- Objetivos
- Inmunidad en feto y el
neonato - Capacidad de reacción
inmunológica - Desarrollo de la capacidad
fagocirtaria - Desarrollo del sistema
inmunitario e infección intrauterina - Respuesta inmunitaria en
neonatos - Transferencia de inmunidad de la
madre a la cría - Inmunidad
pasiva - Falta de transferencia
pasiva - Desarrollo de la
respuestas inmunitarias en los neonatos - Vacunación en el animal
joven - Conclusiones
- Bibliografía
Cuando nace un mamífero, emerge del útero
estéril hacia un ambiente en el
que se expone de inmediatiato a una gran cantidad de
microorganismos.
Para sobrevivir el neonato debe ser capaz de controlar
la invasión microbiana en muy poco tiempo. En la
practica el sistema
inmunitario es incapaz de tener un arranque muy rápido por
si mismo.
En animales con
periodo gestacional breve el sistema inmunitario no esta
completamente desarrollado y en animales con periodo gestacional
largo no es de esperar que el sistema inmunitario sea igual al
del adulto.
El desarrollo
completo de la actividad inmunitaria depende del estimulo
antigenico.
La formación de células
sensibles a antígenos depende de la
multiplicación inducida por estos antígenos.
Así los mamíferos y aves son muy
sensibles en las primeras semanas de vida.
La transferencia pasiva de la madre al neonato en forma
de anticuerpos y talvez de células T resulta esencial para
su supervivencia.
- Conocer el desarrollo del sistema inmunitario en la
vida fetal de los mamíferos. - Identificar las respuestas inmunitarias del
neonato. - Conocer el desarrollo de la inmunidad pasiva y
practicas vacúnales en el recién
nacido.
INMUNIDAD EN FETO Y EL NEONATO.
La ontogenesis de los órganos inmunitarios
discurre en las distintas especies animales y en el hombre de
forma muy similar, aunque en el momento del nacimiento se
encuentre en variable grado de desarrollo.
El timo es el primer órgano linfoide en formarse,
seguido por los órganos linfoide secundarios, la bolsa de
fabricio están desarrollada en todos los mamíferos
y en las aves en el momento del nacimiento, mientras que la
constitución y desarrollo de los
demás órganos linfáticos permite reconocer
las ostensibles diferencias.
Las células que contienen inmunuglubulinas se
desarrollan poco después de la aparición del bazo y
ganglios linfáticos, pero los anticuerpos casi nunca se
encuentran hasta la parte final de la vida fetal, si es que
aparecen antes del nacimiento.
La capacidad fetal para responder a los antígenos
se desarrolla muy rápidamente luego que aparecen los
órganos linfoides, pero no todos los antígenos
tienen la misma capacidad para estimular el tejido linfoide
fetal. Por esto se maneja la posibilidad de reaccionar a la a
mayor parte de los antígenos extraños se obtenga en
un lapso muy breve.
La capacidad para establecer respuestas inmunitarias de
tipo celular se desarrolla en el mismo tiempo que la producción de anticuerpos.
La causa de la constitución y capacidad de
reacción del sistema inmunitario de los recién
nacidos, es distintas de una a otra especie animal y
diferentemente marcadas, es menos resultado de una
desproporcionada maduración de este sistema
orgánico, que del hecho de que el nacimiento tiene lugar
en diversas fases del desarrollo ontogénico.
Capacidad de
reacción inmunológica
Sé desarrolla paralela a la formación de
los órganos responsables de la respuesta inmunitaria. Los
órganos fetales, y en parte también del organismo
recién nacido, no pueden reaccionar todavía ante
una acción
antigenica con la misma intensidad inmunológica que en el
individuo
adulto. En el ámbito de la respuesta inmunitaria celular,
el proceso de
maduración inmunológica en que lo xeno – y
alotransplantes, que el organismo adulto rechaza regularmente en
el plazo característico para la relación donante
receptor, en fases precoces del desarrollo pre – o
postnatal son rechazados con demora o incluso tolerados en virtud
de estar la capacidad inmunológica todavía sin
constituir por completo.
Becerro
El sistema inmunitario del becerro se forma al principio
de la vida fetal. Aunque en el periodo de gestación de la
vaca es de 280 días, el timo ya puede reconocerse a los
cuarenta días de la concepción. La medula
ósea y el bazo aparecen a los 55 días.
Los ganglios linfáticos pueden observarse a los
60 días. Pero las placas de peyer no aparecen a los 175
días.
Los linfocitos de la sangre
periférica se identifican en los fetos bovinos a los 45
días, las células B de InM+ el día 59 y las
productoras de InC el día 135. El momento de la
aparición de los anticuerpos sericos depende de la
sensibilidad de las técnicas
que se usen. Por consiguiente no es accidental que las respuestas
inmunitarias detectables sean aquellas dirigidas a virus, y que por
ello se requieran pruebas muy
sensibles de neutralización viral.
Existen informes de
que los becerros resp9onden a los rota virus a los a los 73
días, al parvoviruus el día 93 y al virus 3 de
parainfluenza a los 120 días. Los linfocitos
sanguíneos de este bovino pueden responder a la
fitohemaglutinacion, a la concavalina A y al mitogeno de la
fitolaca entre los 75 y 80 días, pero esta capacidad se
pierde temporalmente hacia el momento del nacimiento, a causa de
las altas concentraciones sericas de esteroides.
Lechón
El periodo de gestación de la marrana es de 115
días en promedio. El timo se desarrolla a los 40
días después de la concepción, Los fetos
pueden prodicir anticuerpos contra parvoviruus a los 58
días y rechazar los aloinjertos desde entonces. Los
linfocitos sanguíneos pueden responder a los mitogenos
entre los 48 y 54 días después de la
concepción.
La actividad de las células asesinas naturales
(NK) no se desarrolla hasta vanas semanas después del
nacimiento. Él numero de células B circulantes se
eleva mucho después de los 710 y 80 días. La
respuesta fetal a los principalmente de tipo IgM, pero los
lechones fetales y neonatos también producen una
pequeña inmunoglobulinas que puede tener cadenas
ligeras.
Potrillo
El periodo gestaciones de la yegua es de aproximadamente
340 días. Las células linfoides se observan por
primera vez en el timo, entre 60 y 80 días después
de la concepción. Sé encuentran en los ganglios
linfáticos mesenterios y en la lamina propia intestinal a
los 90 días, y en el bazo a los 175 días. Los
linfocitos sanguíneos aparecen hacia los 80 días,
es posible observar unas cuantas células plasmaticas a los
240 días. Los potrillos recién nacidos tienen
cantidades sericas detectables de IgM e IgG y en ocasiones de
IgG(T).
Carnívoros
El periodo de gestación es de unos 60
días. El tomo es detectable a los 23 – 33
días. Se identifican los ganglios linfáticos a los
45 días de gestación y en el bazo a los 50 –
55 días de gestación en esta etapa los cachorros
pueden volverse resistentes a la a una inyección
intrauterina del antígeno antes del día
42.
Pollos
Las células primordiales surgen en la membrana
del saco vitelino y fluyen por influjo quimiotactico hacia el
timo y bolsa de fabricio entre los 7 y 5 días de
incubación.
Los linfocitos con IgM superficial pueden detectarse en
la bolsa después de los cuarenta 14 y los anticuerpos
contra hemocianina de la etapa de bocabelle y eritrocitos de
oveja pueden a los 16 y 18 días.
Los linfocitos con IgG superficial sé desarrollan
el día 21 cerca de la fecha de empollamiento, mientras que
las células positivas respecto a las igA aparecen en el
intestino tres o siete días después de
empollar.
Desarrollo de la
capacidad fagocirtaria.
Hacia el momento del nacimiento, disminuye la capacidad
fagocitaria y bactericida de leucocitos, por aumento en
concentración de glucocorticoides fetales. Después
del nacimiento se deprime la respuesta quimiotactica de los
macrofagos y son capaces de mantener el crecimiento de algunos
virus, a diferencia de los macrofagos de los especímenes
adultos. La actividad virucida se adquiere en forma gradual,
aunque, al parecer, este proceso se da fajo la influencia del
timo.
Ocurren cambios interesantes en la distribución de macrofagos en el cerdo
neonato. Por ejemplo, estos lechones tienen muy pocos macrofagos
intravasculares pulmonares. No obstante, durante los primeros
días después del parto, los
monocitos sanguíneos adquieren al endotelio de los
capilares pulmonares y se diferencian en macrofagos. De forma que
en el lechón recién nacido la mayor parte de
partículas (75%) se eliminan de la sangre en el
hígado y bazo. Hacia los dos meses de edad, 75% se elimina
en los pulmones. Los macrofagos alveolares de los cerdos neonatos
tienen actividad fagocitaria deficiente, pero para los siete
días de edad, esta ya es eficaz.
DESARROLLO DEL SISTEMA INMUNITARIO E
INFECCIÓN INTRAUTERINA.
Aunque el feto no este del todo indefenso, es menos
capaz de combatir una infección que el adulto. Se ha
demostrado que los tejidos de los
becerros de 95 días de gestación producen
interferones alfa y beta a cantidades similares a las que se
genera en los tejidos adultos. Sin embargo, se sabe que en el
feto se produce menos interferon gamma.
En consecuencia hay varias enfermedades que pueden se
leves y indetectables en la madre y graves o letales en el feto.
Ejemplo de estos padecimientos es la lengua azul,
la rinotraqueitis infecciosa bovina, diarrea viral
bovina, rubéola en seres humanos y la taxoplasmosis. A
menudo las infecciones fatales ocasionan hiperplasia linfoide y
aumento en la concentración de inmunoglubulinas. Por esa
razón, la presencia de concentraciones importantes de
inmunoglubulinas en un animal recién nacido que no haya
recibido leche materna
, es indicativa de estimulo antigenico intrauterino.
En general la respuesta a estos microorganismos esta
determinada en el estado de
desarrollo inmunitario del feto. Por ejemplo si la vacuna viral
de la lengua azul, que no es patógena para las ovejas
adultas normales se aplica a las ovejas gestatantes a los 50
días de la concepción, produce lesiones graves en
el sistema nervioso
de los fetos, entre ellas hidrocefalia y displacía de la
retina. Y si esta vacuna se aplica a 100 días
después de la concepción a los corderos
recién nacidos solo se les observa una respuesta glial. Si
la vacuna del virus de la lengua azul se aplica en fetos ovinos
entre los 50 y 70 días se desarrollo esta puede aislarse
de los tejidos del cordero durante varias semanas, pero si se
aplica después del día 100, casi nunca podrá
aislarse de nuevo.
RESPUESTA INMUNITARIA EN NEONATOS
Después de desarrollarse en el ambiente
estéril del útero, los mamíferos
recién nacidos llegan a un ambiente rico en
microorganismos. Los hijos de los animales domésticos
pueden establecer respuestas inmunitarias al momento del
nacimiento. Sin embargo, cualquier respuesta inmunitaria en un
animal neonato debe de ser de tipo primario, con un largo periodo
de retraso y concentraciones bajas de anticuerpos.
Por consiguiente a menos que brinde asistencia
intrauterina, en un animal neonato debe de ser de tipo primario,
con un largo periodo de retraso y concentraciones bajas de
anticuerpos.
Por consiguiente, a menos que se brinde asistencia
intrauterina, los animales recién nacidos pueden morir a
causa infecciones que representan una amenaza menor para el
adulto. Esta ayuda inmunitaria se da en la forma de anticuerpo
que la madre transmite a sus hijos Atraves del calostro. Los
linfocitos maternos también pueden transferirse al feto
por medio de la placenta a los dos neonatos en el calostro y por
migración transintestinal, aunque la
importancia biológica no esta clara.
TRANSFERENCIA DE
INMUNIDAD DE LA MADRE A LA CRÍA
La vía por la cual los anticuerpos maternos
llegan al feto esta determinada por la estructura
placentaria. En los seres humanos y otros primates, la placenta
es hemocorionica, es decir, la sangre materna establece contacto
directo con el trofoblasto. Este tipo de placenta permite que la
IgG materna se transfiere al feto, no así la IgM, IgA o
IgE. la IgG materna entra en la corriente sanguínea del
feto, y el neonato humano puede tener concentraciones de esta
inmunoglubulina comparables a los de concentraciones de esta
inmunoglulinas comparables a los de su madre.
Los perros y gatos
tienen una placenta endoteliocorionica en la cual el epitelio
corionico esta en contacto con el endotelio de los caoilares
maternos. En estas especies, una pequeña cantidad de IgG
puede pasar de la madre al cachorro o gatito, pero la mayor parte
se obtiene del calostro.
La placenta de rumiantes es sidesmocorionica;
Ósea, el epitelio corionico esta en contacto directo con
los tejidos uterinos, mientras que la placenta de caballos y
cerdos son epiteliocorionicas, ya que el epitelio corionico fetal
establece contacto con el epitelio uterino intacto. En animales
con estos tipos de placenta no se permite el paso
transplacentario de moléculas de inmunoglubulinas, y los
neonatos e de estas especies dependen por completo de los
anticuerpos que reciben por medio del calostro.
IMPORTACIA DE LOS ANTICUERPOS MATERNOS PARA EL RECIEN
NACIDO
En virtud de la exposición
a que resulta sometido en el curso del desarrollo postnatal
frente a los antígenos del medio
ambiente, el organismo entra en posición de
anticuerpos y linfocitos específicamente sensibilizados
contra la mayoría del microorganismo
de su entorno. Si el organismo adquiere de esta manera un
repertorio de anticuerpos suficientemente amplio,
dispondría también frente a gérmenes
patógenos de nuevo ingreso de anticuerpos y linfocitos que
pueden con algunos determinantes de los gérmenes en
cuestión, junto a la protección especifica en
sentido estricto, el sistema inmunitario entrenado puede se
consiguiente conferir también una cierta inmunidad
inespecifica por reacción cruzada .
El recién nacido solo dispone de cantidades
mínimas de anticuerpos autoformados, debido a la evidente
falta de exposición a los antígenos en la vida
prenatal y como consecuencia de la mas oi menos marcada falta de
madurez inmunologíca. aun cuando el recién nacido
estuviera en condiciones de reaccionar en la misma
intensidad
Que el animal mayor ante los numerosos microorganismos
que actúan después del parto, transcurriría
un tiempo largo para disponer de los anticuerpos.
SECRECIÓN Y COMPOSICIÓN DEL CALOSTRO Y
LA LECHE
El calostro representa las secreciones acumuladas de la
glándula mamaria durante las ultimas semanas de la
preñez, junto con las proteínas
que se transfieren de manera activa por las corrientes
sanguíneas bajo la influencia de estrogenos y
progesterona. Por tanto es rico en IgG e IgA, pero también
contiene algo de IgM e IgE. La inmunoglubulina predominante en el
calostro de la mayor parte de los mamíferos
domésticos es la Igg, la cual representa hasta un 65 a 90%
del contenido total de anticuerpos. La IgA y las otras
inmunoglubulina casi siempre son componentes menores, aunque
importantes.
Conforme avanza la lactación y el calostro se convierte en
leche, surgen diferencias entre las especies:
Especie | liquido | Inmunoglubulinas | ||||||
IgA | IgM | IgG | IgG(T) | IgG(B) | ||||
Yegua | calostro | 500 -1500 | 100-350 | 1500-5000 | 500-2500 | 50-150 | ||
leche | 50 -100 | 300-1300 | 20-50 | 5.-20 | 0 | |||
vaca | calostro | 100 – 700 | 4-15.0 | 3400-8000 | ||||
leche | 5.0 -11.0 | 400-1200 | 33-120 | |||||
oveja | calostro | 100 – 700 | 400-1200 | 4000-6000 | ||||
leche | 5.0 -12.0 | 0-7 | 60-100 | |||||
cerda | calostro | 950 -1050 | 250-320 | 3000-7000 | ||||
leche | 300-700 | 30-90 | 100-300 | |||||
Perra | calostro | 500-2200 | 14-57 | 120-300 | ||||
leche | 110-620 | 10.0-54.0 | 1.0-3 | |||||
Gata | calostro | 150-340 | 47-58 | 4400-3250 | ||||
leche | 240-620 | 0 | 100-400 |
ABSORCIÓN DE CALOSTRO
Los animales jóvenes que reciben la leche materna
poco después de nacer, llevan calostro a su tubo
digestivo.
Por consiguiente, los becerros que se alimentan de
manera natural ingieren un promedio de dos litros de calostro,
aunque algunos becerros en particular pueden hasta ingerir 6
litros. En estos animales el grado de actividad proteolitica en
él aparto digestivo es bajo y se reduce a un mas por los
inhibidores de la tripsina de calostro no se degradan, ni se usan
como fuente alimentaria, en cambio llega
intactas al intestino de los neonatos este receptor es un
heterodimero del MHC clase 1b que
contiene una cadena alfa y grande de microglubulinas b 2. es posible que el FcRn se encuentre en todos
los mamíferos, y es muy similar al receptor F.c. que se
encuentra en el saco vitelino de los pollos.
Una ves que sé unen a fcrn, las células
epiteliales captan en forma activa las inmunoglubulinas por medio
de pinocitosis y atraviesan estas células hacia los
quiloferos absorbida llega a la circulación
sistemática v y los neonatos así tiene una
transfusión masiva de inmunoglubulina materna.
La absorción inicial de IgG proveniente del
calostro es necesaria para la protección del animal joven
contra a enfermedad septicemica.
La ingesta continua de IgA o IgG1 es importante contra
la enfermedades entericas. Y la de falla de cualquiera de estos
procesos
predispone al animal a la infección.
Existen tres razones principales para la falta de
transferencia adecuada de calostro. En primer lugar a que la
madre produzca en cantidades insuficientes o de mala calidad en casos
de partos prematuros. En segundo lugar aun cuando se produzca
calostro sufiente en grandes cantidades el neonato puede no
ingerir cantidades suficientes (falla en la ingesta). En tercer
lugar es posible un defecto en la absorción intestinal a
pesar de una ingesta adecuada de calostro,(falla de
absorción).
Desarrollo de la respuestas inmunitarias en
los neonatos
Reacción inmunitaria local.
Para cuando el calostro se transforma en leche, los
tejidos linfoides del intestino de los neonato ya adquieran una
capacidad total de respuesta a los antígenos que ingieren.
Gran parte de esta respuesta temprana se atribuye al interferon
pero existe una respuesta intestinal temprana de IgM que cambia a
IgA dos semanas después. En el anim al en crecimiento la
respuesta de SigA aparece antes y alcanza las cifras de adultos
mucho antes que las otras Igs. Esta capacidad del intestino
virgen para reponder con prontitud a los
antígenos
Reacción inmunitaria
sistémica.
La intensidad de respuesta inmunitaria se regula
parcialmente por una retroalimentacion negativa en que la unión
de anticuerpos específicos del FcRs de las células
B bloquea la actividad del receptor antigenico de las
células B por lo que inhibe la mayor parte de
producción de anticuerpos con la misma especificidad. La
inmunización pasiva del recién nacido por
anticuerpos maternos inhibe el desarrollo de la acción
inmunitaria del animal joven, probablemente se deba a la
supresión de células B y enmascaramiewnto y
secuestro de
antígenos. También el calostro puede contener
inmunosupresores distintos de las inmunoglubulinas.
Los animales domésticos recién nacidos son
capaces de desarrollar una acusada respuesta ya en los primeros
días de vida.
Con la elección de coadyuvantes correspondientes
y a la aplicación de adecuadas dosis de antígenos,
debería resultar posible, al menos en los angulados,
utilizar también en los recién nacidos todas las
vacunas
empleadas en el animal adulto para provocar respuestas
inmunitarias, aunque más débil en el aspecto
cuantitativo.
Debido especialmente a atribuirse la relativa debilidad
de la capacidad reacción inmunologíca a la
reacción primaria, pierde importancia practica en las
vacunas repetidas. La vacunación de los recién
nacidos es el principio y procede por ello a utilizar como una
medida epizzotiologica para luchar contra enfermedades
infecciosas.
La vacunación del recién nacido resulta
limitada por el nivel de madurez del sistema inmunitario, por la
acción supresiva de la unidad de anticuerpos maternos
eventualmente presentes.
A pesar de la capacidad de los animales jóvenes
de reaccionar inmunologicamanete, una protección adquirida
activamente por vacunación efectuada incluso el primer
día de vida no se suele establecer antes de las dos
semanas de existencia.
Por ello una inmunoprofilaxis contra las enfermedades
infecciosas que se presentan en las dos primeras semanas de
existencia sola se puede lograr por vacunación de la madre
y subsiguiente aporte pasivo al recién nacido de
anticuerpos maternos o mediante aporte directo de suero
inmune.
- La ontogenesis de los órganos inmunitarios
discurre en las distintas especies animales y en el hombre de
forma muy similar, aunque en el momento del nacimiento se
encuentre en variable grado de desarrollo. - Aunque el feto no este del todo indefenso, es menos
capaz de combatir una infección que el
adulto. - Los hijos de los animales domésticos pueden
establecer respuestas inmunitarias al momento del nacimiento.
Sin embargo, cualquier respuesta inmunitaria en un animal
neonato debe de ser de tipo primario, con un largo periodo de
retraso y concentraciones bajas de anticuerpos. - La ingesta continua de IgA o IgG1 es importante
contra la enfermedades entericas. Y la de falla de cualquiera
de estos procesos predispone al animal a la
infección.
FRIEDHELM HORSCH, Inmunoprofilaxis De Los
Animales
Domésticos. Editorial Acribia España
1986.
IAN. R. TIZARD, Inmunología Veterinaria,
quinta edición, editorial
McGraw-Hill interamericana. Collage Station Texas
1996.
HALLIDAY. R. Inmunidad y salud en recién
nacidos. Editorial A.m.
Vet jl. 1985
MOISES ALIDIO ARCHILA CHAVEZ
ROSALINDA VIGIL
ENCARGADO Y ASESOR:
Dr. IRMA ELIZABETH VIDES
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
FACULTAD DE CIENCIAS
AGRONOMICAS
DEPARTAMENTO DE FITOTECNIA
VIROLOGIA E INMUNOLOGIA
CIUDAD UNIVERSITARIA, 12 DE DICIEMBRE DE
2005.