Falsa Humildad
La humildad es una virtud, es un regalo de Dios. Es la capacidad de reconocer los defectos que se tienen; es aceptar que no somos más que una criatura de Dios, que necesitamos de él, que somos imperfectos y que somos pecadores.
Sin embargo, la verdadera humildad, también permite que podamos entender que tenemos cualidades, dones y carismas que Dios nos ha regalado, que somos hijos amados infinitamente por Dios, que Jesús nos redimió y nos lavó del pecado mortal y que estamos llamados a dar buenos frutos.
Ser humildes de verdad, es vivir sin buscar el aprecio de los demás, el reconocimiento y la fama, es vivir sin inquietarnos por lo que los otros piensen; es lograr que solo nos importe, lo que Dios piensa de nosotros. …ver más…
Tomando esas cosas buenas y aceptando que solo con ellas, no puedo hacer nada, pero que con la ayuda de Dios, si puedo lograr hacer grandes cosas en su Nombre. Esforzándome en aumentar mis cualidades y corregir mis defectos, para poder cumplir la voluntad de Dios en mi vida. ¡Así lograremos ser verdaderamente humildes, y no fingir una falsa humildad!
¿Eres realmente humilde o finges tener humildad? ¿Cómo te sientes en tu interior, verdaderamente humilde? ¿En ocasiones, tienes una lucha interna, por aceptar que no eres nada, que no tienes nada, que todo lo que has logrado, es porque Dios te lo ha permitido? Si es así, estas luchando por alcanzar la verdadera humildad.
Hoy Dios te dice: “Pues así habla el Altísimo, que vive en su morada eterna, y cuyo Nombre es santo: «Yo vivo en lo alto y me quedo en mi santidad, pero también estoy con el hombre arrepentido y humillado, para reanimar el espíritu de los humildes y a los de corazón quebrantado.” (Isaías, 57, 15)
Dios está contigo, él conoce tus luchas. Para lograr la verdadera humildad, contempla a Jesús en su Cruz y aprende de él, que siempre fue sencillo y humilde de corazón; pide ayuda a Dios en la oración; empieza a servir, sin esperar recompensa o reconocimiento; trata de pasar desapercibido, pero sin dejar de reconocer dentro de ti mismo, que estás haciendo el bien; aprende a recibir ayuda; habla menos de ti y escucha más de los otros; aprende a pedir perdón cuanto te