del Mantaro durante la época de la lucha por la
emancipación

4.1. IMPLANTACIÓN DEL RÉGIMEN COLONIAL
EN EL VALLE DEL MANTARO

Con el arribo de los españoles a territorio
tawantinsuyano, se inicia la destrucción del sistema
económico del Tawantinsuyo basado fundamentalmente en la
agricultura, para pasar a una economía predatoria. "Con la
conquista, la agricultura prehispánica sufrió un
duro golpe. En el sistema incaico toda la producción
giraba alrededor de la agricultura que permitía recoger
excelentes abundantes para satisfacer ampliamente la vestimenta,
alimentación y producción de los vasallos y,
además, sostener a la clase dominante: funcionarios del
Despotismo Incaico, la clase sacerdotal y la nobleza local
constituida por los curacas". (Choy, 1987: 285-286). Los
españoles al llegar a la ciudad tawantinsuyana de Hatun
Xauxa, cuyo nombre extendieron a todo el valle,
conociéndolo en adelante como Valle del Xauxa.

Desde el inicio se dieron perfecta cuenta de la riqueza
de esta región y la posibilidad de poblarlo y explotarlo
conforme a la tónica de la fácil acumulación
de riquezas. Los datos que ofrecen la documentación
española acerca de la opulencia del valle puede leerse en
diversas crónicas. En la crónica del Perú de
Cieza de León (1533), la Carta relación de la
Conquista del Perú de Hernando Pizarro (1533),
refiriéndose a Jauja dice que: "…es muy bueno é
muy vistoso é de muy buenas salidas llanas; tiene muy
buena ribera…". La carta del cabildo de Jauja dice "… es muy
rica y abastada de mantenimientos y muy poblada y en que
concurren todas las otras calidades necesarias para
poblar…"(Cartas del Perú, 1959:67). Los documentos
tardíos como la Relación del descubrimiento y
conquista de los reinos del Perú de Pedro Pizarro (1571) y
la Descripción de la provincia de Xauxa que hizo
Andrés de Vega (1582), así lo confirman. De Vega
afirma que: "…este nombre de Xauxa se puso á este valle
desde que los españoles entraron en esta provincia, por
que hicieron asiento en el pueblo é tambo de Hatun Xauxa,
é de allí se puso é nombró este valle
de xauxa"(De Vega: 1582, En: Relaciones Geográficas de
Indias, pág. 80).

La alianza político-militar que establecieron los
curacas huancas con los invasores (Espinoza: 1973),
facilitó para que de inmediato no se establecieran formas
de explotación colonial a lo largo y ancho del
valle.

4.1.1. Explotación encomendera en el
valle

Una vez llegados los españoles, estos procedieron
al reparto de las tierras y hombres bajo la denominación
de encomiendas (Porras, 1950:136). Según Porras el reparto
se hizo del 28 de julio al 4 de agosto de 1534, para lo cual
anteladamente Pizarro había convocado a los curacas de
quienes tenía cuenta y noticia sobre el potencial
económico de las tierras sometidas.

Como es evidente las encomiendas fueron mecanismos de
captación del excedente de producción
indígena vía el tributo tanto en especie como en
metálico. Por otro lado, el mecanismo productivo de las
encomiendas debían ser activadas mediante la
captación de fuerza de trabajo indígena gratuita.
En consecuencia la población huanca debió ser la
rica fuente de mano de obra que en complicidad de los curacas
controlaron y explotaron casi hasta el exterminio. Mientras que
los curacas vivieron en la opulencia los runas del valle fueron
sometidos a la más dura explotación colonial. Los
documentos presentados por Espinoza demuestran que los
descendientes de los Guacrapaucar, los Surichaqui y los Apo Alaya
gozaron de los privilegios emanados de la Corona en su
condición de "indios amigos", vivieron a la usanza
española, vistieron ropa de Castilla y tuvieron
pendón y escudo. Todo esto como recompensa a su
complicidad en la explotación de los miles de huancas.
Afirma Valcárcel que: "los curacas fueron prostituidos en
sus funciones, fueron convertidos en reclutadores y mandoncillos
pero no para sí, sólo fueron simples funcionarios
educados para acatar lo que los corregidores ordenaban; sino
cumplían eran azotados, como narra y pinta Huamán
Poma de Ayala". (Choy, 1987: 322).

La economía encomendera establecida en el valle,
indudablemente benefició a los conquistadores y sus
descendientes que lograron acumular ingentes cantidades de
riqueza, a expensas de la esclavización de miles de
huancas. De acuerdo a la "Descripción de la Provincia de
Xauxa" hecha por Andrés de Vega en 1582, en el valle
existía los siguientes encomenderos" y
encomiendas:

  • a) En Xauxa: La encomienda de
    Hátun Xauxa en manos del Lic. Alvaro de Torres, las
    encomiendas Yauyos de los encomenderos Juan de Mendoza y
    Hernando Martel, de la Corona y de Martín
    Guzmán. Esta encomienda comprendía incluso la
    jurisdicción de San Miguel de Huaripampa y
    Monobamba.

  • b) En Hurin Huanca: La encomienda de
    Hurin Huanca fue de Martín de Guzmán,
    comprendía los pueblos de Apata, Matahuasi,
    Concepción, San Jerónimo, Sincos, Mito y
    Orcotuna. así mismo, comprendía Uchubamba Comas
    y Pariahuanca.

  • c) En Hanan Huanca: Las encomiendas en
    Hanan Huanca fue de Miguel Velasco, comprendía los
    pueblos de Chupaca, Huancayo, Sicaya, Chongos y algunos
    pueblos de ceja de selva como Santo Domingo de
    Cochangará y San Pedro de Paucarbamba. De este modo,
    desde los inicios mismos de la dominación colonial,
    surgió la contradicción de carácter
    económico y social, por un lado entre los
    encomenderos, corregidores, clérigos y toda laya de
    invasores y los invadidos, de los que se salvaron los curacas
    y sus familiares.

Los curacas huancas para mantenerse en el poder apelaron
ante la Corona presentando como argumentos a su favor la alianza
hispano-huanca que entablaron y mantuvieron sin quebrarlo
(Rivera-Sánchez: 1995).

4.1.2. Explotación mitera

Los invasores, dueños de las encomiendas,
consideraron a la población sometida como la natural
fuente de mano de obra que debía mover la gran maquinaria
productiva que se implantaba. Aprovecharon el esquema de control
de la mano de obra existente en el mundo andino, dado que en
tiempos del Tawantinsuyo, la población de las diferentes
etnias brindaban cuotas de su mano de obra gratuita al servicio
del Estado. Los funcionarios denominados mitacamayocs
distribuían en forma racional la fuerza de trabajo, ya sea
para labrar las tierras del Inca, extraer metales o atender la
maquinaria productiva en todos los eslabones de la
producción. A la llegada de los españoles
existía ya una larga tradición mitera lo que fue
aprovechada por los invasores para remozarlo y reestablecerlo
dándole el carácter feudal esclavista de la
producción.

En 1605, Fray Reginaldo de Lizárraga hacía
la observación de que los huancas fueron sometidos a los
trabajos forzados mediante la mita. Por lo cual cientos de ellos
fueron trasladados a diferentes centros de producción,
especialmente mineras, como Huancavelica. Muchos no volvieron de
dichos centros mineros, murieron como consecuencia de los rigores
de la explotación y la adquisición de la enfermedad
del "polvillo" como se le conoce a la silicosis".

4.1.3. Explotación obrajera

Los obrajes fueron centros de producción textil
que los invasores implementaron con la finalidad de acelerar el
proceso de acumulación de riqueza. Al inicio los
encomenderos se preocuparon en saquear el oro y la plata
existente en los templos y palacios; los adoratorios y las
tumbas, no quisieron dedicarse a la producción de tejidos,
actividad que le parecía poco rentable en
comparación a la fácil acumulación de los
metales preciosos y a la obtención de los tributos que
debían pagar los indígenas. Esta forma de
apropiación de los excedentes de producción les
parecía más rentables y lucrativos que arriesgarse
a invertir sus capitales en la instalación de telares y la
distribución de la mercadería resultante de los
obrajes. Esta forma de economía se implantaría poco
tiempo después.

Los obrajes que se instalaron en el valle y su
consiguiente explotación de la mano de obra sometida
tuvieron las siguientes características:

  • a) Obrajes de Xauxa: Poco o nada se sabe
    sobre la instalación de obrajes en Xauxa; sin embargo,
    los estudios del historiador Hurtado Ames nos dan pistas que
    si hubo obrajes en Jauja, los mismos se hallan en estudio.
    Sin embargo, sabemos que los primeros encomenderos de Jauja
    Don Rodrigo de Mazuelas y Dn. Gómez de Caravantes,
    dada su fama de hombres de armas no se inclinaron a pensar en
    los frutos que podían cosechar mediante la tan poca
    caballeresca actividad de la producción textil.
    Más fácil les resultaba exigir a sus
    encomendados la entrega de ropas de cumbi, antes de organizar
    la tarea de producirlos.

  • b) Obrajes de Hurin Huanca: En Hurin
    Huanca se establecieron obrajes de carácter comunal y
    conventual como son los casos siguientes:

  • Obraje de San Isidro de
    Quichuay
    .-Según el "Testimonio y Autos seguido por
    la comunidad de Indios del Asiento de San Isidro de
    Quichuay", documento que datan de 1742, en la actual
    comunidad campesina de San Isidro de Quichuay, existía
    un obraje comunal ubicado en las riberas del río
    Salcamayo que atraviesa la parte baja de la población
    (Contreras: 1991, volumen 2, pág. 107).

  • Obraje de Santa Rosa de Ocopa.-Los
    franciscanos formaron obrajes en sus curatos y en el convento
    de Ocopa. Las principales doctrinas con obrajes de propiedad
    de los franciscanos que se tiene información fueron
    como se indica en el siguiente cuadro (Acosta, 1982:
    27).

Doctrinas

Indios de
confesión

Comas

La Concepción

Matahuasi

S. J. de Tunán

Ascensión de Mito

Orcotuna

Singos(sic)

750

2 432

950

1 250

1 200

1 000

600

  • Es posible que estos obrajes de los curatos tuvieron
    las características de chorrillos y estuvo orientado a
    la producción de frazadas, mantas y bayetas que eran
    comercializadas por los sacerdotes en sus misiones que
    tenían en la selva central, especialmente entre los
    Amueshas y Asháninkas.

  • En estos chorrillos se explotaban la mano de obra
    indígena sea especializada o no. Los tejedores
    provenían de los ayllus quienes tributaban con su
    trabajo a la Iglesia.

  • El obraje del Convento de Ocopa se especializaba en
    la confección de sotanas. Así mismo, se
    producía bayetas y otras telas que eran colocadas
    entre los indígenas de las misiones de la selva
    central. Al parecer otro mercado era Cerro de Pasco donde se
    vendían las telas gruesas y las sogas que
    producían en base a la fibra de llama.

Sobre el volumen de producción no se tienen datos
fehacientes por el celo con que guardan estos
documentos.

  • c) Obrajes de Hanan Huanca

  • Obraje de Sapallanga.-El primer obraje que se
    estableció en el Perú fue fundado en 1545 por
    Antonio de Rivera y su esposa, Doña Inés
    Muñoz, en el pueblo de Sapallanga. Al principio, se
    tejía empleando la técnica de los telares
    simples y sólo se confeccionaban telas vastas, pero en
    1559 se dieron algunos privilegios para el trabajo y comercio
    de lanas; así, para el obraje de doña
    Inés Muñoz, se contrató a varios
    maestros tejedores españoles. Vinieron el maestro
    Felipe Segovia de Valderrábano con su hijo Felipe,
    también tejedor y nueve oficiales; además de
    dos cardadores, dos tundidores y un tintorero. Se trajeron
    tornos, telares europeos, peines y lisos para adaptarlos a
    los telares criollos. Segovia se estableció en el
    valle del Mantaro.

En 1630 el obraje de Sapallanga pasó a ser
propiedad del Convento de las monjas de la Concepción de
Lima. En estos primeros obrajes se empleaban totalmente las
técnicas incas, que eran del dominio de los mitayos. El
monopolio de la técnica, les permitió a algunos de
los mismos indios devenir en directores operativos del sistema,
quedando para los hispanos la simple función
policial.

El obraje de Sapallanga llegó a contar hasta con
90 obrajeros.

  • Obraje de San Lucas de La Mejorada.-Este
    obraje se hallaba un cuarto de legua al Noroeste de la ciudad
    Huancayo, cerca al río Mantaro, fue de propiedad de
    Felipe Segovia Valderrábano y su hijo don Felipe
    Luján Segovia, tenía 70 obrajeros y se
    producían sayal y jerga. Después instaló
    otro obraje en La Mejorada en compañía del
    propio Rivera (Castro, 1992: 221).

  • Obraje de Hualahoyo.-En Hualahoyo
    existía una rica hacienda de propiedad del
    Capitán Francisco de la Puente que mandó a
    establecer un obraje que producía ropa par ser vendida
    a los selváticos de Chanchamayo. Francisco de la
    Puente, fue síndico de las misiones y al parecer
    donó su hacienda a las misiones de Santa Rosa de Ocopa
    (Amich, 1975: 89).

  • Obraje en Santiago León de Chongos.-En
    Chongos Alto se estableció el obraje de Potaca de
    propiedad de los descendientes de Carlos Apoalaya, quienes
    procesaron la lana proveniente de las haciendas laneras del
    sur del valle.

  • Obrajes de Ahuac.- En Ahuac se establecieron
    obrajes cuyos propietarios fueron los descendientes del
    Curaca Carlos Apoalaya, los Astucuri. Uno de ellos fue el
    obraje denominado Tacana, que se había establecido
    para procesar las abundantes lanas que producía la
    hacienda lanera de Ingahuasi. El obraje de Tacana,
    tenía todas las características de un
    chorrillo, estaba ubicado en el actual Cuartel Primero, punto
    dónde residieron los mitmas Chancas. Se produjeron
    tejidos como bayetas, cordellates, cordoncillos, mantas,
    ponchos, llicllas, mediante la utilización de la mano
    de obra de los indígenas. La producción
    cubría el mercado local, regional y el de
    Lima.

En estos obrajes no solamente se explotaba la mano de
obra de los hombres sino también de las mujeres y los
niños. Las mujeres se ocupaban en lavar, seleccionar e
hilar las lanas y los hombres se dedicaban al tejido. Los
niños de ambos sexos eran empleados como mano de obra
volante; es decir, eran muchachos de mano que alcanzaban los
ovillos, y otros insumos a los tejedores o hilanderas,
llegándose a observar en muchos obrajes más
niños que adultos. "Para justificar el trabajo de las
mujeres y niños se alegó que era una manera de
educarlos y adoctrinarlos". (Fernando Silva S. citado por
Plácido Díaz, 1983: 111).

Hacia 1750, ante la escasez de mano de obra, el
propietario del obraje Dn. Pedro Lorenzo Astucurí
optó por reunir familias íntegras de las
localidades cercanas y concentrarlos en Ahuac, con la promesa de
entregarles alguna extensión de tierras para su cultivo.
De esta forma llegaron a Ahuac muchas familias como los
Canchanya, Castillo, Orellana, Cónde, Quinto, etc. , cuyos
descendientes actualmente viven en Ahuac. Como hemos visto, para
el funcionamiento de los obrajes fueron necesarios que
éstos estuvieran ubicados en la vera de los ríos,
cosa que no ocurrió con el obraje de Tacana que estuvo
lejos de la fuente de agua. De modo que para su funcionamiento
fue necesario traer agua desde Ninanya mediante acequias
especialmente preparadas. Al parecer, esta fuente no fue
suficiente ya que se mandó abrir nuevas acequias para
traer las aguas del manantial de Quishuarpuquio, haciendo abrir
nuevas acequias por la parte más alta, que existe hasta la
fecha.

En este obraje no solo se producían diversas
telas sino también ojotas a base de cuero de reses para
cubrir el mercado local dado que había gran demanda por
estos productos de parte de los campesinos del valle.

En Ahuac la producción obrajera se
articuló con la hacienda. Los dueños de los obrajes
contrataron a familias íntegras para trabajar tanto en
ella y en las haciendas. Mientras los tejedores eran empleados en
los obrajes el resto de la familia era asimilada como braceros en
las haciendas.

Estas familias recibían como parte de su salario
alguna extensión de tierras a fin de que con sus productos
pudieran mantener a todos sus integrantes.

En esas tierras las familias construían
míseros ranchos, donde vivían durante el tiempo que
permanecían en estas condiciones que generalmente eran por
muchos años.

Según da cuenta… esta situación
persistía hasta la llegada de Álvarez de Arenales
en 1820, cuando los obrajeros al calor de la lucha contra el
sistema de explotación colonial se levantaron contra el
dueño del obraje y se apoderaron de las tierras que era de
la hacienda. San Martín dio un DecretoLey, por el que
dispuso, que todos los hombres que poseían tierras de
cultivo como simples usufructuarios, fueran dueños de la
tierra a lo que se cogieron los obrajeros de Tacana, desoyendo
las protestas de don Próspero Astucurí se
adueñaron de sus tierras formando la comunidad de
indígenas de Tacana y dedicándose en forma
independiente a la producción de tejidos para cubrir parte
del mercado local y regional.

  • Obrajes y chorrillos de propiedad del Mayorazgo
    de don Carlos Apoalaya
    .- El curaca de Hananhuanca don
    Carlos Apoalaya, hacia 1783, controlaba una serie de obrajes
    y chorrillos en sus diferentes propiedades en el valle del
    Mantaro.

Estos obrajes y chorrillos fueron (Relación de
Obrajes y Chorrillos citados en las Pruebas que produjo Carlos de
Apoalaya y Surichaqui en la causa que seguía con
doña Josepha Astucuri y Limaylla sobre el menor derecho a
la propiedad del curacazgo de los repartimientos de Hananhuanca
al Mayorazgo de don Carlos Apoalaya. Citado por Samaniego, 1980:
72).

  • Potaca que era un obraje.

  • Tacana que era un chorrillo.

  • Páucar, obraje grande.

  • San Juan de Páucar, obraje.

  • Andamarca, obraje.

  • Chongos, batán.

Estos obrajes y chorrillos estaban asociados a las
haciendas de ovinos y camélidos cuyas lanas eran
procesadas en dichos lugares.

4.1.4. Explotación minera

Fue una actividad basada en la mano de obra
indígena a través de la mita aprovechando este
sistema de trabajo de forma desmedida, logrando casi el
exterminio de los nunas. "…es evidente que la mita fue
lucubrada en el Consejo de Indias cuya paternidad en ese invento
es indiscutible; es claro que esta creación pudo funcionar
aprovechando de la población que los Incas habían
organizado". (Choy, 1987: 303).

Reginaldo de Lizárraga afirma sobre la
explotación minera que: "vance disminuyéndose estos
indios, a lo menos los varones por estar tan cerca de
Guancabelica…el asiento de las minas de azogue de Guancabilica
ha consumido y consume muchos indios tributarios, si no se me
crea, veánse los repartimientos más cercanos y
pregúntese en el valle de Jauja. La causa es labrar las
minas por socavón, por que no tenga respiradero al homo
del metal, al que no quiebra la azogue… y como no cura el
pobre azogado, causándole mucho dolores y muerte" (Citado
por Espinoza: 1973).

Como puede notarse que la explotación de las
minas de Huancavelica exigió la concurrencia de abundante
mano de obra por lo que los huancas de 15 a 50 años fueron
reclutados para trabajar en los distintos quehaceres de la mina
de plata. No sabemos si los huancas fueron trasladados a
Potosí; pero es posible, que se hiciera esto porque el
volumen de producción de esta mina necesitó grandes
contingentes de mano de obra.

4.1.5. Explotación en las
Haciendas

Los curacas apelando su participación en el
proceso de la invasión lograron a su favor, varias
Cédulas Reales que le otorgaban ciertos privilegios como
ser exceptuados de la tributación y mantenerse en el poder
político, reteniendo el control sobre los hombres y las
tierras.

Esto les permitió, adueñarse de las
tierras y el ganado que antes pertenecían al Estado
Tawantinsuyano, pasando ahora a sus manos y al de sus parientes
más cercanos.

Los primeros terratenientes del valle fueron los curacas
y sus familiares y que para mover la maquinaria productiva
explotaban la mano de obra de los nunas.

Cuando se inició la producción minera
masiva de las minas de Huancavelica, hubo gran demanda de
productos agrícolas para el sostenimiento de los mineros.
Este fenómeno permitió la valorización de
las tierras y en consecuencia originó el desplazamiento de
la propiedad terrateniente.

Al inicio de la explotación colonial la
producción agrícola del valle estuvo dirigido a un
mercado muy limitado. "La dinámica de la agricultura del
terrateniente estuvo marcada por la demanda del ejército
español colonial y por la necesidad de seguir practicando
la tradicional reciprocidad andina; la dinámica de la
agricultura de las familias de los ayllus dependía, aparte
de la reproducción de las familias y de la aldea como un
conjunto, de la demanda de los encomenderos y del
tributo"(Samaniego, 1980:32).

Dentro de esta maquinaria de explotación servil,
el curaca tuvo un papel intermediario entre los invasores y los
invadidos. Sirvió astutamente a los españoles y
expolió a sus congéneres, exigiendo la puntual
tributación y captando la mano de obra para el cultivo de
sus tierras y el cuidado de sus ganados.

El incremento de extracción de azogue de las
minas de Huancavelica estimuló la demanda de mayor
cantidad de mano de obra y de productos de pan llevar para el
sostenimiento de los miles de mitayos, fenómeno que
cubrió no solo las zonas aledañas a las minas sino
a las más apartadas.

Como consecuencia del auge minero huancavelicano, en el
valle se inicia un proceso de articulación de la
producción agrícola en forma subordinada a la
producción minera. La propiedad terrateniente de los
curacas lentamente se transformó en haciendas dedicadas a
la producción de "productos de pan llevar" en las partes
bajas y a la ganadería en las altas. La mano de obra
requerida para esta nueva modalidad productiva proviene
exclusivamente de los nunas en condiciones de explotación
feudal."La gran rentabilidad de las haciendas atrajo la
atención de los españoles y los criollos que se
asentaron en diversas partes del valle especialmente en los
pueblos de indios, como Huancayo y se adueñaron de las
haciendas vía el matrimonio, la compra o simplemente el
despojo. De esto no se salvaron incluso las tierras del
común"(Samaniego, 1980:46).

Frente al auge de la agricultura "de pan llevar" los
intereses de los curacas y los criollos-españoles entraron
en franco conflicto, contradicción que se resolvió
con la prohibición a los curacas del control de las
haciendas del valle.

Hacia la época que se ubica nuestro estudio, los
criollos y los mestizos habían desplazado totalmente a los
curacas de la propiedad terrateniente y se mantenían en
permanente contradicción con los nunas a cuyas expensas
lucraban.

Los criollos y mestizos terratenientes contando con el
apoyo del aparato judicial colonial despojaron de sus tierras a
los "indios". Como se sabe, periódicamente la Corona
Española ordenaba la realización de visitas,
composiciones y repartimientos de tierras en sus dominios con la
finalidad de levantar catastros en determinados
valles.

A comienzos del siglo XIX, el Valle del Mantaro forma
parte del partido de Jauja, de la Intendencia de Tarma. En 1801
ya existían en el valle 1 villa (Jauja), 16 pueblos y 14
doctrinas, con una población total de 52,286 habitantes,
entre indios, criollos y mestizos (Citado por Espinoza,
1973:232).

La Villa de Jauja, capital del Partido competía
con el pueblo de Huancayo en importancia
económica.

4.2. LUCHA ANTICOLONIAL EN EL VALLE DEL
MANTARO

Las luchas anticoloniales que se desataron en el Ande
Central del Perú, especialmente en el Valle del Mantaro
fue producto de las contradicciones existentes entre los grupos
colonialistas y anticolonialistas, quienes tuvieron que emplear
la lucha armada para resolver dichas contradicciones.

  • La contradicción entre criollos y
    españoles

Se ha mantenido con insistencia la idea de que la
contradicción principal entre criollos y peninsulares se
generaba a raíz de que los primeros estuvieron marginados
de la estructura administrativa y económica del Virreynato
por parte de los españoles que coparon absolutamente todo
el gobierno colonial. Como dice Fisher, estaban excluidos
-sí- de algunos cargos y cada vez buscaban mayor
participación en los puestos en general. Sin embargo, en
este período monopolizaban los puestos menores y
también conseguían un cierto número de
cargos más altos. Si los criollos hubieran estado
excluidos de los cargos públicos, la administración
podría haber sido menos corrupta. Como eran las cosas, la
sociedad de Lima, que incluía comerciantes, terratenientes
y funcionarios, formaban un sector o grupo íntimamente
unido, lleno de intereses e inexpugnable a todos salvo los
investigadores y reformadores más decididos.

Los administradores llegados de España
tendían a unirse a esta estructura de poder, antes que a
desafiarla (Fisher, 1981:22). La poderosa corporación del
Tribunal del Consulado, conformado por los ricos mercaderes
limeños y provincianos y los navieros que en fin de
cuentas controlaban el comercio colonial, era en última
instancia la que sufría las consecuencias de las reformas
hechas en la metrópoli y puestas en práctica en el
Perú.

Como sabemos, las reformas como la liberación de
puertos al libre mercado, la creación del virreynato de La
Plata y la supresión de los corregimientos habían
trastocado los polos coloniales de poder económico; con el
nuevo ordenamiento, los intereses económicos de la
naciente burguesía comercial limeña estaba
destinada al fracaso. A esta crisis que sufría la
aristocracia comercial se sumaba la insurgencia cada vez mas
frecuente de los campesinos cuya máxima expresión
se dio con la revolución de José Gabriel
Condorcanqui más conocido en la historia como Thupa
Amaru.

En este ambiente de crisis se encuba la idea
separatista, idea que impulsan los círculos ligados con el
nuevo ordenamiento económico mundial del capitalismo
comercial que lidera la Gran Bretaña.

Al interior del Tribunal del Consulado la
división entre separatistas y fidelistas fueron totalmente
claras. Los comerciantes más ricos del tribunal optaron
por mantenerse dentro del ordenamiento colonial ya que la
mayoría de ellos estaban ligados o eran parte del poder
colonial. Estos manipulaban para que el Tribunal del Consulado
oriente sus capitales a combatir la idea separatista. En este
sentido, los aportes del Tribunal al sofocamiento de la
insurgencia son cuantiosas, el dinero de los comerciantes de Lima
y provincias fueron empleados en armas, municiones,
pólvora y la fortificación del Puerto del
Callao.

CAPÍTULO V

Papel del clero
en el proceso de las luchas por la
emancipación

5.1. PRINCIPALES ACCIONES DESPLEGADAS POR EL CLERO
DURANTE EL PERIODO COLONIAL

La iglesia desde el arribo a tierras americanas al
margen de su rol "espiritual", realizo diversas actividades en
los ámbitos económicos – sociales, su
condición de aleado de las fuerzas españolas en la
conquista les dio el "derecho" de hecho y de derecho de explotar
a los runas recientemente sometidos a través de las
reducciones, aplicando exacciones diversas a la par de la
prédica religiosa y de los sacramentos."…la iglesia
en su conjunto no se limitó a efectuar una labor
simplemente espiritual. Esta labor, a nuestro parecer, fue
simplemente la apariencia o la justificación para dar
prioridad a las presiones políticas, exigencias
económicas, verdaderas exacciones económicas en
contra de la población indígena". (Moya y otros,
2001: 148).

Las actividades económicas desarrollada por la
iglesia tuvieron como característica la igual o mayor
brutalidad imprimida por los elementos eclesiásticos en
contra de los runas, con la finalidad de obtener de estos una
mayor productividad. Así Guaman Poma de Ayala (1966: 151)
describe los abusos cometidos por los curas en las actividades
económicas: "Los padres hacen tratos y contratos ya sea
personalmente, o por cuenta de otros en agravio de los indios, a
quienes no les pagan o si les llegan a pagar con este pretexto
les hacen trabajar excesivamente, cometiendo en esta forma muchos
en este reino". Así mismo los curas incursionan en el
rubro del comercio. "Otros padres y curas de doctrina de este
reino piden indios y llamas de carga para negociar y trasportar
vino, ají, coca, maíz, algunos hacen transportar en
la espalda a los indios, sacando de los llanos o quebradas vino y
de la montaña coca". (Guaman Poma de Ayala, 1966:
152).

Las actividades económicas de la iglesia fueron
variadas y diversas revestida siempre del maltrato a los runas.
La orden religiosa que destaco en este rubro fue el de los
Jesuitas.

Las actividades políticas estuvieron orientadas a
justificar el orden social existente a través de la
prédica religiosa, la de los sacramentos y la
implementación de un sistema educativo de tipo teologista,
dogmático que permitiera la continuidad de la
explotación y sometimiento al régimen
colonial.

5.2. EL CLERO COLONIALISTA

5.2.1. Papel de los sacerdotes del Convento de
Ocopa

En la lucha entre colonialistas y anticolonialistas los
frailes del Convento de Ocopa no podían mantenerse al
margen de los acontecimientos. Dado que no podía haber un
espacio adecuado para los eclécticos, los sacerdotes de
Ocopa cerraron filas en torno al Estado colonial y desplegaron
toda su fuerza para predicar, el principio de autoridad de los
Reyes, Virreyes y todas las autoridades coloniales, condenando
directamente a los patriotas.

Fue evidente que el Convento de Ocopa fuera el foco o
centro del colonialismo en el Valle del Mantaro, representante y
defensor de los intereses hispánicos. El mismo hecho de
que la jerarquía eclesiástica y los sacerdotes
fueran todos españoles no hacía factible que
apoyasen a los insurgentes que los consideraban como herejes, de
pensamiento errático.

A pesar de que negaron el hecho posteriormente, no
ocultaron su adhesión a las autoridades coloniales y
colaboraron a favor de ellos en la prédica anti-patriota
desde los púlpitos de los curatos que controlaban en las
reuniones del convento.

Cuando Bolívar estuvo en Matahuasi, el 13 de
agosto de 1824, rumbo a Huancayo, en persecución de las
fuerzas realistas al contemplar desde lejos la magnificencia del
Convento de Ocopa meditó sobre el poder espiritual y
cultura que los frailes ejercían poderosamente en los
habitantes del Valle (Espinoza, 1967:36).

El sacerdote Félix Saiz, considerado historiador
de los franciscanos, nos da su versión sobre este enconado
problema: él nos dice que: "a partir de 1809, y por un
período de quince o dieciséis años, los
antiguos dominios españoles -en los que se encontraban los
Colegios- fueron declarándose Estados independientes. El
cambio político de cosas se dejó sentir
también en el campo religioso. Y no es que la
insurrección tuviese un signo antirreligioso. Los
gobiernos insurgentes de América se apresuraban a
reconocer como religión del Estado la católica,
apostólica, romana; que así correspondía a
pueblos cuya educación habíase desenvuelto bajo la
piadosa dirección de España. El natural trastorno
de los tiempos de la guerra se vino a agravar cuando -a mediados
de siglo- empezaron a sentirse en las jóvenes
repúblicas las ideas políticas y religiosas de la
Europa contemporánea. El regalismo, iluminismo,
frebonianismo, liberalismo, etc., tuvo en América
discípulos abundantes y bien amaestrados entre la
población civil, militar y
eclesiástico".

"Los Colegios vieron gravemente amenazada su existencia.
Durante la guerra, porque la mayoría de sus componentes
eran españoles, y, en conciencia, creyeron que estaban
comprometidos a seguir siendo fieles a la Corona, con la que
estaban ligados con vínculos de lealtad y
agradecimiento.

Después, por las manifestaciones antirreligiosas
que comprometieron la vida en la Iglesia, principalmente en la
segunda mitad del siglo XIX…Los Colegios del Perú
debieron también pagar su tributo a la crisis de la
época revolucionaria. Moquegua fue abandonado en 1823, el
convento secularizado por decisión del libertador
Bolívar no pudo ser renovado".

"Fue también Bolívar el que
determinó la clausura del Colegio de Ocopa y su
conversión en colegios de enseñanza para los hijos
de los caídos en la guerra, por resolución del
día uno de noviembre de 1824"(Saiz y Heras, 1992: 72
ss).

La Iglesia y el Papado han considerado a los insurgentes
con epítetos denigrantes como "masones", "virtuales
herejes", demoníacos, etc., principalmente a sus
dirigentes como San Martín o Bolívar. En efecto,
las biografías de los grandes líderes de la
insurgencia americana demuestran que estuvieron ligados a las
logias que se formaron tanto en América como en Europa. Y
no es un secreto que al interior de las logias se combatía
el dogmatismo religioso, como representante de una época
de oscurantismo e ignorancia contraria a la ciencia y al
humanismo principales instrumentos ideológicos de la
naciente burguesía.

Ungido de este espíritu antirreligioso, San
Martín: "separó de los cargos que
desempeñaban a los clérigos españoles que no
podían presentar pruebas de su patriotismo ante la Junta
de Purificación, constituida especialmente para comprobar
la lealtad de quienes servían en la administración
española. A tenor con lo acordado por la Asamblea
Soberana, San Martín prohibió ingresar en las
órdenes religiosas a las personas menores de treinta
años. Clausuró muchos conventos e impuso una
contribución de veinte mil pesos a los
curas"(Grigulévich, 1984:158).

De acuerdo a los documentos de la Junta de
Purificación los sacerdotes patriotas del valle del
Mantaro sumaban sólo 15 sacerdotes, los demás
así como los padres de Ocopa al estallar la guerra anti
colonialista abandonaron el valle y se dirigieron a España
para salvar sus pellejos. Algunos curas aprovecharon la
oportunidad para pasarse al bando patriota para no perder los
beneficios de su curato.

El Papa León XII, dictó la
Encíclica ETSI IAM DEU, el 24 de septiembre de 1
824 y publicado en Madrid el 10 de febrero de 1825, condenando
los movimientos independentistas. La nueva encíclica
execraba a los "revoltosos", es decir a los patriotas, en sus
páginas lanzaba anatemas a los anticolonialistas.
Decía, no podemos menos de lamentarnos amargamente, ya
observando la impunidad con que corre el desenfreno y la licencia
de los malvados; y al notar cómo se propaga y cunde el
contagio de libros y folletos incendiarios, en los que se
deprimen, menosprecian o se intentan hacer odiosas ambas
potestades, eclesiásticas y civil; y por último,
viendo salir a la manera de langostas devastadoras de un
tenebroso pozo esas Juntas que se forman en la lobreguez de las
tinieblas, de las cuales, no dudamos afirmar con San León
Papa, que se concreta en ellas, como en una inmunda sentina,
cuanto hay y haya habido de más sacrílego y
blasfemo en todas las sectas heréticas.

El Rey Fernando VII, hizo lo propio a los fieles y
leales defensores de la legalidad, los exhortó a la
resistencia, seguramente pensando que todo iba a pasar pronto.
Pero al conocer la derrota del 9 de Diciembre de 1 824, ya no
insistió más.

La encíclica de 1 824 alentó un
huracán de ira e indignación entre los partidarios
del anticolonialismo, que; sin embargo, no la condenaron
públicamente, sino que centraron toda la atención
en los españoles, afirmando que la encíclica era
falsa, o sea, que la fabricaron los españoles o que ellos
la había obtenido del Papa por engaño…En diversas
embajadas ante la Santa Sede, pidieron un desmentido y como
demoraba el papa, los eclesiásticos americanos, todos
criollos, amenazaron en publicar un edicto pastoral contra la
encíclica, calificándola de errónea, falsa y
apócrifa. El Papa no tuvo otra cosa que reconocer y
nombrar obispos para las nuevas repúblicas, con candidatos
previamente aprobados por Bolívar. Notándose una
aparente continuación del derecho de Patronato.

Ocopa fue el foco de la resistencia ideológica
del colonialismo, a pesar de que San Martín había
ordenado a los curas de doctrina del valle que se presenten a la
Junta de Purificación para demostrar su patriotismo y
sigan en sus curatos; los sacerdotes de Ocopa no se presentaron,
más bien continuaron con la prédica anti-patriota.
La expedición de Álvarez de Arenales al Valle del
Mantaro no tocó Ocopa en absoluto, es decir, se
respetó los intereses económicos del convento. A
pesar de que podía convertirlo en cuartel del
ejército patriota no lo hizo porque no tenía
necesidad de hacerlo, quizás por su ubicación
apartada del camino real, vía que recorrían los
libertadores.

Cuando se proclamaron y juraron la Independencia de
América en Huancayo y Jauja (20 de noviembre de 1 820),
sólo estuvieron los sacerdotes patriotas, como era
lógico, los de Ocopa, algunos estuvieron refugiados dentro
de los muros del convento, otros habían partido para Lima
y embarcarse a la península.

Cuando arribó Bolívar al Valle (13 de
Agosto de 1 824), las campanas del convento tañían
redobles de difuntos, que llegaban a sus oídos en su
camino hacia Concepción. Ganas no le faltaban para
arrasarlo, pero siguió su camino, lo haría
más tarde. El 1 de noviembre de 1824 se dio el decreto que
convirtió el Convento en Colegio para los hijos de los
patriotas caídos.

5.2.2. Papel de los obispos

Conforme los documentos consultados los Obispos por su
alta investidura y su juramento de acatamiento del sistema
colonial se mantuvieron fieles al régimen colonial
hispanoamericano(Nieto Vélez, 1971: 110). La
encíclica "Etsi longissimo", sometía a los obispos
y al clero americano que trabajasen por pacificar las sediciones
y alborotos y exhortasen a todos los fieles a someterse a vuestro
Rey Católico(30 de enero de 1816, Pío
VII).

Sabemos nos dice el sacerdote historiador que glosamos
que, los obispos americanos se comunicaban con la Santa Sede
sólo a través de la corte de Madrid. La
consecuencia era que las informaciones que recibía de
estas tierras la Santa Sede llegaban controladas. El Arzobispo de
Lima, por ejemplo, enviaba sus informes al Papa por intermedio de
la administración peninsular. Ciertamente hoy no se
procedería así, pero en esa época estaba
vigente el derecho de Patronato, derecho que la Iglesia concede
al Estado, por el cual, a cambio de ciertas ayudas, un gobernante
tiene ingerencia en asuntos eclesiásticos; por ejemplo el
nombramiento de obispos. El Rey de España presenta una
lista de candidatos para una sede vacante; la presenta a Roma, y
el Papa, a base de esa nómina "filtrada", efectúa
la designación del prelado. Quizás se halle
aquí la raíz de por qué algunos obispos
sintieron un conflicto de conciencia a la hora de la
independencia. Si por una parte se sentían inclinados a
pronunciarse por la emancipación, por otra sentían
un deber de lealtad frente al monarca que los había
presentado.

El problema de la fidelidad de los obispos está,
pues, determinado en parte por el Patronato. Admitiendo ese
hecho, debemos valorar la decisión del Arzobispo de Lima,
Bartolomé María de las Heras, que es el primero que
pone su firma en el Acta del Cabildo limeño el 15 de julio
de 1821. Pero meses después lo hallamos en España.
(Qué había sucedido? Un personaje del gobierno de
San Martín, el ministro Monteagudo, era sumamente hostil a
los españoles como que expulsó a muchos
pacíficos ciudadanos y no vio con buenos ojos la
permanencia de Las Heras en el Arzobispado. Aduciendo acusaciones
no probadas debidamente, logró que al prelado se le diese
el pasaporte para la Península. Pero objetivamente Las
Heras había suscrito el acta de la
independencia.

Otro caso que no citan algunos escritores es el del
obispo de Arequipa, José Sebastián de Goyeneche. Su
hermano el Conde de Guaqui, brillante militar y realista a
ultranza, lo invitó a retirarse a España en vista
de los acontecimientos. Pero Goyeneche prefirió mantenerse
en la brecha, en medio de sus obligaciones pastorales, antes que
ceder al reclamo de la comodidad personal. Prefirió
quedarse en su diócesis así no se produjo el
vacío espiritual que representa una diócesis sin
obispo. Esto nos lleva a decir que no es exacto que todos los
obispos del Perú fuesen contrarios a la
Independencia.

En el Valle del Mantaro no hubo obispado por lo tanto,
nada podríamos decir sobre el papel que pudieron
desempeñar dichos prelados.

5.2.3. Papel de la Santa Sede

Si el Papa Pio VII, sugería a los obispos y clero
americano actuar conforme a su conciencia, aduciendo que ellos
ante todo eran hombres religiosos y no políticos, el nuevo
Papa, León XII, publicó el 24 de setiembre de 1824
el Breve "Etsi iam diu", desfavorable a la Independencia. La
Santa Alianza establecida en Europa a la caída de
Napoleón volvía a tener vigencia en España a
la vuelta de Fernando VII al trono y la consiguiente
restauración absolutista. Fernando VII solicitó de
los aliados que le ayudasen a recobrar sus posesiones americanas,
y dio instrucciones a su embajador en el Vaticano Vargas Laguna
para lograr una condenación global de la Independencia. La
carta pontificia ha sido criticada por algunos historiadores como
un paso en falso de la política vaticana.

El Breve no tuvo mucha difusión en
Hispanoamérica. Muchos pusieron en duda su autenticidad.
No tuvo como móvil un sentimiento hostil a los americanos,
sino que en el conflicto de intereses, optó León
XII por seguir la predominante influencia absolutista, cuya
visión de América no era la más objetiva
precisamente.

5.3. EL CLERO ANTICOLONIALISTA

5.3.1. Los curas guerrilleros

  • a) Estanislao Marquez.-Fue unos de los
    sacerdotes patriotas que más participación tuvo
    en la lucha anticolonial del Valle del Mantaro.

  • Esboso biográfico.-Sus padres fueron
    Don Juan de Dios Márquez, Sub teniente de Milicias del
    Regimiento de Dragones de Palma, del Partido de Jauja y
    Doña Magdalena de las Casas Golpes, descendientes de
    españoles que estableció su residencia en San
    Jerónimo de Tunán (Darío, 1995:B7).
    Según Espinoza, Estanislao Márquez nació
    el 7 de noviembre de 1791, en la Villa de Santa Fe de
    Hatunxauxa (Espinoza, 1973:257). Fueron sus hermanos
    José y Mariano también sacerdotes y patriotas.
    Estuvo emparentado a sus tíos Bernardino
    Márquez, Juan de la Mata Martínez y Juan
    Crisóstomo Cuenca que también fueron
    perseguidos por sus ideas libertarias.

Su agitada vida llegó a su fin el 8 de marzo de
1879, a la edad de 88 años y siendo su voluntad de ser
enterrado en su tierra natal, sus restos fueron depositados en el
antiguo cementerio de San Jerónimo.

  • Su labor pastoral.-No se tienen datos exactos
    sobre su educación religiosa y mucho menos de la orden
    a la que perteneció, pero de acuerdo a la
    demarcación eclesiástica del valle podemos
    afirmar que D. Estanislao Márquez fue un dominico, ya
    que en 1819, se hallaba como párroco de Huancayo,
    pueblo que pertenecía a la jurisdicción de los
    dominicos (Maurtua, 1906: 153). Los dominicos controlaron las
    doctrinas de Huancayo, Sapallanga, Cochangará,
    Pomabamba, Chongos, Chupaca y Sicaya; mientras que los
    franciscanos tenían lo suyo en Concepción, San
    Jerónimo, Matahuasi, Comas y Andamayo, Apata Orcotuna
    y Sincos.

Estanislao Márquez fue confirmado en su cargo por
Álvarez de Arenales como Párroco del Curato de
Huancayo (20 de noviembre de 1820), estaba ocupándolo
antes de la llegada de los patriotas. Lo que hizo en realidad
Arenales fue mantenerle en el cargo aunque en forma provisional
ya que según las disposiciones el nombramiento lo
debía refrendar el Teniente Gobernador Territorial que en
este caso lo fue Dn. Marcelo Granados otro de los preclaros
patriotas del valle. Su acendrado patriotismo hizo que jurara
delante de Arenales su amor hacia la nueva patria que
nacía y su fidelidad hacia las tropas libertarias a cuya
causa legó toda su fortuna y vida. La fortuna de los
doctrineros consistía generalmente del sínodo que
cobraba por sus servicios, además de los diezmos y las
donaciones que si bien pertenecían a la Iglesia,
éstos lo usufructuaban en provecho propio.

Cuando Álvarez de Arenales abandonó el
valle, los enemigos de Estanislao Márquez, con el cura
Avellaneda a la cabeza quisieron despojarlo del beneficio
aduciendo que era ilegal su permanencia en el cargo. Sin embargo,
el apoyo brindado por los patriotas frenaron la intentona y le
confirmaron en su cargo, con la indicación de que si
alguien pudiera removerlo del cargo, éste sería
solo San Martín. Es muy ilustrativo la carta de Francisco
Paula de Otero, fechado el 1 de diciembre de 1820 en Tarma,
dirigido a Marcelo Granados donde se le ordena poner fin a dichas
tumultuosas pretensiones de algunos que no creían
todavía a carta cabal del fin del colonialismo.

El documento aludido dice "Por la absoluta
abolición de todos los derechos de la nación
española que prescribe el sagrado sistema de la libertad e
independencia de la América, queda suprimido el Patronato
Real, bajo cuya investidura confirmaba antes el virrey de Lima en
los curatos a los individuos que se les proponía. Fundado
en este principio, el señor general don Juan Antonio
Álvarez de Arenales y autorizado, competentemente por el
señor vicario general del Ejército de la Patria, a
su tránsito por ese pueblo le título en forma de
cura, de esta doctrina de Huancayo al presbítero don
Estanislao Márquez, que la esta sirviendo. Más,
teniéndose noticia de que allí se ha formado una
junta tumultuaria de unos pocos vecinos díscolos, que
avanzándose a calificar con arrojo de ilegítimo e
injusto este nombramiento en favor del párroco
Márquez, intentan despojarle con la mira de que el
apoderado del cura Avellaneda, confirmado por el virrey, ocupe la
doctrina. Prevengo a V.S., de orden del mismo señor
general sobstenga esta su disposición con toda la
energía, vigor y fuerza que sean necesarias. Si por
pertinencia quisieren los que fomentan la innovación
llevarla adelante, los prenderá V. S. y retendrá en
la cárcel el tiempo que juzgue conveniente para su
castigo. Y cuando allí no estén seguros, los
remitirá a la de esta capital con competente escolta y a
su costa, para su debida corrección y escarmiento"(Citado
por Espinoza, 1973: 258).

Como Párroco de Huancayo, fue un gran y generoso
benefactor de sus feligreses. Parte de sus rentas y honorarios
fue destinado a construir la iglesia de Huancayo.

  • Párroco de Ondores.-Frente a la
    contraofensiva colonial, D. Estanislao Márquez
    prefirió salir del valle se retiró hacia Cerro
    de Pasco, pensando que vivo podía servir mejor a los
    intereses de la Patria. En el pueblo de Ondores fue nombrado
    como Párroco en setiembre de 1821. Allí se
    dedicó de lleno a la edificación de la iglesia
    que estaba en malas condiciones, especialmente inició
    la construcción de su altar mayor. El frío y
    las muchas privaciones había mermado la salud del
    párroco por lo que decidió ir a Tarma o
    Acobamba que estaban libres de realistas y era de un clima
    más benigno. A los pocos días de haber llegado
    a Acobamba se topó con el enemigo y fue hecho
    prisionero. Rodil al mando de un batallón venía
    a acantonarse a la sierra y como lo conocía por
    patriota lo arrestó y lo confinó a la ciudad de
    Tarma. Aquí se encontró con el coronel Loriga y
    juntos lo sometieron a vejámenes que estoicamente
    soportó. Los hispanistas lo conocían como
    ferviente partidario de la libertad del Perú y
    contrario a los intereses de la Corona, sólo esperaban
    una prueba para fusilarlo (Espinoza,1973: 288).

  • Capellán del Ejército
    realista
    .-Loriga ordenó el traslado del prisionero
    a Huancayo y le obligó a servir como capellán
    del Parque General de Artillería con el cargo de
    auxiliar con los últimos sacramentos a los patriotas
    sentenciados a muerte, con "la finalidad de que escarmiente y
    se arrepienta de sus desquiciadas ideas separatistas".
    Según Loriga, Márquez era un hombre de luces,
    ilustrado y no convenía fusilarlo por pura sospecha,
    con gusto lo haría pero no quiso manchar sus manos de
    sangre. Espinoza sostiene que Loriga apreciaba al
    Márquez ilustrado y no al Márquez patriota
    (Espinoza, 1973:289).

Estanislao Márquez fue trasladado a Tarma en 1822
como interino de la parroquia de Tarma. Cuyo superior el cura
Eulalio Benavides tenía la expresa orden de Loriga de
espiar la conducta del clérigo. Sin embargo, movido de un
gran sentimiento de compasión Benavides le comunicó
la ingrata tarea y se pusieron de acuerdo de no cometer
ningún traspiés. Como Márquez vivía
en la casa de Benavides, a fin de no despertar sospechas de los
colonialistas, organizaron continuas tertulias a donde
asistían patriotas y otras gentes con los que se
reunían e intercambiaban noticias sobre el desarrollo de
los acontecimientos de la lucha anticolonial.

Márquez permanecía ya tres años
como prisionero de los hispanistas en Tarma cuando el 6 de agosto
de 1824 después de la victoriosa jornada de Junín,
las tropas Colombianas llegaron a Tarma anunciando la derrota de
los españoles. En dicha oportunidad Márquez
reunió al pueblo de Tarma e hizo una "Oración
Fúnebre por los Libertadores de Junín", que en
realidad fue una apologética a los caídos en las
pampas de Junín que ningún otro sacerdote se
atrevió a decir temerosos de la venganza de los
realistas(Espinoza, 1973:289).

  • Márquez durante la última etapa de
    la lucha anticolonial
    .-En las vísperas de la
    batalla de Junín y la entrada de Bolívar a
    Tarma Márquez, tenía el cargo de
    Capellán del Ejército realista e inter de la
    parroquia de la villa de Tarma. Bolívar conocedor de
    sus méritos le demostró su aprecio personal
    encargándole la misión de montar y dirigir una
    red de inteligencia que operara en el valle del Mantaro,
    teniéndole al tanto de las operaciones militares
    realistas (Espinoza, 1973:303).

  • Su aporte a la lucha anticolonial.-El
    principal aporte de Estanislao Márquez a la lucha
    anticolonial fue su participación directa en la jura
    de la independencia del Perú del 20 de noviembre de
    1820 y autor del Acta de Independencia del Perú. Al
    llegar Álvarez de Arenales a Huancayo, entre todos los
    patriotas el más ilustrado como para redactar la carta
    de independencia del Perú fue Estanislao
    Máquez. Como se sabe, este documento expresa el
    sentimiento de los patriotas del valle y fue leída y
    firmada el 20 de Noviembre de 1820, ante la multitud
    conformada por campesinos, mestizos criollos reunidos en el
    camino real de los incas, hoy Calle Real. Este documento
    refleja el espíritu libertario de los criollos
    anticolonialistas que se consideraban en la capacidad de
    poder gobernarse por sí solos sin la tutela de
    España a quienes los consideraban como extranjeros y
    usurpadores.

Estanislao Márquez estaba convencido que la
única forma de suprimir el abuso y la explotación
colonialista era tomando las armas y enfrentándose a las
tropas de ocupación acantonada en la región central
del virreynato.

  • Su pensamiento político.- Estanislao
    Márquez fue indiscutiblemente un hombre ilustrado, un
    Humanista que comprendió que el tiempo que le
    tocó vivir no eran ya tiempos de afirmación
    colonialista. El creía firmemente en la prédica
    de los revolucionarios franceses de igualdad, libertad y
    fraternidad. Para él la decrépita España
    vivía ya tiempos anti históricos.

Como criollo separatista, estando en Ondores
escribió en 1824, a su feligreses y en realidad a todos
los patriotas una apologética a la rebelión
titulado "El Cura de Ondores a sus feligreses", en este documento
de encendido patriotismo "alabó a los combatientes y
vencedores de Junín y se disculpó encarecidamente
ante sus parroquianos por no haber acudido a su Curato
hacía tanto tiempo, por haber estado prisionero en manos
de los españoles en Huancayo y en Tarma"(Espinoza,
1973:302).

En otro documento similar conocido como "Oración
fúnebre por los Libertadores de Junín"(Ob. Cit,
1973: 302), que antes de una carta es un sermón que con
vibrante voz pronunció en honor de los patriotas
caídos en la batalla de Junín. Exhortó a los
patriotas a no dar tregua a tan injusto estado que desolaba el
Perú y que según su parecer pronto iba a llegar a
su fin la tiranía y la opresión que representaba el
estado colonial español.

El aporte sustancial de nuestro personaje a la
emancipación del Perú, en el Valle del Mantaro fue
la ruptura de la ligazón política del Perú
respecto al colonialismo hispánico. Estanislao
Márquez consideró como tarea principal la
destrucción del aparato opresor colonial, configurado por
las autoridades coloniales y el sistema en su conjunto.
Planteó como los demás patriotas la urgente
necesidad de la liberación política para luego
construir un nuevo país independiente, lógicamente
con los criollos a la cabeza.

  • b) Bruno Terreros
    Baldeón

  • Esbozo biográfico.-Bruno Terreros
    Baldeón nació en el pueblo de Mito hacia 1788,
    fue hijo de una india y de un español. Los religiosos
    de Ocopa al notar la vivacidad del pequeño Bruno, lo
    llevaron al convento en condición de novicio.
    Allí le enseñaron latín y
    filosofía. Posteriormente, fue enviado a Lima al
    convento de San Francisco y en 1810 recibió la orden
    del subdiaconado. Años más tarde, el arzobispo
    Las Heras le nombró coadjutor del curato de Chupaca, y
    en esa condición se hallaba cuando estallo la guerra
    anticolonialista.

Fray Bruno Terreros se distinguió por la
austeridad de sus costumbres y por llevar, conforme al
espíritu del Evangelio, los deberes de su ministerio. Por
ello fue muy querido por sus feligreses.

Después de los trajines de la
emancipación, Bruno Terreros, fue nombrado cura de Mito
(25 de agosto de 1825), beneficio que prefirió a otros por
ser el lugar de su nacimiento. En su nueva vida religiosa
olvidó sus costumbres de guerrillero, y fue tan
solícito en el cumplimiento del deber
sacerdotal.

Bruno Terreros murió al atravesar el río
de Jauja para ir a confesar a un moribundo, desoyendo el ruego de
algunos indios que le pedían no se aventurase por estar el
río muy crecido, fue arrastrado por la corriente y
pereció ahogado. Cuando falleció fue enterrado en
la iglesia de San Miguel de Huaripampa, el 31 de diciembre de
1832. Murió a los cincuenta y tres años de edad,
cuando desempeñaba el curato de Mito.

  • Las dos tendencias políticas de
    Terreros
    .-En la vida de Terreros existen dos etapas muy
    diferenciadas: La primera se refiere cuando él fue un
    recalcitrante colonialista y luego su etapa de
    acérrimo anticolonialista.

Como colonialista fray Bruno, se mostraba más
realista que el rey, y decía que la revolución
americana era cosa de herejes, y gente pervertida por la lectura
de libros excomulgados. Añadía que eso de derechos
del hombre y de patria y libertad tonterías sin pies ni
cabeza; y que el rey nació para mandar y la ley para
obedecer, lo mejor era no meterse a descomponer, la estructura
establecida, ni comprometer la existencia en este mundo y la vida
eterna en el otro.

Hacia el año de 1822, cuando la lucha
anticolonialista había entrado a su etapa decisiva los
colonialistas en acto de venganza cometieron extorsiones
parecidas a las que un año después ejecutara
Carratalá en Cangallo. Hubo templos incendiados; la
soldadesca se entregó sin freno al pillaje de alhajas y
objetos sagrados; se escarneció a los sacerdotes hasta el
punto de que el jefe español, Barandalla, hiciera fusilar
al cura Cerda.

Por esa época llegó a Chupaca un
capitán realista, al mando de veinte soldados,
amenazó a fray Bruno con darle de patadas si no le
entregaba un cáliz de oro. Ante la amenaza el humilde
franciscano colgó los hábitos, se plantó al
cinto sable y pistolas, y le declaró la guerra a los
colonialistas. Su breve alocución que justificaba su
proceder, decía:

"Compatriotas y hermanos muy amados: Penetrado de los
sentimientos naturales y revestido con las sagradas vestiduras de
mi carácter, os anuncié muchas veces desde la
cátedra del Espíritu Santo la felicidad de los
peruanos que ha de resultar después de las guerras. Y
ahora, poseído de dolor, me veo precisado a tomar el sable
desnudo, como defensor de la religión, sólo con el
objeto de derribar esas felicidades lisonjeras con que los
tiranos nos tienen engañados por saciar sus codiciosas
ambiciones. Testigos los templos sagrados destruidos, violados
los santos Evangelios de Jesucristo y sus miembros perseguidos.
Sacerdotes del Altísimo, llorad con lágrimas de
sangre al ver convertidas en cenizas las casas de oración,
y los tabernáculos en astillas por llevarse los vasos
sagrados y las custodias con la majestad colocada. Esos
sacrílegos españoles, plegue a Dios, y hago
testigos a los ángeles y a toda la corte celestial, que a
todo trote caminan al extremo de su total ruina. Jamás
levantó el brazo Jesucristo sino cuando vio que su templo
infamado con ventas y comercios. Yo jamás hubiera tomado
el sable, si no hubiera visto los santuarios servir de pesebreras
de caballos. Separaos, verdaderos fieles y patriotas, y dejad
solos a los contumases en su desgraciada
obstinación".

Partes: 1, 2, 3
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