Semillas De Papaya A La Luz De La Luna
Ana Gloria Moya nació en 1954, en Tucumán, Argentina. Hija de libreros. Se recibió de abogada. Actualmente se desempeña como defensora oficial penal en el distrito 5 de la Provincia de Salta. Comenzó su carrera literaria en 1997, cuando publicó el volumen de cuentos Sangre tan caliente y otras pasiones; posteriormente publicó La desmemoria (1999). La Universidad Católica de Salta publicó su primera novela Cielo de tambores en 2002. Ganó el premio Pro Cultura Salta 2001 del certamen literario Benito Crivelli.
A lo largo de su carrera, Ana Gloria Moya ha recibido diversos premios, entre ellos, el Premio Concurso Literario Colegio de Magistrados 1990, con su cuento "Perder el Paraíso"; el primer y segundo Premio …ver más…
Si lograban hacer esto con facilidad, no se trataba de una virgen; pero si la cuerda se atoraba en la frente de la dama respectiva, era considerada pura.
En relación con el embarazo, las mujeres eran muy fecundas y parían a temprana edad. Además, resultaban grandes criaderas por dos razones: primera, la bebida caliente que tomaban en las mañanas criaba mucha leche; segunda, el continuo moler de maíz y no traer los pechos apretados, las hacía tenerlos muy grandes y con mucha leche.
Durante los primeros meses del embarazo, la mujer no recibía cuidados especiales ni se preocupaba mucho de su estado. No era sino hasta el cuarto o quinto mes cuando se empezaba a dar masajes abdominales cada tres o cuatro semanas, con el objetivo de ir cuidando que el embrión se mantuviera en una posición adecuada.
Por lo general, las embarazadas no alteraban sus ocupaciones habituales y, cuando el parto se aproximaba, el marido improvisaba un pequeño cuarto en un extremo de la casa mediante una cortina de palmas. De ese modo, la futura mamá podía permanecer en privado durante todo el tiempo que estaba en la casa.
Llegado el momento del parto, se hacía indispensable la presencia del esposo para colaborar en todo lo necesario, y podía encontrarse a la suegra como ayudante de la partera, la cual colocaba debajo de la hamaca a Ixchel en aras