El abc de la Biblia www.abcdelabiblia.com Por: Fernando Regnault 8 CAPÍTULO Nº 3 ¡QUIÉN ES DIOS! 1).- El Creador. Dios es el creador de los cielos y la tierra y de todo cuanto en ello hay, la Biblia no trata de probar la existencia de Dio sino que lo da como una realidad incuestionable y expresa en los Salmos “Dice el necio en su corazón. No hay Dios”. Se necesita más fe para creer en las teorías evolucionistas que en la existencia de Dios como creador de todo lo existente, ya que creer en la formación de este mundo tan perfecto causado por la casualidad en una explosión, sería igual que creer que existiera la posibilidad de que si se echaran hacia arriba todos los tipos ( letras) de una tipografía, junto con suficiente papel. Tinta y …ver más…

El se revela de varias maneras que a continuación veremos brevemente: a).- A través de la creación. Cuando vemos una obra de ingeniería nos imaginamos de acuerdo a su magnitud y calidad, la grandeza, la creatividad, el ingenio, etc., del autor de tal manera que lo admiramos aún sin conocerlo, ninguno de nosotros pensaría que su reloj de pulsera no es hecho por el hombre, sino que es producto de una mina donde fluyen del centro de la tierra, pero sin embargo la mayoría de los hombres teniendo delante de sí la obra más hermosa jamás creada con una perfección infinita y una armonía inalcanzable para cualquiera de nosotros, no ha conocido a Dios a través de su obra y están dispuestos a creer que nosotros, obra infinitamente más perfecta que un reloj podamos ser sólo producto de una casualidad. Romanos 1: 18-23; “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la