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Medio Ambiente




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    1. Concepto de Medio
      Ambiente
    2. Constituyentes del Medio
      Ambiente
    3. Problemas
      Medioambientales
    4. Perspectivas
    5. Medio Ambiente en
      Venezuela
    6. Conclusión
    7. Bibliografía

    1. INTRODUCCIÓN.

    El Medio Ambiente
    es todo aquello que nos rodea y que debemos cuidar para mantener
    limpia nuestra ciudad, colegio, hogar, etc., en fin todo en donde
    podamos estar, por esto hemos realizado la siguiente investigación acerca del Medio
    Ambiente.

    2. Concepto de Medio
    Ambiente.

    Medio ambiente, conjunto de elementos
    abióticos (energía
    solar, suelo, agua y
    aire) y
    bióticos (organismos vivos) que integran la delgada capa
    de la Tierra
    llamada biosfera,
    sustento y hogar de los seres vivos.

    3.
    CONSTITUYENTES DEL MEDIO AMBIENTE.

    La atmósfera, que protege a la
    Tierra del
    exceso de radiación
    ultravioleta y permite la existencia de vida es una mezcla
    gaseosa de nitrógeno, oxígeno, hidrógeno, dióxido
    de carbono, vapor
    de agua, otros
    elementos y compuestos, y partículas de polvo. Calentada
    por el Sol y la
    energía radiante de la Tierra, la
    atmósfera
    circula en torno al planeta
    y modifica las diferencias térmicas. Por lo que se refiere
    al agua, un 97% se encuentra en los océanos, un 2% es
    hielo y el 1% restante es el agua dulce
    de los ríos, los lagos, las aguas subterráneas y la
    humedad atmosférica y del suelo. El suelo
    es el delgado manto de materia que
    sustenta la vida terrestre. Es producto de la
    interacción del clima y del
    sustrato rocoso o roca madre, como las morrenas glaciares y las
    rocas
    sedimentarias, y de la vegetación. De todos ellos dependen
    los organismos vivos, incluyendo los seres humanos. Las plantas se sirven
    del agua, del dióxido de carbono y de
    la luz solar para
    convertir materias primas en carbohidratos
    por medio de la fotosíntesis; la vida animal, a su vez,
    depende de las plantas en una
    secuencia de vínculos interconectados conocida como
    red
    trófica.

    Durante su larga historia, la Tierra ha
    cambiado lentamente. La deriva continental (resultado de la
    tectónica de placas) separó las masas
    continentales, los océanos invadieron tierra firme y se
    retiraron de ella, y se alzaron y erosionaron montañas,
    depositando sedimentos a lo largo de las costas
    (véase Geología). Los climas se caldearon y
    enfriaron, y aparecieron y desaparecieron formas de vida al
    cambiar el medio ambiente. El más reciente de los
    acontecimientos medioambientales importantes en la historia de la Tierra se
    produjo en el cuaternario, durante el pleistoceno (entre 1,64
    millones y 10.000 años atrás), llamado
    también periodo glacial. El clima subtropical
    desapareció y cambió la faz del hemisferio norte.
    Grandes capas de hielo avanzaron y se retiraron cuatro veces en
    América
    del Norte y tres en Europa, haciendo
    oscilar el clima de frío a templado, influyendo en la vida
    vegetal y animal y, en última instancia, dando lugar al
    clima que hoy conocemos. Nuestra era recibe, indistintamente, los
    nombres de reciente, postglacial y holoceno. Durante este
    tiempo el
    medio ambiente del planeta ha permanecido más o menos
    estable.

    4. PROBLEMAS
    MEDIOAMBIENTALES.

    La especie Homo sapiens, es
    decir, el ser humano, apareció tardíamente en la
    historia de la Tierra, pero ha sido capaz de modificar el medio
    ambiente con sus actividades. Aunque, al parecer, los humanos
    hicieron su aparición en África, no tardaron en
    dispersarse por todo el mundo. Gracias a sus peculiares
    capacidades mentales y físicas, lograron escapar a las
    constricciones medioambientales que limitaban a otras especies y
    alterar el medio ambiente para adaptarlo a sus
    necesidades.

    Aunque los primeros humanos sin duda
    vivieron más o menos en armonía con el medio
    ambiente, como los demás animales, su
    alejamiento de la vida salvaje comenzó en la prehistoria, con
    la primera revolución
    agrícola. La capacidad de controlar y usar el fuego les
    permitió modificar o eliminar la vegetación
    natural, y la domesticación y pastoreo de animales
    herbívoros llevó al sobrepastoreo y a la erosión
    del suelo. El cultivo de plantas originó también la
    destrucción de la vegetación natural para hacer
    hueco a las cosechas y la demanda de
    leña condujo a la denudación de montañas y
    al agotamiento de bosques enteros. Los animales salvajes se
    cazaban por su carne y eran destruidos en caso de ser
    considerados plagas o depredadores.

    Mientras las poblaciones humanas siguieron
    siendo pequeñas y su tecnología modesta,
    su impacto sobre el medio ambiente fue solamente local. No
    obstante, al ir creciendo la población y mejorando y aumentando la
    tecnología, aparecieron problemas
    más significativos y generalizados. El rápido
    avance tecnológico producido tras la edad media
    culminó en la Revolución
    Industrial, que trajo consigo el descubrimiento, uso y
    explotación de los combustibles fósiles, así
    como la explotación intensiva de los recursos minerales de la
    Tierra. Fue con la Revolución
    Industrial cuando los seres humanos empezaron realmente a
    cambiar la faz del planeta, la naturaleza de su
    atmósfera y la calidad de su
    agua. Hoy, la demanda sin
    precedentes a la que el rápido crecimiento de la población humana y el desarrollo
    tecnológico someten al medio ambiente está
    produciendo un declive cada vez más acelerado en la
    calidad de
    éste y en su capacidad para sustentar la vida.

    4.1 Dióxido de carbono

    Uno de los impactos que el uso de
    combustibles fósiles ha producido sobre el medio ambiente
    terrestre ha sido el aumento de la concentración de
    dióxido de carbono (CO2) en la
    atmósfera. La cantidad de CO2
    atmosférico había permanecido estable,
    aparentemente durante siglos, pero desde 1750 se ha incrementado
    en un 30% aproximadamente. Lo significativo de este cambio es que
    puede provocar un aumento de la temperatura de
    la Tierra a través del proceso
    conocido como efecto
    invernadero. El dióxido de carbono atmosférico
    tiende a impedir que la radiación
    de onda larga escape al espacio exterior; dado que se produce
    más calor y puede
    escapar menos, la temperatura
    global de la Tierra aumenta.

    Un calentamiento global significativo de la
    atmósfera tendría graves efectos sobre el medio
    ambiente. Aceleraría la fusión de
    los casquetes polares, haría subir el nivel de los mares,
    cambiaría el clima regional y globalmente,
    alteraría la vegetación natural y afectaría
    a las cosechas. Estos cambios, a su vez, tendrían un
    enorme impacto sobre la civilización humana. En el siglo
    XX la temperatura media del planeta aumentó
    0,6 ºC y los científicos prevén que la
    temperatura media de la Tierra subirá entre 1,4 y
    5,8 ºC entre 1990 y 2100.

    4.2 Acidificación

    Asociada también al uso de
    combustibles fósiles, la acidificación se debe a la
    emisión de dióxido de azufre y óxidos de
    nitrógeno por las centrales térmicas y por los
    escapes de los vehículos a motor. Estos
    productos
    interactúan con la luz del Sol, la
    humedad y los oxidantes produciendo ácido sulfúrico
    y nítrico, que son transportados por la circulación
    atmosférica y caen a tierra, arrastrados por la lluvia y
    la nieve en la llamada lluvia
    ácida, o en forma de depósitos secos,
    partículas y gases
    atmosféricos.

    Para ver el gráfico seleccione la
    opción "Descargar" del menú superior

    La lluvia ácida es un
    importante problema global. La acidez de algunas precipitaciones
    en el norte de Estados Unidos y
    Europa es
    equivalente a la del vinagre. La lluvia
    ácida corroe los metales, desgasta
    los edificios y monumentos de piedra, daña y mata la
    vegetación y acidifica lagos, corrientes de agua y
    suelos, sobre
    todo en ciertas zonas del noreste de Estados Unidos y
    el norte de Europa. En estas regiones, la acidificación
    lacustre ha hecho morir a poblaciones de peces. Hoy
    también es un problema en el sureste de Estados Unidos y
    en la zona central del norte de África. La lluvia
    ácida puede retardar también el crecimiento de los
    bosques; se asocia al declive de éstos a grandes altitudes
    tanto en Estados Unidos como en Europa.

    4.3 Destrucción del ozono

    En las décadas de 1970 y
    1980, los científicos empezaron a descubrir que la
    actividad humana estaba teniendo un impacto negativo sobre la
    capa de ozono,
    una región de la atmósfera que protege al planeta
    de los dañinos rayos ultravioleta. Si no existiera esa
    capa gaseosa, que se encuentra a unos 40 km de altitud sobre
    el nivel del mar, la vida sería imposible sobre nuestro
    planeta. Los estudios mostraron que la capa de ozono
    estaba siendo afectada por el uso creciente de
    clorofluorocarbonos (CFC, compuestos de flúor), que se
    emplean en refrigeración, aire
    acondicionado, disolventes de limpieza, materiales de
    empaquetado y aerosoles. El cloro, un producto
    químico secundario de los CFC ataca al ozono, que
    está formado por tres átomos de oxígeno, arrebatándole uno de ellos
    para formar monóxido de cloro. Éste reacciona a
    continuación con átomos de oxígeno para
    formar moléculas de oxígeno, liberando
    moléculas de cloro que descomponen más
    moléculas de ozono.

    Al principio se creía que la capa
    de ozono se estaba reduciendo de forma homogénea en todo
    el planeta. No obstante, posteriores investigaciones
    revelaron, en 1985, la existencia de un gran agujero centrado
    sobre la Antártida; un 50% o más del ozono situado
    sobre esta área desaparecía estacionalmente. En el
    año 2001 el agujero alcanzó una superficie de 26
    millones de kilómetros cuadrados, un tamaño similar
    al detectado en los tres últimos años. El
    adelgazamiento de la capa de ozono expone a la vida terrestre a
    un exceso de radiación ultravioleta, que puede producir
    cáncer de piel y
    cataratas, reducir la respuesta del sistema
    inmunitario, interferir en el proceso de
    fotosíntesis de las plantas y afectar al
    crecimiento del fitoplancton oceánico. Debido a la
    creciente amenaza que representan estos peligrosos efectos sobre
    el medio ambiente, muchos países intentan aunar esfuerzos
    para reducir las emisiones de gases de
    efecto
    invernadero. No obstante, los CFC pueden permanecer en la
    atmósfera durante más de 100 años, por lo
    que la destrucción del ozono continuará durante
    décadas.

    4.4 Hidrocarburos clorados

    El uso extensivo de pesticidas
    sintéticos derivados de los hidrocarburos
    clorados en el control de plagas
    ha tenido efectos colaterales desastrosos para el medio ambiente.
    Estos pesticidas organoclorados son muy persistentes y
    resistentes a la degradación biológica. Muy poco
    solubles en agua, se adhieren a los tejidos de las
    plantas y se acumulan en los suelos, el
    sustrato del fondo de las corrientes de agua y los estanques, y
    la atmósfera. Una vez volatilizados, los pesticidas se
    distribuyen por todo el mundo, contaminando áreas
    silvestres a gran distancia de las regiones agrícolas, e
    incluso en las zonas ártica y antártica.

    Aunque estos productos
    químicos sintéticos no existen en la naturaleza,
    penetran en la cadena alimentaria. Los pesticidas son ingeridos
    por los herbívoros o penetran directamente a través
    de la piel de
    organismos acuáticos como los peces y
    diversos invertebrados. El pesticida se concentra aún
    más al pasar de los herbívoros a los
    carnívoros. Alcanza elevadas concentraciones en los
    tejidos de los
    animales que ocupan los eslabones más altos de la cadena
    alimentaria, como el halcón peregrino, el águila y
    el quebrantahuesos. Los hidrocarburos clorados interfieren en el
    metabolismo
    del calcio de las aves,
    produciendo un adelgazamiento de las cáscaras de los
    huevos y el consiguiente fracaso reproductivo. Como resultado de
    ello, algunas grandes aves
    depredadoras y piscívoras se encuentran al borde de la
    extinción. Debido al peligro que los pesticidas
    representan para la fauna silvestre y
    para los seres humanos, y debido también a que los
    insectos han desarrollado resistencia a
    ellos, el uso de hidrocarburos halogenados como el DDT
    está disminuyendo con rapidez en todo el mundo occidental,
    aunque siguen usándose en grandes cantidades en los
    países en vías de desarrollo. A
    comienzos de la década de 1980, el EDB o dibromoetano, un
    pesticida halogenado, despertó también gran alarma
    por su naturaleza en potencia
    carcinógena, y fue finalmente prohibido.

    Existe otro grupo de compuestos íntimamente
    vinculado al DDT: los bifenilos policlorados (PCB). Se han
    utilizado durante años en la producción industrial, y han acabado
    penetrando en el medio ambiente. Su impacto sobre los seres
    humanos y la vida silvestre ha sido similar al de los pesticidas.
    Debido a su extremada toxicidad, el uso de PCB ha quedado
    restringido a los aislantes de los transformadores y
    condensadores
    eléctricos.

    El TCDD es el más tóxico
    de otro grupo
    relacionado de compuestos altamente tóxicos, las dioxinas
    o dibenzo-para-dioxinas. El grado de toxicidad para los
    seres humanos de estos compuestos carcinógenos no ha sido
    aún comprobado. El TCDD puede encontrarse en forma de
    impureza en conservantes para la madera y el
    papel y en
    herbicidas. El agente naranja, un defoliante muy utilizado,
    contiene trazas de dioxina.

    4.5 Otras sustancias tóxicas

    Las sustancias tóxicas son productos
    químicos cuya fabricación, procesado, distribución, uso y eliminación
    representan un riesgo inasumible
    para la salud humana y
    el medio ambiente. La mayoría de estas sustancias
    tóxicas son productos químicos sintéticos
    que penetran en el medio ambiente y persisten en él
    durante largos periodos de tiempo. En los
    vertederos de productos químicos se producen
    concentraciones significativas de sustancias tóxicas. Si
    éstas se filtran al suelo o al agua, pueden contaminar el
    suministro de agua, el aire, las
    cosechas y los animales domésticos, y han sido asociadas a
    defectos congénitos humanos, abortos y enfermedades
    orgánicas. A pesar de los riesgos
    conocidos, el problema no lleva camino de solucionarse.
    Recientemente, se han fabricado más de 4 millones de
    productos químicos sintéticos nuevos en un periodo
    de quince años, y se crean de 500 a 1.000 productos nuevos
    más al año.

    4.6 Radiación

    Aunque las pruebas nucleares atmosféricas han
    sido prohibidas por la mayoría de los países, lo
    que ha supuesto la eliminación de una importante fuente de
    lluvia radiactiva, la radiación nuclear sigue siendo un
    problema medioambiental. Las centrales siempre liberan
    pequeñas cantidades de residuos nucleares en el agua y la
    atmósfera, pero el principal peligro es la posibilidad de
    que se produzcan accidentes
    nucleares, que liberan enormes cantidades de radiación al
    medio ambiente, como ocurrió en Chernóbil, Ucrania,
    en 1986. Un problema más grave al que se enfrenta la
    industria
    nuclear es el almacenamiento de
    los residuos nucleares, que conservan su carácter
    tóxico de 700 a 1 millón de años. La
    seguridad de
    un almacenamiento
    durante periodos geológicos de tiempo es, al menos,
    problemática; entre tanto, los residuos radiactivos se
    acumulan, amenazando la integridad del medio ambiente.

    4.7 Pérdida de tierras
    vírgenes

    Un número cada vez mayor de
    seres humanos empieza a cercar las tierras vírgenes que
    quedan, incluso en áreas consideradas más o menos a
    salvo de la explotación. La insaciable demanda de
    energía ha impuesto la
    necesidad de explotar el gas y el
    petróleo de las regiones árticas, poniendo en
    peligro el delicado equilibrio
    ecológico de los ecosistemas de
    tundra y su vida silvestre. La pluvisilva y los bosques
    tropicales, sobre todo en el Sureste asiático y en la
    Amazonia, están siendo destruidos a un ritmo alarmante
    para obtener madera,
    despejar suelo para pastos y cultivos, para plantaciones de pinos
    y para asentamientos humanos. En la década de 1980 se
    llegó a estimar que las masas forestales estaban siendo
    destruidas a un ritmo de 20 ha por minuto. Otra
    estimación daba una tasa de destrucción de
    más de 200.000 km2 al año. En 1993,
    los datos obtenidos
    vía satélite permitieron determinar un ritmo de
    destrucción de casi 15.000 km2 al
    año, sólo en la cuenca amazónica. Esta
    deforestación tropical podría llevar
    a la extinción de hasta 750.000 especies, lo que
    representaría la pérdida de toda una multiplicidad
    de productos: alimentos,
    fibras, fármacos, tintes, gomas y resinas. Además,
    la expansión de las tierras de cultivo y de pastoreo para
    ganado doméstico en África, así como el
    comercio
    ilegal de especies amenazadas y productos animales podría
    representar el fin de los grandes mamíferos africanos.

    4.8 Erosión
    del suelo

    La erosión del suelo se
    está acelerando en todos los continentes y está
    degradando unos 2.000 millones de hectáreas de tierra de
    cultivo y de pastoreo, lo que representa una seria amenaza para
    el abastecimiento global de víveres. Cada año la
    erosión de los suelos y otras formas de degradación
    de las tierras provocan una pérdida de entre 5 y 7
    millones de hectáreas de tierras cultivables. En el Tercer
    Mundo, la creciente necesidad de alimentos y
    leña han tenido como resultado la deforestación y cultivo de laderas con
    mucha pendiente, lo que ha producido una severa erosión de
    las mismas. Para complicar aún más el problema, hay
    que tener en cuenta la pérdida de tierras de cultivo de
    primera calidad debido a la industria, los
    pantanos, la expansión de las ciudades y las carreteras.
    La erosión del suelo y la pérdida de las tierras de
    cultivo y los bosques reduce además la capacidad de
    conservación de la humedad de los suelos y añade
    sedimentos a las corrientes de agua, los lagos y los embalses.
    Véase también Degradación del
    suelo.

    4.9 Demanda de agua y aire

    Los problemas de erosión descritos
    más arriba están agravando el creciente problema
    mundial del abastecimiento de agua. La mayoría de los
    problemas en este campo se dan en las regiones semiáridas
    y costeras del mundo. Las poblaciones humanas en expansión
    requieren sistemas de
    irrigación y agua para la industria; esto está
    agotando hasta tal punto los acuíferos subterráneos
    que empieza a penetrar en ellos agua salada a lo largo de las
    áreas costeras en Estados Unidos, Israel, Siria,
    los estados árabes del golfo Pérsico y algunas
    áreas de los países que bordean el mar
    Mediterráneo (España,
    Italia y Grecia
    principalmente). Algunas de las mayores ciudades del mundo
    están agotando sus suministros de agua y en
    metrópolis como Nueva Delhi o México
    D.F. se está bombeando agua de lugares cada vez más
    alejados. En áreas tierra adentro, las rocas porosas y
    los sedimentos se compactan al perder el agua, ocasionando
    problemas por el progresivo hundimiento de la superficie; este
    fenómeno es ya un grave problema en Texas, Florida y
    California.

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    El mundo experimenta también un
    progresivo descenso en la calidad y disponibilidad del agua. En
    el año 2000, 508 millones de personas vivían en 31
    países afectados por escasez de agua y, según
    estimaciones de la
    Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente
    1.100 millones de personas carecían de acceso a agua no
    contaminada. En muchas regiones, las reservas de agua
    están contaminadas con productos químicos
    tóxicos y nitratos. Las enfermedades transmitidas
    por el agua afectan a un tercio de la humanidad y matan a 10
    millones de personas al año.

    Durante la década de 1980 y a
    comienzos de la de 1990, algunos países industrializados
    mejoraron la calidad de su aire reduciendo la cantidad de
    partículas en suspensión así como la de
    productos químicos tóxicos como el plomo, pero las
    emisiones de dióxido de azufre y de óxidos
    nitrosos, precursores de la deposición ácida,
    aún son importantes.

    4.10 La Cumbre de la Tierra

    En junio de 1992, la Conferencia sobre
    Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas,
    también conocida como la Cumbre de la Tierra, se
    reunió durante 12 días en las cercanías de
    Río de Janeiro, Brasil. Esta
    cumbre desarrolló y legitimó una agenda de medidas
    relacionadas con el cambio
    medioambiental, económico y político. El
    propósito de la conferencia fue
    determinar qué reformas medioambientales era necesario
    emprender a largo plazo, e iniciar procesos para
    su implantación y supervisión internacionales. Se celebraron
    convenciones para discutir y aprobar documentos sobre
    medio ambiente. Los principales temas abordados en estas
    convenciones incluían el cambio climático, la
    biodiversidad,
    la protección forestal, la Agenda 21 (un proyecto de
    desarrollo medioambiental de 900 páginas) y la
    Declaración de Río (un documento de seis
    páginas que demandaba la integración de medio ambiente y desarrollo
    económico). La Cumbre de la Tierra fue un
    acontecimiento histórico de gran significado. No
    sólo hizo del medio ambiente una prioridad a escala mundial,
    sino que a ella asistieron delegados de 178 países, lo que
    la convirtió en la mayor conferencia celebrada hasta ese
    momento.

    5.
    PERSPECTIVAS

    Las perspectivas de futuro, en lo que al
    medio ambiente se refiere son poco claras. A pesar de los cambios
    económicos y políticos, el interés y
    la preocupación por el medio ambiente aún es
    importante. La calidad del aire ha mejorado, pero están
    pendientes de solución y requieren una acción
    coordinada los problemas de la lluvia ácida, los
    clorofluorocarbonos, la pérdida de ozono y la enorme
    contaminación
    atmosférica del este de Europa. Mientras no disminuya
    la lluvia ácida, la pérdida de vida
    continuará en los lagos y corrientes del norte, y puede
    verse afectado el crecimiento de los bosques. La contaminación del agua seguirá
    siendo un problema mientras el crecimiento demográfico
    continúe incrementando la presión
    sobre el medio ambiente. La infiltración de residuos
    tóxicos en los acuíferos subterráneos y la
    intrusión de agua salada en los acuíferos costeros
    de agua dulce no se ha interrumpido.

    El agotamiento de los acuíferos en
    muchas partes del mundo y la creciente demanda de agua
    producirá conflictos
    entre el uso agrícola, industrial y doméstico de
    ésta. La escasez impondrá restricciones en el uso
    del agua y aumentará el coste de su consumo. El
    agua podría convertirse en la crisis
    energética de comienzos del siglo XXI. La
    contaminación de las aguas dulces y costeras, junto
    con la sobreexplotación, ha mermado hasta tal punto los
    recursos de los
    caladeros piscícolas que sería necesario suspender
    la pesca durante
    un periodo de cinco a diez años para que las especies se
    recuperaran. Si no se desarrollan esfuerzos coordinados para
    salvar hábitats y reducir el furtivismo y el
    tráfico internacional ilegal de especies salvajes, muchas
    de ellas se extinguirán. A pesar de nuestros conocimientos
    sobre cómo reducir la erosión del suelo,
    éste continúa siendo un problema de alcance
    mundial. Esto se debe, en gran medida a que muchos
    agrónomos y urbanistas muestran un escaso interés
    por controlarla. Por último, la destrucción de
    tierras vírgenes, tanto en las regiones templadas como en
    las tropicales, puede producir una extinción masiva de
    formas de vida vegetales y animales.

    Para reducir la degradación
    medioambiental, las sociedades
    deben reconocer que el medio ambiente es finito. Los
    especialistas creen que, al ir creciendo las poblaciones y sus
    demandas, la idea del crecimiento continuado debe abrir paso a un
    uso más racional del medio ambiente, pero que esto
    sólo puede lograrse con un espectacular cambio de actitud por
    parte de la especie humana. El impacto de la especie humana sobre
    el medio ambiente ha sido comparado con las grandes
    catástrofes del pasado geológico de la Tierra;
    independientemente de la actitud de la
    sociedad
    respecto al crecimiento continuo, la humanidad debe reconocer que
    atacar el medio ambiente pone en peligro la supervivencia de su
    propia especie.

    Dentro de los esfuerzos por controlar el
    deterioro medioambiental, en marzo de 2002, se puso en
    órbita el satélite ambiental europeo
    Envisat, con el fin de obtener información precisa sobre el medio
    ambiente. El Envisat dispone de 10 instrumentos
    científicos que recogerán datos sobre el
    nivel de los océanos, las emisiones de gases de efecto
    invernadero, las inundaciones, el tamaño de la capa de
    ozono, o la deforestación, entre otros. Los datos enviados
    por el satélite servirán, no sólo para
    conocer el estado de
    los ecosistemas,
    sino también para tomar decisiones políticas
    y controlar el cumplimiento, por parte de los distintos
    países, del Protocolo de
    Kioto y de otros tratados
    medioambientales.

    6. Medio Ambiente en
    Venezuela

    Temas medioambientales: Venezuela
    protege el 36,3% (1997) de su territorio, siendo el mayor
    porcentaje de los países de América. Los vecinos de Venezuela,
    Colombia,
    Brasil y
    Guyana protegen sólo el 9%, el 4,2% y el 0,30%,
    respectivamente. A pesar de estas medidas proteccionistas,
    Venezuela está perdiendo parte de sus valiosos bosques
    tropicales. Entre 1990 y 1995, se eliminaron más de 2,5
    millones de hectáreas. Además, la
    degradación del suelo en las praderas de Los Llanos,
    derivadas de
    varios años de sobrepastoreo, se ha convertido en un
    problema grave. Venezuela está muy industrializada, ya que
    el 36,4% (2000) de su producto interior bruto (PIB) proviene
    de la industria. Uno de los principales recursos del país
    es el petróleo.
    Los vertidos ocasionales de petróleo
    han provocado la muerte de
    peces y el cierre de algunas urbanizaciones costeras en el lago
    de Maracaibo. La contaminación industrial también
    afecta a la costa del mar Caribe, donde vive la mayor parte de la
    población. La falta de instalaciones para el tratamiento
    de aguas residuales también ha contribuido a la
    contaminación de la costa del mar Caribe. En las zonas
    urbanas, sólo el 71% (2000) de la población tiene
    acceso a instalaciones sanitarias adecuadas; en las áreas
    rurales, la cifra baja al 48%. La contaminación del aire es otro problema de
    los centros urbanos como Caracas, Maracaibo y Valencia. Venezuela
    forma parte de tratados
    internacionales relativos a biodiversidad,
    cambio climático, especies en peligro de extinción,
    conservación de la vida marina, contaminación naval, bosques tropicales y
    humedales.

    7.
    Conclusión

    El Medio Ambiente es la obra más grande de
    Nuestro Señor, es por eso que debemos cuidarla y
    conservarla para bien de nosotros mismos y de todos los seres
    vivos que habitan nuestro planeta. Causas como la
    destrucción de la capa de ozono, la contaminación del agua, el dióxido
    de carbono, acidificación, erosión del suelo,
    hidrocarburos clorados y otras causas de contaminación
    como el derramamiento de petróleo están destruyendo
    nuestro planeta, pero la "causa que produce las demás
    causas" somos nosotros mismos…, hay personas que no les importa
    tirar una lata en la calle o un papel, o
    cualquier otra cosa, sabiendo que cada vez más
    están contaminando el ambiente, lo correcto sería
    colocar la basura o los
    residuos en la papelera o llevarlo al basurero más cercano
    que se encuentre en la calle, con respecto a la contaminación del aire los conductores
    debería buscar la forma de que su vehículo no
    origine tanto dióxido de carbono, que es totalmente
    dañino así como también los ácidos
    usados para las plantas, también los insecticidas y
    demás sprays químicos, para la capa de ozono que es
    muy importante para nosotros porque nos protege de los rayos
    ultravioletas del sol. Mi mensaje es: "No tires basura donde no
    debes, mantén limpio tu medio ambiente como si fuera tu
    propia vida, porque lo es".

    8.
    BIBLIOGRAFÍA

    • Google Venezuela

    www.google.co.ve

    • Biblioteca de Consulta Microsoft
      Encarta 2003
    • Bellamy, David y otros. Salvemos la Tierra.
      Madrid:
      Ediciones Aguilar, 1991. Obra de carácter
      divulgativa sobre los problemas medioambientales.
    • Bilbao, A. y otros. Desarrollo, pobreza y medio
      ambiente
      . Madrid: Ediciones Talasa, 1994. Obra divulgativa
      sobre el desequilibrio entre países ricos y
      pobres.
    • Drago, Tito. El futuro es hoy: reflexiones sobre
      medio ambiente
      . Madrid: Cruz Roja Española, 1990.
      Obra divulgativa que repasa los problemas
      ambientales más importantes; bibliografía.
    • Gribbin, John. El planeta amenazado. Madrid:
      Ediciones Pirámide, 1987. Reunión de
      artículos sobre los distintos problemas
      ambientales del planeta.
    • Tobías, M. El hombre
      contra la tierra. Población y biosfera al
      final del milenio
      . Barcelona:
      Ediciones Flor del Viento, 1996. Obra de carácter
      divulgativa.
    • Tapia, F. y otros. Medio ambiente: ¿alerta
      verde? Madrid: Editorial Acento, 1995. Obra de
      divulgación sobre desarrollo y gestión
      ambiental.

     

     

     

     

    Autor:

    Héctor Tablero

    Barcelona, Venezuela

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