1.
¿Qué es una
monografía?
2. Tipos de
monografía
3. Pasos para realizar una
monografía
4. La búsqueda del
material
5. Apéndice
La palabra monografía es empleada con distintos
alcances; Umberto Eco, por ejemplo, en Cómo se hace una
monografía se refiere a textos de 100 a 400 páginas
redactados durante una carrera por una o varias personas, sobre
un tema referido a los estudios en que debe doctorarse. Luego de
rendir todos los exámenes correspondientes a la carrera el
estudiante presenta la tesis frente a
un tribunal como un requisito necesario para obtener el titulo de
licenciado o doctor.
En las páginas siguientes se usará el
término monografía, en un sentido amplio, para
denominar los textos de trama argumentativa y función
informativa que organizan, en forma analítica y
crítica, datos sobre un
tema recogidos en diferentes fuentes.
En nuestro medio, por ejemplo, muchos profesores piden a sus
alumnos que realicen una monografía sobre un tema
específico mientras que algunas escuelas la exigen como
cierre de una etapa o ciclo. Si bien las situaciones son
distintas, hay reglas, tradiciones, particularidades, que
resultan comunes.
Estos trabajos menos pretenciosos, sirven para evaluar la
capacidad del autor para trabajar científicamente en forma
independiente y, como se verá, cumplen los requisitos de
las monografías de doctorado, aunque son más breves
y sencillos.
Al realizar una monografía, entre otros saberes,
se aprende a:
- delimitar un problema,
- descubrir y reunir información adecuada,
- clasificar los materiales,
- establecer contactos con personalidades e instituciones,
- acceder a la información y ejercitar el
espíritu crítico, - comunicar los resultados por escrito y expresarse
oralmente frente un auditorio.
Una monografía se considera científica si
cumple con las siguientes pautas:
- Trata un objeto de estudio (tema) de manera tal que
pueda ser reconocible para los demás; - La investigación dice cosas sobre ese objeto
que no se han dicho antes o lo aborda desde una óptica distinta de la ya
difundida; - Es útil a los demás;
- Proporciona elementos que permitan confirmar o
refutar las hipótesis que presenta, de manera tal que
otros puedan continuar el trabajo o
ponerlo en tela de juicio.
Los tipos y formas de monografías on variados
como lo son las ciencias y sus
métodos
particulares; por ejemplo, una temática relacionada con lo
jurídico diferirá en su tratamiento de otra cercana
a la matemática.
En general, se pueden diferenciar tres tipos
diferentes:
Monografía de compilación: el alumno,
después de elegir el tema, analiza y redacta una
presentación crítica de la bibliografía que hay al
respecto. Es importante tener buen nivel de comprensión y
"ojo crítico" para referirse a los diferentes puntos de
vista y exponer la opinión personal tras una
revisión exhaustiva.
Monografía de investigación: se aborda un tema nuevo o
poco explorado y se realiza la investigación original;
para eso hay que conocer lo ya se ha dicho y aportar algo
novedoso.
Monografía de análisis de experiencias: es frecuente que
se emplee este tipo de monografía en las carreras que
implica una práctica, por ejemplo, en Medicina durante
la época de residencia, o bien en el ejercicio
profesional, se analizan experiencias, se sacan conclusiones, se
compara con otras semejantes,
etc.
3. Pasos para realizar una
monografía
Consideraremos a continuación las principales
etapas para la realización de una
monografía:
- Aparición de la idea o asignación del
tema. - Búsqueda de información, primeras
lecturas exploratorias y consulta a personas expertas en la
materia. - Presentación del objeto en aproximadamente en
quince líneas. Este momento es muy importante porque
consiste en la escritura
del enunciado y la delimitación del tema. - Elección definitiva del tema y lecturas
complementarias. En este paso aumenta el compromiso del autor
con el objeto de estudio. - Plan operativo: consiste en definir concretamente las
tareas por realizar, planificar el trabajo,
controlar el desarrollo,
plantear las dificultades, etc. - Realización de las tareas previstas y redacción del primer
borrador. - Evaluación intermedia: a partir de una
relectura detallada, se pueden hacer los ajuste necesarios.
También, se puede consultar nuevamente a las personas
idóneas (frecuentemente hay un tutor o director de
tesis que
orienta el trabajo). Si es necesario, modificar la planificación inicial. - Plan de redacción definitivo: para exponer el
trabajo, se ajustan los títulos, párrafos,
cantidad de páginas, gráficos, etc.
A continuación, se desarrollan en detalle algunos de estos pasos.
Elección del tema
Los temas pueden ser numerosos y diversos; en caso de ser
asignados por el profesor, sólo habrá que
reflexionar sobre cómo presentarlos y no alejarse del
asunto por tratar.
Cuando es el alumno el que elige, conviene tener en cuenta las
reglas que cita Umberto Eco en la obra antes mencionada:
Que el tema responda a los intereses del autor.
Que las fuentes a as
que recurra sean asequibles, es decir, al alcance físico
del alumno, ya que debe pensar en el tiempo disponible
y en los recursos con que
se cuenta.
Que las fuentes sean manejables, es decir, al alcance cultural e
intelectual del alumno,
Que el autor esté en condiciones de dominar la metodología que ha decidido
emplear.
Es conveniente preguntarse antes de la elección
definitiva del tema:
- ¿Es posible desarrollarlo en el tiempo y con
la bibliografía disponible? - ¿No es demasiado amplio, abarcativo, vago o
impreciso? - ¿Existe algún libro o
artículo de lectura
imprescindible? - ¿Por dónde empezar?
- El tema que deseo tratar, ¿es
posible?
A veces, después de estas reflexiones, es
necesario desechar el tema; otras, es suficiente con modificarlo
o cambiar la perspectiva para abordarlo.
Si se elige un tema muy abarcativo, por ejemplo, la mujer en la
literatura, se
corre el riesgo de no
poder tratarlo
con detenimiento; en cambio, un
tema preciso, la influencia de Alfonsina Storni en la literatura argentina de
comienzos de siglo, restringe el campo y facilita el trabajo.
En el momento de la elección del tema, se debe considerar,
además, la situación particular del
autor—monografía—investigador, reconocer las
propias limitaciones, los intereses personales, la disponibilidad
de tiempo, la posibilidad de consulta de documentos o
libros, el
manejo de idiomas para el acceso a determinado material,
etc.
Una vez definido el objeto de estudio o tema de la
monografía, es necesario valerse de fuentes, es decir,
libros,
documentos
(estadísticas, entrevistas,
grabaciones, fotografías, etc.), artículos de
diarios o revistas que hagan verificable el trabajo y, a la vez,
permitan a los lectores profundizar el tema.
Para la elaboración de la monografía hay que estar
al tanto del "estado de la
cuestión", esto quiere decir, por un lado, conocer los
trabajos realizados sobre el tema, y por otro, consultar las
obras de síntesis
relacionadas con el contexto temático que enmarca la
tesis. Por ejemplo, si el tema por investigar fuera la necesidad
de asistencia psicológica a los jugadores de las
divisiones inferiores de los clubes de fútbol,
habrá que acudir a textos sobre dinámica grupal, psicología
social, liderazgo,
psicología
evolutiva, etc.
Ya nos hemos referido a la búsqueda de información
en bibliotecas e
Internet y al uso
de fichas y
ficheros en este mismo libro.
Ampliar las referencias bibliográficas del
material consultado, conviene no cometer los siguientes errores,
que suelen ser muy frecuentes:
- Colocar sólo la inicial del nombre del autor;
esto suele producir confusión, por ejemplo,
Álvarez, J. Puede hacer referencia a >José el
pintor argentino que utilizó el seudónimo Fray
Mocho (1858-1903), o a Juan Álvarez (1790-1867),
político mexicano. - Colocar el lugar de impresión y no el lugar de
edición; para evitar esto se debe recurrir al reverso de
la portada donde está el Copyright y no al
colofón. - Colocar el lugar de edición y no el nombre de
l editorial. En Madrid se
publican infinidad de obras, por lo tanto, hay que mencionar la
editorial responsable.
Plan operativo
Es conveniente una vez definido el tema y realizada una primera
búsqueda de materiales,
organizar un plan de trabajo
tentativo. Este será breve y se irá completando,
transformando y afinando sobre la marcha.
Puede indicar la posible división en capítulo y
esbozar un índice provisional.
Plan de redacción
Este plan muestra la forma
definitiva de la monografía, es detallado; contiene todos
los títulos y en lo posible el de cada párrafo. Prevé, además, el
número aproximado de páginas para cada
capítulo, (aunque puede variar luego es útil saber
que extensión y profundidad tendrá cada
tema).
Primer borrador
Vale recordar aquí que la escritura es
un proceso. Nadie
escribe "de un tirón", ni "de una vez y para siempre". Es
necesario, pues, revisar, corregir y encontrar la
expresión más adecuada para cada situación.
Mucho ha facilitado esta tarea el uso de los procesadores de
texto: cambiar un párrafo
de lugar, agregar o quitar oraciones, precisar el léxico
empleado resultan tareas sencillas. Pero ponerse en la piel del
lector al que va dirigido el texto en
cuestión ya implica un esfuerzo mayor. Hay que imaginar
cuánto sabe del tema, qué debe explicarse y
qué no, qué referencias acerca del contexto en que
se eligió el tema hay que brindarle, qué menciones
a la bibliografía se deben consignar, cuánto
recuerda del capítulo anterior y cuánto debe ser
reiterado, qué distancia tomar respecto del escrito (por
ejemplo, mantener la forma impersonal se cree, se ha probado o
incluirse a través e la primera persona del
plural: creemos, hemos afirmado, etc.). Todas estas son
decisiones que debe tomar el que escribe la monografía sin
que ningún procesador pueda
ayudarlo. Y son estas decisiones las que contribuirán en
buena medida a conseguir la eficacia del
texto; por eso
deben ser tenidas en cuenta desde la primera versión que
se haga del trabajo y ajustarse y controlarse en las sucesivas
reescrituras.
Aunque se haya leído mucho sobre el tema y se
sepa que decir, la hoja en blanco suele producir cierta
parálisis. Por lo tanto, conviene empezar a escribir
aunque sea en forma desordenada a partir de lo se vaya presentado
ante cada título y no buscar inmediatamente una forma
definitiva. Revisar, releer y corregir serán las herramientas
indispensables en esta etapa de redacción.
Si fuera posible, también ese pueden
señalar en este punto del trabajo, las imágenes o
cuadros que se podrían incluir más adelante.
Conviene esbozar, además, la introducción y la conclusión para la
monografía, aunque en sucesivas revisiones haya que hacer
modificaciones. De esta manera, se tendrá una
versión completa y una visión de conjunto de lo
producido hasta el momento.
Redacción
definitiva
Es indudable que no existe la posibilidad de dar indicaciones que
aseguren el éxito
de la escritura. También en esta tarea hay mucho de
práctica, de borradores que se descartan, de comentarios
de los lectores, de aprendizaje que
se hace con la escritura misma.
Oraciones y párrafos
En lo posible, se trata de no escribir párrafos ni
oraciones muy largos. Si en el borrador se han dejado fluir las
ideas, esta es la hora de acotarlas, separarlas y evitar la
profusión de pronombres y subordinadas.
Es conveniente releer varias veces y desde le principio el
escrito para comprobar su cohesión y mantener la unidad
temática.
Por ejemplo, es preferible repetir un sujeto, antes que no saber
de quién se habla si se emplea un pronombre. Otras veces,
es necesario reordenar las ideas porque se comprueba que algunas
se desvían del tema y deben formar parte de otro
capítulo.
La subdivisión en párrafos y la
inclusión de subtítulos, en general, facilita la
comprensión.
Al elegir títulos y subtítulos debe pensarse que
sean a la vez significativos respecto del contenido del texto y
atractivos para el lector. Un titulo sugerente invita ala
lectura, y es
posible imaginar versiones más interesantes que la sola
enunciación del contenido disciplinar.
La puntuación es, sin duda, garantía de
comprensión, pero no pueden darse reglas
‘particulares para la redacción de una
monografía. La única indicación posible es
que no deben usarse puntos suspensivos (salvo en las citas en que
se ha omitido algún fragmento), ni signos de
exclamación. Para los demás casos. Se puede
consultar algún libro de gramática o diccionario
que incluya las reglas generales.
Citas y notas al pie
Una monografía se nutre de gran variedad de materiales
escritos que deben ser citados según las normas en
uso.
En líneas generales, los textos consultados se pueden
parafrasear, es decir, explicar o ampliar. También en este
caso debe citarse la fuente.
Toda vez que se transmite literalmente una frase de otro autor,
debe consignarse la correspondiente referencia
bibliográfica.
Si la cita fuera breve, puede aparecer a lo largo del texto entre
comillas, en caso de citas textuales, conviene destacarlas de
alguna manera, por ejemplo usando un margen izquierdo más
amplio o mediante bastardillas.
En cuanto al uso de las notas, conviene recordar las
más frecuentes:
- Indican la referencia bibliográfica de una
cita. Aunque hemos señalado que hay otras maneras de dar
esta indicación dentro del texto, es conveniente que
figuren a pie de página o al final del capítulo
para que el lector ubique rápidamente los datos que le
interesen. - Agregan datos sobre bibliografía
complementaria. También conviene registrarla a pie de
página. - Remiten a otras partes del trabajo. Cuando es
necesario consultar otro capítulo un otra sección
del mismo capítulo, el señalamiento se hace
mediante una nota al pie. - Amplían una información. Para no
recargar el texto con explicaciones o argumentos secundarios,
se los desarrolla a pie de página.
En todos los casos, las notas no deberán ser
extensas porque de otra manera se constituirían en
apéndices, es decir, textos que, en forma de anexos
relacionados con el tema central, se desarrollan al final de un
capítulo.
La bibliografía
La bibliografía está compuesta por la referencia
bibliográfica de los libros, artículos, documentos,
etc. consultados al elaborar la monografía, hayan sido
citados a lo largo del texto o no.
Si no es muy extensa, puede ubicarse al final del trabajo. Cuando
se trata de monografías de mayor envergadura, suele
consignarse, además, la bibliografía
correspondiente al final de cada capítulo.
La forma de organizarla varía según las necesidades
puede hacerse por orden alfabético, ordenando de esta
manera los apellidos de los autores, dividirla por temas,
determinando cuáles son los fundamentales y agrupando por
orden alfabético a los autores de cada uno; o bien,
clasificarlas por tipos de documentos; libros, artículos,
cartas,
leyes,
etc.
Aspectos gráficos
Cuando se ja releído la monografía completa varias
veces, y se han corregido oraciones, párrafos y hasta
capítulos enteros; cuando todo parece estar controlado,
revisado y terminado, aún falta poner a punto el diseño
de las páginas, la reorganización de la
información en forma de gráficos, la inclusión de imágenes,
la elaboración del índice, es decir, la
presentación general.
En lo que se refiere a títulos y subtítulos. Es
necesario destacarlos de alguna manera, aunque manteniendo el
criterio para cada categoría (por ejemplo, los
títulos se escriben en negrita y subrayados y los
subtítulos sólo se subrayan.) Ambos se colocan
junto al margen.)
La sangría, al comenzar cada párrafo puede
ser de dos o tres espacios.
También debe tenerse en cuenta qué se subraya a lo
largo del texto:
- Las expresiones extranjeras que no sean de uso
común. - Los nombres científicos.
- Los términos técnicos. Los
títulos de libros, películas, diarios, poemas,
cuadros. - Las frases (no demasiado largas) que presenten una
tesis o su demostración.
Otro de los asuntos por considerar, en esta puesta a
punto, es el de las imágenes y gráficos incluidos.
Cada vez que aparezca un mapa, una fotografía, etc. será necesario
acompañada del epígrafe correspondiente, es decir,
la leyenda que indique de qué se trata y cuál es la
por fuente de la que procede.
Además, habrá que evaluar qué
información puede ser presentada en forma de cuadro,
infografía, red conceptual, etc. y
proceder a diagramar la página en consecuencia.
El índice
El índice debe contener todos los títulos y
subtítulos de la monografía con las mismas palabras
y la indicación de la página en donde se
encuentran. Suele ubicarse al principio o al final del trabajo,
pero es más cómodo de consultar si está al
comienzo.
Relectura del original
El control de
detalles finales debe ser exhaustivo.
Resulta indispensable hacer una lectura de corrido del texto para
evaluar la coherencia global, la relación entre las ideas,
las repeticiones, la necesidad de agregar conectores y todos los
aspectos de la cohesión.
Alguno puntos débiles del texto que conviene revisar
especialmente son:
- La relación de los títulos y
subtítulos (se advierte con una lectura de
corrido). - Las conexiones entre los párrafos y los
capítulos entre sí. - La numeración de capítulos y
parágrafos debe
ser correlativa. - La precisión de notas y referencias
bibliográficas. - La corrección de la ortografía y la
puntuación, - Las palabras repetidas.
Elementos técnicos
El acopio de información
Es indudable que cualquier trabajo académico requiere de
la integración y producción personales, a través de
síntesis, comentarios y resúmenes de
los textos que nos proporcionan las fuentes de
información, para que nuestro documento contenga;
alguna porción de originalidad.
Para aquellos que se inician en estas disciplinas, recomendamos
leer primero la información requerida y después
expresarla con palabras propias. Ejemplo:
La idea de fundación de la Casa del Obrero Mundial
partió de los líderes españoles Juan
Francisco Moncaleano y Eloy Armental, en cuyo derredor se
agruparon Rosendo Salazar; Celestino Gasca, Antonio Díaz
Soto y Gama, Lázaro Gutiérrez de Lara, Manuel
Sarabia, Rafael Pérez Taylor,
etcétera. El fin de los fundadores fue crear un
órgano orientador de las masas obreras que empezaban a
sindicarse y a luchar por la unificación del movimiento
obrero. Interpretación del texto:
Con objeto de crear un órgano que orientara a las
incipientes masas obreras que luchaban por la unificación
de la clase trabajadora, los líderes españoles Juan
Francisco Moncaleano y otros concibieron la idea de fundar la
Casa del Obrero Mundial
De más está recordar que es conveniente conocer el
significado de las palabras que transcribamos y
utilicemos.
Citas textuales
No obstante las consideraciones anteriores, en ocasiones se hace
necesario observar ciertas formalidades para evitar confusiones e
imprecisiones.
En principio, toda cita textual debe proporcionar los datos de la
fuente donde se extrajo la información, ya sea que se
mencione en el texto o en una nota a pie de
página.
Cita
Mixta
Se hace cuando sea necesario agregar o anteponer a una
síntesis, comentario o resumen, las palabras textuales del
autor, como complemento o evidencia.
Ejemplo:
Con respecto al caso específico de la pintura mural
desarrollada durante esos veinticinco años
(1950—1975), dice Xavier Moyssén que: "La labor de
los maestros adictos a una pintura de
expresión monumental con un sentido
político—social, se mantuvo con gran actividad en un
considerable número de murales, ejecutados bajo las
más diversas y discutibles técnicas
[…]".
Cita
Textual
En ella se recogen exclusivamente fragmentos o párrafos
completos del texto original, debido a que sea difícil
resumir o sintetizar, o para probar lo asentado por un autor, o
para apoyar o criticar un comentario. Es la que presenta
más variables. (Se
debe evitar el exceso de esta clase de citas, ya que como antes
dijimos —la finalidad de cualquier trabajo académico
requiere de la integración y producción personales.) La
transcripción debe ser correcta y estar entrecomillada al
principio y al final.
Cuando se desee resaltar un párrafo o una palabra, se
subrayan éstos y se indica, al final de la nota
correspondiente, que el subrayado es nuestro:
"[…] Pero lo significativo es el hecho de que la pintura, en
sus manifestaciones tradicionales, mural o cuadro de caballete,
continúa siendo la forma, más representativa del
arte de
México
[…]"
Toda observación personal debe ir
entre corchetes: [ ]. En los trabajos de investigación,
los corchetes tienen la función de
encerrar comentarios o aclaraciones en las citas textuales para
darle sentido a un fragmento. Aunque son parecidos, no debemos
sustituirlos por paréntesis:
"[…] Se mantuvo con gran actividad en un considerable
número de murales, ejecutados bajo las más diversas
y discutidas técnicas
durante los [veinticinco] años que aquí se
estudian".
Si el texto transcrito presenta un error significativo o una
incongruencia, se respetan escrupulosamente éstos y se
coloca la palabra latina sic (= así, de esta manera) entre
corchetes, para indicar que el error no es nuestro:
"En relación con el arte de la
pintada [sic] es necesario anticipar que éste
encontró un amplio campo de desarrollo
tanto en la práctica de la obra mural como en la del
cuadro de caballete [… ]".
Si, no obstante el error o incongruencia, estamos en posibilidad
de ilustrar al lector, en este caso insertamos las abreviaturas
i. e. (id est= esto es), e inmediatamente después la
corrección, todo esto también entre corchetes:
"En relación con el arte de la pintada [i. e. pintura] es
necesario anticipar que éste encontró un amplio
campo de desarrollo tanto en la práctica de la obra mural
como en la del cuadro del caballete […]"
Cuando nuestra transcripción omita palabras o
párrafos para hacer más clara la idea que se desea
expresar, se indica lo anterior con tres puntos suspensivos,
entre corchetes, de la manera siguiente:
"[…] el cuadro de caballete […] compitió con la
pintura ejecutada en las superficies de los muros […]
ventajosamente; […]"
Cuando la transcripción lleve una palabra o una frase
entrecomillada, esta última usará sólo una
comilla, o comillas francesas:
"Al parecer, los artistas mexicanos 'se la han jugado' al aceptar
conscientemente una tradición renovada".
Una punteada indica la supresión de uno o varios
párrafos en una transcripción continua:
"Artículo 22. La aceptación podrá ser
retirada si su retiro llega al oferente antes que la
aceptación haya surtido efecto en ese momento.
"Artículo 24. El contrato se
perfeccionará en el momento de surtir efecto la oferta
conforme a lo dispuesto en la presente Convención. "Toda
transcripción que exceda de cinco renglones será
separada del texto con dos cambios, se le suprimirán las
comillas e irá con un margen equivalente a la
sangría. Ejemplo: Entre las normas del
procedimiento,
y a partir de su introducción, se anunciaban las
expectativas del Acuerdo: Si estos principios son
desarrollados, el resultado será la estabilización
del mercado mundial
fuera del mercado interior
de los Estados Unidos
[…] Para hacer efectivo lo antedicho, será necesario que
los grupos adopten
una política
uniforme, lo cual en cada país productor deberá
considerarse separadamente, de acuerdo con las condiciones
existentes en los mismos. Sin embargo, estos postulados no
satisficieron a muchos de los representantes
extranjeros.
Es redundancia explicar en el texto algún
tópico y después repetirlo en una cita textual, ya
que éstos deben estar íntimamente ligados, incluso
con la puntuación:
Con relación a los monopolios, en el artículo 28
constitucional se dice que: "Artículo 28. En los Estados Unidos
Mejicanos quedan prohibidos los monopolios, las prácticas
monopolices […]"
Lo correcto es:
Con relación a los monopolios, en el artículo 28
constitucional se dice que "[…] En los Estados Unidos Mexicanos
quedan prohibidos los monopolios, las
prácticas monopólicas […]"
La bibliografía
La bibliografía es una lista en la cual se describen las
características editoriales de cada una de
las fuentes consultadas por el autor sobre determinada materia.
Las fichas se
ordenan alfabéticamente por apellidos de autor, sin
numerar.
El encabezamiento se destaca por medio del párrafo
francés, el cual consiste en que la primera línea
queda afuera de la ficha:
LASTRA LASTRA, José Manuel, Fundamentos de derecho,
México,
McGraw—Hill, 1994, 356 pp.
A fin de evitar repeticiones en una bibliografía en la que
el mismo nombre de un autor se sucede dos o más veces,
éste se sustituye poniendo rayas:
FIX—ZAMUDIO, Héctor, Ensayos sobre
el derecho de amparo,
México, UNAM, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, 1993, 515 pp.
y OVALLE FAVELA, José, Derecho
procesal, México, UNAM, 1991, 145 pp.
Ficha Bibliográfica
En ella se consignan las partes esenciales de un libro.
Los datos para elaborarla deben extraerse de las páginas
interiores(portada interior y página de derechos de
autor). Los principales son:
- Nombre del autor, empezando por sus
apellidos - Título y subtítulo del libro,
subrayado - Número de edición
- Lugar de impresión
- Nombre de la editorial
- Año de publicación
- Tomo y volumen
- Número de páginas
Si en general aprendemos una forma con los datos
básicos:
GONZÁLEZ CASANOVA, Pablo, La democracia en
México, México, Era, 1962, 261
pp
Ficha Hemerográfica
Cuando se consigna un artículo contenido en una obra de
referencia general, en un periódico
o en una revista, los
datos se arreglan de la manera siguiente:
Artículos de diccionarios y
enciclopedias
Si el artículo o ensayo
están firmados por un autor, la ficha se arregla de esta
forma:
- Nombre del autor, empezando por sus
apellidos - Título del artículo, entre
comillas - Nombre del diccionario
o enciclopedia, subrayado - Número de volumen
- Lugar de impresión
- Nombre de la editorial
- Año de publicación
- Número de páginas entre las que se
encuentra el artículo
GARAMENDIA, Pedro, "Víctor Hugo", Enciclopedia
universal ilustrada, vol. 28, Madrid, Espasa—Calpe, 1975,
pp. 612—616.
Si el artículo no está firmado, la ficha se
encabeza por el título de aquél.
Artículos de revistas
Cuando tomamos un artículo de una revista, la
ficha se hace de la manera siguiente:
- Nombre del autor, empezando por sus
apellidos - Título del artículo, entre
comillas - Nombre de la revista, subrayado
- Lugar de impresión
- Tomo, volumen o año
- Número de la revista
- Periodo que abarca la revista
- Año de publicación
- Número de páginas entre las que se
encuentra el artículo
WITKER, Jorge, "Hacia un régimen jurídico
de las materias primas", Boletín Mexicano de Derecho
Comparado, México, año XVII, núm. 51,
septiembre—diciembre de 1984, pp. 915—939.
En las fichas hemerográficas no se acostumbra asentar el
nombre de la editorial.
Artículos de periódicos
Cuando la ficha corresponde a un artículo firmado por una
persona, el
modelo es
igual al de una revista, con sus modalidades:
- Nombre del autor, empezando por sus
apellidos - Título del artículo, entre
comillas - Nombre del periódico, subrayado
- País
- Fecha (día, mes y año)
- Páginas y sección donde se encuentra el
artículo
MIRO QUEZADA, Francisco, "La hora de la armonía",
Excélsior, México, 15 de julio de 1985, p.
6—A.
Cuando son informaciones impersonales dadas por el
periódico, la ficha se encabeza por el título
del artículo.
Piantanida, Graciela y Rojo, Mónica C. de. El texto
instrumental. Buenos Aires,
Kapelusz, s/f, pág. 84-91
Autor:
María José Vanni