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El Dengue (página 2)



Partes: 1, 2

El genoma está compuesto por una sola molécula
de ARN (ácido ribonucleico) de cadena sencilla lineal, de
sentido positivo y de alta variabilidad genómica.

Existen cuatro tipos del virus del
dengue,
estrechamente relacionados (DENV-1, DENV-2, DENV-3 ó
DENV-4). Los cuatro serotipos son capaces de producir
infección asintomática, enfermedad febril y cuadros
severos que pueden conducir a la muerte.
Algunas variantes genéticas dentro de cada serotipos
parecen ser más virulentas o tener mayor potencial
epidémico que otras.

La enfermedad del dengue se
presenta de dos formas (serán ampliadas más
adelante):

  • Fiebre del dengue (o dengue clásico): enfermedad de
    tipo gripal, rara vez causal de muerte.

  • Fiebre hemorrágica del dengue (o dengue
    hemorrágico): enfermedad más grave que produce
    hemorragias y puede ocasionar hasta la muerte.

Sus manifestaciones clínicas van desde una
infección sin enfermedad manifiesta (conversión
serológica), síndrome febril inespecífico,
dengue clásico, hasta el dengue hemorrágico o shock
dengue.

Su
historia

El dengue fue identificado como una enfermedad
con características muy particulares desde hace unos
doscientos años. Las primeras epidemias informadas de
fiebre del dengue
ocurrieron en 1779 – 1780 en Asia, África y
América
del Norte. La ocurrencia simultánea de erupciones en tres
continentes indica que estos virus y su vector han tenido una
distribución mundial en los
trópicos.

El mosquito Aëdes Aegypti fue introducido en
América desde África por el comercio
marítimo, especialmente de esclavos. Los esclavos
provenientes de África identificaron a esta entidad
patológica como dinga o
dyenga, homónimo del swahii "Ki denga
pepo", que significa "ataque repentino" (calambre o
estremecimiento) provocado por un "espíritu malo".

Las primeras epidemias de dengue en
América se extendieron por el Caribe, Centro
América y norte de América del Sur,
registrándose en la década del 80, epidemias en
Nicaragua, Aruba, Puerto Rico,
Colombia y
Brasil.

En 1954 se detectó en Filipinas una forma
más seria del dengue ordinaria del Sureste Asiático
denominada Fiebre Hemorrágica del Dengue. Esta modalidad
de la enfermedad resultó ser, en una elevada
porción de casos, mortal, afectando a niños,
principalmente, entre los 11 y 13 años.

Una pandemia global de dengue comenzó en
el Sudeste de Asia después de la Segunda Guerra
Mundial. Hasta la década del 1960, casi todos los
brotes de la enfermedad fueron a intervalos de uno o más
decenios y posteriormente se acortaron.

La primera epidemia de dengue clásico de
las Américas fue con el serotipo 3 y afectó a la
cuenca del Caribe y a Venezuela en
1963-1964. Anteriormente sólo se había aislado el
virus de dengue 2 en 1953-1954, en una situación no
epidémica.

En la década de 1970, Colombia se vio
afectada por brotes de los serotipos 2 y 3, que se hicieron
endémicos en el Caribe.

Hasta 1977 y 1978 se desconocía la
enfermedad en las Américas en su forma hemorrágica,
donde se manifestaron los primeros casos en Puerto Rico, y
posteriormente, en 1981 ocurre un brote en Cuba donde se
registraron 350.000 casos de los que se hospitalizaron 116.000 y
158 fallecimientos. El 42% de sus 10 millones de habitantes se
infectaron de dengue.

Desde el punto de vista epidemiológico,
los países de América
Latina se encuentran en la misma situación en que
estaban hace dos ó tres décadas varios
países asiáticos: con epidemias a repetición
cada 3-5 años y con un progresivo aumento del
número de casos, particularmente en América
Central.

En Venezuela, durante el período
noviembre-febrero de 1989 y 1990, se presentaron 9.392 casos de
dengue clásico y 2.634 de dengue hemorrágico.

En el siglo pasado ocurrieron grandes epidemias,
coincidiendo con la intensificación del transporte
comercial entre los puertos de la región del Caribe y el
Sur de los Estados Unidos
con el resto del mundo.

En América Latina, la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) registró
en el 2001 alrededor de 610.625 casos de dengue en 20 territorios
nacionales. Los países con mayor número de
infecciones fueron Brasil (390.701 casos), Venezuela con 83.180
casos (6.563 hemorrágicos), y Perú con 23.304.

En el sureste de Asia, en el 2001, ocurrieron
119.707 casos de dengue/dengue hemorrágico y 452
fallecimientos por esta causa.

¿Cómo se cría el
dengue?

El Aedes Aegypti tiene dos etapas bien
diferenciadas en su ciclo de vida:
fase acuática con tres formas evolutivas diferentes
(huevo, larva y pupa) y fase aérea o adulto o
Imago.

Fase Acuática

Cada hembra deposita un reducido número de huevos en
distintos recipientes y debe alimentarse de sangre para que
maduren los huevos. Los huevos se adhieren a las paredes internas
de los recipientes a la altura de la interfase aireagua e
inicialmente de color blanco, se
vuelven negros con el desarrollo del
embrión. Para que pasen a la fase larval necesitan de dos
a tres días con mucha humedad, pero si durante ese
período los huevos se quedan secos, se debilitan y los
embriones mueren. Una vez completado el desarrollo
embrionario, los huevos son capaces de resistir a la
desecación y a las temperaturas extremas. Esta capacidad
de resistencia es
uno de los mayores obstáculos para la erradicación
del Aëdes Aegypti, ya que se esta manera pueden ser
trasladados a grandes distancias en recipientes que no contienen
líquido.

El período de larva comprende cuatro grados evolutivos.
El tiempo
aproximado para pasar de un grado a otro es de 48 horas. La mayor
parte de esta etapa se alimentan del fitoplancton de los
recipientes, completando su progreso en condiciones favorables de
nutrición
y temperatura,
ya que las larvas no resisten temperaturas inferiores a los
10ºC pero tampoco mayores a 46ºC.

El estado de
pupa corresponde a la última etapa de maduración de
la fase acuática. La pupa no se alimenta, sólo
respira y completa su desarrollo con temperaturas de 25 a
29ºC en 1 a 3 días. Dentro de este período se
produce la
metamorfosis, para luego convertirse en mosquito adulto.

El ciclo completo de huevo a mosquito adulto se completa en
condiciones óptimas de alimentación y
temperatura en 10 a 15 días. Luego el mosquito adulto
emerge del agua.

 

Fase Aérea

Una vez que los mosquitos han emergido del agua, se alimentan
por primera vez entre las 20 y 72 horas posteriores.

Las hembras de estos vectores son
hematófagos, es decir, absorben sangre y es en ese momento
cuando transmiten los virus causantes de la enfermedad. Las
proteínas contenidas en la sangre le son
indispensables para la maduración de los huevos. Los
machos se alimentan de héctaros de plantas que se
encuentran a su alrededor (frecuentemente están cercanos a
las fuentes de
alimentación de la hembra para realizar el
apareamiento).

Generalmente el apareamiento se realiza cuando las hembras
buscan alimentarse. Éstos se aparean a las 24-48 horas de
emerger como adultos.

Una vez copulada e inseminada la hembra, el esperma que lleva
es suficiente para fecundar todos los huevos que produce la
hembra en su existencia, no aceptando otra inseminación
adicional.

El horario de actividad de picadura de los mosquitos es en las
horas de baja intensidad de la luz solar. En
general se inicia al amanecer y antes de anochecer. Los machos
raras veces se posan sobre la piel y nunca
intentan picar.

El Aëdes Aegypti vive un promedio de entre 15 y 30
días y su ciclo para poner huevos es de aproximadamente,
cada tres días.

Durante las épocas de lluvia, las densidades del
mosquito se incrementan como consecuencia de la disponibilidad de
un número mayor de criaderos, además otro problema
que propicia la reproducción de este vector es el almacenamiento de
agua, sea por circunstancias naturales, por deficiencia en la
red de suministro
de agua, etc. Esto favorece en incremento del número de
mosquitos y al desarrollo de epidemias.

¿A
quién afecta y cómo?

El mosquito del dengue afecta a personas de cualquier edad,
siendo que las malas condiciones de higiene, la
nutrición deficiente ayudan al dengue a ser una enfermedad
vinculada a la pobreza. Las
condiciones de la vivienda y el ámbito que la rodea,
así como las formas de provisión de agua (aunque no
sea potable) y la falta de eliminación de residuos, son
factores clave en su reproducción.

Los mosquitos no diferencian entre mujeres y hombres. Sin
embargo en las mujeres, siendo las más vulnerables, son
las que más tiempo están expuestas en el
ámbito de la vivienda y sus alrededores, porque
están más horas en el hogar y es allí donde
suelen trabajar. Por tanto, son más frecuentemente
picadas.

Modo de
transmisión

 

La enfermedad se transmite por la picadura del
mosquito hembra infectado. Las hembras se infectan cuando se
alimentan de sangre contaminada, cuyas proteínas requieren
para el desarrollo de los huevos.

Se trata de una cadena sin fin, ya que el
mosquito queda infectado por el resto de su vida.

No existe forma alguna de saber si un mosquito
transporta o no el virus del dengue, ya que la transmisión
del dengue no se produce por el contacto directo con una persona enferma o
sus secreciones, sino que es necesaria la presencia de un vector.
Es por eso que se debe evitar todo tipo de picaduras y de otras
enfermedades
transmitidas por insectos.

Período de
transmisibilidad

El tiempo intrínseco de transmisibilidad
corresponde al de la viremia de la persona infectada. Comienza un
día antes del inicio de la fiebre y se extiende hasta el
6° u 8° día de la enfermedad.

El virus se multiplica en el epitelio intestinal
del mosquito hembra infectado, ganglios nerviosos, cuerpo graso y
glándulas salivales, el que permanece infectado y
asintomático toda su vida, que puede ser de semanas o
meses en condiciones de hibernación.

Luego de 7 a 14 días ("tiempo de
incubación extrínseco") puede infectar al hombre por
nueva picadura.

¿Cuáles son los
síntomas?

El dengue tiene dos formas de presentarse que se
han mencionado anteriormente. Éstas se diferencian por los
síntomas que poseen y según el rango de
gravedad:

– Dengue clásico.

– Dengue hemorrágico.

Dengue
clásico:

También llamado fiebre por dengue. Es el más
frecuente en la mayoría de los casos. El período de
incubación es de 3 a 14 días, con un promedio de 7
días, que corresponde al período de
incubación intrínseco, en el enfermo; el
período de incubación en el mosquito
(extrínseco) es de 8 días.

La viremia se inicia dos a tres días después de
la picadura, dura aproximadamente una semana y será
detectable 6 a 18 horas antes del inicio de los síntomas.
Se acaba cuando se deja de presenciar la fiebre. El estado dura
una semana y la convalecencia puede durar días a
semanas.

El dengue clásico también puede tener
manifestaciones hemorrágicas y no se considera dengue
hemorrágico; hasta 20% de los pacientes pueden tener
manifestaciones de este tipo.

Con frecuencia, los enfermos presentan síntomas
mínimos o ninguna manifestación
hemorrágica.

El examen físico no es específico; puede haber
exantema, fiebre, bradicardia relativa, eritema faríngeo,
adenopatías generalizadas y hepatomegalia.

Este tipo de dengue se caracteriza por un comienzo
súbito de un cuadro febril agudo, el cual es más de
38º, de duración limitada (de 2 a 7 días). Hay
un intenso malestar general acompañado de erupción
cutánea. A lo largo de toda la enfermedad se presentar los
siguientes signos o
síntomas:

  • Fiebre alta

  • Dolor de cabeza frontal

  • Dolor detrás de las órbitas de los ojos, al
    moverlos

  • Dolor muscular

  • Dolor articular

  • Molestia al mirar la luz

  • Conjuntivitis

  • Diarrea

  • Alteraciones del gusto

  • Insomnio

  • Pérdida del apetito

  • Hinchazón en las manos y pies

  • Escalofríos

  • Mialgias

  • Artralgias

  • Náusea

  • Vómitos

  • Erupción en la piel de tipo sarampionosa.

El enfermo prefiere no caminar o cuando lo hace
adopta una postura rígida. La fiebre aumenta hasta
40º. Con frecuencia se produce el enrojecimiento de las
palmas de las manos y de las plantas de los pies.

La mortalidad es nula en el dengue
clásico. El paciente mejora completamente al cabo de una
semana, aproximadamente, o dos.

Dengue
Hemorrágico:

Se presenta con una facies típica, con edema facial,
eritema, edema palpebral, labios hinchados y enrojecidos. Esta es
la manifestación más grave del dengue y lo que lo
diferencia del dengue clásico es la alteración de
la permeabilidad vascular que ocurre entre el tercer y
séptimo día post inicio de los síntomas y se
ha visto que la incidencia es mayor en los niños menores
de 15 años. Se puede presentar de una manera similar al
dengue clásico, con fiebre, mialgias, pero cuando cae la
fiebre, van a aparecer las manifestaciones hemorrágicas,
que van a ser más frecuentes, o más intensas.
Pueden predominar los síntomas gastrointestinales, como el
dolor abdominal.

El dengue hemorrágico también se ha etapificado
desde el punto de vista de la gravedad. Existen las definiciones
de la OMS, del grado 1 al grado 4. El grado 3 y el 4 son las
formas más graves y corresponden al shock
asociado al dengue, con hipotensión, hipo perfusión
e insuficiencia circulatoria importante. El grado 4 es
prácticamente la muerte. El
grado 1 y el 2 son los menos graves.

El principal factor de riesgo para la
aparición de este tipo de dengue es haber tenido una
infección previa por otro serotipos de dengue. Aunque
también influye el lugar de incubación en el
huésped y su susceptibilidad.

Durante la enfermedad, el paciente puede sufrir una brusca
bajada de la presión
arterial y tener un colapso generalizado que puede llegar a ser
fatal en un 6 a 30% de quienes lo sufren. Esto es más
frecuente en los pacientes más jóvenes, la
mayoría en menores de 1 año. Los síntomas
generales del dengue hemorrágico son:

  • Fiebre súbitamente alta que dura de 2
    a 7 días.

  • Hemorragias en la piel (petequias o
    cardenales)

  • Dificultad para respirar

  • mito o diarrea

  • Alteraciones en la presión

  • Sangrado de encías

  • Falta de apetito

  • Intranquilidad, letargo

  • Señales de fallo circulatorio

  • Trombocitopenia

  • Palidez

  • Sudoración

  • Sueño

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¿El dengue
hemorrágico deja secuelas?

Toda persona que está en shock puede tener algunas
complicaciones que puedan dejarle alguna secuela, por ejemplo,
insuficiencia
renal aguda. Otra complicación que se puede dar, pero
que no es frecuente, es una hemorragia intercerebral, que aparte
de provocar un déficit motor en un brazo
o en una pierna, puede causar la muerte.

¿Cómo se presenta el shock
hipobulémico o síndrome de choque de
dengue?

El síndrome de dengue se da cuando la persona tiene un
dengue hemorrágico, pierde sangre y líquido porque
sale de las arterias, la presión arterial baja y entonces
el paciente tiene trastornos en la conciencia, se
pone fría, sudorosa, tiene taquicardias y orina poco. En
este caso en inminente el peligro de muerte en pocas horas.

Es común la hepatomegalia, lo mismo que la
bronconeumonía, eventualmente con derrames pleurales
bilaterales. Puede haber mocarditis.

El estado del enfermo se va deteriorando progresivamente, hay
tendencias hemorrágicas, generalmente en forma de
púrpura, petequias o equimosis en los puntos de
inyección.

Se produce el choque a los 2 a 6 días de enfermedad,
con colapso súbito o postrción, requiriendo
tratamiento hospitalario, ya que el sistema
circulatorio del paciente se ve muy comprometido y pone en
riesgo su vida.

¿Existe
tratamiento para el dengue?

No hay medicamento específico para tratar la
infección del dengue. Las personas que crean que tienen
dengue deben evitar los analgésicos con aspirinas. Deben,
también, descansar, tomar líquidos y consultar un
médico.

No hay vacuna para prevenir el dengue. Pero es importante
saber manejar esta enfermedad a tiempo, para evitar
complicaciones.

 

¿Como
prevenir el dengue?

La mejor medida de prevención para residentes que viven
en áreas infestadas con el Aedes Aegypti es
eliminar los lugares donde el mosquito pone sus huevos,
principalmente los envases en desuso que acumulan agua.
También, los bebederos de animales y
floreros deberán ser vaciados y estregados diariamente.
Esto eliminará los huevos y larvas del mosquito y
reducirá el número de insectos en el hogar.

El uso de acondicionadores de aires y tela metálica en
puertas y ventanas reduce el riesgo de ser picado por mosquitos
en interiores.

La aplicación adecuada de repelente de mosquitos que
contenga DEET (repelentes para insectos) como ingrediente activo
en la piel expuesta y la ropa, reducirá el riesgo de ser
picado por los mosquitos.

El dengue se trata de un mosquito que vive preferentemente
cerca de los asentamientos humanos y ha desarrollado
hábitos domésticos. Ciertas condiciones
domiciliarias hacen posible su ciclo vital,
proporcionándole un hábitat
adecuado.

Macetas, latas, botellas, neumáticos abandonados,
floreros a los cuales no se les renueva el agua, etc.,
son ideales para su reproducción. Los expertos aseguran
que su radio de
influencia es muy pequeño, manteniéndose muy cerca
de su lugar de nacimiento. Es imprescindible erradicar estos
pequeños criaderos de mosquitos vaciando los recipientes,
eliminando envases vacíos, o renovando diariamente su
agua.

Otra forma de prevención es evitar la picadura del
mosquito. A diferencia de otras especies, el Aëdes Aegypti
pica principalmente durante el día, especialmente a la
mañana y en las últimas horas de la tarde. Su vuelo
es bajo, por lo cual pica generalmente los pies y las
pantorrillas. Podemos prevenirnos de la picadura usando
repelentes para insectos. Instalar protectores mosquiteros en las
cunas de los bebés y las camas de los niños es una
buena forma de evitar que los piquen mientras duermen. La medida
puede extenderse hacia las personas adultas.

Por último, compartir esta información con otras personas es la manera
más directa de ayudar en el control del
dengue.

¿Afecta a
las mujeres embarazadas?

Fundamentalmente, si es con manifestaciones
hemorrágicas, puede aumentar el porcentaje de abortos.

Probablemente un dengue clásico, lo sufre como
cualquier persona y el tratamiento es el mismo y no afecta al
niño.

Los síntomas que se presentan en la mujer
embarazada que contrae dengue son similares a los del resto de la
población:

Aparición de fiebre acompañada de cefalea de
predominio frontal, dolor retroocular más dolor en las
articulaciones y
en los músculos (artromialgias), malestar general
y erupción cutánea. Algunos pacientes
también se quejan de náuseas, vómitos,
diarrea y
dolor abdominal.

Por otra parte, una mujer encinta
puede que tenga más facilidad de contagiarse la enfermedad
y que las consecuencias del dengue sobre el embarazo y el
feto no
presentan aún resultados confirmables, ya que fueron poco
estudiadas o en algunos casos los resultados son
contradictorios.

 

¿Cómo afecta el dengue en el
mundo?

La presencia o ausencia de la enfermedad depende de la
existencia del mosquito transmisor, el virus y población
susceptible en el mismo lugar. Esto nos puede dar una idea de la
distribución a nivel mundial de la enfermedad ya que es
casi seguro que donde
coexisten estos tres elementos hay dengue.

Por las condiciones climáticas y geográficas
para la sobrevivencia del vector, las regiones tropicales y
subtropicales son las áreas de más alto riesgo para
el contacto con el virus del dengue.

La prevalencia a nivel mundial del dengue se ha incrementado
drásticamente en las últimas décadas. La
enfermedad es endémica en más de 100 ciudades en
África, América, el Mediterráneo y Sureste
de Asia.

Se estima que anualmente existen 50 millones de casos de
Dengue en el mundo.

Los continentes más afectados para la presencia de las
epidemias de dengue hemorrágico han sido el
asiático y el africano, donde se ha observado un
drástico incremento desde 1995.

En la actualidad continúa siendo un problema de salud
importante, manteniendo elevada incidencia de dengue
hemorrágico en niños, quienes son su
población más susceptible.

La incidencia del dengue ha aumentado extraordinariamente en
todo el mundo en los últimos decenios. Unos 2,5 mil
millones de personas (dos quintos de la población mundial)
corren el riesgo de contraer la enfermedad. 

Sólo en 2007 se notificaron más de 890 000 casos
en las Américas, de los cuales 26 000 de dengue
hemorrágico.

Antes de 1970 sólo nueve países habían
sufrido epidemias de DH, cifra que en 1995 se había
multiplicado por más de cuatro.

A medida que la enfermedad se propaga a nuevas zonas, no
sólo aumenta el número de casos, sino que se
están produciendo brotes explosivos. En 2007, en Venezuela
se notificaron más de 80 000 casos, entre ellos más
de 6 000 de DH.

Durante las epidemias de dengue, las tasas de infección
de las personas que no han estado expuestas anteriormente al
virus suelen ser del 40% a 50%, pero pueden llegar al 80% a
90%.

Se calcula que cada año se producen unas 500 000
hospitalizaciones por DH, y una gran proporción de esos
pacientes son niños. Aproximadamente un 2,5% de los
afectados mueren.

Sin tratamiento adecuado, las tasas de letalidad del DH pueden
superar el 20%. La ampliación del acceso a atención médica prestada por
profesionales con conocimientos sobre el DH (médicos y
enfermeros que conocen sus síntomas y saben cómo
tratar sus efectos) puede reducir la tasa de mortalidad a menos
del 1%.

La propagación del dengue se atribuye a la
expansión de la distribución geográfica de
los cuatro virus del dengue y sus mosquitos vectores, el
más importante de los cuales es Aedes
Aegypti
, una especie predominantemente urbana. El aumento
rápido de las poblaciones urbanas de mosquitos está
incrementando el número de personas en contacto con este
vector, especialmente en zonas favorables a la
reproducción de los mosquitos, como aquellas en las que es
frecuente el almacenamiento doméstico de agua y no
disponen de servicios
adecuados de eliminación de residuos
sólidos.

En Asia y las Américas, Aedes
Aegypti 
se reproduce principalmente en envases
producidos por el hombre,
tales como vasijas de barro, bidones metálicos y cisternas
de hormigón utilizadas para el almacenamiento
doméstico de agua, así como en envases alimentarios
de plástico
desechados, neumáticos de automóvil usados y otros
objetos que acumulen agua de lluvia.

En África el mosquito también se reproduce
ampliamente en hábitats naturales como los agujeros de los
árboles
o las hojas.

En los últimos años, Aedes
albopictus
, un vector secundario del dengue en Asia, se ha
establecido en los Estados Unidos de América, varios
países de América Latina y el Caribe, y algunas
zonas de Europa y
África. La rápida propagación
geográfica de esta especie se atribuye en gran parte al
comercio
internacional de neumáticos usados, que son un lugar
de cría.

Según la Organización Panamericana de la Salud
(OPS), el incremento de viajes
aéreos, las condiciones climáticas, la
urbanización no planificada, las dificultades de
abastecimiento de agua, sumados al deterioro de los programas de
control del mosquito Aëdes Aegypti, la carencia de
insecticidas con un buen costo y
efectividad, y la falta de educación sanitaria,
son algunos de los factores relevantes relacionados a la
diseminación del Aëdes Aegypti y al incremento en la
circulación de los cuatro serotipos del virus.

Factores de
riesgo en la aparición, distribución y
transmisión del dengue.

Los factores de riesgo en la aparición,
distribución y determinantes de la transmisión del
dengue se dividen en:

Macrofactores:

Son los factores de riesgos
ambientales y sociales. Es decir, la temperatura, la densidad de la
población de moderada a alta, viviendas con tejidos de
alambre inadecuados, desagües obstruidos con desechos, agua
almacenada por más de 7 días, ausencia de
abastecimiento de agua corriente individual, disponibilidad
intermitente y uso de depósitos destapados. También
incluye la recolección de desechos sólidos, el
estado socioeconómico, los períodos inactivos en la
casa durante el día y las creencias y conocimientos sobre
el dengue.

Microfactores:

Son aquellos factores de riesgo del huésped, el agente
y el vector, las cuales incluyen el grado de inmunidad del
huésped, la edad, las condiciones de salud y la
ocupación del mismo; las cepas y el nivel de viremia del
agente; y la abundancia y focos de proliferación del
mosquito, es decir, el vector; la densidad y edad de las hembras,
y la frecuencia de alimentación.

Métodos de
control

Medidas preventivas:

  • 1) Educar a la población respecto
    a medidas personales, tales como la destrucción o
    eliminación del hábitat de larvas, y
    protección contra la picadura de mosquitos en
    actividad diurna, incluso el empleo de mosquiteros, ropas
    protectoras y repelentes.

  • 2) Precisar la densidad de la
    población de mosquitos vectores, identificar el
    hábitat de larvas (comúnmente se depositan en
    recipientes artificiales o naturales contenidos de agua,
    cerca de viviendas, llantas viejas, floreros, etc.), para
    así eliminar los criaderos. Para esto debe haber una
    detección rápida y temprana de un brote de
    dengue.

Control del paciente, de los contactos, y del
ambiente
inmediato:

  • 1. Notificación a la autoridad
    local de salud, si es que hay peligro de un brote de
    dengue.

  • 2. Aislamiento de los pacientes
    afectados, evitando el acceso de los mosquitos al mismo:
    precauciones pertinentes para la sangre.

  • 3. Desinfección concurrente.

  • 4. Cuarentena.

  • 5. Inmunización de contactos.

  • 6. Investigación de los contactos
    y de la fuente de infección.

Medidas en caso de epidemias:

  • I.  Buscar y destruir especies de
    mosquitos Aëdes Agyoti en las viviendas y eliminar los
    criaderos, o aplicar larvicidas en todos los
    hábitat.

  • II.  Las personas expuestas a las
    picaduras, deberán usar repelente.

  • III. La dispersión aérea
    de insecticidas pueden evitar epidemias.

Medidas Internacionales:

Otra de las formas de prevenir la
propagación del dengue o una posible epidemia, en cada
país o zona en peligro, es con el cumplimiento de los
acuerdos internacionales destinados a evitar la
propagación de Aëdes Aegypti, por medio de los
diferentes medios de
transporte, provenientes de zonas infectadas como: barcos,
aviones, medios terrestres, etc. Estos acuerdos están
regulados por Centros Colaboradores de la OMS
(Organización Mundial de la Salud).

El control y la prevención del mosquito
requiere del apoyo y acción,
tanto de las comunidades como de las autoridades.

Las autoridades de cada zona pueden ayudar a
combatir la enfermedad del dengue, mediante:

  • Abastecimientos de agua potable

  • Sistemas eficaces de recolección de
    residuos

  • Visitas regulares a zonas específicas
    para eliminar posibles criaderos

  • Campañas de educación
    sanitaria

  • Publicidad

Conclusión

Al finalizar nuestro trabajo nos
hemos dado cuenta que hasta el momento ningún país
ha logrado la erradicación total del vector del dengue,
pero creemos que el control de las epidemias puede lograrse,
controlando los vectores mediante campañas de
fumigación, campañas de educación de la
población y también de saneamiento del medio
ambiente. Mientras no exista una vacuna que proteja contra la
infección de cualquiera de los 4 serotipos del virus,
estas medidas son fundamentales para controlar al mosquito y
prevenir su propagación.

Sin embargo, sabemos que los gobiernos de los países
afectados tienen en su mayoría problemas en
la distribución de recursos de
salud, y no le dan importancia a las actividades básicas
de prevención como las que se necesitan para controlar el
dengue.

Si esto continúa así, es probable que la
enfermedad afecte cada vez a más personas y se extienda
aún más.

 

 

 

Autor:

Maria Florencia Rodríguez

Año: 2009

Partes: 1, 2
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