- 1. El desarrollo
de la conducta- 1.1. Introducción
- 1.2. Los estadios del desarrollo humano
- 1.2.1. Piaget
- 1.2.2. Wallon
- 1.2.3. Erikson
- 2. La involución de la conducta
- 2.1. Características del periodo
involutivo. - 2.2. Modificaciones del medio
involutivo - 2.2.1. Modificaciones físicas
- 2.2.2. Modificaciones
psicológicas - 2.2.3. Modificaciones afectivas
- 2.3. Trastornos psicopatológicos del
periodo involutivo.
- 2.1. Características del periodo
- 3. Biografía de Jean
Piaget - 4. Conclusión
- 5. Bibliografía
1. EL DESARROLLO DE
LA CONDUCTA
1.1. Introducción
El camino para que el hombre,
como individuo, llegue a la plenitud psíquica es complejo
y refleja, de algún modo, el camino de la evolución
de las especies. A este camino evolutivo se le conoce con el
nombre de ontogenia, o desarrollo del
ser viviente desde su inicio hasta su estado adulto.
Por otro lado, el estudio de la ontogenia del comportamiento
sirve para marcar el decurso del proceso de
individualización que padece la especie humana.
La psicología evolutiva es principalmente
la especialidad de la Psicología que estudia la
ontogenia o desarrollo del hombre.
El llamado ciclo vital del ser humano es la forma de
evolución de la existencia, desde el mismo nacimiento
hasta la muerte. En
él se distinguen principalmente tres grandes periodos:
desarrollo, madurez e involución. El desarrollo va
desde el nacimiento hasta la iniciación de la madurez,
comprendiendo la infancia, la niñez, la
adolescencia y la juventud. La madurez es un
periodo de relativa estabilidad y plenitud vital; comprende desde
el final de la juventud hasta
el comienzo de la vejez. Por
último, el periodo involutivo o vejez.
Esta diferenciación de los periodos es bastante
variable, ya que existe una multitud de factores
biológicos y ecológicos que participan en la
evolución de la existencia, como por ejemplo: el clima, el tipo de
vida, la constitución del individuo, etcétera. Todo
esto hace que sea imposible establecer periodos plenamente
precisos, ya sea desde el punto de vista cronológico como
desde la perspectiva de su misma naturaleza.
El desarrollo en su conjunto es un proceso
unitario y continuo, aunque en realidad no se puede considerar
perfecta del todo ni su unidad ni su continuidad, ya que la
continuidad del desarrollo está interrumpida por la
existencia de estadios o fases, con lo que el desarrollo
rompe su carácter progresivo; y su unidad tampoco es
plena, ya que en ella participan diversos componentes que la
hacen variar según difieren unos de otros.
1.2. Los estadios del desarrollo
humano
Mucho antes de que el ser humano tenga una conciencia
desarrollada, desde el momento mismo del nacimiento y aún
en la época prenatal, el sujeto manifiesta una actividad
comportamental mediante la cual contribuye esencialmente al
mantenimiento
y desarrollo de su vida. Así, antes de llegar a la fase
propia del adulto, el psiquismo humano atraviesa por una serie de
estadios o fases de desarrollo, que han sido estudiados con
detalle por varios psicólogos. Estos son los llamados
estadios evolutivos, por los que todo organismo normal debe pasar
ineludiblemente. Podrían ser definidos estos estadios como
aquellas partes o momentos del desarrollo que son
difíciles en función de ciertas
características homogéneas. Todo estadio, por
tanto, debe poseer las siguientes
características:
a) Debe tener un comienzo y un final claramente
definido.
b) Debe poseer un orden de sucesión
preestablecido, de unos con respecto a otros, de tal forma que
exista una jerarquización de los modos de comportamiento, con lo cual los estadios nuevos
descansen sobre los anteriores o pasados.
c) Debe poseer cada estadio periodos
críticos que capaciten al individuo para posibles
aprendizajes y comportamientos.
El concepto de
estadio se ha aplicado con demasiada generosidad en
psicología infantil a pesar de su complejidad, y han sido
numerosas las clasificaciones de los estadios del desarrollo
humano que se han realizado. La infancia, la
niñez y la adolescencia,
son las fases del desarrollo más estudiadas por los
psicólogos, ya que el despliegue del comportamiento
humano en estas fases es muy notorio.
Es en la infancia y la
niñez donde la noción de estadio ha tenido su
ámbito de mayor aplicación. Muchos autores como
Freud,
Piaget,
Gessell, Wallon y Erikson etc., han hecho uso de
categorías descriptivas para estas fases, resultando todas
ellas conjunto muy heterogéneas entre
sí.
Al ser el desarrollo un proceso
bio-social, y ser realidad la existencia de diversas sociedades, no
es raro que se produzcan distintas etapas evolutivas. Este es un
motivo que dificulta la homogeneidad de las clasificaciones,
produciendo así una numerosa cantidad de sistemas
clasificatorios. Por otro lado, es cierto que durante el primer
año de vida del hombre, las
influencias sociales son muy profundas, lo cual dificulta
también la uniformidad de clasificación, hasta tal
punto que resulta completamente imposible integrarlas en un todo
coherente.
Entonces, a continuación, en vez de exponer una
versión integrada de todas ellas, resultará mejor
exponer un resumen de los sistemas
clasificatorios de las etapas del desarrollo más
representativas, eligiendo como tales a lomos de Piaget, Wallon
y Erikson.
1.2.1. Piaget
(1896-1980)
El sistema
clasificatorio de Piaget se basa
en el aspecto cognitivo del comportamiento. Por otro lado, los modelos
emotivos de Piaget
están sometidos a ciertos condicionamientos sociales, que
afectan por ejemplo a la edad de la aparición de los
estadios.
Piaget trata de explicar el desarrollo de los
conocimientos, es decir, trata de explicar cómo una
persona pasa
de un conocimiento
menos verdadero o más simple, a otro más verdadero
o complejo. Para él, cada uno de los periodos que
describen completa al anterior y le supera. En un principio,
Piaget señala cuatro periodos o estadios:
1º. Periodo sensomotriz. Avanza del
nacimiento al año y medio o dos años de vida.
Piaget le llama así a este periodo porque el recién
nacido cuenta sólo con los esquemas senso-motrices
congénitos, como son los primeros reflejos o instintos.
Poco a poco estos esquemas se van coordinando de tal forma hasta
construir la organización advertida elemental propia de
los animales, y que
después se va modificando y perfeccionando.
En este período, el recién nacido se va
diferenciando progresivamente de los objetos que le rodean, por
el procedimiento de
irlos definiendo, de tal forma que los objetos lleguen a cobrar
una identidad
propia por sí mismos, aunque estos cambien de aspecto,
lugar y tiempo.
2º. Periodo del pensamiento
preoperacional. Comprende de los dos a los siete
años. Este periodo consta de dos fases: la fase
preoperacional tal (o llamada también de
representación) y la fase instintiva.
La fase preoperacional abarca de los dos a los cuatro
primeros años del niño. En esta fase, el
niño mantiene una postura egocéntrica, que
le incapacita para adoptar el mismo punto de vista de los
demás. También en esta fase, la manera de
categorizar los objetos se efectúa globalmente,
basándose en una exagerada generalización de los
caracteres más sobresalientes.
La fase instintiva se prolonga hasta los siete
años, y se caracteriza porque el niño es capaz de
pensar las cosas a través del establecimiento de clases
y relaciones, y del uso de números, pero todo
ello de forma intuitiva, sin tener conciencia del
procedimiento
empleado.
En este periodo, el niño desarrolla primero la
capacidad de conservación de la sustancia, luego
desarrolla la capacidad de la conservación de la masa, y
posteriormente la del peso y la del volumen.
Piaget señala que el paso del periodo sensomotriz
a este segundo periodo se produce fundamentalmente a
través de la imitación, que de forma
individualizada el niño asume, y que produce la llamada
imagen mental,
en la que tiene un gran papel el
lenguaje.
3º. Periodo de las operaciones
concretas. Comprende de los siete a los once años.
Este período ha sido considerado algunas veces como una
fase del anterior. En él, el niño hace uso de
algunas comparaciones lógicas, como por ejemplo: la
reversibilidad y la seriación. La adquisición
de estas operaciones
lógicas surge de una repetición de interacciones
concretas con las cosas, aclarando que la adquisición de
estas operaciones se
refieren sólo a objetos reales.
Con esta adquisición de las operaciones
concretas, se produce una serie de modificaciones en las
concepciones que el niño tiene sobre las nociones de
cantidad, espacio y tiempo, y abre
paso en la mente del niño a las operaciones
formales que rematan su desarrollo intelectual.
4º. Periodo de operaciones formales.
Este último periodo en el desarrollo intelectual del
niño abarca de los once o doce años a los quince
años aproximadamente. En este periodo los niños
comienzan a dominar las relaciones de proporcionalidad y
conservación. A su vez, sistematizan las operaciones
concretas del anterior periodo, y desarrollan las llamadas
operaciones formales, las cuales no sólo se
refieren a objetos reales como la anterior, sino también a
todos los objetivos
posibles. Con estas operaciones y con el dominio del
lenguaje que
poseen en esta edad, son capaces de acceder al pensamiento
abstracto, abriéndoseles las posibilidades perfectivas
y críticas que facilitan la razón.
A modo de resumen, para Piaget todo el proceso de
desarrollo de la inteligencia
está un proceso de
estimulación entre los dos aspectos de la
adaptación, que son: la asimilación y la
acomodación.
1.2.2. Wallon
Siguiendo una línea neopiagetiana, Wallon
planteó también un sistema
clasificatorio de las etapas del desarrollo. Para él, el
objeto de la psicología era el estudio del hombre en
contacto con lo real, que abarca desde los primitivos reflejos
hasta los niveles superiores del comportamiento.
Plantea la necesidad de tener en cuenta los niveles
orgánicos y sociales para explicar cualquier
comportamiento, ya que, según este autor, el hombre es
un ser eminentemente social.
Para Wallon, el ser humano se desarrolla según el
nivel general del medio al que pertenece, así pues para
distintos medios se dan
distintos individuos. Por otro lado, el desarrollo
psíquico no se hace automáticamente, sino que
necesita de un aprendizaje, a
través del contacto con el medio
ambiente.
Considera este autor que la infancia
humana tiene un significado propio y un papel
fundamental que es el de la formación del hombre. En
este proceso de la infancia se
producen momentos críticos del desarrollo, donde son
más fáciles determinados aprendizajes.
Wallon intenta encontrar el origen de la inteligencia y
el origen del carácter, buscando las interrelaciones
entre las diferentes funciones que
están presentes en el desarrollo.
Un estadio, para Wallon, es un momento de la
evolución mandar, con un determinado tipo de
comportamiento. Para Piaget este es un proceso más
continuo y lineal. En cambio, para
Wallon, es un proceso discontinuo, con crisis y
saltos apreciables. Si el Piaget las estructuras
cambian y las funciones no
varían, en Wallon las estructuras y
las funciones
cambian.
Otra diferencia con Piaget es que mientras que este
último utiliza un enfoque unidimensional en su estudio del
desarrollo, Wallon utiliza un enfoque
pluridimensional.
Seis son los estadios que propone Wallon en su
estudio:
1º. Estadio impulsivo. Abarca desde
el nacimiento hasta los cinco o seis meses. Este es el periodo
que Wallon llamaría de la actividad preconsciente, al no
existir todavía un ser psíquico
completo.
No hay coordinación clara de los movimientos de
los niños en este período, y el tipo de movimientos
que se dan son fundamentalmente impulsivos y sin
sentido.
En este estadio todavía no están
diferenciadas las funciones de los
músculos, es decir, la función tónica (que
indica el nivel de tensión y postura) y la función
clónica (de contracción-extensión de un
músculo).
Los factores principales de este estadio son la
maduración de la sensibilidad y el entorno humano,
ya que ayudan al desarrollo de diferentes formas expresivas y
esto es precisamente lo que dará paso al siguiente
estadio.
2º Estadio Emocional. Empieza en los
seis meses y termina al final del primer año. La
emoción en este periodo es dominante en el niño y
tiene su base en las diferenciaciones del tono muscular, que hace
posible las relaciones y las posturas.
Para Wallon, la emoción cumple tres funciones
importantes:
a) Al ser la emoción un mundo primitivo de
comunicación permite al niño el contacto con el
mundo humano y por tanto la sociedad.
b) Posibilita la aparición de la conciencia de
sí mismo, en la medida en que éste es capaz de
expresar sus necesidades en las emociones y de
captar a los demás, según expresen sus necesidades
emocionales.
El paso según Wallon, de este estadio emocional,
en donde predomina la actividad tónica, a otro estadio de
actividad más relacional es debido a la aparición
de lo que el llama reflejo de orientación.
3º. Estadio Sensoriomotor y
proyectivo. Abarca del primero al tercer año. Este
es el periodo más complejo. En él, la actividad del
niño se orienta hacia el mundo exterior, y con ello a la
comprensión de todo lo que le rodea. Se produce en el
niño un mecanismo de exploración que le permite
identificar y localizar objetos.
El lenguaje aparece alrededor de los doce o
catorce meses, a través de la imitación; con
él, enriquece su propia comunicación con los
demás (que antes era exclusivamente emocional).
También en este período se produce el
proceso de andar en el niño, el cual incrementa su
capacidad de investigación y de búsqueda. Aunque el
niño puede conocer y explorar en esta edad, no puede
depender todavía de sí mismo y se siente incapaz de
manejarse por sí solo, cosa que se resolverá a
partir de los tres años con el paso al siguiente
estadio.
4º. Estadio del Personalismo.
Comprende de los tres a los seis años. En este estadio se
produce la consolidación (aunque no definitiva) de
la
personalidad del niño. Presenta una oposición
hacia las personas que le rodean, debido al deseo de ser distinto
y de manifestar su propio yo. A partir de los tres años
toma conciencia de que
él tiene un cuerpo propio y distinto a los demás,
con expresiones y emociones
propias, las cuales quiere hacerlas valer, y por eso se opone a
los demás, de aquí la conducta de
oposición. Este comportamiento de oposición tiende
a repetirse en la adolescencia,
ya que los orígenes de ambas etapas son
parecidos.
Resumiendo, en este estadio el niño
toma conciencia de su
yo personal y de su
propio cuerpo, situándole en un estadio de
autonomía y
autoafirmación, necesario para que el
niño sienta las bases de su futura independencia.
5º. Estadio Categorial. De los seis a
los once años. Este estadio está marcado por el
significativo avance en el
conocimiento y explicación de las cosas. Se producen
las construcciones de la categoría de la inteligencia
por medio del pensamiento
categorial.
Se dan dos tareas primordiales en este
periodo:
_La identificación de los objetos por medio de
cuadros representativos.
_Y la explicación de la existencia de esos
objetos, por medio de relaciones de espacio, tiempo y
casualidad.
En el desarrollo del pensamiento
categorial, se diferencian dos fases:
1ª fase (de 6 a 9 años). En la cual
el niño enuncia o nombra las cosas, y luego se da cuenta
de las relaciones que hay entre esas cosas.
2ª fase (de 9 a 12 años). Se pasa de
una situación de definición (que es la primera
fase) a una situación de clasificación. El
niño en esta fase clasifica los objetos que antes
había enunciado, y los clasifica según distintas
categorías.
6º.Estadio de la Adolescencia. Se
caracteriza por una capacidad de conocimiento
altamente desarrollada y, por otro lado, se caracteriza por
una inmadurez afectiva y de personalidad, lo cual produce
un conflicto, que
debe ser superado para un normal desarrollo de la
personalidad.
La adolescencia
es un momento de cambio a todos
los niveles; apunta este cambio hacia
la integración de los conocimientos en su vida, hacia la
autonomía y hacia lo que llamaríamos el sentimiento
de responsabilidad.
1.2.3. Erikson
El sistema de
clasificación del desarrollo formulado por Erikson, que es
un psicoanalista norteamericano, se basa en los aspectos
psicosociales del proceso evolutivo humano.
Para él, la
personalidad del individuo nace de la relación entre
las expectativas personales y las limitaciones del ambiente
cultural. Para Erikson, la vida gira en torno a la
persona y el
medio. Así, cada etapa es un avance, un estancamiento o
una regresión con respecto a las otras
etapas.
Establece ocho etapas o estadios en el desarrollo
psicosocial de una persona:
- Primer año. Es la llamada etapa del
bebé, en ella se establecen las relaciones
psicológicas con la madre, y de estas relaciones surgen
las actitudes
básicas de confianza o desconfianza. - Segundo año. En esta etapa las
relaciones del niño se amplían a ambos
padres, dando lugar a la formación de las estructuras
de autonomía y dominio de
sí mismo, o de inseguridad
y conformismo, según sea esa la relación con los
padres. - Tercer a quinto año. Las relaciones del
niño se amplían hasta la denominada familia
básica. En esta etapa se fomenta la iniciativa o los
sentimientos de culpabilidad. Posee una autonomía
espontánea y deliberada. - Sexto a doceavo año (pubertad). El
ámbito de las relaciones interpersonales del niño
se amplía en la escuela y en la vecindad.
Surgen en él las ideas de competición y de
cooperación con los demás, así como los
sentimientos de superioridad o inferioridad. - Adolescencia. Las pandillas y los
líderes influyen notablemente en la consolidación
de la propia identidad
personal de
este periodo. Se buscan ídolos a los cuales imitar, y
como consecuencia de esta imitación, se producen en el
adolescente sentimientos de integración o de
marginación. - Primera juventud. Este es un período
crítico de la relación social, ya que para
él se pasa a un nivel más diferenciado,
donde el amor y la
amistad, la
solidaridad y
el aislamiento se manifiestan según el grado de madurez
alcanzado. En este periodo se busca la relación
íntima con la pareja, con la que se busca la propia
identidad, y
se desarrolla la capacidad de amar. - Juventud y primera madurez. El trabajo
y la familia son los puntos cruciales de esta etapa, en
la cual se forman comportamientos de producción y de
protección hacia la familia,
desembocando en actitudes
altruistas o por el contrario en actitudes
egocéntricas. - Adultez (o final de la madurez). Al sentir al
hombre
agotar sus propias posibilidades vitales, éste adopta
una postura de integridad personal y
autorrealización; o bien por el contrario, una
postura de insensatez, desesperación o
deshonestidad. Con estas posturas se cierra el ciclo del
proceso psicosocial del hombre,
según Erikson.
2. LA INVOLUCIÓN DE LA CONDUCTA.
Después del estudio de los periodos de desarrollo
y madurez del llamado ciclo vital del ser humano, el tercer y
último periodo es el llamado involutivo o
senil.
2.1 Características del periodo
involutivo.
Después del estudio de los períodos de
desarrollo y madurez del llamado ciclo vital del ser humano, el
tercer y último periodo es el llamado involutivo o
senil.
2.1. Características del periodo
involutivo
Este periodo se inicia con el deterioro de las funciones
físicas y psíquicas, y se continúa con un
progresivo derrumbamiento de estas funciones.
Si en el periodo involutivo (o desarrollo) el paso de
una etapa a la siguiente suponía una integración de
los diversos elementos en estructuras
cada vez más diferenciadas de adaptación, en el
período involutivo el paso de una etapa a la siguiente
supone un proceso de desintegración, de forma que las
nuevas etapas que aparecen ahora suponen estructuras
menos diferenciadas de adaptación.
La desintegración de las funciones comienza con
aquellas que más tarde se han adquirido en el
período de desarrollo psicológico. La
involución senil recorre en sentido inverso el desarrollo
de las funciones cognoscitivas, por lo que las conductas seniles
pueden ser comparadas a las infantiles, aunque llegando a ambas
por distintos procesos. En
este período se dan circunstancias físicas, como el
climaterio o período de involución sexual, y
circunstancias sociolaborales, como la jubilación.
Esta última produce sentimientos de frustración,
ansiedad e inquietud, pudiendo ser evitados mediante la
búsqueda de nuevas actividades que tendrán
una significación social, una satisfacción personal y una
estabilidad económica.
La reacción de cada persona a
envejecimiento es específica de cada individuo y depende
estrechamente del tipo de personalidad
anterior que tuvo el sujeto. Esta reacción ante un
estado de
insuficiencia comporta un cambio de
actitud que
produce inadaptaciones sociales y familiares.
No obstante, el envejecimiento también implica
algo positivo, como es una maduración espiritual.
Así, las personalidades cultas y bien estructuradas se
deterioran menos cuando llegan a la vejez, y por
tanto no es necesariamente una época de
desorganización y de caos. Muchas de las obras geniales
de la humanidad fueron ejecutadas en la vejez.
Los estudios sobre la senectud o vejez, en
psicología evolutiva, son mucho más escasos e
incompletos que los de la infancia y la
adolescencia.
Hoy en día está progresando más la
investigación de este periodo de la vida.
2.2. Modificaciones del periodo
involutivo
En este periodo se hace evidente el deterioro de las
funciones físicas e intelectuales, y como consecuencia se
produce un cambio de
afectividad.
2.2.1. Modificaciones
físicas
Estas se inician con una insuficiencia de las
actividades fisiológicas, por lo que el organismo pierde
actividad, movilidad y plasticidad. Una de las mayores
modificaciones físicas que mayor repercusión
psíquica tiene es la del sistema nervioso;
debido a que se producen una serie de disminuciones progresivas:
en el consumo de
oxígeno, en el peso del cerebro, en el
número de células (ya que las neuronas no se
reproducen), ni en el riego cerebral.
2.2.2. Modificaciones psicológicas
Como consecuencia de la desorganización
física en la senectud, se produce también una
desorganización a nivel de las funciones psíquicas,
es decir, se produce un deterioro en el rendimiento de estas
funciones. Deterioro que se manifiesta en diversas formas en cada
una de las funciones específicas; es decir, no se muestra una
disminución de todos sus rendimientos mentales, sino solo
de una parte de ellos.
El deterioro de las funciones intelectuales
(memoria,
atención, razonamiento abstracto, orientación,
etc.), se hace evidente en la aplicación de los test de
inteligencia. También se hace evidente, un
enlentecimiento psíquico, determinado por los factores de
tipo fisiológico y por las peculiaridades psíquicas
de la vejez.
Con la edad se produce una disminución del caudal
de información que el sujeto puede utilizar en cada
momento, en la medida que tiene más dificultades para
recoger y almacenar la información. Esto nos lleva a tener
en cuenta la alteración de la memoria en
sus facetas de codificación, almacenaje y
recuperación. El déficit de la memoria no
se suele concretar en ninguna de estas tres facetas, sino que
afecta en mayor o menor medida a todas. Se sabe que los viejos
suelen presentar dificultades para evocar los acontecimientos
recientes, mientras que, por el contrario, conservan los
remotos.
La capacidad de aprender disminuye con la edad, y
las alteraciones de la memoria se
manifiestan con dificultades en el aprendizaje.
Por otro lado, la dificultad de mantener la información se
manifiesta también en la resolución de problemas, ya
que el rendimiento disminuye con la edad; sin embargo la
perspicacia permanente.
Es difícil decidir claramente sobre la forma y
cuantía del deterioro y destrucción de las
funciones psicológicas en la senectud. Pero lo que
sí se puede decir que está pasando es una
desintegración de las funciones que fueron apareciendo a
todo lo largo de la evolución
psicológica.
2.2.3. Modificaciones afectivas
El deterioro de las facultades mentales no es
independiente de la forma en que el hombre
acepta su vejez, y por eso influye su afectividad y
emotividad.
Si el deterioro de las funciones intelectuales
está lejos de ser aclarado, mucho menos lo está el
deterioro o cambio de afectividad como consecuencia de los
procesos de
involución.
En la senectud se va adquiriendo una incapacidad de
adaptación emocional al medio
ambiente, con una disminución en el control de las
reacciones emotivas, aunque su sensibilidad sigue siendo
extrema.
La personalidad,
en la senectud, se vuelve egocéntrica, debido
principalmente a la resistencia al cambio, a su manera
de ser conservadora y autoritaria, y a la necesidad de
reafirma su personalidad.
2.3 Trastornos psicopatológicos del periodo
involutivo
El envejecimiento es un proceso fisiológico
normal, que da lugar tarde o temprano al estado de la
senectud, que ya es propiamente patológico.
En el período de la presenectud se manifiestan
trastornos del humor y del carácter de los sujetos, con
una actitud
agresiva y desconfiada respecto a los demás. Se van
haciendo frecuentes las neurosis y las psicosis
(especialmente, las depresiones involuntarios debidas al
climaterio).
En el periodo de la senectud la manifestación
psicológica típica es la demencia senil
(pérdida o deterioro irreversible de la inteligencia).
Esta se produce con diferente cronología según los
sujetos, y es resultado del envejecimiento que afecta al cerebro.
La demencia senil se empieza a manifestar por
pequeños trastornos de memoria, por
cambios de carácter, y síntomas depresivos
acompañados de ideas hipocondríacas o de vivencias
angustiosas. Posteriormente se presentan alteraciones de
orientación en el espacio y en el tiempo, que
pueden ser más o menos intensas.
El lenguaje, en la demencia senil, presenta tanto
trastornos de coordinación motriz como perseveraciones,
automatismos, y alteraciones de las funciones
simbólicas.
Son frecuentes las ilusiones y los falsos
reconocimientos en la percepción
La atención va siendo cada de más
débil, perdiendo poco a poco la capacidad de
concentración.
En general, la evolución de la demencia senil se
hace progresivamente más profunda, que junto con el
deterioro físico, determina un próximo
final.
Aparte de la demencia, se presentan otros tipos de
manifestaciones psicopatológicos, ya que en la senectud se
presentan todo tipo de conflictos
psicológicos.
3. BIOGRAFÍA DE JEAN
PIAGET
Piaget, Jean (1896-1980), psicólogo y
lógico suizo, conocido por sus trabajos pioneros sobre el
desarrollo de la inteligencia
en los niños. Sus estudios tuvieron un gran impacto en el
campo de la psicología infantil y de la
educación.
Nacido en 1896, en Neuchâtel (Suiza), Piaget
escribió y publicó su primer trabajo
científico cuando tenía sólo diez
años. Estudió en la Universidad de
Neuchâtel, y tras doctorarse en biología a los
veintidós, comenzó a interesarse en la
psicología, disciplina que
estudió y en la que desarrolló sus investigaciones
primero en Zurich y después en la Sorbona, París,
donde inició sus estudios sobre el desarrollo de las
capacidades cognitivas. En 1955 fue director del Centro
Internacional de Epistemología en la Universidad de
Ginebra, y después codirector de la Oficina
Internacional de la Educación. Murió en
1980.
En sus trabajos, Piaget distinguió cuatro etapas
en el desarrollo intelectual del niño. En el estadio
sensoriomotriz -desde el nacimiento a los dos años-, el
niño se ocupa de adquirir control motor y conocer
los objetos del mundo físico, pero aún no forma
símbolos de estos objetos. Después, en el periodo
preoperacional, de los dos a los siete años, el
niño se ocupa de adquirir habilidades verbales y empieza a
elaborar símbolos de los objetos que ya puede nombrar,
pero en sus razonamientos ignora el rigor de las operaciones
lógicas. Será después, en la etapa de las
operaciones concretas, de los siete a los doce años,
cuando el niño sea capaz de manejar conceptos abstractos
como los números y de establecer relaciones. El
niño trabajará con eficacia
siguiendo las operaciones lógicas, siempre que lo haga con
símbolos referidos a objetos concretos y no abstractos,
con los que aún tendrá dificultades. De los doce a
los quince años vive (edades que se pueden adelantar por
la influencia de la escolarización), en la etapa
operacional formal, si es que alcanza esta etapa, porque
según Piaget, no toda la población llega a este
nivel, y operará lógica y sistemáticamente
con símbolos abstractos, sin una correlación
directa con los objetos del mundo físico.
Entre sus muchos escritos destacan El pensamiento y
lenguaje del
niño (1926), Juicio y razonamiento en el
niño (1928), El nacimiento de la inteligencia en el
niño (1954), Seis estudios de psicología
(1964) y Psicología y pedagogía (1970).
4. CONCLUSIÓN
En el documento hemos realizado un estudio del
desarrollo de la conducta. Este estudio ha sido planteado
mediante las obras de tres conocidos autores: Piaget, Wallon y
Erikson.
A lo largo del documento hemos podido comprobar
cómo los tres autores coinciden en sus estudios; dividen,
básicamente, las etapas del desarrollo de la conducta en:
infancia, adolescencia,
madurez e involución. Aunque algunos de ellos hagan
subdivisiones de estas etapas.
Esta coincidencia se debe a que un estudio objetivo del
desarrollo de la conducta debe llevar, por pura lógica, a
idénticos resultados. El nivel de profundización en
el estudio es el que define estas subdivisiones.
Sería muy interesante el poder
comprobar lo aquí aprendido con conocidos de diferentes
edades: así podríamos observar el egocentrismo de
nuestro hermano pequeño o las depresión involutiva
de nuestro abuelo.
He incluido la biografía de Piaget por ser el
más importante en este campo. El estudio de sus obras
sería un complemento ideal para este documento, por eso
son citadas al final de la biografía del autor.
Vemos como presenta especial atención al estudio
de la resolución de operaciones complejas basando en este
dato el cambio de madurez de las personas (cuanto mayores y
más complicadas sean las operaciones que el sujeto puede
realizar mayor será su madurez); sin embargo Wallon se
basa en la actividad intelectual del sujeto (diferencia un
estadio impulsivo, uno colectivo y uno personal). Sin
embargo Erikson Los diferencia en su estudio atendiendo a las
relaciones con los demás y consigo mismo. A pesar de estas
diferencias vemos cómo los tres hacen unas divisiones muy
parecidas con lo cual, uniéndolas, nos saldría un
estudio perfecto (o casi) del desarrollo de la conducta
humana.
Tratamos la involución de la conducta aparte por
ser un periodo inverso a todos los anteriores; aquí el
proceso evolutivo se invierte y el sujeto comienza a decaer,
comienza a sufrir trastornos psicopatológicos y
modificaciones físicas, psicológicas y
afectivas.
5. BIBLIOGRAFÍA
Ciencias de la Conducta – CURSO DE NIVELACIÓN DE
A.T.S.
UNED. Autor: Francisco Javier Menéndez
Balaña
Enciclopedia Interactiva en CD-ROM
"Encarta 97". Microsoft
Javier Palanca