Biografia De Antonio Guzman Aguilera
ANTONIO GUZMÁN AGUILERA “GUZ ÁGUILA”.
Al hablar de la llamada Época de Oro del cine mexicano invariablemente pensamos en un par de películas que de diferentes formas quedaron en la historia del cine nacional pero no podemos dejar de pensar en uno de sus grandes exponentes Antonio Guzmán Aguilera Nació en San Miguel de Mezquital, Zac. (Hoy Miguel Auza) el 21 de Marzo de 1894, sus padres fueron el Sr. Ingeniero Civil Antonio Guzmán Espinosa español de Algeciras Provincia de Andalucía, poeta, escritor y pintor, y la Sra. Isabel Aguilera de Guzmán. Sus abuelos paternos el Sr. Bartolomé Guzmán Pizarro y la Sra. María de la Luz Espinosa. Abuelos maternos el Sr. Jesús Aguilera y Miranda y la Sra. María de la Luz Aguilera y Aguilera. …ver más…
Esto ya parece un cementerio. Su padre que era un sentimental, sollozaba desde su asiento, al contemplar el primer triunfo de su hijo. Lástima que le haya alcanzado la vida para poder ver tantos triunfos literarios que tuvo. Pero tuvo tiempo para oírle su primera poesía que hizo en el colegio: “la sierra de san José”. Y escuchó aquellos primeros aplausos, precursores de tantos como arrancara su talento. Declamados por él, desde luego, los elevaba mas. Después de su examen de 6° año, en el que también lograra la medalla de medallas, luciéndola en el pecho y escoltado por diez alumnos distinguidos, subió al escenario del ‘salón de actos y pronuncio con calor su primer ‘‘canto al maestro’’. Desde entonces lo llamaron el vete del colegio. Cuando tenía 14 años, murió su padre. Una plumaria lo llevo al sepulcro. Entonces no tenían amigos en México, solamente a Don Iñigo Noriega y los empleados de su negociación. Al bajar por la escalera de la casa, tras el féretro, se veía pequeño junto a los señores que lo acompañaban. Pero el fue sereno, ahogando el grito del dolor que aquella pena le acusaba. No tuvo en esos momentos ni un pariente cercano, ni un amigo querido, solo fue hasta el sepulcro abierto de su que esperaba su padre y que solo volvió a abrirse para recibirlo 50 años después. Al regresar a su casa, y después de haberse despedido de los empleados de la casa Noriega, Guz Águila se abrazo a su esposa y dijo,