COMPULSIÓN
DE REPETICIÓN
El aparato anímico, enuncia Freud, está
regido por el Principio del Placer. Pero es en la clínica
es donde descubre evidencias que
lo contrarían; ¿Cómo? La situación
traumática originaria es revivida, repetida, revivenciada
como situación presente.
Por ejemplo en la vida onírica de la neurosis
traumática muestra este
carácter particular: reconduce al enfermo
una y otra vez a la situación del accidente de lo cual
despierta con renovado terror; en el Juego del
Carretel el niño con su ¡Oh! Cuándo
desaparecía el carretel y el ¡Da! cuando
reaparecía, vemos también cómo el
niño buscaba revivenciar a través del juego aquella
experiencia displacentera en la que era pasivo obteniendo de esta
manera una ganancia de placer; también se observan
situaciones de repetición particulares de la cura
analítica; en la transferencia el paciente repite todas
aquellas situaciones afectivas dolorosas
reanimándolas.
Primer planteo de Freud: ¿cómo es posible
que se contraríe el Principio del Placer? Y una
complementaria: ¿Porqué algo insiste en
repetirse?.
Es este carácter repetitivo lo que impone la idea
de ominoso. Lo "unheimlich" no es algo nuevo, ajeno sino algo
familiar anterior a la vida anímica enajenado de
ésta por un proceso de
represión. Lo ominoso, dice Freud, es la puerta de acceso
al antiguo solar de la criatura, al lugar en que cada uno ha
morado al comienzo. ¿Cuál es entonces el retorno
perfecto al que buscamos regresar?. Cabe conjeturar que existe un
retorno ideal cuya mejor expresión lo hallamos en la
búsqueda del objeto amoroso. ¿Es esto
posible?.
Podemos visualizar esto en el florecimiento de la vida
sexual que está destinada a sepultarse por ser sus deseos
inconciliables con la realidad, entonces esta pérdida del
amor genera una falta a rellenar. Falta que genera angustia por
ser resultado de una castración.
La compulsión de repetición tiene un
evidente carácter pulsional y por ende, opuesto al
principio del placer. Sabemos que las pulsiones implican un
esfuerzo de reproducción de un estado anterior que
debió abandonar, expresan por lo tanto la naturaleza
conservadora del ser humano. Buscan repetir una situación
anterior pero en su afán por lograrlo producen un efecto
que está "más allá del Principio del Placer"
porque pertenecen a un tiempo anterior al del deseo. En el
dualismo de las pulsiones de vida – pulsiones de muerte, aunque
ambas tengan la misma meta la oposición se sitúa en
que las primeras dificultan al efecto de las otras y prolongan de
este modo la vida.
"Uno de los grupos
pulsionales se lanza impetuoso hacia delante para alcanzar
la meta final
de la vida mientras que el otro, llegado a cierto lugar de este
camino se lanza hacia atrás para volver a retomarlo desde
este punto y así poder
prolongar la duración del trayecto" Estas dos aparecen
mezcladas, se confunden y actúan juntas.
COMPULSIÓN DE REPETICIÓN Y
PULSIONES SEXUALES
Las pulsiones sexuales son la autenticas conservadoras,
se afanan por retrasar el encuentro con la meta cambiando de
objeto sucesivamente y así prolongan el recorrido.
Éstas son las verdaderas pulsiones Eros que también
posibilitarían edificar lo más valiosos de la
cultura humana y a partir de allí promover la vida en
sociedad, a
raíz de la ligazón que establece Eros en su forma
de conjugar lo orgánico en unidades cada vez mayores y que
no se reducen a lo meramente autoconservativo. Es que buscan
alcanzar por todos los medios
posibles la fusión de
dos células
germinales de manera que al reunirse neutralicen en parte sus
pulsiones de muerte y se mantengan con vida. Entonces Eros
cohesiona lo viviente. ¿Es esto lo que entra en juego
durante la elección del objeto amoroso, buscando ligar,
sublimar y superar la inevitabilidad de la muerte? Es una certeza
porque Eros aumenta tensiones, introduce nuevas diferencias y
desafíos que postergan el ineludible final. Mientras que
su opositora brega por la destrucción, el cortocircuito.
Estas son las pulsiones Tanatos.
Freud plantea: "todavía no podemos pesquisar
justamente respecto de la pulsión sexual aquel
carácter de compulsión de repetición que nos
puso en pista la pulsión de muerte" (regresar a lo
inanimado, repetir un estado anterior). Aunque abundan ejemplos
de esto en los procesos
evolutivos embrionarios (las mismas estructuras
son repetidas a lo largo de la herencia genética
del organismo). Surge la siguiente cuestión: ¿es
esto posible? ¿se da en el caso de la elección del
objeto sexual/ amoroso? Freud nos dice que el sexo no
sería muy antiguo y que las pulsiones que impulsan a
producir la tensión sexual repetirían algo que
ocurrió por casualidad y después se afianzó
por resultar ventajosa.
Lleva a esto a concluir de cierto modo la presencia de
compulsión e repetición en los dos tipos de
pulsiones asociadas desde el comienzo. Una manera de demostrar
este carácter repetitivo lo ejemplifica Platón
en uno de sus diálogos "El banquete de Aristófanes"
que trata no solo sobre el origen de la pulsión sexual
sino su variación respecto al objeto. ¿Puede este
mito ser
cierto? Allí nos encontramos con el mito del
andrógino que le relata Aristófanes.
Lo que allí se dice es que en un principio
habitaba la tierra un
ser esférico completo que reunía en sí ambos
sexos, que cierto día Zeus decide la división de
estos seres en dos mitades para evitar así que le
disputaran el poder de los cielos: "Al parecer, el castigo no fue
efectivo por que la mitades tendían a reunirse por el
influjo de una poderosa fuerza que los
atraía hacia su primitivo estado. "…cuando uno de
ellos se encuentra con aquella otra mitad de sí mismo
(…), queda aquel fascinado y cautivo de amor, afinidad e
intimidad, y ya no desean separarse uno de otro ni siquiera por
un momento. Y estos son los que pasan el resto de sus días
en mutua compañía, y sin preocuparse por explicar
qué es lo que cada uno desea del otro…"
COMPULSIÓN DE REPETICIÓN Y
AMOR
Platón es quien con este mito nos pone en la
pista de que el amor consiste en la búsqueda de la otra
mitad. La unión de éstas será la
expresión de un viejo deseo; el reencuentro con un amor
perdido. Freud sostenía que el primer objeto de amor es
la madre. Todo hallazgo posterior no es otra cosa que
un intento por hallar el objeto primario de amor.
Evidentemente es necesario perder este objeto de amor para hallar
posteriormente otro. ¿Cómo buscamos hallarlo?
Desplazándonos de un objeto a otro, desplazamientos que no
tienen fin. No habría una media naranja que nos
complemente en el sentido platónico del término. El
retorno aquí es imposible.
Entonces, es este "amor primario" el que buscamos en los
objetos de amor sucesivos. ¿Qué es lo que tienen de
particular estos objetos de amor? Necesitan cierto "brillo
fálico" en el objeto para despertar el amor, deben evocar
en algo al primer objeto pero con lo cual no es suficiente para
alcanzar la satisfacción plena. A raíz de esto se
da lo que Freud llama "elección por apuntalamiento" que se
manifiesta de dos formas: a la mujer nutricia
y al hombre
protector. También hay otro modelo de
elección de objeto de amor que es referente a las personas
que eligen según el modelo de su propia persona. Freud lo
llamó narcisista y se manifiestan de esta manera: a lo que
uno es, a lo que uno fue, a lo que uno querría ser, a la
persona que fue parte de uno mismo. Lacan dice: "Es evidente que,
como todo amor, sólo es localizable, como Freud nos
indica, en el campo del narcisismo. Amar es, esencialmente,
querer ser amado.
También es Lacan quien asevera: el que demanda amor
busca algo mas allá del objeto amado, algo que el objeto
no posee. "Lo que se ama en el amor es, en efecto, lo que
está más allá del sujeto, literalmente lo
que no tiene."
Por esto, amor y deseo deberían ir juntos, es
decir, deberían dirigirse al mismo objeto, pero por lo
general esto no sucede así. En realidad el peligro de
esto, de que aparezcan unidos, radica en la posibilidad de
extinguir el deseo y con él el amor. "Solo se ama lo que
no se tiene", en la medida que cuando se encuentra un objeto de
amor, el amor se pierde.
Aquí es donde resurge la idea de
repetición. ¿Porqué? A través de las
sucesivas elecciones objetales lo que se busca es, de acuerdo a
lo dicho, reencontrar aquel amor que jamás se
concretó en un encuentro efectivo, de índole
sexual, buscar un sustituto de aquel amor perdido. También
vemos el efecto de las pulsiones Eros que cambian de objeto
sucesivamente y demoran el fin. La compulsión de
repetición entonces es partícipe de las vicisitudes
que experimenta la vida amorosa. Fracasos, tensiones y
diferencias no serían más que intentos de superar,
ligar la inevitabilidad de la muerte y oponerse a Thanatos que
puja por la destrucción.
CONCLUSIÓN
Que se puede decir para finalizar que no se haya dicho
anteriormente?
Se presento la Compulsión de Repetición en
relación con el amor. El tema resulto ser demasiado
extenso. A demasiados conceptos se los considero pertinentes para
lograr un desarrollo
completo y fueron pocos las finalmente incluidos.
La indagación principal a saber: ¿Busca
el ser humano a través de la elección de objeto el
intento por retornar a un lugar/ estado ya conocido pero
perdido? Fue resuelta. Entonces se concluye que evidentemente
en la elección de objeto amoroso no buscamos mas que
recuperar un amor perdido y repetir aquel estado perfecto en el
cual nos hallábamos cómodos, satisfechos;
completos. El mensaje que nos deja Freud acerca del amor no es
halagador para el ser humano puesto que llega a la
conclusión de que existe un desarreglo esencial en la
sexualidad
humana. El amor entonces esta siempre incompleto. Nietzche
decía que el amor llegaba cuando se intenta abarcar el
bien con su totalidad hacia algo y no se consigue, "un
desbordamiento hacia algo ilimitado". Lacan también
decía que el amor es dar lo que no se tiene a alguien que
no lo es pero para Lacan en cambio, el
objeto nunca estuvo, nunca existió.
Entonces en el irremediable pasaje de un objeto a parte
de ser también un intento de repetir un estado anterior;
siempre hay por esto un elemento de repetición
inconsciente en los objetos de amor que elegimos. Hay algo en la
naturaleza misma de la pulsión sexual, desfavorable a su
satisfacción plena. Ya que al haberse perdido el objeto
originario por obra de la represión con ningún otro
objeto se va a alcanzar una total satisfacción. La falta
es inevitable. cabe pensar que si el amor se hallase, si el
objeto encontrado fue perfecto el amor se acabaría y con
el interés
por la vida y llegaría la muerte.
SÍNTESIS
La compulsión de repetición busca reiterar
un estado anterior. Tiene un carácter pulsatil. Se
relaciona con los conceptos de Pulsión de vida y
pulsión de muerte. Tambien estas buscan reiterar algo. Las
ultimas buscan retornar a lo inanimado, las otras si bien tienen
la misma meta lo hacen mediante rodeos, buscan objetos
intermedios, introducen tensiones y asi evitan el
cortocirtuito.
Lo que se intenta ver a raiz de esta idea de
compulsión a repetir que define Freud particularmente en
"Mas allá..", es la presencia o no de esta particularmente
en la elección de objeto amoroso, y verificar, si por
medio del amor, también se busca repetir algo previamente
vivenciado.
"Amor es nostalgia" nos dice Freud en el segundo
capitulo de lo ominoso. Entonces el interrogante principal busca
demostrar la certeza o no de esta frase. Entonces:
· ¿Busca el ser humano a través de
la elección de objeto el intento por retornar a un lugar/
estado ya conocido pero perdido?
· Si este estado primitivo es inalcanzable; el
amor siempre se basa en una falta?
· Es esta ausencia la que nos mantiene con
vida?
Vemos como Freud si bien no se plantea directamente esto
busca a lo largo y ancho de su obra darle una respuesta al
carácter repetitivo del accionar tanto conciente como,
(mas probablemente) inconsciente del ser humano. Posteriormente
se desprenden otros interrogantes a los cuales se
intentará dar respuesta a medida que vayan
surgiendo.
Los interrogantes que me gustarían formular y
cuya respuesta Serra buscada son los siguientes:
· Siempre buscamos retornar a un estado
previo?
· Que nos dice Freud sobre la repetición
en el amor?
· Influyen los rodeos de Eros para que no haya un
objeto de amor exacto?
Son estos interrogantes los que se desarrollan a lo
largo del trabajo y a
los que se busca dar la respuesta mas completa posible, pero,
siempre lo buscamos siguiendo un modelo determinado por nuestras
propias vivencias; hay (siempre) algo que a uno le falta, algo
que suponemos tiene el otro. Algo que no sabemos del todo que es,
no sabemos lo que nos falta. La completud es imposible al igual
que el amor. O será que lo estamos encarando de manera
equivoca? Queda la incógnita. El retorno se
volvería eterno.
BIBLIOGRAFÍA
- PLATÓN. El banquete.
Discurso de
Aristófanes. Pag 74. Ed. Cuadrata - FREUD. S. Obras Completas. Introducción del narcisismo. 1914. Pag.
84. Ed. Amorrortu - FREUD. S. Lo ominoso (Lo Siniestro) 1919.
Volumen XVII.
Ed. Amorrortu - FREUD. S. Mas allà del Principio de
Placer. Pag 1. Volumen XVIII .Ed. Amorrortu - www. Monografias.
Com. Monografía: "Del amor y Otras
yerbas"
Alumno:
Montaño; Silvia Yanina
Año 2006
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