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La estrategia medioambiental y la formación del profesional (página 2)




Enviado por Lázaro Rodríguez



Partes: 1, 2

En el campo académico, el concepto de
estrategia se
introduce en 1944 en la obra "La teoría
del juego" escrita
por Von Neuman y Morgenstern, y es donde por primera vez se
relaciona a los negocios, y la
definen como "una serie de actos que ejecuta una empresa, los
cuales son seleccionados de acuerdo con una situación
concreta". Más tarde, en el año 1965, se introduce
en el campo de la teoría de la dirección en los Estados Unidos de
América, expuesto en el libro
"Estrategias
Corporativas", de Igor Ansoff (1965), donde se trata de
proporcionar un eje de orientación mediante el cual
expresar una voluntad fundamental de la
organización, o sea, expresa lo que quiere hacer la
misma en el futuro. Esta forma de actuación responde a la
necesidad, por parte de la empresa, de
una actuación pensada y medida, en términos de
objetivos y
medios dentro
y frente a un entorno activo. El primer modelo
estratégico elaborado en Harvard Business School
tenía esta concepción competitiva y una gran parte
de los que hoy existen contienen obligatoriamente este enfoque y
no es por casualidad, como puede sobrevivir una empresa y en
general una organización cualquiera en un mundo de
brutal competencia, si
no lucha y trata de encontrar, al menos, un pequeño nicho
donde actuar.

Según Gárciga "La estrategia, cualquiera
que sea su definición, es el producto de un
conjunto de acciones
lógicas y creativas que conducen a la formulación
de objetivos amplios, de políticas
principales y de asignación de recursos para
lograr las metas trascendentales, en la búsqueda de una
mejor posición y una respuesta más coherente ante
el entorno actual y futuro".

La estrategia
como patrón,
plan, posición, perspectiva y
estratagema o maniobra

Las estrategias reflejan diferentes perspectivas y
enfoques, ello determina que en las diferentes definiciones de
estrategia se reflejen al decir de Henry Mintzberg cinco
perspectivas distintas, estas son las de: estrategia como
patrón, plan,
posición, perspectiva y estratagema o maniobra.

Cada una de estas concepciones responde a formas
diferentes de ver o asumir las estrategias, veamos a
continuación su esencia.

La estrategia como patrón: Refleja una forma de
actuar o comportamiento, tanto emergente como deliberado
que reflejan una coherencia de conducta en el
tiempo que les
sirve de base para delinear su actividad.

Como plan: Las estrategias representan un curso de
acción
consciente para enfrentar el futuro. Este enfoque concuerda con
los procesos
formales de establecer las estrategias.

La estrategia es la creación de una
posición: Representa una situación en la que la
organización busca situar sus productos en
un mercado
particular dentro de su entorno competitivo.

La estrategia como perspectiva: Es la forma en que los
directivos de una organización se ven a sí mismos
(miran hacia adentro) y hacia arriba donde está la
visión que la empresa quiere alcanzar y le sirve de
guía.

La estrategia como estratagema o maniobra: Refleja los
movimientos o maniobras de la empresa para engañar a sus
competidores y ganar o mantener una posición
competitiva.

Ninguno de estos enfoques sobre la estrategia es puro,
por el contrario, ellos se presuponen y complementan unos a otros
en la práctica, aunque es posible ver en cada caso la
primacía de alguno de ellos.

Estrategias
medioambientales

El termino Estrategias Ambiéntales es mencionado
por primera vez en la Agenda 21 documento que fue suscripto en la
Cumbre de la Tierra, la
más vasta reunión de dirigentes mundiales, que se
celebró en (el mes de junio) de 1992, en Río de
Janeiro (Brasil). En donde
se exhorta a los gobiernos a que adopten estrategias nacionales
para el desarrollo
sostenible. Estas deberán elaborarse con la amplia
participación de todos los sectores, incluidas las
organizaciones
no gubernamentales y el público en general.

La Agenda 21 coloca a los gobiernos nacionales en la
vanguardia del
proceso de
cambio, pero
destaca la necesidad de que estos obren en amplia
asociación con las organizaciones internacionales, la
empresa, las autoridades locales, regionales, provinciales y
estatales, así como junto con asociaciones civiles y
organizaciones no gubernamentales.

Conforme a esto se señala en la Agenda 21, "tan
sólo mediante un esfuerzo mundial mancomunado se
logrará un futuro más próspero y seguro para todas
las naciones". Es por ello que con la creación en 1994 del
Ministerio de Ciencia,
Tecnología
y Medio
Ambiente, Cuba dio un
importante impulso a la política y la
gestión
ambientales en el ámbito nacional.

Este trascendental cambio institucional, impuso a su vez
la necesidad de revisar los marcos estratégicos y
regulatorios del país, en materia de
medio ambiente.

Sobre la base de cubrir estas exigencias se
desarrolló la Estrategia Ambiental Nacional (EAN), cuyo
diseño
comenzó en 1995, y se prolongó hasta mediados de
1997, en que resultó aprobada por el Gobierno.

La EAN constituyó el fundamento para el desarrollo de
las Estrategias Ambientales Territoriales ? hoy existentes en
todo el país ? así como de las Estrategias
Ambientales Sectoriales, de las cuales están dotados
actualmente todos los sectores de la producción y los servicios que
tienen un impacto sobre, o una relación significativa con
el medio ambiente.

Educación
ambiental

Las relaciones entre educación y
medioambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta
la Educación
Ambiental es que el medioambiente, además de medio
educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico,
aparece con entidad suficiente como para constituirse en
finalidad y objeto de la
educación.

De esta forma, aunque sus raíces son antiguas, la
Educación Ambiental, como la entendemos hoy en día,
es un concepto relativamente nuevo que pasa a un primer plano a
finales de los años sesenta.

Estos planteamientos alcanzan rápidamente un
reconocimiento institucional. Así por ejemplo, en el
ámbito internacional, ha sido la Organización de
las Naciones Unidas,
a través de sus organismos (UNESCO y PNUMA
fundamentalmente), la principal impulsora de estudios y programas
relativos a la Educación Ambiental. Sin embargo, no
podemos reducir este proceso de desarrollo a su vertiente
institucional. Es preciso reconocer el esfuerzo de innumerables
entidades, organizaciones de carácter no gubernamental y educadores que
han contribuido, a veces de forma anónima, no sólo
a la conceptualización de la Educación Ambiental
sino, sobre todo, a su puesta en práctica.

FUNCIONES DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL

Un propósito fundamental de la Educación
Ambiental es lograr que tanto los individuos como las
colectividades comprendan la naturaleza
compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos:
físicos, biológicos, sociales, culturales,
económicos, etc.) y adquieran los conocimientos, los valores y
las habilidades prácticas para participar responsable y
eficazmente en la prevención y solución de los
problemas
ambientales y en la gestión de la calidad del medio
ambiente.

La Educación Ambiental resulta clave para
comprender las relaciones existentes entre los sistemas
naturales y sociales, así como para conseguir una percepción
más clara de la importancia de los factores
socioculturales en la génesis de los problemas
ambientales. En esta línea, debe impulsar la
adquisición de la conciencia, los
valores y los
comportamientos que favorezcan la participación efectiva
de la población en el proceso de toma de
decisiones. La Educación Ambiental así
entendida puede y debe ser un factor estratégico que
incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo
hacia la sostenibilidad y la equidad.

Por lo tanto, la educación ambiental, más
que limitarse a un aspecto concreto del
proceso educativo, debe convertirse en una base privilegiada para
elaborar un nuevo estilo de
vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la
vida social para que los miembros de la sociedad
participen, según sus posibilidades, en la tarea compleja
y solidaria de mejorar las relaciones entre la humanidad y su
medio.

OBJETIVOS DE LA ESTRATEGIA DE EDUCACIÓN
AMBIENTAL

Conciencia: Ayudar a las personas y a los grupos
sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del
medio ambiente en general y de los problemas
conexos.

Conocimientos: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a
adquirir una comprensión básica del medio ambiente
en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y
función
de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.

Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales
a adquirir valores sociales y un profundo interés
por el medio ambiente que los impulse a participar activamente en
su protección y mejoramiento.

Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales
a adquirir las aptitudes necesarias para resolver los problema
ambientales.

Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los
grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de
Educación Ambiental en función de los factores
ecológicos, políticos, económicos, sociales,
estéticos y educacionales.

Participación: Ayudar a las personas y a los
grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y
a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar
atención a los problemas del medio
ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al
respecto.

Previamente ha quedado planteado el carácter
estratégico que la Educación Ambiental en el
proceso hacia el desarrollo sostenible. Sin embargo, es evidente
que la acción educativa, por sí sola, no es
suficiente para responder al reto ambiental. "Para contribuir con
eficacia a
mejorar el medio ambiente, la acción de la
educación debe vincularse con la legislación, las
políticas, las medidas de control y las
decisiones que los gobiernos adopten en relación al medio
ambiente humano". (UNESCO).

La educación es, a la vez, producto social e
instrumento de transformación de la sociedad donde se
inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo
tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora
bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la
dirección del cambio, es muy improbable que el sistema
educativo transforme el complejo entramado en el que se
asientan las estructuras
socioeconómicas, las relaciones de producción e
intercambio, las pautas de consumo y, en
definitiva, el modelo de desarrollo establecido. Esto implica la
necesidad de incluir los programas de Educación Ambiental
en la planificación y en las políticas
generales, elaboradas a través de la efectiva
participación social. Demasiadas veces se cae en la
tentación de realizar acciones atractivas, con una vistosa
puesta en escena y grandes movimientos de masas, que no
comprometen demasiado ni cuestionan la gestión que se
realiza. La Educación Ambiental debe integrarse con la
gestión ("la mejor educación es una buena
gestión") y no ser utilizada como justificación
ante las posibles deficiencias de ésta. El reto que
tenemos planteado hoy en día es el de favorecer la
"transición" hacia la sostenibilidad y la equidad, siendo
conscientes de que esta transición requiere profundos
cambios económicos, tecnológicos, sociales,
políticos, además de educativos. Así pues,
aun reconociendo las enormes potencialidades de la
Educación Ambiental, no podemos convertirla en una falsa
tabla de salvación.

Teniendo en cuenta los objetivos y fines de la
Educación Ambiental, definidos en las reuniones de
Estocolmo y Belgrado, así como en la renovación del
articulo 27 de la constitución de la republica,
después de la cumbre de la tierra
celebrada en Río de Janeiro 1992, queda clara la necesidad
de incorporar con precisión y mayor alcance la
dimensión ambiental en el planeamiento
curricular de la educación
superior, como vía de contribuir al desarrollo
sostenible desde la propia formación. Por lo que una de
las vías para esa incorporación es la
confección de estrategias de educación ambiental
orientadas al desempeño profesional de los estudiantes en
todas las carreras de la educación superior

NECESIDAD DE CAPACITACIÓN DEL PROFESIONAL EN
EDUCACIÓN AMBIENTAL

La escuela, es decir
todas las instituciones
educativas y en todos sus niveles, tienen la obligación,
de preparar a sus educandos de acuerdo al encargo social. Este no
se da a través de una "orden fija", con "contenidos
establecidos" por todos los tiempos o dada por alguna autoridad
jerárquica. Se trata, cuando se elabora un
currículum, de que éste contenga todo lo necesario
en el tiempo actual en el cuál se elabora y con cierta
proyección al futuro. Como los conocimientos en ciencias y
tecnología crecen y sus efectos sobre la sociedad se hacen
sentir diariamente, se debe adecuar el currículum
permanentemente a estas situaciones cambiantes, para que los
alumnos aprendan lo que se requiere en la sociedad.

La Educación Ambiental de forma adecuada, prepara
a los alumnos de tal manera que se forme en ellos una conciencia
ambiental, como ciudadanos y futuros profesionales y que tomen
medidas para que el deterioro ambiental sea frenado y encauzado
el desarrollo del país a un Desarrollo Sostenible, que no
destruya los recursos
naturales, sino que los utilice de tal manera que puedan ser
aprovechados también por futuras generaciones.

Relación
educación ambiental y conciencia
ambiental

El fomento de la conciencia ambiental es desde su inicio
el objetivo
central de la Educación Ambiental. En el campo de la
conciencia ambiental se opera con una serie de suposiciones
básicas, cuyo núcleo es una cadena causal asumida
como sigue.

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Ilustración No1:Cadena causal
conocimientos, conciencia, comportamiento

Esta cadena causal, a veces es más fina que la
del ejemplo, porque se diferencia en el campo del comportamiento
ambiental entre "intenciones de comportamiento" y
"actuación real". Esta cadena causal asumida es enmarcada
por una serie de suposiciones básicas:

El desarrollo del Medio Ambiente ha tomado dimensiones
amenazantes – una catástrofe es inevitable, si no se
cambia nada.

La crisis
ambiental no se puede resolver tan solo por estrategias técnicas.
Se requiere de un cambio de los valores y de actitudes, que
finalmente puede llevar a un comportamiento ambiental
diferente.

Valores y actitudes se forman en la infancia y
juventud, por
eso es importante de desarrollar desde temprano una
"relación empática con la naturaleza" y un
"amor a la
naturaleza", porque sólo entonces se va a actuar en contra
de la destrucción del Medio Ambiente.

Identificamos la dimensión cognoscitiva con el
área de conocimientos sobre Medio Ambiente / experiencias
ambientales que juega un papel en forma de transferencia de
conocimientos y entrenamiento de
la percepción, pero no por la cosa misma, sino con una
perspectiva funcional y teleológica en cuánto a
"cambiar de pensamientos".

La segunda dimensión afectiva es representada en
la cadena causal por el área que se encuentra en el centro
de la cadena causal actitudes / confusión que permite al
individuo
entrar en una contradicción dialéctica,
llevándolo a la reflexión.

La tercera dimensión, la conductual se refleja en
el área que viene en la cadena causal después de
las actitudes y que según algunos autores se encuentra
fuera del alcance inmediato de la Educación Ambiental, es
decir, se requiere de todo un proceso que se podría lograr
a largo plazo y que necesita condiciones favorables y apoyo de
los otros sistemas político, económico.

Los autores Braun en 1983 y Langeheine y Lehmann en 1986
opinan que "la intensificación del conocimiento
ecológico (ambiental) no lleva forzosamente al
comportamiento ambientalmente correcto. Las investigaciones
de estos autores han hecho ver algo claramente:

"Educación Ambiental, que sólo transmite
conocimientos ambientales, no lleva automáticamente al
comportamiento ambientalmente correcto".

Langeheine y Lehmann definen, basándose en los
trabajos de otros autores "Conciencia Ambiental" a partir de tres
componentes:

"Conciencia Ambiental significa, que alguien tiene que
ver un problema, pensar sobre éste y saber algo sobre
él (conocimiento ambiental).

Tener una cierta posición (posición
ambiental)

Para llegar a una actuación (comportamiento
ambiental)"

Debe destacarse aquí la importancia de la
relación de la teoría con la práctica. Si la
Educación Ambiental no se limita solamente a la
teoría, sino también incluye un fuerte componente
práctico, se puede llegar a mejores resultados en
cuánto a la obtención del comportamiento
ambientalmente correcto.

Los autores Langeheine y Lehmann llegaron al resultado
de que "el
conocimiento ecológico o ambiental no es una premisa
importante para la posición ambiental y el comportamiento
ambiental correcto. Los resultados contradicen así la
opinión de que sobre la base de la transmisión de
conocimientos se darían automáticamente cambios en
la posición y el comportamiento ambiental
correcto.

Estos autores constataron además que:

Entre los sentimientos frente a la destrucción
del medio ambiente (posición ambiental) y el
comportamiento ambiental (de la política ambiental) hay
una relación fuerte, que sin embargo casi no actúa
sobre el comportamiento ambiental en el hogar o desaparece por
completo.

Que la transmisión de conocimientos ambientales a
través de la escuela ocurre mucho más
satisfactoriamente que la influencia sobre el comportamiento
ambiental.

Siguiendo esta idea Langeheine y Lehmann recomiendan a
la escuela "concentrarse más en el comportamiento
ambiental y sentimiento (posición) ambiental. Al parecer
no es suficiente hablar en clases tan solamente sobre las
posibilidades de actuación o la actuación
(faltante) de gobierno, industria,
instituciones y personas individuales.

Sólo el ejercicio a través de años,
de comportamientos respectivos con la creación de normas de
protección ambiental en la comunidad de
la clase y de la
escuela puede cerrar el espacio entre conocimiento ambiental y
actuación (comportamiento)"

"Los resultados a los que llega Braun (1983), son casi
idénticos. De los resultados de las dos investigaciones se
puede llegar a las siguientes relaciones:

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Ilustración No. 2: Relación
conocimiento ambiental – posición ambiental –
comportamiento Ambiental

A pesar de su importancia, la Educación Ambiental
no progresa sin encontrar serias resistencias,
rutinas, inercias y deficiencias en la formación del
profesional, prejuicios ideológicos, son algunos de los
problemas derivados de una praxis
insuficiente. Por otra parte, no puede decirse que el cuerpo
doctrinal de la Educación Ambiental, hoy tan rico y
sugestivo, haya resuelto claramente cuestiones como sus
relaciones con el currículo escolar, el problema de la
transversalidad, la transmisión de valores, la integración de la educación formal y
no formal y otros.

Dentro de la Educación Ambiental los valores
personales, las actitudes, las normas y las pautas de
comportamiento son relevantes porque plantean una serie de
problemas prácticos, cotidianos que hay que resolver para
una mejor calidad de
vida.

La Educación Ambiental debería atravesar
toda la organización disciplinar del proceso de enseñanzaaprendizaje
impregnando el currículo en su totalidad. Estos temas
tienen que estar inmersos en las diferentes asignaturas. Algunas
de las dificultadas afrontadas en la aplicación de la
Educación Ambiental como transversal ponen de manifiesto
dos cuestiones básicas: por un lado los estudiantes
necesitan de una formación adecuada en torno a los
contenidos ambientales porque hay que precisar que existe la
necesidad de tener conocimientos, habilidades y valores acerca de
esta problemática. Por otro lado la misma naturaleza de la
Educación Ambiental implica una toma de posición
cambiando el estilo de vida de aquellos que dirigen, guían
y orientan el proceso de enseñanza
-aprendizaje.

La Educación Ambiental persigue no sólo
las relaciones que existen entre el hombre y su
medio ambiente, sino que busca la comprensión social y
moral de estas
relaciones, es decir, una sociedad preparada en la medida que la
mayoría de sus ciudadanos puedan enfrentarse a la
solución de los problemas en relación con su medio,
en el hogar, desde su puesto de trabajo y los
resuelvan, entonces se da dialécticamente el punto de
partida de la Educación Ambiental; se produce, como
categoría rectora del proceso de relación hombre y medio
ambiente, la preparación o formación de los
ciudadanos.

Ante un mundo pluralista y ante la crisis de identidad que
atravesamos han surgido diferentes concepciones humanistas.
Nosotros estamos de acuerdo con la concepción
axiológica de María de las Nieves Pereira, que
reconoce el carácter objetivo de los valores,
refiriéndonos a:

"Una cualidad objetiva de todos los seres (personas o
cosas) que las hace deseables y apetecibles.

Todo lo que contribuye al desarrollo, realización
y superación del hombre.

Aquello que da sentido a la vida del hombre y de los
pueblos.

Los motivos que orientan cualquier proyecto de vida
personal y
colectiva.

Aquello que permita al hombre la conquista de
su identidad, de su verdadera naturaleza."

Al optar por determinados valores hay que tener en
cuenta:

La dimensión cognoscitiva (normas,
conocimientos)

La dimensión afectiva (actitudes)

La dimensión conductual (valores poseídos
– compromiso en las respuestas).

Por lo tanto el quehacer del estudiante una vez ya
graduado ha sido unilateral, no permitiendo la coordinación entre estos elementos que
llevarían a un análisis interdisciplinario de los problemas
sociales y naturales de las ciencias. Para que la
Educación Ambiental sea incorporada con éxito
necesitamos cambiar este enfoque tradicional, por otro
interdisciplinario o transdisciplinario, siendo necesaria una
estrecha coordinación entre todos los componentes del
proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta coordinación
se refiere a los contenidos tradicionales y aquellos denominados
transversales.

Para lograr aquello, se requiere formar a los futuros
profesores, estudiantes y profesionales dentro de esta nueva
concepción en la que no se debe parcializar el
conocimiento, porque esto no permite analizar nuestra realidad de
una manera integral. Si bien las ciencias se han dividido para su
mejor estudio en ciencias
naturales, exactas y sociales no podemos negar que existe una
interdependencia natural entre ellas.

Conclusiones

La degradación del medioambiente es hoy una
situación que clama del esfuerzo mancomunado de toda la
sociedad, medidas y acciones son tratadas y aplicadas en todos
los ámbitos de la sociedad y por tanto también en
las universidades.

Crear y aplicar estrategias medioambientales que por
medio de su aplicación incidan en las posiciones de los
estudiantes en sus puestos laborales en el momento en que se
residan como profesionales contribuirá en alguna medida al
futuro del medio y con el de la humanidad.

Bibliografía consultada y
recomendada

  • Colectivo de autores Universidad Para Todos
    "Introducción al Conocimiento del Medio
    Ambiente".Editorial Academia.

  • Adrián Cerezo "Educación Ambiental
    Antecedentes Históricos Internacionales". Instituto de
    educación Ambiental de la Universidad Metropolitana
    1995.

  • MSc Margarita MC Pherson Sayú y coautores "La
    Educación Ambiental en la Formación de
    Docentes". Editorial Pueblo y Educación
    2004.

  • Gaceta Oficial de la Republica de Cuba, la Habana,
    martes 31 de agosto de 1998 "Ley No 85".

  • Gaceta Oficial de la Republica de Cuba, la Habana,
    viernes 11 de julio de 1997. Ley No 81 "Del Medio Ambiente:
    Denominación, Principios, Conceptos Básicos y
    Objetivos.

  • European Environmental Education for Our Common
    Future. European Regional Seminar Report. Report from the
    Norwegian National Commission for UNESCO Seminar.

  • Race to Save the Planet: Activity Guide.
    Environmental Issues across the Curriculum.

  • Williams, Roy. One Earth Many Worlds

  • Trends, Needs and Priorities of Environmental
    Education since the Tbilisi.

  • Rodríguez Expósito Félix y
    Concepción García Rita. Compilación de
    algunos aspectos importantes a tener presente en la
    Metodología de la Investigación Educacional.
    Material en elaboración de texto. Universidad de
    Holguín, 2003. (20 p.)

  • Rodríguez Rensoli, Madelín.
    Microambiente escolar en la enseñanza secundaria
    básica: Metodología para el tratamiento de la
    dimensión ambiental. Tesis en opción al
    título de master en Investigación Educativa.
    Holguín, 2001

  • Salazar, Rafael. Un programa de educación
    ambiental para el Consejo Popular de pinares de
    Mayarí. Tesis en opción al título de
    master en Investigación educativa. Holguín,
    2003

  • Sauvé Lude et al. Textos escogidos de
    educación ambiental de una América a otra.
    Editado por Las publicaciones ERE-UQAM. Universidad de
    Québec de Montreal. Québec, 2002.

  • Nieves Rico, María. Unidad mujer y
    desarrollo, género medio ambiente y sustentabilidad,
    CEPAL, Santiago de Chile, 1998.

 

 

 

 

 

 

Autor:

MSc. Lázaro Rodríguez
Rodríguez

Centro de trabajo: Universidad de
Holguín "Oscar Lucero Moya"

Provincia: Holguín

Partes: 1, 2
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