Introducción:
La historia de China muestra
más signos de independencia
que cualquier cultura
asiática, el pueblo chino no ha sufrido los efectos de
grandes invasiones y gran parte de su cultura, como
el sistema de
escritura y
numerosas facetas de su arte, apenas han
variado en más de 3000 años. Sólo en fechas
recientes se ha empezado a tener un conocimiento
científico de la prehistoria
China, a
partir de las excavaciones arqueológicas iniciadas en la
década de los veinte.
Los primeros habitantes de China de que
se tiene noticia se establecieron en la cuenca del río
Amarillo, esta zona, que solo es una pequeña parte de la
China actual,
se halla separada del resto del mundo de forma similar a la que
pervive en nuestros días. Es más que probable que
la mayoría de los pueblos pastoriles de la prehistoria que
aprendieron la técnica del cultivo se vieran asilados unos
de otros por barreras naturales como montañas y desiertos,
con todo esto, el aislamiento chino no puede explicares
sólo por estas razones.
Durante millares de años antes de que aparecieran
las primeras dinastías de reyes, pueblos nómadas
habían atravesado las llanuras y las murallas del
hábitat chino, por ello es probable que algunos
conocimientos y prácticas de la civilización
llegaran a China
procedentes de las sociedades
medio-orientales.
Geografía:
China,
la segunda nación más grande del mundo, tiene una
superficie de 11,418,174 km2 (incluida Mongolia). China es
superada sólo por Rusia en términos de
tamaño y es más grande que toda Europa y
Oceanía. Ocupa una cuarta parte de la extensión
territorial de Asia y
aproximadamente una doceava parte del área de todo el
mundo.
Los límites de la antigua China eran: Al norte el
Desierto de Gobi y Mongolia; al sur el Mar de China y las Selvas
de Indochina, el este el Mar amarillo y el Mar de China y al
oeste, las montañas del Tíbet y el
Turquestán.
Los ríos que cruzan a la China son: el Hoang-Ho
(río Amarillo) y el Yang-tse-Kiang (río Azul),
estos dos ríos nacen en las montañas del
Tíbet y desembocan en el Mar Amarillo. El Hoang-Ho, es de
curso muy irregular y su extensión no puede compararse a
la del Yang-tse-Kiang, ya que éste tiene 5000km de
longitud y cerca de su desembocadura tiene 500km de
navegación, con una anchura de casi 35km.
Los ríos de China han dividido a ésta en
diferentes regiones, pero la cultura se ha
desarrollado junto a las márgenes de estas vías
fluviales. Por la extensión del país los climas son
muy variables y
por tanto su agricultura,
así como su fauna, fueron
también de una gran diversidad, el arroz
constituyó, por la fertilidad de su suelo, el
principal elemento de alimentación.
En este territorio, de suelo
fértil, favorable a la agricultura
(cultivos de arroz, moreras, caña de azúcar,
té, trigo, etc.) y a las labores mineras (yacimientos de
cobre, oro,
hierro y
plomo), se estableció el pueblo chino, correspondiente a
la raza mongólica, de pómulos salientes, ojos
oblicuos, cabello negro y lacio, y tez mas o menos
amarilla.
Como se sabe fue justamente en China, donde se
localizaron los restos del Hombre de Pekín o
sinanthropus pekinensis, a los que se les calcula una edad
de cerca de medio millón de años, y se les
considera contemporáneos de las razas más
primitivas correspondientes al paleolítico inferior, se
sabe que el hombre de
Pekín conocía el fuego, era cazador y hacía
de piedra sus cuchillos, sus martillos y sus
raspadores.
Las dinastías:
Según la tradición, el pueblo chino se
originó en el valle del río Amarillo. Las leyendas
hablan de un creador, P'an Ku, al que sucedieron una serie de
soberanos celestiales, terrestres y humanos. Las pruebas
arqueológicas son escasas, aunque fueron encontrados
restos de Homo erectus, cerca de Pekín, que datan de hace
460.000 años. Hay pruebas
fehacientes de la existencia de dos culturas con cerámica,
la cultura de
Yangshao (3950 a 1700 a. C.) y la cultura de
Longshan (2000 a 1850 a. C.).
- Las dinastías primitivas:
La tradición dice que los Xia (1994 a 1766 a. C.)
fueron la primera dinastía china hereditaria, que
sólo desapareció cuando fue expulsado su
último gobernante debido al poder
tiránico que ejerció sobre su pueblo. Sin embargo,
no hay restos arqueológicos que confirmen esta historia; y la primera
dinastía de la cual hay evidencias históricas es la
Shang. El último monarca Shang, un tirano cruel y
libertino, fue expulsado por un enérgico Zhou de un
estado en el
valle del río Wei.
- La dinastía Shang (1766 a 1027 a.
C.):
La dinastía Shang gobernó en el territorio
que ocupan las actuales provincias de Henan, Hubei, Shandong y la
parte septentrional de Anhui, en el centro y norte de China. La
capital, desde
alrededor del 1384 a. C. en delante, estaba situada en Anyang
cerca de la frontera norte de Henan. La economía estaba
basada en la agricultura;
se cultivaba trigo, cebada y posiblemente arroz. También
se cuidaban gusanos de seda, y se criaban cerdos, perros, ovejas y
bueyes. Se han encontrado recipientes de bronce, armas y otras
herramientas,
lo cual indica el
conocimiento de la metalurgia y
la existencia de artesanía. La sociedad creada
por los Shang era aristocrática. Al frente estaba el rey,
que presidía una nobleza militar y elegía a los
gobernantes territoriales, que estaban obligados a ayudarle en
sus empresas
militares. Entre esta clase aristocrática y los plebeyos
había un estrato sacerdotal culto que se ocupaba de los
documentos de
gobierno y era
responsable de la adivinación. Los Shang adoraban a sus
antepasados y a una multitud de dioses, el principal de los
cuales era conocido como Shang Ti, el Señor en lo
Alto.
El
relato de la caída de la dinastía Shang que aparece
en las historias tradicionales chinas sigue el modelo
legendario de la defección de los Xia. El último
monarca Shang, un tirano cruel y libertino, fue expulsado por un
enérgico Zhou de un estado en el
valle del río Wei. Situada en las franjas noroccidentales
del dominio Shang, la
cultura de los Zhou era una síntesis de los elementos
básicos de la civilización Shang y ciertas
tradiciones marciales características de los pueblos no chinos
del norte y del oeste.
- La dinastía Zhou (1122 a 256 a.
C.):
Durante este periodo la civilización china se fue
extendiendo gradualmente hacia el norte, ocupando el valle del
río Yang-tse-Kiang. La amplia expansión por este
territorio y el primitivo estado de las
comunicaciones
terrestres hicieron imposible que los Zhou ejercieran un control directo
sobre toda la región; por lo tanto delegaron la autoridad en
vasallos, cada uno de los cuales gobernaba por lo general sobre
una ciudad amurallada y su territorio circundante. La
jerarquía de estos estados de tipo feudal estaba
encabezada por el señor, cargo que era hereditario; por
debajo de él estaba la clase guerrera y en la base social
se encontraban los campesinos y esclavos domésticos. Con
el tiempo, estos
estados vasallos se fueron haciendo cada vez más
autónomos.
La sociedad Zhou
estaba organizada alrededor de la producción agrícola. La tierra
estaba dividida idealmente en extensiones cuadradas, cada una de
las cuales se subdividía en nueve parcelas que formaban un
espacio con forma de triángulo equilátero. Las ocho
parcelas exteriores estaban asignadas a ocho familias campesinas,
quienes unían sus esfuerzos y recursos para
cultivar la parcela central propiedad de
la clase dirigente. No está claro hasta qué extremo
se utilizaba este sistema de
distribución de tierras, pero las
dinastías posteriores pensaron que era la manera
más equitativa de dividir la
tierra.
Las prácticas religiosas se correspondían
con el sistema social
jerárquico. Los Zhou creían en el poder que
emanaba del Cielo, que autorizaba el poder de los
reyes; éstos hacían sacrificios al Señor en
lo Alto, ahora llamado Tian (Cielo) y a sus antepasados. El
señor de los estados hacía sacrificios a la
naturaleza
local y a deidades agrícolas, así como a sus
antepasados. Las familias individuales también
ofrecían sacrificios a sus antepasados para evitar
infortunios y calamidades.
- Los Zhou del este:
Los reyes Zhou fueron capaces de mantener un control efectivo
sobre sus dominios hasta que finalmente, en el 770 a. C., algunos
de los estados se rebelaron y junto con invasores nómadas
del norte expulsaron a los Zhou de su capital, cerca
de la actual Xi´an. Con posterioridad, los Zhou
establecieron una nueva capital hacia
el este, en Luoyang. Aunque ahora estaban más a salvo de
los ataques de los bárbaros, los Zhou del este no
podían ya ejercer una gran autoridad
política o
militar sobre los estados vasallos, muchos de los cuales
habían crecido hasta ser más poderosos que el
poder central
Zhou. Sin embargo, como guardianes del mandato celestial, los
Zhou continuaron la práctica de confirmar el derecho de
los nuevos señores a gobernar sobre sus tierras y por lo
tanto permanecieron como jefes supremos hasta el siglo III a.C.
Desde el siglo VIII al III a. C. tuvo lugar un rápido
crecimiento
económico y un profundo cambio social
en el marco de una inestabilidad política extrema y un
estado de
guerra casi
incesante. Durante estos años China entró en la
edad del hierro; el
arado de hierro tirado
por bueyes, junto con más perfeccionadas técnicas
de regadío, llevaron a conseguir mejores cosechas, que a
su vez, mantuvieron el constante crecimiento demográfico,
el cual estuvo acompañado por la aparición de una
nueva clase de mercaderes y comerciantes. Se mejoraron las
comunicaciones
por el progresivo uso del caballo como animal de transporte.
La integración económica
permitió a los gobernantes ejercer el control sobre
mayores extensiones de territorio. Los estados situados en las
fronteras exteriores de la zona cultural china se expandieron a
costa de sus vecinos no chinos, menos avanzados, y al expandirse
se estimuló y diversificó su propia cultura al
adquirirse elementos culturales de las civilizaciones exteriores.
Por ejemplo, por aculturación de las culturas no chinas
del noroeste, los chinos de las regiones fronterizas adoptaron
por primera vez el uso de unidades de caballería montada.
Para los estados de la llanura del norte de China, la
expansión significó una agresión contra
otras organizaciones
políticas que compartían la misma
civilización básica, y la uniformidad cultural
entre los estados tendía a promocionar el estancamiento
cultural. Hacia el siglo VI a. C. siete poderosos estados
sitiaron a los más pequeños y relativamente
débiles de la llanura del norte de China.
Con la caída de la autoridad
política
de la dinastía Zhou y la aparición de poderosos
estados periféricos, las relaciones interestatales
se volvieron cada vez más inestables. Durante los siglos
VII y VI a.C., se consiguieron breves periodos de estabilidad al
organizarse alianzas interestatales bajo la hegemonía del
miembro más fuerte. Sin embargo, hacia el siglo V a. C. el
sistema de
alianzas era insostenible y la China de los Zhou desembocó
en el denominado periodo de los Reinos Combatientes (481-221 a.
C.), caracterizado por la anarquía.
- La dinastía Qin (221-206 a C.):
En el
221 a. C., el rey de Qin se autoproclamó Qin Shi Huangdi,
o primer emperador de la dinastía Qin. El nombre "China"
deriva de esta dinastía.
Con la ayuda de un ministro legalista, Li Si, el
emperador unificó el mosaico de estados feudales en un
imperio administrativamente centralizado y culturalmente
unificado. Se abolieron las aristocracias hereditarias y sus
territorios se dividieron en provincias gobernadas por
burócratas nombrados por el emperador. La capital de
Qin, cerca de la actual ciudad de Xi'an, se convirtió en
la primera sede de la China Imperial. Se adoptó un
sistema de
escritura y su
uso se hizo obligatorio en todo el Imperio. Para promocionar el
comercio
interno y la integración económica, los Qin
unificaron los pesos y medidas y la acuñación de
moneda. Se adoptó la propiedad
privada de la tierra y se
aplicaron leyes e impuestos con
igualdad. La
búsqueda de la uniformidad cultural llevó a los Qin
a no legalizar muchas escuelas filosóficas que
habían florecido a finales del último periodo Zhou.
Sólo se dio la aprobación oficial a los legalistas
y en el 213 a. C. se quemaron los libros de
todas las otras escuelas, a excepción de los ejemplares
que se guardaban en la biblioteca
Imperial Qin.
El primer emperador también intentó
extender las fronteras exteriores de China. En el sur sus
ejércitos marcharon hacia el delta del río Rojo, lo
que en la actualidad es Vietnam. En el sudoeste su dominio se
extendió para englobar la mayor parte de las actuales
provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan. En el noroeste sus
conquistas alcanzaron Lanzhou, en la actual provincia de Gansu y
el noreste, un sector de lo que hoy es Corea, reconoció la
soberanía de los Qin. El centro de la
civilización china, sin embargo, permaneció en el
valle del Huang He. Aparte de la unificación y
expansión del Imperio, el logro más conocido de la
dinastía Qin fue la terminación de la Gran Muralla
china.
El coste económico y humano de las conquistas
extranjeras de los Qin y la construcción de la Gran Muralla y otras
obras públicas fue enorme. El peso siempre creciente de
los impuestos, el
servicio
militar y los trabajosforzados crearon un hondo resentimiento
contra la dinastía Qin entre las clases populares del
Imperio. Además, las clases intelectuales estaban
ofendidas por la política
gubernamental de control del
pensamiento,
en especial la quema de libros. El
sucesor de Qin Shi Huangdi cayó bajo la influencia de un
astuto eunuco de palacio. Siguió una lucha por el poder,
mutilando la administración central y el pueblo
indignado se levantó en una rebelión.
- Los Han (206 a. C. a 9 d. C.):
De los tumultos y estado de
guerra que
marcaron los últimos años de la dinastía
Qin, destacó un dirigente de origen humilde, Liu Bang.
Aplastó a otros pretendientes al trono y se
proclamó a sí mismo emperador en el 206 a.C. La
dinastía Han por él fundada sería la
más duradera de la Era Imperial. Los Han se constituyeron
sobre la base unificada que habían dejado los Qin,
modificando la política que
había conducido a suderrocamiento. Las leyes onerosas
fueron suspendidas, los impuestos se
redujeron sensiblemente y se adoptó una política favorecedora
del comercio que
permitió la recuperación económica. En
principio Liu Bang concedió reinos hereditarios a algunos
de sus aliados y familiares, pero hacia mediados del siglo II
a.C. la mayor parte de estos reinos habían sido
reintegrados y casi todo el territorio chino estaba bajo la
jurisdicción del Imperio de los Han.
Una de las contribuciones más importantes de esta
dinastía fue el establecimiento del Confucionismo como
ideología oficial; sin embargo, en un intento por
proporcionar una ideología completa al Imperio, los Han
incorporaron al Confucionismo ideas de otras muchas escuelas
filosóficas y emplearon supersticiones populares para
incrementar las enseñanzas de Confucio. En el
funcionamiento administrativo heredado de los Qin, los
emperadores Han siguieron el principio confuciano de elegir a los
hombres sobre la base del mérito más que por su
nacimiento, siendo elegidos los más cualificados mediante
exámenes escritos. A finales del siglo II a.C. se
fundó una universidad
imperial en la cual se formaban los futuros funcionarios o
Mandarines en los cinco clásicos de la escuela
confuciana.
Los primitivos Han alcanzaron el cenit de su poder bajo
el emperador Wudi (reinó desde el 140 al 87 a. C.). Casi
todo el territorio que hoy engloba China pasó a estar bajo
poder imperial, aunque muchas regiones, en especial al sur del
río Yangzi Jiang, no estaban totalmente asimiladas. La
autoridad
china se estableció en el sur de Manchuria y norte de
Corea. En el oeste, los ejércitos Han lucharon con una
tribu conocida como los xiongnu, que probablemente estaban
emparentados con los hunos y penetraron en el actual territorio
de Kazajstán. En el sur, la isla de Hainan pasó a
estar bajo control Han y se
establecieron colonias alrededor del delta del Xi Jiang, en Annam
y en Corea.
Las políticas
expansionistas del emperador Wudi consumieron los excedentes
económicos que se habían ido acumulando durante las
administraciones de sus predecesores y fue necesaria la
restauración de políticas
legalistas para reponer las arcas del Estado. Se subieron los
impuestos,
reaparecieron los monopolios estatales y la moneda se
devaluó. Las penurias que sufrían los campesinos se
vieron agravadas por el crecimiento demográfico, lo cual
provocó la reducción del tamaño de las
parcelas individuales en un momento en que los impuestos se
incrementaban. Durante el siglo I a. C., las condiciones
empeoraron aún más. En varias ocasiones el trono
fue heredado por príncipes en edad infantil, cuyas madres
a menudo completaban las responsabilidades del gobierno con
miembros no cualificados de su propia familia. Las
facciones y la incompetencia debilitaron el gobierno
imperial. Grandes familias terratenientes de la provincia
desafiaron a las autoridades que recaudaban los impuestos del
gobierno central
y adquirieron una especie de privilegio para la exención
de impuestos, lo que redujo los ingresos del
gobierno y
gravó duramente a los campesinos. Los levantamientos
agrarios y el bandolerismo reflejaron el descontento
popular.
Organización económica y
social:
En el principio la
organización de los chinos estuvo basada en la
agricultura
pero posteriormente fueron creadas las industrias. Entre
ellas pueden mencionarse la de la metalurgia,
especialmente el bronce, ya que el hierro fue
utilizado para la armería en épocas muy cercanas a
Cristo. Otras industrias
importantes de esta cultura, fueron la porcelana y la seda, la
originalidad de estos productos hizo
que desde épocas muy remotas los chinos tuvieran un gran
comercio, que
llegó a prolongarse hasta el mundo
mediterráneo.
En cuanto a la
organización social y política de China
sólo se conocen datos precisos
desde la dinastía Chou, aunque la división
territorial del país era un tanto ficticia, pues la forma
en que estaba dividido el territorio era basándose en el
feudalismo o
señoríos de príncipes. Fueron los Tsing los
que establecieron el absolutismo,
pero este sistema de gobierno no duró mucho, ya que los
Han volvieron al antiguo sistema feudal.
Las clases
sociales en China fueron integradas: la primera por una
aristocracia que dominaba las funciones
políticas y religiosas, la segunda, por los
funcionarios del estado o burocracia que
degeneró en una rutina mecánica; y la tercera estaba constituida
por artesanos y campesinos. Es indiscutible que un pueblo como el
de China, tan invadido por tribus bárbaras, debió
contar con una esclavitud muy
pronunciada y, por lo tanto, esta organización no pudo conservarse
indefinidamente a causa de las invasiones mencionadas
Religión y
filosofía:
La libertad de
religión
es un derecho
constitucional de cada ciudadano de la República de
China. Según el Ministerio del Interior, hay más de
11 millones de creyentes religiosos en el área de Taiwan.
En conjunto, hay más de 16.000 templos e iglesias
dispersos en la región, sirviendo las necesidades
espirituales de los 21,4 millones de residentes.
Politeísta y sincrética, en la sociedad china
domina el taoísmo y el budismo, a pesar
de que aparentemente cada religión postula una
doctrina independiente, algunas de ellas no pueden diferenciarse
estrictamente. Por ejemplo, Matsu, la Diosa del Mar, una deidad
folklórica de Taiwan; y Kuanyin, la diosa budista de la
Misericordia, se adoran a veces en el mismo templo. Esto revela
el carácter especial de la perspectiva religiosa china,
que puede acomodar simultáneamente creencias aparentemente
contradictorias.
Como en casi todos los pueblos primitivos, la primera
religión
de la China fue la naturalista o sea, la adoración hacia
lo desconocido y la fuerza que
sobre el hombre
pueden tener los fenómenos naturales, pero los chinos
relacionaban la conducta del
individuo con los fenómenos del universo. En
resumen, dependían de los actos humanos y de las fuerzas
naturales; por ejemplo, el rayo que incendiaba una casa, era
consecuencia de la conducta de sus
moradores. La segunda religión en la China
fue la de Lao-Tse que es la de la razón fundada en las
doctrinas racionalistas del Tao.
- Confucio:
Del
año 770 al 221 antes de nuestra era, época de la
dinastía Zhou del Este que incluye el período de
Primavera y Otoño, así como al de los Reinos
Combatientes, el monopolio que
tenía la nobleza sobre la cultura se quebró
gradualmente debido a la prolongada conmoción social. Esta
situación se inició desde dicha dinastía.
Pero, se desarrolló la práctica de la
enseñanza individual.
En los últimos años del período de
Primavera y Otoño, Confucio, pensador, político y
pedagogo de su época, destacó a la enseñanza
con particular interés.
Más tarde, en el período de los Reinos
Combatientes, con la aparición de numerosas otras escuelas
ideológicas, surgió una época de competencia entre
ellas. A mediados de este último período se
conoció un nuevo estilo literario llamado " Elegías
de Chu " y que reflejaban la época.
Confucio fue un sabio de fama nacional en la historia china. Sin embargo,
su nombre, su doctrina y su influencia quizá no sean del
todo desconocidas para el mundo. Confucio se llamaba Kong Qiu,
conocido también como Kong Zhongni. Nació en 551
antes de nuestra era y murió en 479 antes de nuestra era.
Su tierra natal
es el actual distrito de Qufu, provincia de Shandong. Sus
antepasados eran grandes nobles esclavistas del Reino Song. Su
bisabuelo, por el fracaso político, escapó al Reino
Lu. En tiempo de su
padre, la familia ya
había decaído. Por esta razón, Confucio,
cuando era joven, trabajaba como almacenero y pastor. Más
tarde, vivió durante largo tiempo de la
enseñanza privada. Se dice que tenía tres mil
discípulos, de los cuales 72 eran
sobresalientes.
En su senectud, comenzó a dedicarse a recopilar
libros en el
mismo reino. Redactó el libro
Anales de Primavera y Otoño y revisó
Li y Le, obras clásicas de China. Hay otros
cinco trabajos que son estimados como cánones por la
escuela
confuciana. La obra Anales de Primavera y Otoño es
la más antigua crónica que se mantiene bien
conservada hasta la fecha, y ejerció enorme influencia
sobre las obras históricas posteriores del
país.
Después de la muerte de
Confucio, sus discípulos recopilaron sus sentencias en el
libro
Analectas, en el cual se registran las actividades de
Confucio, en particular, sus palabras y sus puntos de vista sobre
la filosofía y la política. Las
actividades de Confucio en la enseñanza y sus viajes por
diversos reinos reflejaron en cierto grado el deseo de aquellos
que no tenían títulos de nobleza y querían
intervenir en la política. Estas
personas constituían una fuerza social
naciente en medio de las conmociones de la época. Confucio
dijo: "Quien estudia bien, llegará a ser
funcionario". Esto demuestra que el objeto de su
enseñanza era hacer de sus discípulos hombres en
condiciones de intervenir en la política.
Cabe señalar que la enseñanza de Confucio
era contraria a la oficial de los nobles de su época. Al
comentar sobre la naturaleza
humana, Confucio afirmó que " todos los hombres tienen
la misma naturaleza "
, lo que era una objeción a la concepción
esclavista según la cual la jerarquía era
congénita.
Confucio dio prioridad a la benevolencia,
tomándola como la norma ideal de la virtud, pero
consideraba que su benevolencia era un amor
determinado por las relaciones cercanas y distintas, las
jerarquías, la riqueza o la pobreza. Para
Confucio, sólo los señores estaban en condiciones
de ser benévolos, mientras que los humildes no
podían ser más que el blanco de la
aplicación de esta benevolencia.
En el problema sobre los ritos y la benevolencia,
Confucio no insistía en el nuevo contenido para negar la
forma caduca, sino que se obstinaba en corregir el viejo
contenido con la forma caduca. A pesar de que las actividades de
Confucio reflejaban cierta tendencia progresista, a fin de
cuentas,
servían para defender los intereses de la nobleza
esclavista y no podían librarse del yugo del viejo
sistema.
Pero, en lo político, Confucio fue un conservador
y marchó en contra de la corriente histórica de su
época. El mismo sabía incluso que sus ideas no
podían realizarse, pero no quería abandonarlas. No
obstante, durante las posteriores dinastías feudales en
China, las clases dominantes aprovecharon algunos puntos de vista
de Confucio.
- Taoísmo y Confucionismo:
Lao-Tse cuyo nombre quiere decir el viejo sabio,
nació, según la tradición, en la parte sur
de su país l año de 694 a. C., en un ambiente
campesino. Aplicado a los estudios, fue archivero de un
príncipe Chou. Producto de
sus reflexiones resultó el sistema
folisófico-religioso que se conoce con el nombre de
Taoísmo, contenido en su libro
Tao-tse-king, en el que sostiene que la fuerza
creadora y eterna de todas las cosas es Tao la cual ordenaba al
mismo tiempo todas las
cosas de la naturaleza. Los
hombres deben sentirse parte de esa misma fuerza, en la
que deben pensar para obtener la santidad eterna.
Lao-Tse enseñó también que para
alcanzar la felicidad se deben dominar los deseos y las pasiones,
y que se deben practicar determinadas virtudes, como las de
evitar la hipocresía, la mentira y la guerra;
debiendo practicarse la honestidad, la
justicia y la
piedad.
Según una leyenda siendo ya muy anciano,
salió de China montado en un búfalo y no
volvió nunca a su país. En los años
posteriores, algunos de sus discípulos lo llegaron a
divinizar y aun se formaron monasterios
taoístas.
Tiempo más tarde, cuando la decadencia
política y social era mayor en el país, surge la
figura de Confucio. Estudió las ideas de Lao-Tse y
trató de formar una doctrina moral, que
basada en ella, se adaptara a la manera de ser del pueblo
chino.
El Confucionismo procuró exaltar los sentimientos
de respeto a las
tradiciones y a los ancianos, culto a los muertos, mantenimiento
de los afectos dentro de la familia y
ejercicio de la caridad. Pensó que los gobernantes
debían ser justos y sabios, y sus súbditos
debían obedecerles y respetarles, a fin de que pudiera
mantenerse la paz, el bienestar y la seguridad en la
sociedad. Todo
sus sistema de moral
quedó en sus cuatro libros o
king, formados por las preguntas y respuestas del maestro
y de sus discípulos.
El arte de la
caligrafía china:
La caligrafía china es una rara y exótica
flor en la historia de la
civilización y una joya sin igual en la cultura oriental.
En su aspecto gráfico, se la puede comparar con la
pintura por su
capacidad para despertar emociones
mediante la rica variedad de sus formas y rasgos. Como arte abstracto,
se manifiestan en toda su pureza el ritmo y la armonía
musicales. Todo ello sumado a una parte práctica: es una
forma de escritura.
La escritura
constituye la representación palpable de la lengua
hablada. Dentro de los caracteres chinos podemos establecer seis
categorías:
- Hsiang hsing, representación gráfica
directa - Chih shih, expresión simbólica de ideas
abstractas - Hui yi, combinación de elementos
gráficos concretos y expresión simbólica
de abstracciones - Hsing sheng, combinación de elementos
fonéticos y pictóricos - Chia chieh, carácter empleado
únicamente a causa de su valor
fonético para representar un homófono o casi
homófono con el que no guarda
relación - Chuan chu, carácter que ha adquirido un nuevo
significado, lo que ha hecho necesario asignar al significado
primitivo una nueva grafía o modificar la que ya
tenía.
Estos métodos de
formación de los caracteres chinos reciben el nombre de
Liu Chu o los Seis métodos de
escritura.
- Sellos:
En el
estilo propio de los sellos, los trazos, tanto horizontales como
verticales, son delgados, uniformes, enérgicos y tienden a
terminar en punta. El momento de máximo desarrollo de
este estilo coincidió con la dinastía Ch'in
(221-207 a. de C.), época en la que se dieron dos
variedades principales: Ta Chuan (estilo mayor) y Hsiao Chuan
(Estilo menor). Quedan numerosas muestras del estilo mayor en
inscripciones realizadas sobre piedra en forma de tambor (shih
kuwen) y vasijas de bronce como las Ch'in Kung Kuei. El estilo
menor se caracteriza por sus formas sinuosas, estilizadas,
cuidadas y enérgicas, en contraste con el estilo mayor,
menos refinado. Li Szu, estacado ministro de la dinastía
Ch'in, legó a la posteridad la inscripción de la
piedra de Tai Shan que constituye un modelo
inigualado del estilo menor de escritura de sellos.
La escritura normal, K'ai Shu, se desarrolló
durante la dinastía Han (206 a. C. a 220 d. C.), tomando
como modelo la
escritura administrativa. Su nombre actual es "escritura
normalizada" (cheng k'ai) Al ser más cómoda que la
escritura administrativa, se convirtió en la escritura
habitual para las necesidades cotidianas. Su momento culminante
llegó en época de la dinastía T'ang (618 a
907). Hubo destacados calígrafos, como
Yen Chen-ch'ing (705 a 785), que crearon sus propias escuelas de
escritura normalizada con trazos enérgicos y definidos y
que dejaron una huella duradera en la historia de la
caligrafía china.
La escritura rápida ocupa una posición
intermedia entre la escritura normalizada y la cursiva. No es tan
angulosa como la grafía administrativa ni tan redondeada
como la escritura de sellos. Quizás la mejor forma de
describirla sería como variante de la escritura
regularizada. Toma su nombre de la rapidez de su
ejecución. Su desarrollo
suele atribuirse a Liu Teh-sheng de la dinastía Han
oriental.
Existen múltiples variedades de la escritura
cursiva o "de hierba", algunas de las cuales son combinaciones
con otros estilos, como por ejemplo la cursiva de sellos y la
escritura administrativa. Existe también una "cursiva
informal" (k'uang ts'ao). Los rasgos comunes a la s diversas
variedades son: estructura
simplificada, trazos unidos, líneas realizadas
apresuradamente y con soltura, y escasa legibilidad. Existe un
proverbio chino que es el que mejor expresa la belleza de este
tipo de letra:
La escritura se detiene pero el significado
continúa. Se abandona el pincel, pero su poder es
inagotable". De los cinco estilos de escritura china, la cursiva
es la que más se aproxima al arte abstracto.
Entre los calígrafos que
más han destacado en el terreno de la cursiva a lo largo
de la historia, que lograron ordenar el caos aparente de esta
forma de escritura, y que fundaron sus propias escuelas, figuran
Wang Hsien-chih de la dinastía Chin oriental y huai Su
(725-785) de la dinastía T'ang. Entre los
contemporáneos, Yu Yu-jen (1879-1964).
La caligrafía china no es tal sólo un
instrumento práctico de la vida cotidiana sino que
está integrada, junto con la pintura, en
una de las tendencias más significativas de la historia del
arte chino.
Literatura e Imprenta:
La vastísima y variada literatura china se ha
desarrollado desde muy antiguo hasta la Edad Moderna
en una línea de continuidad que une los versos primitivos,
escritos probablemente hacía el siglo XI a. C., la
escritura más antigua se hace sobre tablillas de madera o de
bambú con un punzón elaborado con éste
último material aguzado en un extremo, que se mojaba en un
líquido coloreado. Posteriormente se empezaron a emplear
de pelo y a escribir sobre seda o papel,
conocido este último por los chinos en el siglo II d. C.,
desde entonces los artistas del país utilizan los mismos
materiales.
Las primeras tentativas de impresión pudieron
estar inspiradas por calcos tomados de las inscripciones sobre
piedra que datan del siglo IX d. C. Así surgió la
idea de imprimir sobre papel con
bloques de madera, y a
fines del siglo X se utilizaba ampliamente ese método en
la producción de libros. Se
cree que Pi Sheng inventó los tipos móviles de
arcilla cocida hacia el año 1043, pero es posible que
aquéllos no se hicieran de bloques de madera hasta
el siglo XIV. Debido a la naturaleza de la
lengua China,
representada en miles de pictogramas, los tipos móviles no
se popularizaron como sucedió en europa.
La Pintura
tradicional china:
Los origines de la pintura
tradicional china se remontan a las más tempranas
épocas de la historia de este país. En general,
podemos decir que las obras anteriores a la dinastía T'ang
(618-907) son dibujo de
líneas producidos por personas que se dedican a otras
actividades. Esta fue la edad de oro de los dibujos de
figuras humanas. Durante la primera mitad de la dinastía
T'ang, el paisaje y las pinturas que representaban flores y
pájaros comenzaron a ganar importancia. Los cuadros con
montañas, bosques, campos y jardines nos permiten
evadirnos de los sinsabores de este mundo y penetrar en el reino
de la paz y la tranquilidad. Este ha sido el motivo de que el
paisaje haya sido siempre una forma pictórica muy
apreciada por los literatos y burócratas chinos.
También son muy admirados los árboles, piedras,
praderas, flores pájaros y otros animales que
aparecen en las pinturas de flores y pájaros, dotadas de
gran viveza y energía. Así pues, las tres
categorías principales de la pintura
tradicional china serían el paisaje, flores y
pájaros y las representaciones de figuras humanas de la
primera época.
Las clases dirigentes y las elites de las
dinastías T'ang y Sung (920-1279) fueron grandes mecenas
de la pintura. El objetivo que
se perseguía con las obras de este período no era
puramente artístico sino que tenía una vertiente
política y educativa. El estilo tendía a ser elaborado y
vistoso. La corte de la dinastía Sung fundó una
academia de pintura con un plan de estudios
sistemático. Hui Tsung, emperador de la dinastía
Sung destacado por su amor a las
artes en general y a la pintura en particular aportó
fondos para la formación de los artistas prometedores.
Esta fue la época de máximo esplendor de la
academia.
El grado de realismo de la
pintura china ha sido fuente de frecuentes debates. Algunos
pueden pensar que no es en absoluto realista, pero eso
sólo es parcialmente cierto. El realismo en la
pintura china culminó durante las dinastías T'ang y
Sung. Sin embargo, no se trata de un realismo que
trate de reflejar objetivamente el objeto como tal y como
éste es captado por los sentidos,
sino que más bien trata de expresar de forma subjetiva lo
que se esconde tras la apariencia de las cosas.
El elemento principal de la pintura china es la
línea, rasgo que comparte con la caligrafía, lo que
ha sido motivo de que ambas artes hayan estado estrechamente
ligadas desde su origen. Durante la época de éxito
de los pintores literatos en tiempos de la dinastía Yuan,
los hombres de letras que se dedicaban a la pintura trataban
intencionadamente de reafirmar más aún los lazos
entre la caligrafía y a pintura, por lo que se volcaron en
una tendencia que aunaba ambas disciplinas. Asimismo, la intensa
relación entre poesía
y pintura surgió por la influencia de la literatura sobre la
pintura.
El arte del mueble
tradicional chino:
El mueble tradicional chino evolucionó de la
simplicidad a la complejidad y estuvo estrechamente ligado al
estilo de vida y a los cambios económicos y culturales de
China a lo largo de su historia. Con anterioridad a la
dinastía T'ang, lo más frecuente era que los chinos
se sentasen en el suelo sobre
esterillas de paja. Tras el período de los Reinos
combatientes (475-221 a. de C.), comenzó a generalizarse
el uso de camas y sofás como asientos. En tiempos de la
dinastía Wei-Chin (220-420) y de las dinastías del
norte y del sur (420-589), comenzaron a penetrar en China las
sillas de estilo occidental, las sillas de tijera y otros tipos
de asientos. A partir de este momento, los asuntos cotidianos de
los chinos pasaron a decidirse desde sillas en lugar de desde el
suelo, con las
piernas cruzadas. Las esteras de paja se empezaron a usar para
cubrir las camas y sofás.
Los muebles Ming destacaron por su línea
sencilla, uniforme, sin rupturas y por su decoración parca
y elegante, todo lo cual tiende a realzar sus magníficas
características de construcción. Durante la dinastía
Ch'ing, debido a la influencia del floreciente comercio exterior
chino y al avance de las técnicas artesanales, se
pasó a una decoración rica y compleja que
incluía tallados. A causa del gran desarrollo del
mueble chino con las dinastías Ming y Ch'ing, la mayor
parte del diseño
actual de muebles chinos permanece dentro de esta
línea
Al igual que en la arquitectura
china tradicional, la madera es el
material más importante en la fabricación de
muebles. Esto es así por una doble razón: por un
lado, debido a las necesidades derivadas del
estilo de vida chino y, por otra, a causa de la gran riqueza
forestal del país. Hay dos tipos principales de muebles:
los lacados y los de madera dura.
El lacado se empleaba a menudo en el mobiliario de palacios y
templos y en el de las casas de familias acaudaladas. Entre sus
variedades tenemos el estilo t'i-hung, de laca labrada;
t'ien-ch'i, en el que la laca se emplea para rellenar una figura
tallada en la madera, y se alisa después; miao-ch'i, o
bosquejo en laca; y luo-tien, o incrustaciones de nácar.
Se pueden combinar dos o más métodos en
una misma pieza. Los muebles en madera dura son habituales en
casas de familias ricas, pero se empleaban más
todavía en las casas de los nobles y de las autoridades.
Entre las maderas utilizadas se cuentan la de sándalo
rojo, peral, padauk, ébano y nanmu. La de sándalo
rojo es la más apreciada en la fabricación de
muebles por su densidad, dureza
y resistencia al
paso del tiempo.
Medicina china:
Visitar una farmacia china en la República de
China viene a ser como entrar en un museo de ciencias
naturales en miniatura. Dispuestos en riguroso orden en
hileras de cajoncitos, se encuentran los más variados
productos
animales,
vegetales y minerales, cada
uno de ellos con un uso específico. Entre este surtido de
curiosidades encontramos cinabrio y ámbar para calmar los
nervios, cártamo y huesos de
melocotón para mejorar la circulación
sanguínea, efedra china (mahuan) para producir
transpiración y ginseng para fortalecer la función
cardíaca.
La preparación de una receta de un médico
chino es un proceso digno
de ser contemplado. El farmacéutico escoge unos cuantos de
los cientos de ingredientes que guarda en sus anaqueles. El
paciente los lleva a casa, los cuece hasta transformarlos en una
especie de sopa y se los bebe. Ante una poción humeante
como ésta, alguien podría preguntarse cuál
es el fundamento de este antiguo arte medicinal. Las bases
teóricas de la medicina china se
sentaron hace más de dos milenios. Una gran parte de los
conocimientos médicos ancestrales se han preservado en el
cánon secreto (Nei Ching), un extenso documento que recoge
las teorías
médicas chinas de la época pre-Chin (221-207 a. de
C.). La dinastía Han (206 a. de C. -220 d. de C.) produjo
una guía práctica para el tratamiento de las
enfermedades que
resulta fiable y valiosa incluso hoy en día: el Tratado
sobre las enfermedades causadas por
factores relacionados con el frío (Shang Han Lun) de Chang
Chung-ching. Una de las obras de medicina china
más famosas es materia
médica (Pen Ts'ao Kang Mu), recopilada en época de
la dinastía Ming (1368-1644) por Li Shih-chen. Este
trabajo enciclopédico inauguró una nueva era en la
historia mundial de la farmacología. Incluye la
descripción de 1.892 tipos diferentes de medicamentos.
Todos estos textos han sido traducidos a diversas lenguas
extranjeras y han influido profundamente en los países
europeos y del sudeste asiático.
Los chinos poseen un sistema propio de
clasificación de las enfermedades que difiere
ampliamente del occidental. La doctrina filosófica que
respalda la medicina china es
que el hombre vive
entre el cielo y la tierra, y
constituye en sí mismo un universo en
miniatura. La materia de la
que están formados los seres vivos se considera
perteneciente al "yin", el aspecto femenino, pasivo y recesivo de
la naturaleza. Por otra parte, las funciones vitales
de estos seres se consideran pertenecientes al "yang", aspecto
masculino, activo y dominante. Las funciones de los
seres vivos se describen mediante los cinco siguientes centros
corporales:
- Corazón o mente (hsin): hace referencia al
centro de mando del cuerpo, que se manifiesta como
conciencia e
inteligencia. - Pulmones o aparato
respiratorio (fei): este sistema regula diversas funciones
corporales y mantiene el equilibrio
cibernético - Hígado (kan): comprende el tronco y las
extremidades, os mecanismos de respuesta emocional al medio
externo y la actividad de los diversos
órganos. - Bazo (p'i): regula la distribución de los elementos nutritivos
en el organismo, así como el metabolismo,
proporcionando fuerza y
resistencia al
cuerpo físico; - Riñones (shen): con este término se
hace referencia al sistema que regula las reservas nutritivas y
el uso de la energía. De él depende la fuerza
vital de los seres humanos.
Mediante esta teoría,
que se conoce como fenómenos latentes (ts'ang
hsiang), se explican las diversas funciones
corporales. La sucesión de las estaciones y los cambios
del tiempo pueden influir sobre el cuerpo humano.
Los elementos que mayor efecto producen son el viento (feng), el
frío (han), el calor (shu),
la humedad (shih), la sequedad (tsao) y el calor interno
(huo, "fuego"). Las alteraciones excesivas o fuera de lo habitual
del tiempo atmosférico perjudican al organismo y se
conocen como los "seis factores externos de origen de la
enfermedad" (liu yin). Por otra parte, si se producen
alteraciones extremas del estado de ánimo del individuo
como alegría (hsi), cólera (nu),
preocupación (yu), tristeza (szu), aflicción (pei),
temor (k'ung) y sorpresa (ching), la salud puede también
resentirse. Estos sentimientos son denominados "las siete
emociones"
(c'i ch'ing). En la medicina china,
los seis factores externos de origen de la enfermedad, junto con
las siete emociones,
constituyen la base teórica de la patología de las
enfermedades.
Estos modelos
teóricos, unidos a la teoría
de los fenómenos latentes se emplean en el análisis de la constitución del paciente y de sus enfermedades, así
como para diagnosticar la naturaleza exacta de su pérdida
de equilibrio
físico y psíquico.
Aparte de las medicinas, otra forma de tratamiento
empleada con frecuencia en la medicina china es
la acupuntura. Su historia se remonta a épocas anteriores
a la aparición de la escritura china, pero no
alcanzó su pleno desarrollo
hasta después de la dinastía Han. Su fundamento
teórico consiste en la regulación del c'hi, o flujo
de energía vital. El c'hi fluye por el cuerpo a
través del sistema de canales principales y
secundarios (ching luo). En ciertos puntos de estos canales,
se pueden situar agujas de acupuntura o quemar artemisa china (ai
ts'ao) mediante moxibustión, con el fin de resolver los
desequilibrios en el flujo de c'hi y concentrar la capacidad
autocurativa del organismo en los lugares adecuados. En 1980,
la
Organización Mundial de la Salud hizo pública
una lista de 43 tipos de patologías sobre las que
resultaba efectivo un tratamiento de acupuntura. Hace tiempo que
el uso de la acupuntura como anestesia en procesos
quirúrgicos o para el parto sin
dolor dejó de ser una novedad.
El Arte de la Arquitectura
China:
La
arquitectura
china se caracteriza por distribuir el espacio en unidades
rectangulares que se unen para formar un todo. La forma
rectangular también fue empleada en los templos griegos,
pero el efecto era de austeridad. El estilo chino, por el
contrario, combina rectángulos de diferentes
tamaños y en diferentes posiciones de acuerdo con la
importancia de la
organización del conjunto. Se distinguen claramente
los distintos niveles y elementos. El resultado es un aspecto
exterior impresionante, pero al mismo tiempo dinámico y
misterioso.
En la arquitectura
tradicional china, la distribución de las unidades espaciales se
rige por los principios de
equilibrio y
simetría. El eje constituye la estructura
principal. Las estructuras
secundarias se sitúan a ambos lados del eje formando el
patio central y las habitaciones principales. Tanto las viviendas
como los edificios oficiales, templos y palacios se ajustan a
este principio fundamental. En la distribución del espacio interior se
reflejan los valores
éticos y sociales de los chinos.
En las viviendas tradicionales, por ejemplo, las
habitaciones se asignan según la posición de cada
persona en la
jerarquía familiar. La cabeza de familia ocupa el
cuarto principal, los miembros de mayor edad de la familia de
éste viven en la parte de atrás y los más
jóvenes, en las alas izquierda y derecha; los más
mayores en la izquierda y los más jóvenes en la
derecha.
La arquitectura
china se caracteriza también por el uso de una estructura de
vigas y pilares de madera y un muro de adobe que rodea tres de
los costados del edificio. La puerta y las ventanas principales
se sitúan en el frente. Los chinos llevan usando la madera
como uno de sus principales materiales de
construcción desde hace miles de
años. La madera representa la vida y ésta es la
principal idea que la cultura china,
en sus múltiples manifestaciones, trata de comunicar. Esta
característica ha llegado hasta nuestros
días.
Estas edificaciones tradicionales de forma rectangular
se dividen en habitaciones conforme a la estructura de
las vigas y pilares de madera. Para poder rematar la construcción con un amplio tejado voladizo,
los chinos inventaron un tipo especial de soporte denominado
tou-kung, que se eleva nivel por nivel desde cada uno de los
pilares. Dichos soportes tienen la función tanto
constructiva como ornamental, con una forma atractiva y muy
característica. Este estilo
arquitectónico pasó posteriormente a Japón y
Coreas.
El uso
de la madera dio lugar a ciertos rasgos arquitectónicos
característicos. En primer lugar, la
anchura y profundidad del espacio interior vienen determinadas
por la estructura de
madera. En segundo lugar, se desarrollaron técnicas de
lacado con el fin de conservarla. Estos lacados de colores vivos y
brillantes se convirtieron en uno de los rasgos propios de la
arquitectura tradicional china. Por último, existe la
técnica de elevar la estructura sobre una plataforma a fin
de evitar daños provocados por la humedad. La altura de la
plataforma depende de la importancia del edificio. Una plataforma
elevada añade fuerza, sofisticación y elegancia a
los grandes edificios.
Los murales policromados que aparecen en los edificios
tradicionales, con su amplia variedad de motivos y temas, tienen
un valor a la vez
decorativo y simbólico. En ellos encontramos representados
dragones, aves
fénix, mitos,
paisajes, motivos florales, pájaros,etc. Es de destacar el
desarrollo que
adquiere la talla en madera en la China meridional, especialmente
en Taiwan. Estas esculturas, junto con los murales, constituyen
una elegante y agradable decoración.
Los tejados suelen ser a dos aguas en las casas
tradicionales del sur de China, incluido Taiwan, su divisoria se
adorna con cerámica, rompiendo así la continuidad
de líneas de los edificios. La típica curva de los
tejados chinos, tan admirada por muchos visitantes, simboliza el
espíritu de la cultura china.
Mientras que el resto del edificio es relativamente sencillo, el
tejado introduce un elemento de sorpresa por medio de sus aleros
levantados y divisoria curvada. Este rasgo se corresponde con el
paralelismo entre las líneas de la arquitectura
tradicional china y los trazos de su caligrafía. Desde la
dinastía Han (206 a. de C.-220 d. de C.), la pintura y la
decoración chinas han tendido al empleo de
formas curvas, dinámicas, sueltas. Uno de los principios
máximos del arte chino consiste en comunicar el "ritmo
vital" (ch'i yün) a la obra de arte.
En los templos chinos encontramos una amplia gama de
estilos arquitectónicos. Las religiones a las que se
hallan consagrados estos templos son, fundamentalmente, budismo,
taoísmo y religiones ancestrales y
tradicionales; pero todos ellos comparten una misma estructura.
Debido a la rica tradición religiosa popular de Taiwan,
encontramos multitud de templos en la isla. Este es uno de sus
rasgos culturales más destacados. Un cálculo
moderado del número de templos podría darnos una
cifra de 5.000, muchos de ellos con valor
arquitectónico. entre las muestras más famosas y
llamativas de la arquitectura religiosa tradicional tenemos los
templos de Lungshan y Tienhou en Lukang, el templo de Lungshan en
Taipei y el de Chaotien en Peikang. El templo de Lungshan de la
ciudad de Lukang destaca por su larga historia y su elevado
valor
artístico.
Costumbres, juegos y
espectáculos tradicionales chinos:
El
año nuevo chino y otras fiestas tradicionales son momentos
de alegría y celebraciones. A pesar de la fuerte
influencia de la cultura occidental sobre la cada vez más
cosmopolita República de China en Taiwan, las diversas
tradiciones asociadas a estas fiestas se siguen practicando con
entusiasmo. Muchas de estas costumbres y espectáculos
tradicionales forman parte de las competiciones y actos
realizados con motivo del año nuevo chino y de otras
fiestas populares, y se han transmitido de generación en
generación. Las más habituales puede que sean la
danza del
dragón y la danza del
león. Todos los niños de Taiwan, hasta los que
todavía no saben ni andar, han visto alguna de estas
representaciones montados en los hombros de sus padres o en casa,
en la
televisión.
El dragón inspira un profundo respeto a los
chinos, pues es símbolo de poder, dignidad y buena suerte.
La danza del
dragón era ya un acto popular en época de la
dinastía Sung (960-1279 a. C.) y sigue siéndolo en
nuestros días. La máscara y el cuerpo del
dragón que se emplean en la danza pueden
ser de color dorado,
verde, jaspeado o rojo fuego. La danza se puede
interpretar tanto de día como de noche. En este
último caso, es frecuente que vaya precedida por una
persona con
una antorcha para iluminar la procesión. Un dragón
puede tener entre nueve y 24 secciones, y cada una de
éstas mide entre uno y medio y dos metros. La
compañía de Danza del Dragón de los Tres
Ejércitos (tierra, mar,
aire) de la
República de China forman un dragón gigante que
mide 120 metros de largo. El peso total de la cabeza y cuerpo es
de más de 100 kg. El cuerpo es dorado y brillante y hacen
falta más de 100 hombres bien fornidos para llevarlo. Esta
compañía actúa en las fiestas nacionales,
creando un espectáculo verdaderamente digno de
verse.
La procesión avanza por las calles como una
gigantesca ola y es lo más parecido que puede verse en
este mundo a un dragón celestial.
También la danza del león cuenta con
una larga historia. Esta danza precisa menos participantes. La
cabeza y el cuerpo del león son más fáciles
de preparar y el espacio requerido para su ejecución es
pequeño. Todo esto hace que se pueda contemplar
prácticamente en cualquier parte durante el Año
Nuevo chino y otras fiestas. Normalmente, son necesarias dos
personas para controlar el león: una para la cabeza y otra
para la cola. A veces interviene una tercera persona que lleva
unas flores de seda o va cubierta con una máscara que
representa a Buda sonriendo y sostiene un abanico de hojas de
platanero. Este personaje provoca al león,
añadiendo así una nota más de alegría
a la atmósfera festiva.
En el baile espiritual de la almeja, una joven lleva una
concha de almeja realizada a base de tiras de bambú
entrelazadas. En uno de los cuadros, el espíritu de la
almeja abre y cierra la concha como respuestas a un pescador que
le echa las redes, pero que nunca
consigue que sus intentos den resultado. En otro, un
pájaro trata de comerse la almeja, pero lo único
que se consigue es que le pille el pico en la concha. Esta
interpretación consigue siempre que el público se
parta de risa y se deje las manos aplaudiendo.
Bibliografía:
Curso de Historia general; Alvear Acevedo, Carlos; ed
Jus, mexico 1964
Historia Universal; lopez Reyes; ed CECSA, Mexico
1985
Apuntes Temas Selectos de la Filosofía de
la ciencia y
la tecnología, Uriel Nava
Autor:
Uriel Nava, 20 años