Teorías de la
verdad
1. Teoría de la correspondencia de la
verdad. La verdad es la correspondencia con la realidad
objetiva. Verdad es lo que corresponde a los hechos; o sea, lo
que de veras es al caso. La verdad es calidad de las
declaraciones que corresponden con los hechos y la realidad
objetiva. Una proposición o significación es
verdadera si hay un hecho al que corresponda, si expresa lo que
ocurre o es el caso. Una declaración verdadera corresponde
a la realidad. Una sentencia es verdad sólo en el caso de
que exprese una condición de asuntos en el mundo. Ejemplo:
La expresión o sentencia "Está lloviendo
aquí ahora", es verdadera si en realidad está
lloviendo aquí y ahora; si no está lloviendo
aquí y ahora, es falsa. "Técnicamente hablando, la
verdad es cualidad o característica de una
declaración o sea un entendimiento. Por ejemplo, si le
digo: «está lloviendo aquí donde
estoy,» para ser verídica esa declaración,
¡tiene que estar lloviendo aquí donde estoy! Si no
está lloviendo, entonces la declaración,
«está lloviendo,» no es verdad" (Gray,
Phillip. La Verdad Para el Mundo.
www.laverdadparaelmundo.com).
El problema de la verdad como correspondencia y
relación del pensamiento con las cosas era ya una
inquietud para Platón y para Aristóteles, los dos
más grandes filósofos clásicos. "Verdadero
es el discurso que dice las cosas como son; falso el que las dice
como no son", sentenció Platón. Aristóteles,
por su parte, planteó que "Negar lo que es y afirmar lo
que no es, es lo falso; en tanto que afirmar lo que es y negar lo
que no es, es lo verdadero"".
Según la teoría de la adecuación,
la verdad es aquello que se corresponde fielmente con la
realidad. Cuando alguien está de acuerdo sinceramente con
una afirmación, puede reivindicar que es la verdad.
Mientras que uno puede tener un buen sentido intuitivo de lo que
tiene que ser verdad, dar una definición que consiga una
amplia aceptación es difícil. Una razón es
que a menudo la verdad es primero indicada como un objetivo y
sólo después de que la gente empiece a razonar
qué verdad es realmente. Por lo que la gente que
está razonando la definición de la verdad
podría discutir sobre la meta a la que aspiran. La verdad
es buscada en la religión, la filosofía, las
matemáticas, la abogacía y la ciencia; estos campos
usan diferentes métodos e intentan llegar a la verdad para
servir a diferentes objetivos. No con sorpresa, el uso compartido
de una sola palabra en todos estos campos provoca con facilidad
confusión y conflicto. Incluso la verdad, como la bondad y
la belleza, es un tema perenne para la humanidad.
El filósofo Pablo Noriega de Loma, en su ensayo
El problema de verdad (www.es.catholic.net), evidencia
su tendencia a defender con vehemencia y argumentos
concepción de verdad como adecuación del
pensamiento con las cosas, como adecuación de la mente con
la realidad, afirmando que las posiciones o nociones de verdad
ajenas a esta noción no responden a la pregunta de si es
verdad el concepto de verdad que ellos manejan. Este concepto de
verdad (como adecuación) se funda en el principio de no
contradicción, considerado como una condición
trascendental del pensamiento, porque sin ese principio
éste es imposible. Por medio del principio de no
contradicción podemos conocer qué es la verdad.
"Como consecuencia, en el mismo pensar también está
implícito el concepto adecuacionista de verdad que es
solidario del principio de no contradicción". Pensar es
respetar este principio ínsito en el sujeto como
hábito. Así, en el pensar está contenido el
concepto "adecuacionista" de verdad, estrechamente articulado con
el referido principio. "Por ello, hemos de reconocer que en todo
pensar está implicado el principio y con él el
concepto adecuacionista de verdad". Esta idea de verdad es la
única que permite el pensamiento, pues ella implica el
principio de no contradicción. "Como consecuencia es
posible afirmar que preguntarse que la verdad es
adecuación implica ya aceptarlo, porque no tiene sentido
afirmar que la verdad es adecuación y al mismo tiempo
preguntarse si es verdad, porque la pregunta no tiene otro
sentido que decir que, efectivamente, la verdad es
adecuación. Es decir que se presupone en la pregunta que
la verdad es ello y que no tiene sentido (es contradictorio, no
es pensable) decir otra cosa". Esta vehemente defensa de
definición de verdad como adecuación concluye
afirmando que es "lógico defender que el único
concepto de verdad que no es contradictorio es el de la
adecuación porque puede resistir la pregunta sobre si es
verdad su concepto de verdad… Por todo ello sería
posible defender que la pregunta por la verdad como
adecuación implica ya su aceptación. Es decir que
no tiene sentido defender totalmente que la verdad es
adecuación y al mismo tiempo preguntarse si es verdad
porque la pregunta no admite otra respuesta que la afirmativa y
que no es coherente, es contradictorio, no es pensable decir otra
cosa… Parece entonces que no podemos salirnos del
principio de no contradicción y de la idea de la verdad
como adecuación, lo que significa que todo discurso los
presupone y tiene que atenerse a ellos."
2. Teoría de la coherencia de la verdad.
La verdad es lo que concuerda con toda idea reconocida. La verdad
es cualidad de una declaración. La verdad es la coherencia
sistemática. Esa coherencia es algo más que la
consistencia lógica. Es una declaración que cuadra
con otras declaraciones que conozco que son la verdad. Si se
enlazan las ideas, eso es suficiente para decir que son
verídicas. Una declaración verdadera debe enlazarse
o ser coherente con otra idea. Una proposición es
verdadera en la medida en que es componente necesario de un todo
sistemáticamente coherente. Una proposición tiene
un grado de verdad proporcional a la completitud de la coherencia
sistemática del sistema de entidades al que
pertenece.
La teoría de la coherencia ve la verdad como
coherente con algún grupo específico de sentencias
o, más a menudo, de creencias. Normalmente, la coherencia
es tomada para implicar algo más fuerte que mera
consistencia: la justificación, evidencia, y
comprensión del conjunto de creencias son restricciones
comunes. Si alguien dice 4 veces 4 es igual a 16,
escucho algo que es verdad. Pero si dice que "4 veces 4 es
igual a 15", escucho algo que sé que eso no es
verdad, porque esa expresión no coincide con la idea
previa que tengo de esa afirmación matemática.
"Algunos opinan que la verdad es una declaración que
cuadra con las otras declaraciones que conozco que son la verdad.
De acuerdo con esta idea, si una declaración no contradice
las otras ideas que son verídicas, entonces es la verdad.
Según esta definición, «la verdad es lo que
concuerda con toda otra idea conocida.» Se llama la
teoría de la coherencia de la verdad. Si se enlazan las
ideas, eso es suficiente para decir que son verídicas."
(Phillip Gray, La Verdad Para el Mundo.
www.laverdadparaelmundo.com).
3. Teoría pragmática de la
verdad. La verdad consiste en la congruencia de los
pensamientos con los fines prácticos del hombre, en que
aquellos resulten útiles y provechosos. Verdad es lo que
funciona en nuestras vidas. Verdad es todo aquello que funciona
en mi vida para atraer la felicidad y ayudarme a sobrevivir en el
mundo. Si me ayuda a adaptarme a mi ambiente y a sobrevivir, es
verdad. El hombre no es un ser pensante o teórico, sino un
ser práctico, un ser de voluntad y de
acción.
La vida es para los pragmatistas esencialmente
práctica. Toda actividad humana tiene una finalidad, y su
finalidad es el control de la experiencia humana con vistas a su
mejora, tanto en el individuo como en la especie. La verdad no
significa sino un medio para este fin. Las ideas,
hipótesis, y teorías no son sino instrumentos que
el hombre ha forjado en orden a mejorarse a sí mismo y a
su medio; y, aunque de tipo específico, como todas las
demás formas de la actividad humana existen solamente para
este fin, y son "verdaderas" en tanto en cuanto lo cumplen. La
verdad es así una forma de valor: es algo que funciona
satisfactoriamente; algo que sirve a los intereses humanos,
finalidades y objetos de deseo. No hay axiomas ni verdades
auto-evidentes. Hasta que una idea o un juicio no ha probado su
valor en el manejo de la experiencia concreta, no es sino un
postulado o pretensión de verdad. Ni hay verdades
absolutas o irreversibles. Una proposición es verdadera
hasta el momento en que se prueba útil, y no más.
"La verdad es cualidad de una declaración. Esa cualidad es
más que el mero hecho de encajar en mi sistema de
creencias actual. Una declaración verdadera debe de
enlazarse o de ser coherente con toda otra idea mía, pero
esto en sí no es garantía que es la verdad, porque
es posible que mis otras ideas no estén de acuerdo con los
hechos. El pragmatismo, teoría que dice que la verdad es
solo aquello que funciona en mi vida para traer la felicidad y
ayudarme a sobrevivir en el mundo, tampoco es suficiente, porque
cualquier concepto raro puede ser defendido así a base de
su supuesta funcionalidad o utilidad. Por eso, la
definición más adecuada es lo siguiente: «la
verdad es cualidad de las declaraciones que corresponden con los
hechos y la realidad.» La verdad es la correspondencia con
la realidad. De otra forma, ¿cómo pudiéramos
nunca hablar una mentira? Una mentira es lo opuesto de una
verdad" (Phillip Gray, La Verdad Para el Mundo.
www.laverdadparaelmundo.com).
4. Teoría del consenso de la verdad. La
verdad es cualquier cosa que es acordada, o en algunas versiones,
que podría llegar a ser acordada, por algún grupo
específico.
5. Teoría del constructivismo social. La
verdad es construida por procesos sociales, y que representa los
esfuerzos de poder dentro de una sociedad.
6. Teoría redundante de la verdad.
Sostiene que afirmar que una declaración es verdad es
sólo afirmar la propia declaración. Así,
decir que "El sol emite luz y calor", es verdad. No es
sino decir ni más ni menos que el sol emite luz y
calor.
7. Teoría semántica de la verdad.
Plantea que ningún lenguaje puede contener su propio
predicado verdadero, esto es, la expresión es verdad
podría sólo aplicarse a sentencias en algún
otro lenguaje. En cuanto a la verdad semántica, se afirma
que una propiedad de fórmulas preposicionales o de
enunciados muy relacionada con la relación nominativa o
relación de significación es la que consiste en
expresar una proposición verdadera. La verdad es
indirectamente predicable de enunciados o símbolos que
expresan significaciones verdaderas. Una relación
nominativa o relación de significación es una
relación entre un símbolo (fórmula, palabra,
frase) y lo que denota o aquello de lo que es nombre.
9. Teoría de la verdad como
revelación. Se expresa en dos direcciones: "1) como
revelación inmediata al hombre, en las sensaciones, la
intuición, en fin como fenómeno dado (empirista);
2) como revelación de conocimientos excepcionales de
esencias de las cosas, su ser o su mismo principio (forma
metafísica teológica)" (Rigoberto Pupo. La
verdad como eterno problema filosófico.
www.monografías.com).
8. Teoría del Nuevo
Realismo. La realidad no depende de la experiencia, ni es
modificada por la experiencia como tal. Sus teóricos
consideran tanto la verdad como el conocimiento como relaciones
únicas que se tienen de manera inmediata entre conocedor y
conocido, y que son como su naturaleza indefinible. La diferencia
entre sujeto y objeto de conciencia no es una diferencia de
calidad o sustancia, sino una diferencia de función o
lugar en una configuración. La realidad está
formada de términos y sus relaciones, y la verdad es
sólo una de esa relaciones, sui generis, y por tanto
reconocible sólo por intuición.
9. Teoría de la conformidad con una
regla. Según Platón, verdadero es todo lo que
concuerda con el concepto. Para San Agustín existe una ley
respecto de la cual se pueden juzgar todas las cosas de
conformidad con ella.
Tipos de
verdades
1. Verdad ontológica (verdad del ser
mismo). La verdad ontológica se encuentra cuando
la cosa corresponde con la idea. La verdad ontológica se
puede definir como la conformidad de una cosa con su idea
genuina. La verdad ontológica es el ser de las cosas.
Resulta de la conformidad del objeto con la inteligencia que lo
produce: en ella la inteligencia tiene primacía sobre el
objeto. La verdad ontológica está en la
correspondencia entre aquello que es y aquello que debe ser, es
la realización de las leyes del ser y de la humanidad. En
este sentido es falso y erróneo todo aquello que va contra
la naturaleza de las cosas y del hombre: injusticia, desigualdad,
violencia, explotación, ignorancia, vicio. Es verdadero
todo aquello que es humano, y falso cuando genera inhumanidad.
Por verdad ontológica se entiende la conformidad de una
cosa con la idea primigenia que se tiene de ella. "Como cuando
decimos: "Esto es oro verdadero; éstas son flores
verdaderas; éste es un verdadero caballero, o un verdadero
científico, éste es el verdadero culpable, etc." Es
como decir que algo es auténtico, o genuino; que no es
falso, no es adulterado, no es imitación, no es
apariencia; que no lo decimos en sentido metafórico, sino
real; que corresponde a la idea que de tal cosa tenemos; que
cumple con la esencia de la cosa… Verdad ontológica
es la adecuación entre el pensamiento y la realidad"
(www.filosocial.com). Según la verdad ontológica,
toda cosa existente es verdadera, en cuanto es la
expresión de una idea que existe en la mente de Dios, y
es, por así decir, el ejemplar conforme al cual ha sido
creada o modelada la cosa. Las cosas son ontológicamente
verdaderas en cuanto son a la vez el objeto y la causa del
conocimiento humano.
2. Verdad lógica (verdad de los
juicios). Nos encontramos frente a la verdad
lógica cuando la idea corresponde con la cosa. La
verdad lógica es la conformidad del pensamiento
con las cosas. La verdad lógica consiste en la propiedad
que tiene el entendimiento de poderse conformar con las cosas, o
lo que es lo mismo: la adecuación entre lo que yo pienso
(en el acto perfecto de pensar que es el juicio) y lo que la cosa
es en sí misma. El error lógico sería lo
contrario: falta de conformidad o inadecuación. Si pienso
y digo: "Colombia es un país suramericano", hay verdad en
lo que pienso y digo; no la hay si afirmo que es un país
europeo. La verdad lógica se da a nivel del juicio, pero
para juzgar hay que tener previamente ideas de las cosas sobre
las que recae el juicio. Hay verdad lógica cuando lo que
uno piensa u oye está de acuerdo con la realidad de las
cosas. En ésta es la inteligencia la que se conforma con
la realidad de las cosas. En ella el objeto se impone, tiene
primacía sobre la inteligencia. Tiene su fundamento y
causa en la verdad ontológica. En la verdad lógica
una proposición es toda aquella afirmación o
negación a la que se le puede asignar un valor de verdad,
verdadero o falso. La verdad ontológica se distingue de la
verdad lógica en que ésta consiste en la
relación de conformidad entre el entendimiento y el ser; y
la verdad ontológica es la misma relación, pero
entre el ser y el entendimiento. La verdad lógica implica
la correspondencia entre aquello que uno piensa y aquello que uno
dice. Lo contrario es engaño, dolo, falsedad,
hipocresía. La verdad ontológica reside en el ser,
la verdad lógica en el conocer. La falsedad
ontológica es la carencia de toda verdad, o sea la nada;
la falsedad lógica es el error. Un juicio es verdadero
lógicamente cuando lo que decimos se conforma con la
realidad; si decimos que ayer llovió y en realidad
así fue, nuestra mente, que forma ese juicio, se ha
conformado con la realidad, tenemos una verdad lógica. La
verdad lógica es la verdad del logos, del pensamiento. "es
la verdad del logos, es decir del pensamiento. Un pensamiento es
verdadero cuando es conforme con los hechos, cuando corresponde a
las cosas. Por ejemplo, si pienso que un átomo de carbono
con cuatro de hidrógeno puede formar una molécula
de metano, mi pensamiento es verdadero porque corresponde a los
hechos, como pueden comprobar los químicos. Y si pienso
que entre la Tierra y la Luna caben treinta diámetros
terrestres, mi pensamiento es verdadero porque es conforme a lo
que han comprobado los astrónomos. Si, en cambio, digo que
los delfines son peces, o que Napoleón murió en
1815 en la batalla de Waterloo, mis pensamientos son falsos,
errados, desatinados, porque no corresponden a la realidad
comprobada, respectivamente, por los zoólogos y los
historiadores… Verdad lógica es la que existe en el
plano del mero pensamiento; ella surge cuando hay coherencia
entre los conceptos, entre los juicios, entre las notas
lógicas." (www.filosocial.com). La verdad lógica es
la adecuación del pensamiento y a las leyes que lo rigen.
"La verdad ontológica nos conduce a interrogarnos
cómo es posible la adecuación pensamiento-realidad.
Tanto la verdad lógica como la ontológica se
expresan en el juicio, en ese acto de la inteligencia por el cual
atribuye un predicado a un sujeto (puede atribuir un accidente a
un ente o una esencia a un ente)."
(www.filosocial.com).
3. Verdades de razón. Las verdades de
razón son aquellas verdades que enuncian un ser o un
consistir necesario; mientras que las verdades de hecho son
aquellas verdades que enuncian un ser o un consistir contingente.
El ser o el consistir necesario es aquel que es lo que es, sin
que sea posible concebir siquiera que sea de otro modo. "Se
entienden por verdades de razón aquellas cuyo predicado se
encuentra contenido en la noción del sujeto… Tales
verdades, así entendidas, son consecuencia directa del
principio de identidad y del principio de no contradicción
establecidos como principios necesarios del pensar lógico.
A estos principios clásicos añadieron los
racionalistas el principio de razón suficiente que incluye
la necesidad en el acontecer físico, sujeto a leyes
naturales, que permiten definir, además, lo posible y lo
imposible a partir de una situación dada. En la actualidad
estas verdades son consideradas meramente verdades formales o
tautologías, toda vez que el lenguaje encuentra su
significación a través de la semiótica y la
gramática y ha perdido completamente sentido
metafísico." (ww.wikipedia.com).
Las verdades matemáticas, las verdades de
lógica pura, son verdades de razón; las verdades de
la experiencia física son verdades de hecho; las verdades
históricas son verdades de hecho. Las verdades de
razón a priori, independientes de la experiencia, son
previas a la experiencia, o mejor dicho, ajenas a ella; se
desarrollan floreciendo de los gérmenes que hay en nuestro
espíritu, sin necesidad de haber sido impresas en nosotros
por la experiencia, la cual no podría imprimirlas porque
lo que imprime en nosotros la experiencia son los hechos, y los
hechos son siempre contingentes, nunca necesarios.
Las verdades de razón presentan necesidad y se
refieren a las esencias de las cosas. Las conocemos con certeza y
en forma a priori, tal como sucede con las verdades
lógicas y matemáticas, que se rigen por el
principio de identidad y de no contradicción. Estas
verdades no necesitan demostración. La verdad depende en
primer término de la realidad y en último
término del entendimiento que plasmó la realidad.
Las verdades lógicas o matemáticas están
fuera del tiempo aunque de ellas nos ocupemos seres con los que
el tiempo tiene muchísimo que ver.
4. Verdades de hecho. Las verdades de hecho son
contingentes, se conocen por la experiencia, hacen referencia a
la existencia de las cosas y requieren demostración para
poder ser reducidas al principio de identidad. Las verdades de
razón son aquellas que enuncian que algo es de tal modo,
que no puede ser más que de ese modo; en cambio las
verdades de hecho son aquellas que enuncian que algo es de cierta
manera, pero que podría ser de otra. Las verdades de hecho
sí son oriundas de la experiencia; no tienen otro origen;
son, en efecto, producidas por la experiencia; están
impresas en nosotros por medio de la percepción
sensible.
5. Verdades sintéticas y
analíticas. Algunas proposiciones las consideramos
verdaderas o falsas en relación con hechos del mundo: por
ejemplo, que usted está ahora leyendo esto. Los
filósofos llaman a esto una verdad sintética. Otras
proposiciones las consideramos verdaderas en virtud del
significado de las palabras con que se expresan. Sabemos que la
frase "Ningún soltero está casado" es
verdadera sin tener que realizar un estudio de los solteros,
porque es cierta por definición. A esto se le llama verdad
analítica.
Las verdades sintéticas son verdades de hecho y
las analíticas verdades de la razón. Para verificar
las proposiciones sintéticas utilizamos métodos
empíricos y para las analíticas empleamos
métodos racionalistas. Kant fue el primero que
utilizó los términos sintético y
analítico, indicando que todas las verdades
analíticas son necesarias porque no podrían ser de
otra forma. Si la definición de soltero es "persona no
casada", todos los solteros están sin casar. Las
proposiciones sintéticas no son necesarias: no es
necesariamente cierto que usted esté leyendo este escrito;
podría estar leyendo una fotocopia del mismo. Es
importante establecer la distinción analítico
– sintético. Si afirmamos que una cosa es cierta,
hay que dejar claro si estamos diciendo algo acerca del mundo
empírico o aclarando el significado de las palabras. Si se
define el asesinato como homicidio injusto tiene que ser malo.
Esta es una verdad analítica, demostrada por la
razón y no por la experiencia. Pero algunos tipos de
homicidio, por ejemplo, en defensa propia, no se consideran
asesinato.
6. Verdad de Perogrullo. Verdad o certeza que,
por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el
decirla.
7. Verdad moral o veracidad. Conformidad de lo
que se dice con lo que se piensa. Es la correspondencia de la
expresión exterior dada al pensamiento con el pensamiento
mismo. "La verdad moral es la relación de correspondencia
o conformidad entre la palabra y el pensamiento, entre lo que uno
dice y lo que está pensando. Si soy consciente de que
rompí el plato y lo reconozco ante mi mamá, mi
palabra es verdadera. Si en cambio soy consciente de que sustraje
algo de la oficina y digo que no, que no fui yo, mi palabra no es
verdadera, porque no corresponde a lo que estoy pensando"
(www.filosocial.com). La verdad moral existe siempre que el que
habla expresa lo que está en su mente incluso si de facto
está equivocado, a condición de que el diga lo que
cree ser verdadero. Esta última condición, sin
embargo, es necesaria. De ahí que una definición
mejor de la verdad moral sería: "La correspondencia de
la expresión exterior del pensamiento con la cosa tal como
es concebida por el que habla". La verdad morar es la
conformidad de la palabra con el pensamiento del que habla. La
falsedad moral es la mentira. "Una respuesta tiene verdad moral
cuando decimos lo que sentimos sinceramente en nuestra
conciencia. En cambio, cuando decimos una mentira, no nos
conformamos con nuestra conciencia, y, por tanto, nuestra
respuesta no es verdadera moralmente" (Jaime Vélez Correa.
Curso de filosofía. Bibliográfica
colombiana, Bogotá, 1968).
La verdad moral no implica conocimiento verdadero. Pero,
aunque una desviación de la verdad moral sería
sólo materialmente una mentira, y por tanto no censurable,
salvo que el uso de las palabras o signos sea intencionalmente
incorrecto, la verdad moral implica la utilización
correcta de palabras y signos. Una mentira por tanto, es una
desviación intencionada de la verdad moral, y se define
como una locutio contra mentem, esto es, es la
expresión externa de un pensamiento que es
intencionadamente distinto de la cosa tal como es concebida por
el que habla. Es importante observar, sin embargo, que la
expresión del pensamiento, sea por palabras o mediante
signos, debe en todos los casos ser tomada en su contexto; con
respecto a ambos, palabras y signos, la costumbre y las
circunstancias producen considerables diferencias respecto a su
interpretación.
8. La pura verdad: Verdad indubitable, clara y
sin tergiversación.
9. Una verdad como un templo: Aquella que es
evidente, o la que se tiene por tal.
10. Verdad de apuño o como puño:
Verdad evidente.
11. La verdad verbal. Es la correspondencia de
la expresión exterior o verbal con la cosa que se pretende
expresar. Supone por parte del que habla no sólo la
intención de hablar de manera verdadera, sino
también la facultad de hacerlo; esto es, supone
conocimiento verdadero y un correcto uso de las
palabras.
12. Verdad apodíctica. Verdad
demostrativa, convincente, que no admite
contradicción.
13. Verdad inconcusa. Verdad, firme, sin duda ni
contradicciones.
14. Verdad diacrónica y verdad
sincrónica. La verdad diacrónica se obtiene a
través de un proceso histórico; es una verdad
evolutiva; tiene un carácter universal y atemporal. La
verdad sincrónica se obtiene en determinada época
del tiempo; tiene el carácter de ser temporal.
15. Verdad psicológica. Consiste en la
adecuación entre lo que yo creo ser y lo que es. En este
sentido hay una verdad subjetiva y otra objetiva. Se puede creer
sinceramente algo que es falso y afirmarnos en nuestro error
creyendo que estamos en la verdad. La ignorancia y la
alienación son las causas más frecuentes de esta
situación.
16. Verdad tropológica. Es una verdad figurada
por excelencia. El lenguaje tropológico está
presente en todas las acciones humanas. La educación, la
cultura y la ciencia son metáforas de la vida. "La
misión del discurso que busca la verdad, debe ser su
vocación incluyente, abierta, tolerante, crítica,
en resumen con sentido ecuménico e integrador… La
tropología y en particular la metáfora, por sus
infinitas excelencias creativas, transita en unidad indisoluble
con la teoría del conocimiento, en la
representación del cosmos humano y el
Universo que le sirve de claustro materno, y viceversa, la
gnoseología imprime cauces nuevos expresivos a la sintaxis
tropológica…. Unido a esta valiosa idea de
cómo la tropología se enriquece siguiendo el cauce
contemporáneo del desarrollo de la gnoseología, se
destacan algunas ideas importantes de la tropología para
la gnoseología en la revelación de principios
sustantivos de carácter epistemológico-cosmovisivo,
tales como: fundar la analogía en las esencias y no en las
apariencias; el mostrar los opuestos, los contrarios, como
unitarios; desarrollar el principio de concatenación
universal de los fenómenos, afirmar la unidad del mundo en
su diversidad, y desarrollar la idea de totalidad como criterio
de verdad" (Rigoberto Pupo. La verdad como eterno problema
filosófico. www.monografías.com).
Según el filósofo Federico Nietzsche, la
verdad es un conjunto móvil de metáforas,
metonimias y antropomorfismos; una suma de relaciones humanas que
hemos intensificado poética y retóricamente,
cambiándolas y embelleciéndolas; las cuales, luego
de un uso prolongado, han quedado fijas de manera canónica
y obligatoria. La verdad es una ilusión que nos hemos
olvidado que es ilusión. Es a través de la
poesía y de la filosofía como creamos nuevos
universos líricos y maneras de percibir, interpretar y
sistematizar la realidad. En el terreno de la verdad
tropológica, la poesía nos enfrenta a verdades tan
contundentes e irrefutables como apreciamos en unos versos de la
extraordinaria pieza poética La gran miseria
humana, de Gregorio Escorcia Gravini: "Cuando una tumba
se cierra / el alma gime asustada / y esa humana bandada / que
otro hoy viene a sepultar, mañana en este lugar /
será polvo, será nada".
Métodos para
la búsqueda de la verdad
A continuación se reseñan brevemente los
métodos más utilizados para buscar la verdad en los
campos filosóficos y científicos: método
inductivo y método deductivo.
1. Método inductivo o razonamiento
inductivo
Consiste en tratar de llegar a leyes generales a partir
de la observación de cosas particulares que, así
mismo, resulten válidas en casos no observados. Es sacar
de lo particular lo general. Es el método general que,
partiendo de algo particular –o menos universal-, conduce
el pensamiento a algo universal –o más universal-.
Se distingue de la abstracción, operación en la que
tanto el punto de partida como el de llegada son aprehensiones;
en cambio, en la inducción filosófica ambos puntos
son juicios y por eso se trata en ella de raciocinios. Su
procedimiento es el análisis.
2. Método deductivo o razonamiento
deductivo
Consiste en un raciocinio que va de lo universal a lo
menos universal, o a lo particular, o de lo universal a lo
igualmente universal. Es sacar de lo general lo particular. Es el
método general que, partiendo de un principio o ley,
más o menos universal, concluye en algo particular. Es una
derivación, de casos singulares y concretos, que toma como
punto de partida lo general o lo abstracto. Su procedimiento es
la síntesis.
La inducción y la deducción, con sus
procedimientos, el análisis y la síntesis, son el
doble camino (de ida y vuelta) del discurrir filosófico,
en el cual el pensamiento asciende a los conocimientos o
desciende de ellos, es decir, se los apropia y los pone en
práctica.
El eterno e
insondable problema de la verdad
En todos los ámbitos de nuestra existencia nos
encontramos permanentemente frente al insondable e intrincado
problema de la verdad. En los estrados judiciales, por ejemplo,
nos exigen, en aras de la "verdad jurídica", la verdad
propia del derecho, que digamos "la verdad, toda la verdad y nada
más que la verdad". Sí, ¿pero cuál
verdad? Si no tenemos claridad paladina sobre qué es la
verdad, ¿cómo vamos a "decir" la verdad?, ni mucho
menos "toda la verdad y nada más que la verdad". Este
razonamiento nos lleva a una aporía más compleja:
si existe la verdad, ¿cuál?: ¿la absoluta o
la relativa?
Si la verdad es cómo son las cosas,
¿cómo sabemos cómo son éstas, si
sólo somos capaces de interpretarlas? ¿Acaso cada
persona no es un mundo interpretativo? No se puede acceder a la
verdad con independencia de quien la observa e interpreta. Es
probable que exista la verdad, pero nadie puede conocerla en lo
que realmente es. Su conocimiento siempre estará matizado
por la percepción del observador. En mecánica
cuántica se afirma que la sola percepción de los
fenómenos, los altera. Entonces ¿cómo
"conocer" la pretendida y esquiva "verdad absoluta"? ¿Lo
verdadero será todo aquello que resulta coherente con
otras proposiciones que aceptamos como válida? La "sed" de
verdad, el "hambre" de verdad, induce a muchos a buscarla en el
universo gnoseológico y epistemológico, confiados
en que allí la encontrarán despojada del influjo de
la falsedad.
Quienes buscan la verdad en la ciencia, saben que sin la
epistemología no podemos juzgar y estar seguros si
nuestros conocimientos son verdaderos o no. Sólo a la
epistemología, como juez, le toca dar el fallo sobre la
verdad o error de todo conocimiento nuestro. Solamente la
epistemología nos va a dar el criterio o la norma para
conocer cuando tenemos la verdad y, por consiguiente, para
decirnos qué grado de certeza podemos tener respecto a
cada conocimiento. Su objeto es el valor de nuestro conocimiento
en general, del conocimiento universal y del conocimiento
científico.
Como se puede colegir, el problema de la verdad afecta
tanto a la facultad intelectiva (problema de conocimiento o
lógica) como a las cosas (problema de realidad o
metafísica).
El aludido Rigoberto Pupo, con respecto a la
problemática de la verdad sostiene lo
siguiente:
"La verdad es proceso y resultado del devenir
humano. Un producto de la actividad del hombre (sujeto) en
relación con la realidad que convierte en objeto de
conocimiento, de la praxis y de valores que intercambia con otros
sujetos. En tanto proceso histórico es absoluto y
relativo. Cada generación construye verdades limitadas por
la historia y la cultura y al mismo tiempo participa de lo
absoluto. Lo absoluto y lo relativo son momentos inseparables
constitutivos de la verdad, en su unidad y diferencia… Al
hombre no sólo le interesa qué son las cosas,
cuál es su esencia, sino ante todo, para qué le
sirve, qué necesidad satisface o qué interés
resuelve. Por eso, praxis, conocimiento y valor, son inmanente al
proceso mismo de develación de la verdad". (Rigoberto
Pupo. La verdad como eterno problema filosófico.
www.monografías.com).
A manera de conclusión comparto la idea de que
"nadie tiene el monopolio, la exclusividad, la totalidad de la
verdad. La verdad nunca se posee totalmente. La verdad la vamos
conquistando, poco a poco. De ella vamos participando
progresivamente. Todos somos simples exploradores: algunos van
más avanzados, otros más rezagados. La verdad es,
pues, más una tarea que una posesión. Y se puede
decir que es una tarea en grupo, porque el ser es demasiado
amplio y profundo para ser explorado por uno solo. Lo que entre
todos vamos conquistando, es patrimonio de la humanidad"
(www.filosocial.com).
¡Ay! Cuán profundo es el problema de la
verdad. Ante tan insondable "verdad", no nos queda más que
repetir los versos de Rafael Núñez: "
¡Oh confusión! ¡Oh
caos!
¡Quién pudiera del sol de la
verdad
su lumbre austera y pura
en este limbo oscuro hacer brillar!
De lo cierto y de lo incierto,
¡quién un día, y del bien y del
mal,
conseguiría los límites
fijar.
¿Es la búsqueda de la verdad una tarea
inútil? ¿Lograremos desentrañar sus
insondables arcanos o viviremos condenados a su incansable
búsqueda? Los siguientes versos de José de
Espronceda nos llaman a la reflexión profunda en este
sentido:
Que así castiga Dios el alma
osada que aspira loca, en su delirio insano, de la verdad para el
mortal velada, a descubrir el insondable arcano.
Mientras los humanos ("simples" mortales") seguimos
indagando, investigando, explorando, reflexionado y buscando la
verdad en los más intrincados laberintos de las
profundidades del ser, la realidad y el cosmos, el problema de
ésta continúa cada vez más insondable,
incierto y enigmático. No obstante, continuamos su
incansable búsqueda en todas las ciencias, el arte, la
literatura, la historia, la filosofía, la religión,
el esoterismo y demás sectores de la realidad para
"encontrar" o "descubrir" algunas verdades "absolutas", muchas
relativas y, sobre todo, "nuestras verdades", con el
propósito de satisfacer el insaciable anhelo y "hambre" de
verdad, "para el mortal velada", y hacer brillar "su
lumbre austera y pura en este limbo
oscuro…"
Referencias
bibliográficas
BIBLIOTECA DE CONSULTA MICROSOFT
ENCARTA.
GRAY, Phillip. La Verdad Para el Mundo.
www.laverdadparaelmundo.com.
GARCIA MORENTE, Manuel. Lecciones preliminares de
filosofía. Ediciones Nacionales, Bogotá,
1984.
MARTÍNEZ ECHEVERRI, Leonor y Hugo.
Diccionario filosófico. Editorial Panamericana.
Bogotá, 1995.
NORIEGA DE LOMA, Pablo. El problema de
verdad ().
VELEZ CORREA, Jaime. Curso de
filosofía. Bibliográfica colombiana,
Bogotá, 1965.
WALKER, Leslie. La verdad.
(www.ec.aciprensa.com)
ww.wikipedia.com
Autor:
Luís Ángel Ríos
Perea
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