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Cultura China




Enviado por rod28



    Introducción:

    La historia de China muestra
    más signos de independencia
    que cualquier cultura
    asiática, el pueblo chino no ha sufrido los efectos de
    grandes invasiones y gran parte de su cultura, como
    el sistema de
    escritura y
    numerosas facetas de su arte, apenas han
    variado en más de 3000 años. Sólo en fechas
    recientes se ha empezado a tener un conocimiento
    científico de la prehistoria
    China, a
    partir de las excavaciones arqueológicas iniciadas en la
    década de los veinte.

    Los primeros habitantes de China de que
    se tiene noticia se establecieron en la cuenca del río
    Amarillo, esta zona, que solo es una pequeña parte de la
    China actual,
    se halla separada del resto del mundo de forma similar a la que
    pervive en nuestros días. Es más que probable que
    la mayoría de los pueblos pastoriles de la prehistoria que
    aprendieron la técnica del cultivo se vieran asilados unos
    de otros por barreras naturales como montañas y desiertos,
    con todo esto, el aislamiento chino no puede explicares
    sólo por estas razones.

    Durante millares de años antes de que aparecieran
    las primeras dinastías de reyes, pueblos nómadas
    habían atravesado las llanuras y las murallas del
    hábitat chino, por ello es probable que algunos
    conocimientos y prácticas de la civilización
    llegaran a China
    procedentes de las sociedades
    medio-orientales.

    Geografía:

    China,
    la segunda nación más grande del mundo, tiene una
    superficie de 11,418,174 km2 (incluida Mongolia). China es
    superada sólo por Rusia en términos de
    tamaño y es más grande que toda Europa y
    Oceanía. Ocupa una cuarta parte de la extensión
    territorial de Asia y
    aproximadamente una doceava parte del área de todo el
    mundo.

    Los límites de la antigua China eran: Al norte el
    Desierto de Gobi y Mongolia; al sur el Mar de China y las Selvas
    de Indochina, el este el Mar amarillo y el Mar de China y al
    oeste, las montañas del Tíbet y el
    Turquestán.

    Los ríos que cruzan a la China son: el Hoang-Ho
    (río Amarillo) y el Yang-tse-Kiang (río Azul),
    estos dos ríos nacen en las montañas del
    Tíbet y desembocan en el Mar Amarillo. El Hoang-Ho, es de
    curso muy irregular y su extensión no puede compararse a
    la del Yang-tse-Kiang, ya que éste tiene 5000km de
    longitud y cerca de su desembocadura tiene 500km de
    navegación, con una anchura de casi 35km.

    Los ríos de China han dividido a ésta en
    diferentes regiones, pero la cultura se ha
    desarrollado junto a las márgenes de estas vías
    fluviales. Por la extensión del país los climas son
    muy variables y
    por tanto su agricultura,
    así como su fauna, fueron
    también de una gran diversidad, el arroz
    constituyó, por la fertilidad de su suelo, el
    principal elemento de alimentación.

    En este territorio, de suelo
    fértil, favorable a la agricultura
    (cultivos de arroz, moreras, caña de azúcar,
    té, trigo, etc.) y a las labores mineras (yacimientos de
    cobre, oro,
    hierro y
    plomo), se estableció el pueblo chino, correspondiente a
    la raza mongólica, de pómulos salientes, ojos
    oblicuos, cabello negro y lacio, y tez mas o menos
    amarilla.

    Como se sabe fue justamente en China, donde se
    localizaron los restos del Hombre de Pekín o
    sinanthropus pekinensis, a los que se les calcula una edad
    de cerca de medio millón de años, y se les
    considera contemporáneos de las razas más
    primitivas correspondientes al paleolítico inferior, se
    sabe que el hombre de
    Pekín conocía el fuego, era cazador y hacía
    de piedra sus cuchillos, sus martillos y sus
    raspadores.

    Las dinastías:

    Según la tradición, el pueblo chino se
    originó en el valle del río Amarillo. Las leyendas
    hablan de un creador, P'an Ku, al que sucedieron una serie de
    soberanos celestiales, terrestres y humanos. Las pruebas
    arqueológicas son escasas, aunque fueron encontrados
    restos de Homo erectus, cerca de Pekín, que datan de hace
    460.000 años. Hay pruebas
    fehacientes de la existencia de dos culturas con cerámica,
    la cultura de
    Yangshao (3950 a 1700 a. C.) y la cultura de
    Longshan (2000 a 1850 a. C.).

    • Las dinastías primitivas:

    La tradición dice que los Xia (1994 a 1766 a. C.)
    fueron la primera dinastía china hereditaria, que
    sólo desapareció cuando fue expulsado su
    último gobernante debido al poder
    tiránico que ejerció sobre su pueblo. Sin embargo,
    no hay restos arqueológicos que confirmen esta historia; y la primera
    dinastía de la cual hay evidencias históricas es la
    Shang. El último monarca Shang, un tirano cruel y
    libertino, fue expulsado por un enérgico Zhou de un
    estado en el
    valle del río Wei.

    • La dinastía Shang (1766 a 1027 a.
      C.):

    La dinastía Shang gobernó en el territorio
    que ocupan las actuales provincias de Henan, Hubei, Shandong y la
    parte septentrional de Anhui, en el centro y norte de China. La
    capital, desde
    alrededor del 1384 a. C. en delante, estaba situada en Anyang
    cerca de la frontera norte de Henan. La economía estaba
    basada en la agricultura;
    se cultivaba trigo, cebada y posiblemente arroz. También
    se cuidaban gusanos de seda, y se criaban cerdos, perros, ovejas y
    bueyes. Se han encontrado recipientes de bronce, armas y otras
    herramientas,
    lo cual indica el
    conocimiento de la metalurgia y
    la existencia de artesanía. La sociedad creada
    por los Shang era aristocrática. Al frente estaba el rey,
    que presidía una nobleza militar y elegía a los
    gobernantes territoriales, que estaban obligados a ayudarle en
    sus empresas
    militares. Entre esta clase aristocrática y los plebeyos
    había un estrato sacerdotal culto que se ocupaba de los
    documentos de
    gobierno y era
    responsable de la adivinación. Los Shang adoraban a sus
    antepasados y a una multitud de dioses, el principal de los
    cuales era conocido como Shang Ti, el Señor en lo
    Alto
    .

    El
    relato de la caída de la dinastía Shang que aparece
    en las historias tradicionales chinas sigue el modelo
    legendario de la defección de los Xia. El último
    monarca Shang, un tirano cruel y libertino, fue expulsado por un
    enérgico Zhou de un estado en el
    valle del río Wei. Situada en las franjas noroccidentales
    del dominio Shang, la
    cultura de los Zhou era una síntesis de los elementos
    básicos de la civilización Shang y ciertas
    tradiciones marciales características de los pueblos no chinos
    del norte y del oeste.

    • La dinastía Zhou (1122 a 256 a.
      C.):

    Durante este periodo la civilización china se fue
    extendiendo gradualmente hacia el norte, ocupando el valle del
    río Yang-tse-Kiang. La amplia expansión por este
    territorio y el primitivo estado de las
    comunicaciones
    terrestres hicieron imposible que los Zhou ejercieran un control directo
    sobre toda la región; por lo tanto delegaron la autoridad en
    vasallos, cada uno de los cuales gobernaba por lo general sobre
    una ciudad amurallada y su territorio circundante. La
    jerarquía de estos estados de tipo feudal estaba
    encabezada por el señor, cargo que era hereditario; por
    debajo de él estaba la clase guerrera y en la base social
    se encontraban los campesinos y esclavos domésticos. Con
    el tiempo, estos
    estados vasallos se fueron haciendo cada vez más
    autónomos.

    La sociedad Zhou
    estaba organizada alrededor de la producción agrícola. La tierra
    estaba dividida idealmente en extensiones cuadradas, cada una de
    las cuales se subdividía en nueve parcelas que formaban un
    espacio con forma de triángulo equilátero. Las ocho
    parcelas exteriores estaban asignadas a ocho familias campesinas,
    quienes unían sus esfuerzos y recursos para
    cultivar la parcela central propiedad de
    la clase dirigente. No está claro hasta qué extremo
    se utilizaba este sistema de
    distribución de tierras, pero las
    dinastías posteriores pensaron que era la manera
    más equitativa de dividir la
    tierra.

    Las prácticas religiosas se correspondían
    con el sistema social
    jerárquico. Los Zhou creían en el poder que
    emanaba del Cielo, que autorizaba el poder de los
    reyes; éstos hacían sacrificios al Señor en
    lo Alto, ahora llamado Tian (Cielo) y a sus antepasados. El
    señor de los estados hacía sacrificios a la
    naturaleza
    local y a deidades agrícolas, así como a sus
    antepasados. Las familias individuales también
    ofrecían sacrificios a sus antepasados para evitar
    infortunios y calamidades.

    • Los Zhou del este:

    Los reyes Zhou fueron capaces de mantener un control efectivo
    sobre sus dominios hasta que finalmente, en el 770 a. C., algunos
    de los estados se rebelaron y junto con invasores nómadas
    del norte expulsaron a los Zhou de su capital, cerca
    de la actual Xi´an. Con posterioridad, los Zhou
    establecieron una nueva capital hacia
    el este, en Luoyang. Aunque ahora estaban más a salvo de
    los ataques de los bárbaros, los Zhou del este no
    podían ya ejercer una gran autoridad
    política o
    militar sobre los estados vasallos, muchos de los cuales
    habían crecido hasta ser más poderosos que el
    poder central
    Zhou. Sin embargo, como guardianes del mandato celestial, los
    Zhou continuaron la práctica de confirmar el derecho de
    los nuevos señores a gobernar sobre sus tierras y por lo
    tanto permanecieron como jefes supremos hasta el siglo III a.C.
    Desde el siglo VIII al III a. C. tuvo lugar un rápido
    crecimiento
    económico y un profundo cambio social
    en el marco de una inestabilidad política extrema y un
    estado de
    guerra casi
    incesante. Durante estos años China entró en la
    edad del hierro; el
    arado de hierro tirado
    por bueyes, junto con más perfeccionadas técnicas
    de regadío, llevaron a conseguir mejores cosechas, que a
    su vez, mantuvieron el constante crecimiento demográfico,
    el cual estuvo acompañado por la aparición de una
    nueva clase de mercaderes y comerciantes. Se mejoraron las
    comunicaciones
    por el progresivo uso del caballo como animal de transporte.

    La integración económica
    permitió a los gobernantes ejercer el control sobre
    mayores extensiones de territorio. Los estados situados en las
    fronteras exteriores de la zona cultural china se expandieron a
    costa de sus vecinos no chinos, menos avanzados, y al expandirse
    se estimuló y diversificó su propia cultura al
    adquirirse elementos culturales de las civilizaciones exteriores.
    Por ejemplo, por aculturación de las culturas no chinas
    del noroeste, los chinos de las regiones fronterizas adoptaron
    por primera vez el uso de unidades de caballería montada.
    Para los estados de la llanura del norte de China, la
    expansión significó una agresión contra
    otras organizaciones
    políticas que compartían la misma
    civilización básica, y la uniformidad cultural
    entre los estados tendía a promocionar el estancamiento
    cultural. Hacia el siglo VI a. C. siete poderosos estados
    sitiaron a los más pequeños y relativamente
    débiles de la llanura del norte de China.

    Con la caída de la autoridad
    política
    de la dinastía Zhou y la aparición de poderosos
    estados periféricos, las relaciones interestatales
    se volvieron cada vez más inestables. Durante los siglos
    VII y VI a.C., se consiguieron breves periodos de estabilidad al
    organizarse alianzas interestatales bajo la hegemonía del
    miembro más fuerte. Sin embargo, hacia el siglo V a. C. el
    sistema de
    alianzas era insostenible y la China de los Zhou desembocó
    en el denominado periodo de los Reinos Combatientes (481-221 a.
    C.), caracterizado por la anarquía.

    • La dinastía Qin (221-206 a C.):

    En el
    221 a. C., el rey de Qin se autoproclamó Qin Shi Huangdi,
    o primer emperador de la dinastía Qin. El nombre "China"
    deriva de esta dinastía.

    Con la ayuda de un ministro legalista, Li Si, el
    emperador unificó el mosaico de estados feudales en un
    imperio administrativamente centralizado y culturalmente
    unificado. Se abolieron las aristocracias hereditarias y sus
    territorios se dividieron en provincias gobernadas por
    burócratas nombrados por el emperador. La capital de
    Qin, cerca de la actual ciudad de Xi'an, se convirtió en
    la primera sede de la China Imperial. Se adoptó un
    sistema de
    escritura y su
    uso se hizo obligatorio en todo el Imperio. Para promocionar el
    comercio
    interno y la integración económica, los Qin
    unificaron los pesos y medidas y la acuñación de
    moneda. Se adoptó la propiedad
    privada de la tierra y se
    aplicaron leyes e impuestos con
    igualdad. La
    búsqueda de la uniformidad cultural llevó a los Qin
    a no legalizar muchas escuelas filosóficas que
    habían florecido a finales del último periodo Zhou.
    Sólo se dio la aprobación oficial a los legalistas
    y en el 213 a. C. se quemaron los libros de
    todas las otras escuelas, a excepción de los ejemplares
    que se guardaban en la biblioteca
    Imperial Qin.

    El primer emperador también intentó
    extender las fronteras exteriores de China. En el sur sus
    ejércitos marcharon hacia el delta del río Rojo, lo
    que en la actualidad es Vietnam. En el sudoeste su dominio se
    extendió para englobar la mayor parte de las actuales
    provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan. En el noroeste sus
    conquistas alcanzaron Lanzhou, en la actual provincia de Gansu y
    el noreste, un sector de lo que hoy es Corea, reconoció la
    soberanía de los Qin. El centro de la
    civilización china, sin embargo, permaneció en el
    valle del Huang He. Aparte de la unificación y
    expansión del Imperio, el logro más conocido de la
    dinastía Qin fue la terminación de la Gran Muralla
    china.

    El coste económico y humano de las conquistas
    extranjeras de los Qin y la construcción de la Gran Muralla y otras
    obras públicas fue enorme. El peso siempre creciente de
    los impuestos, el
    servicio
    militar y los trabajosforzados crearon un hondo resentimiento
    contra la dinastía Qin entre las clases populares del
    Imperio. Además, las clases intelectuales estaban
    ofendidas por la política
    gubernamental de control del
    pensamiento,
    en especial la quema de libros. El
    sucesor de Qin Shi Huangdi cayó bajo la influencia de un
    astuto eunuco de palacio. Siguió una lucha por el poder,
    mutilando la administración central y el pueblo
    indignado se levantó en una rebelión.

    • Los Han (206 a. C. a 9 d. C.):

    De los tumultos y estado de
    guerra que
    marcaron los últimos años de la dinastía
    Qin, destacó un dirigente de origen humilde, Liu Bang.
    Aplastó a otros pretendientes al trono y se
    proclamó a sí mismo emperador en el 206 a.C. La
    dinastía Han por él fundada sería la
    más duradera de la Era Imperial. Los Han se constituyeron
    sobre la base unificada que habían dejado los Qin,
    modificando la política que
    había conducido a suderrocamiento. Las leyes onerosas
    fueron suspendidas, los impuestos se
    redujeron sensiblemente y se adoptó una política favorecedora
    del comercio que
    permitió la recuperación económica. En
    principio Liu Bang concedió reinos hereditarios a algunos
    de sus aliados y familiares, pero hacia mediados del siglo II
    a.C. la mayor parte de estos reinos habían sido
    reintegrados y casi todo el territorio chino estaba bajo la
    jurisdicción del Imperio de los Han.

    Una de las contribuciones más importantes de esta
    dinastía fue el establecimiento del Confucionismo como
    ideología oficial; sin embargo, en un intento por
    proporcionar una ideología completa al Imperio, los Han
    incorporaron al Confucionismo ideas de otras muchas escuelas
    filosóficas y emplearon supersticiones populares para
    incrementar las enseñanzas de Confucio. En el
    funcionamiento administrativo heredado de los Qin, los
    emperadores Han siguieron el principio confuciano de elegir a los
    hombres sobre la base del mérito más que por su
    nacimiento, siendo elegidos los más cualificados mediante
    exámenes escritos. A finales del siglo II a.C. se
    fundó una universidad
    imperial en la cual se formaban los futuros funcionarios o
    Mandarines en los cinco clásicos de la escuela
    confuciana.

    Los primitivos Han alcanzaron el cenit de su poder bajo
    el emperador Wudi (reinó desde el 140 al 87 a. C.). Casi
    todo el territorio que hoy engloba China pasó a estar bajo
    poder imperial, aunque muchas regiones, en especial al sur del
    río Yangzi Jiang, no estaban totalmente asimiladas. La
    autoridad
    china se estableció en el sur de Manchuria y norte de
    Corea. En el oeste, los ejércitos Han lucharon con una
    tribu conocida como los xiongnu, que probablemente estaban
    emparentados con los hunos y penetraron en el actual territorio
    de Kazajstán. En el sur, la isla de Hainan pasó a
    estar bajo control Han y se
    establecieron colonias alrededor del delta del Xi Jiang, en Annam
    y en Corea.

    Las políticas
    expansionistas del emperador Wudi consumieron los excedentes
    económicos que se habían ido acumulando durante las
    administraciones de sus predecesores y fue necesaria la
    restauración de políticas
    legalistas para reponer las arcas del Estado. Se subieron los
    impuestos,
    reaparecieron los monopolios estatales y la moneda se
    devaluó. Las penurias que sufrían los campesinos se
    vieron agravadas por el crecimiento demográfico, lo cual
    provocó la reducción del tamaño de las
    parcelas individuales en un momento en que los impuestos se
    incrementaban. Durante el siglo I a. C., las condiciones
    empeoraron aún más. En varias ocasiones el trono
    fue heredado por príncipes en edad infantil, cuyas madres
    a menudo completaban las responsabilidades del gobierno con
    miembros no cualificados de su propia familia. Las
    facciones y la incompetencia debilitaron el gobierno
    imperial. Grandes familias terratenientes de la provincia
    desafiaron a las autoridades que recaudaban los impuestos del
    gobierno central
    y adquirieron una especie de privilegio para la exención
    de impuestos, lo que redujo los ingresos del
    gobierno y
    gravó duramente a los campesinos. Los levantamientos
    agrarios y el bandolerismo reflejaron el descontento
    popular.

    Organización económica y
    social:

    En el principio la
    organización de los chinos estuvo basada en la
    agricultura
    pero posteriormente fueron creadas las industrias. Entre
    ellas pueden mencionarse la de la metalurgia,
    especialmente el bronce, ya que el hierro fue
    utilizado para la armería en épocas muy cercanas a
    Cristo. Otras industrias
    importantes de esta cultura, fueron la porcelana y la seda, la
    originalidad de estos productos hizo
    que desde épocas muy remotas los chinos tuvieran un gran
    comercio, que
    llegó a prolongarse hasta el mundo
    mediterráneo.

    En cuanto a la
    organización social y política de China
    sólo se conocen datos precisos
    desde la dinastía Chou, aunque la división
    territorial del país era un tanto ficticia, pues la forma
    en que estaba dividido el territorio era basándose en el
    feudalismo o
    señoríos de príncipes. Fueron los Tsing los
    que establecieron el absolutismo,
    pero este sistema de gobierno no duró mucho, ya que los
    Han volvieron al antiguo sistema feudal.

    Las clases
    sociales en China fueron integradas: la primera por una
    aristocracia que dominaba las funciones
    políticas y religiosas, la segunda, por los
    funcionarios del estado o burocracia que
    degeneró en una rutina mecánica; y la tercera estaba constituida
    por artesanos y campesinos. Es indiscutible que un pueblo como el
    de China, tan invadido por tribus bárbaras, debió
    contar con una esclavitud muy
    pronunciada y, por lo tanto, esta organización no pudo conservarse
    indefinidamente a causa de las invasiones mencionadas

    Religión y
    filosofía:

    La libertad de
    religión
    es un derecho
    constitucional de cada ciudadano de la República de
    China. Según el Ministerio del Interior, hay más de
    11 millones de creyentes religiosos en el área de Taiwan.
    En conjunto, hay más de 16.000 templos e iglesias
    dispersos en la región, sirviendo las necesidades
    espirituales de los 21,4 millones de residentes.

    Politeísta y sincrética, en la sociedad china
    domina el taoísmo y el budismo, a pesar
    de que aparentemente cada religión postula una
    doctrina independiente, algunas de ellas no pueden diferenciarse
    estrictamente. Por ejemplo, Matsu, la Diosa del Mar, una deidad
    folklórica de Taiwan; y Kuanyin, la diosa budista de la
    Misericordia, se adoran a veces en el mismo templo. Esto revela
    el carácter especial de la perspectiva religiosa china,
    que puede acomodar simultáneamente creencias aparentemente
    contradictorias.

    Como en casi todos los pueblos primitivos, la primera
    religión
    de la China fue la naturalista o sea, la adoración hacia
    lo desconocido y la fuerza que
    sobre el hombre
    pueden tener los fenómenos naturales, pero los chinos
    relacionaban la conducta del
    individuo con los fenómenos del universo. En
    resumen, dependían de los actos humanos y de las fuerzas
    naturales; por ejemplo, el rayo que incendiaba una casa, era
    consecuencia de la conducta de sus
    moradores. La segunda religión en la China
    fue la de Lao-Tse que es la de la razón fundada en las
    doctrinas racionalistas del Tao.

    • Confucio:

    Del
    año 770 al 221 antes de nuestra era, época de la
    dinastía Zhou del Este que incluye el período de
    Primavera y Otoño, así como al de los Reinos
    Combatientes, el monopolio que
    tenía la nobleza sobre la cultura se quebró
    gradualmente debido a la prolongada conmoción social. Esta
    situación se inició desde dicha dinastía.
    Pero, se desarrolló la práctica de la
    enseñanza individual.

    En los últimos años del período de
    Primavera y Otoño, Confucio, pensador, político y
    pedagogo de su época, destacó a la enseñanza
    con particular interés.
    Más tarde, en el período de los Reinos
    Combatientes, con la aparición de numerosas otras escuelas
    ideológicas, surgió una época de competencia entre
    ellas. A mediados de este último período se
    conoció un nuevo estilo literario llamado " Elegías
    de Chu " y que reflejaban la época.

    Confucio fue un sabio de fama nacional en la historia china. Sin embargo,
    su nombre, su doctrina y su influencia quizá no sean del
    todo desconocidas para el mundo. Confucio se llamaba Kong Qiu,
    conocido también como Kong Zhongni. Nació en 551
    antes de nuestra era y murió en 479 antes de nuestra era.
    Su tierra natal
    es el actual distrito de Qufu, provincia de Shandong. Sus
    antepasados eran grandes nobles esclavistas del Reino Song. Su
    bisabuelo, por el fracaso político, escapó al Reino
    Lu. En tiempo de su
    padre, la familia ya
    había decaído. Por esta razón, Confucio,
    cuando era joven, trabajaba como almacenero y pastor. Más
    tarde, vivió durante largo tiempo de la
    enseñanza privada. Se dice que tenía tres mil
    discípulos, de los cuales 72 eran
    sobresalientes.

    En su senectud, comenzó a dedicarse a recopilar
    libros en el
    mismo reino. Redactó el libro
    Anales de Primavera y Otoño y revisó
    Li y Le, obras clásicas de China. Hay otros
    cinco trabajos que son estimados como cánones por la
    escuela
    confuciana. La obra Anales de Primavera y Otoño es
    la más antigua crónica que se mantiene bien
    conservada hasta la fecha, y ejerció enorme influencia
    sobre las obras históricas posteriores del
    país.

    Después de la muerte de
    Confucio, sus discípulos recopilaron sus sentencias en el
    libro
    Analectas, en el cual se registran las actividades de
    Confucio, en particular, sus palabras y sus puntos de vista sobre
    la filosofía y la política. Las
    actividades de Confucio en la enseñanza y sus viajes por
    diversos reinos reflejaron en cierto grado el deseo de aquellos
    que no tenían títulos de nobleza y querían
    intervenir en la política. Estas
    personas constituían una fuerza social
    naciente en medio de las conmociones de la época. Confucio
    dijo: "Quien estudia bien, llegará a ser
    funcionario".
    Esto demuestra que el objeto de su
    enseñanza era hacer de sus discípulos hombres en
    condiciones de intervenir en la política.

    Cabe señalar que la enseñanza de Confucio
    era contraria a la oficial de los nobles de su época. Al
    comentar sobre la naturaleza
    humana, Confucio afirmó que " todos los hombres tienen
    la misma naturaleza "

    , lo que era una objeción a la concepción
    esclavista según la cual la jerarquía era
    congénita.

    Confucio dio prioridad a la benevolencia,
    tomándola como la norma ideal de la virtud, pero
    consideraba que su benevolencia era un amor
    determinado por las relaciones cercanas y distintas, las
    jerarquías, la riqueza o la pobreza. Para
    Confucio, sólo los señores estaban en condiciones
    de ser benévolos, mientras que los humildes no
    podían ser más que el blanco de la
    aplicación de esta benevolencia.

    En el problema sobre los ritos y la benevolencia,
    Confucio no insistía en el nuevo contenido para negar la
    forma caduca, sino que se obstinaba en corregir el viejo
    contenido con la forma caduca. A pesar de que las actividades de
    Confucio reflejaban cierta tendencia progresista, a fin de
    cuentas,
    servían para defender los intereses de la nobleza
    esclavista y no podían librarse del yugo del viejo
    sistema.

    Pero, en lo político, Confucio fue un conservador
    y marchó en contra de la corriente histórica de su
    época. El mismo sabía incluso que sus ideas no
    podían realizarse, pero no quería abandonarlas. No
    obstante, durante las posteriores dinastías feudales en
    China, las clases dominantes aprovecharon algunos puntos de vista
    de Confucio.

    • Taoísmo y Confucionismo:

    Lao-Tse cuyo nombre quiere decir el viejo sabio,
    nació, según la tradición, en la parte sur
    de su país l año de 694 a. C., en un ambiente
    campesino. Aplicado a los estudios, fue archivero de un
    príncipe Chou. Producto de
    sus reflexiones resultó el sistema
    folisófico-religioso que se conoce con el nombre de
    Taoísmo, contenido en su libro
    Tao-tse-king, en el que sostiene que la fuerza
    creadora y eterna de todas las cosas es Tao la cual ordenaba al
    mismo tiempo todas las
    cosas de la naturaleza. Los
    hombres deben sentirse parte de esa misma fuerza, en la
    que deben pensar para obtener la santidad eterna.

    Lao-Tse enseñó también que para
    alcanzar la felicidad se deben dominar los deseos y las pasiones,
    y que se deben practicar determinadas virtudes, como las de
    evitar la hipocresía, la mentira y la guerra;
    debiendo practicarse la honestidad, la
    justicia y la
    piedad.

    Según una leyenda siendo ya muy anciano,
    salió de China montado en un búfalo y no
    volvió nunca a su país. En los años
    posteriores, algunos de sus discípulos lo llegaron a
    divinizar y aun se formaron monasterios
    taoístas.

    Tiempo más tarde, cuando la decadencia
    política y social era mayor en el país, surge la
    figura de Confucio. Estudió las ideas de Lao-Tse y
    trató de formar una doctrina moral, que
    basada en ella, se adaptara a la manera de ser del pueblo
    chino.

    El Confucionismo procuró exaltar los sentimientos
    de respeto a las
    tradiciones y a los ancianos, culto a los muertos, mantenimiento
    de los afectos dentro de la familia y
    ejercicio de la caridad. Pensó que los gobernantes
    debían ser justos y sabios, y sus súbditos
    debían obedecerles y respetarles, a fin de que pudiera
    mantenerse la paz, el bienestar y la seguridad en la
    sociedad. Todo
    sus sistema de moral
    quedó en sus cuatro libros o
    king, formados por las preguntas y respuestas del maestro
    y de sus discípulos.

    El arte de la
    caligrafía china:

    La caligrafía china es una rara y exótica
    flor en la historia de la
    civilización y una joya sin igual en la cultura oriental.
    En su aspecto gráfico, se la puede comparar con la
    pintura por su
    capacidad para despertar emociones
    mediante la rica variedad de sus formas y rasgos. Como arte abstracto,
    se manifiestan en toda su pureza el ritmo y la armonía
    musicales. Todo ello sumado a una parte práctica: es una
    forma de escritura.

    La escritura
    constituye la representación palpable de la lengua
    hablada. Dentro de los caracteres chinos podemos establecer seis
    categorías:

    1. Hsiang hsing, representación gráfica
      directa
    2. Chih shih, expresión simbólica de ideas
      abstractas
    3. Hui yi, combinación de elementos
      gráficos concretos y expresión simbólica
      de abstracciones
    4. Hsing sheng, combinación de elementos
      fonéticos y pictóricos
    5. Chia chieh, carácter empleado
      únicamente a causa de su valor
      fonético para representar un homófono o casi
      homófono con el que no guarda
      relación
    6. Chuan chu, carácter que ha adquirido un nuevo
      significado, lo que ha hecho necesario asignar al significado
      primitivo una nueva grafía o modificar la que ya
      tenía.

    Estos métodos de
    formación de los caracteres chinos reciben el nombre de
    Liu Chu o los Seis métodos de
    escritura.

    • Sellos:

    En el
    estilo propio de los sellos, los trazos, tanto horizontales como
    verticales, son delgados, uniformes, enérgicos y tienden a
    terminar en punta. El momento de máximo desarrollo de
    este estilo coincidió con la dinastía Ch'in
    (221-207 a. de C.), época en la que se dieron dos
    variedades principales: Ta Chuan (estilo mayor) y Hsiao Chuan
    (Estilo menor). Quedan numerosas muestras del estilo mayor en
    inscripciones realizadas sobre piedra en forma de tambor (shih
    kuwen) y vasijas de bronce como las Ch'in Kung Kuei. El estilo
    menor se caracteriza por sus formas sinuosas, estilizadas,
    cuidadas y enérgicas, en contraste con el estilo mayor,
    menos refinado. Li Szu, estacado ministro de la dinastía
    Ch'in, legó a la posteridad la inscripción de la
    piedra de Tai Shan que constituye un modelo
    inigualado del estilo menor de escritura de sellos.

    La escritura normal, K'ai Shu, se desarrolló
    durante la dinastía Han (206 a. C. a 220 d. C.), tomando
    como modelo la
    escritura administrativa. Su nombre actual es "escritura
    normalizada" (cheng k'ai) Al ser más cómoda que la
    escritura administrativa, se convirtió en la escritura
    habitual para las necesidades cotidianas. Su momento culminante
    llegó en época de la dinastía T'ang (618 a
    907). Hubo destacados calígrafos, como
    Yen Chen-ch'ing (705 a 785), que crearon sus propias escuelas de
    escritura normalizada con trazos enérgicos y definidos y
    que dejaron una huella duradera en la historia de la
    caligrafía china.

    La escritura rápida ocupa una posición
    intermedia entre la escritura normalizada y la cursiva. No es tan
    angulosa como la grafía administrativa ni tan redondeada
    como la escritura de sellos. Quizás la mejor forma de
    describirla sería como variante de la escritura
    regularizada. Toma su nombre de la rapidez de su
    ejecución. Su desarrollo
    suele atribuirse a Liu Teh-sheng de la dinastía Han
    oriental.

    Existen múltiples variedades de la escritura
    cursiva o "de hierba", algunas de las cuales son combinaciones
    con otros estilos, como por ejemplo la cursiva de sellos y la
    escritura administrativa. Existe también una "cursiva
    informal" (k'uang ts'ao). Los rasgos comunes a la s diversas
    variedades son: estructura
    simplificada, trazos unidos, líneas realizadas
    apresuradamente y con soltura, y escasa legibilidad. Existe un
    proverbio chino que es el que mejor expresa la belleza de este
    tipo de letra:

    La escritura se detiene pero el significado
    continúa. Se abandona el pincel, pero su poder es
    inagotable". De los cinco estilos de escritura china, la cursiva
    es la que más se aproxima al arte abstracto.
    Entre los calígrafos que
    más han destacado en el terreno de la cursiva a lo largo
    de la historia, que lograron ordenar el caos aparente de esta
    forma de escritura, y que fundaron sus propias escuelas, figuran
    Wang Hsien-chih de la dinastía Chin oriental y huai Su
    (725-785) de la dinastía T'ang. Entre los
    contemporáneos, Yu Yu-jen (1879-1964).

    La caligrafía china no es tal sólo un
    instrumento práctico de la vida cotidiana sino que
    está integrada, junto con la pintura, en
    una de las tendencias más significativas de la historia del
    arte chino.

    Literatura e Imprenta:

    La vastísima y variada literatura china se ha
    desarrollado desde muy antiguo hasta la Edad Moderna
    en una línea de continuidad que une los versos primitivos,
    escritos probablemente hacía el siglo XI a. C., la
    escritura más antigua se hace sobre tablillas de madera o de
    bambú con un punzón elaborado con éste
    último material aguzado en un extremo, que se mojaba en un
    líquido coloreado. Posteriormente se empezaron a emplear
    de pelo y a escribir sobre seda o papel,
    conocido este último por los chinos en el siglo II d. C.,
    desde entonces los artistas del país utilizan los mismos
    materiales.

    Las primeras tentativas de impresión pudieron
    estar inspiradas por calcos tomados de las inscripciones sobre
    piedra que datan del siglo IX d. C. Así surgió la
    idea de imprimir sobre papel con
    bloques de madera, y a
    fines del siglo X se utilizaba ampliamente ese método en
    la producción de libros. Se
    cree que Pi Sheng inventó los tipos móviles de
    arcilla cocida hacia el año 1043, pero es posible que
    aquéllos no se hicieran de bloques de madera hasta
    el siglo XIV. Debido a la naturaleza de la
    lengua China,
    representada en miles de pictogramas, los tipos móviles no
    se popularizaron como sucedió en europa.

    La Pintura
    tradicional china:

    Los origines de la pintura
    tradicional china se remontan a las más tempranas
    épocas de la historia de este país. En general,
    podemos decir que las obras anteriores a la dinastía T'ang
    (618-907) son dibujo de
    líneas producidos por personas que se dedican a otras
    actividades. Esta fue la edad de oro de los dibujos de
    figuras humanas. Durante la primera mitad de la dinastía
    T'ang, el paisaje y las pinturas que representaban flores y
    pájaros comenzaron a ganar importancia. Los cuadros con
    montañas, bosques, campos y jardines nos permiten
    evadirnos de los sinsabores de este mundo y penetrar en el reino
    de la paz y la tranquilidad. Este ha sido el motivo de que el
    paisaje haya sido siempre una forma pictórica muy
    apreciada por los literatos y burócratas chinos.
    También son muy admirados los árboles, piedras,
    praderas, flores pájaros y otros animales que
    aparecen en las pinturas de flores y pájaros, dotadas de
    gran viveza y energía. Así pues, las tres
    categorías principales de la pintura
    tradicional china serían el paisaje, flores y
    pájaros y las representaciones de figuras humanas de la
    primera época.

    Las clases dirigentes y las elites de las
    dinastías T'ang y Sung (920-1279) fueron grandes mecenas
    de la pintura. El objetivo que
    se perseguía con las obras de este período no era
    puramente artístico sino que tenía una vertiente
    política y educativa. El estilo tendía a ser elaborado y
    vistoso. La corte de la dinastía Sung fundó una
    academia de pintura con un plan de estudios
    sistemático. Hui Tsung, emperador de la dinastía
    Sung destacado por su amor a las
    artes en general y a la pintura en particular aportó
    fondos para la formación de los artistas prometedores.
    Esta fue la época de máximo esplendor de la
    academia.

    El grado de realismo de la
    pintura china ha sido fuente de frecuentes debates. Algunos
    pueden pensar que no es en absoluto realista, pero eso
    sólo es parcialmente cierto. El realismo en la
    pintura china culminó durante las dinastías T'ang y
    Sung. Sin embargo, no se trata de un realismo que
    trate de reflejar objetivamente el objeto como tal y como
    éste es captado por los sentidos,
    sino que más bien trata de expresar de forma subjetiva lo
    que se esconde tras la apariencia de las cosas.

    El elemento principal de la pintura china es la
    línea, rasgo que comparte con la caligrafía, lo que
    ha sido motivo de que ambas artes hayan estado estrechamente
    ligadas desde su origen. Durante la época de éxito
    de los pintores literatos en tiempos de la dinastía Yuan,
    los hombres de letras que se dedicaban a la pintura trataban
    intencionadamente de reafirmar más aún los lazos
    entre la caligrafía y a pintura, por lo que se volcaron en
    una tendencia que aunaba ambas disciplinas. Asimismo, la intensa
    relación entre poesía
    y pintura surgió por la influencia de la literatura sobre la
    pintura.

    El arte del mueble
    tradicional chino:

    El mueble tradicional chino evolucionó de la
    simplicidad a la complejidad y estuvo estrechamente ligado al
    estilo de vida y a los cambios económicos y culturales de
    China a lo largo de su historia. Con anterioridad a la
    dinastía T'ang, lo más frecuente era que los chinos
    se sentasen en el suelo sobre
    esterillas de paja. Tras el período de los Reinos
    combatientes (475-221 a. de C.), comenzó a generalizarse
    el uso de camas y sofás como asientos. En tiempos de la
    dinastía Wei-Chin (220-420) y de las dinastías del
    norte y del sur (420-589), comenzaron a penetrar en China las
    sillas de estilo occidental, las sillas de tijera y otros tipos
    de asientos. A partir de este momento, los asuntos cotidianos de
    los chinos pasaron a decidirse desde sillas en lugar de desde el
    suelo, con las
    piernas cruzadas. Las esteras de paja se empezaron a usar para
    cubrir las camas y sofás.

    Los muebles Ming destacaron por su línea
    sencilla, uniforme, sin rupturas y por su decoración parca
    y elegante, todo lo cual tiende a realzar sus magníficas
    características de construcción. Durante la dinastía
    Ch'ing, debido a la influencia del floreciente comercio exterior
    chino y al avance de las técnicas artesanales, se
    pasó a una decoración rica y compleja que
    incluía tallados. A causa del gran desarrollo del
    mueble chino con las dinastías Ming y Ch'ing, la mayor
    parte del diseño
    actual de muebles chinos permanece dentro de esta
    línea

    Al igual que en la arquitectura
    china tradicional, la madera es el
    material más importante en la fabricación de
    muebles. Esto es así por una doble razón: por un
    lado, debido a las necesidades derivadas del
    estilo de vida chino y, por otra, a causa de la gran riqueza
    forestal del país. Hay dos tipos principales de muebles:
    los lacados y los de madera dura.
    El lacado se empleaba a menudo en el mobiliario de palacios y
    templos y en el de las casas de familias acaudaladas. Entre sus
    variedades tenemos el estilo t'i-hung, de laca labrada;
    t'ien-ch'i, en el que la laca se emplea para rellenar una figura
    tallada en la madera, y se alisa después; miao-ch'i, o
    bosquejo en laca; y luo-tien, o incrustaciones de nácar.
    Se pueden combinar dos o más métodos en
    una misma pieza. Los muebles en madera dura son habituales en
    casas de familias ricas, pero se empleaban más
    todavía en las casas de los nobles y de las autoridades.
    Entre las maderas utilizadas se cuentan la de sándalo
    rojo, peral, padauk, ébano y nanmu. La de sándalo
    rojo es la más apreciada en la fabricación de
    muebles por su densidad, dureza
    y resistencia al
    paso del tiempo.

    Medicina china:

    Visitar una farmacia china en la República de
    China viene a ser como entrar en un museo de ciencias
    naturales en miniatura. Dispuestos en riguroso orden en
    hileras de cajoncitos, se encuentran los más variados
    productos
    animales,
    vegetales y minerales, cada
    uno de ellos con un uso específico. Entre este surtido de
    curiosidades encontramos cinabrio y ámbar para calmar los
    nervios, cártamo y huesos de
    melocotón para mejorar la circulación
    sanguínea, efedra china (mahuan) para producir
    transpiración y ginseng para fortalecer la función
    cardíaca.

    La preparación de una receta de un médico
    chino es un proceso digno
    de ser contemplado. El farmacéutico escoge unos cuantos de
    los cientos de ingredientes que guarda en sus anaqueles. El
    paciente los lleva a casa, los cuece hasta transformarlos en una
    especie de sopa y se los bebe. Ante una poción humeante
    como ésta, alguien podría preguntarse cuál
    es el fundamento de este antiguo arte medicinal. Las bases
    teóricas de la medicina china se
    sentaron hace más de dos milenios. Una gran parte de los
    conocimientos médicos ancestrales se han preservado en el
    cánon secreto (Nei Ching), un extenso documento que recoge
    las teorías
    médicas chinas de la época pre-Chin (221-207 a. de
    C.). La dinastía Han (206 a. de C. -220 d. de C.) produjo
    una guía práctica para el tratamiento de las
    enfermedades que
    resulta fiable y valiosa incluso hoy en día: el Tratado
    sobre las enfermedades causadas por
    factores relacionados con el frío (Shang Han Lun) de Chang
    Chung-ching. Una de las obras de medicina china
    más famosas es materia
    médica (Pen Ts'ao Kang Mu), recopilada en época de
    la dinastía Ming (1368-1644) por Li Shih-chen. Este
    trabajo enciclopédico inauguró una nueva era en la
    historia mundial de la farmacología. Incluye la
    descripción de 1.892 tipos diferentes de medicamentos.
    Todos estos textos han sido traducidos a diversas lenguas
    extranjeras y han influido profundamente en los países
    europeos y del sudeste asiático.

    Los chinos poseen un sistema propio de
    clasificación de las enfermedades que difiere
    ampliamente del occidental. La doctrina filosófica que
    respalda la medicina china es
    que el hombre vive
    entre el cielo y la tierra, y
    constituye en sí mismo un universo en
    miniatura. La materia de la
    que están formados los seres vivos se considera
    perteneciente al "yin", el aspecto femenino, pasivo y recesivo de
    la naturaleza. Por otra parte, las funciones vitales
    de estos seres se consideran pertenecientes al "yang", aspecto
    masculino, activo y dominante. Las funciones de los
    seres vivos se describen mediante los cinco siguientes centros
    corporales:

    1. Corazón o mente (hsin): hace referencia al
      centro de mando del cuerpo, que se manifiesta como
      conciencia e
      inteligencia.
    2. Pulmones o aparato
      respiratorio (fei): este sistema regula diversas funciones
      corporales y mantiene el equilibrio
      cibernético
    3. Hígado (kan): comprende el tronco y las
      extremidades, os mecanismos de respuesta emocional al medio
      externo y la actividad de los diversos
      órganos.
    4. Bazo (p'i): regula la distribución de los elementos nutritivos
      en el organismo, así como el metabolismo,
      proporcionando fuerza y
      resistencia al
      cuerpo físico;
    5. Riñones (shen): con este término se
      hace referencia al sistema que regula las reservas nutritivas y
      el uso de la energía. De él depende la fuerza
      vital de los seres humanos.

    Mediante esta teoría,
    que se conoce como fenómenos latentes (ts'ang
    hsiang), se explican las diversas funciones
    corporales. La sucesión de las estaciones y los cambios
    del tiempo pueden influir sobre el cuerpo humano.
    Los elementos que mayor efecto producen son el viento (feng), el
    frío (han), el calor (shu),
    la humedad (shih), la sequedad (tsao) y el calor interno
    (huo, "fuego"). Las alteraciones excesivas o fuera de lo habitual
    del tiempo atmosférico perjudican al organismo y se
    conocen como los "seis factores externos de origen de la
    enfermedad" (liu yin). Por otra parte, si se producen
    alteraciones extremas del estado de ánimo del individuo
    como alegría (hsi), cólera (nu),
    preocupación (yu), tristeza (szu), aflicción (pei),
    temor (k'ung) y sorpresa (ching), la salud puede también
    resentirse. Estos sentimientos son denominados "las siete
    emociones"
    (c'i ch'ing). En la medicina china,
    los seis factores externos de origen de la enfermedad, junto con
    las siete emociones,
    constituyen la base teórica de la patología de las
    enfermedades.
    Estos modelos
    teóricos, unidos a la teoría
    de los fenómenos latentes
    se emplean en el análisis de la constitución del paciente y de sus enfermedades, así
    como para diagnosticar la naturaleza exacta de su pérdida
    de equilibrio
    físico y psíquico.

    Aparte de las medicinas, otra forma de tratamiento
    empleada con frecuencia en la medicina china es
    la acupuntura. Su historia se remonta a épocas anteriores
    a la aparición de la escritura china, pero no
    alcanzó su pleno desarrollo
    hasta después de la dinastía Han. Su fundamento
    teórico consiste en la regulación del c'hi, o flujo
    de energía vital. El c'hi fluye por el cuerpo a
    través del sistema de canales principales y
    secundarios
    (ching luo). En ciertos puntos de estos canales,
    se pueden situar agujas de acupuntura o quemar artemisa china (ai
    ts'ao) mediante moxibustión, con el fin de resolver los
    desequilibrios en el flujo de c'hi y concentrar la capacidad
    autocurativa del organismo en los lugares adecuados. En 1980,
    la
    Organización Mundial de la Salud hizo pública
    una lista de 43 tipos de patologías sobre las que
    resultaba efectivo un tratamiento de acupuntura. Hace tiempo que
    el uso de la acupuntura como anestesia en procesos
    quirúrgicos o para el parto sin
    dolor dejó de ser una novedad.

    El Arte de la Arquitectura
    China:

    La
    arquitectura
    china se caracteriza por distribuir el espacio en unidades
    rectangulares que se unen para formar un todo. La forma
    rectangular también fue empleada en los templos griegos,
    pero el efecto era de austeridad. El estilo chino, por el
    contrario, combina rectángulos de diferentes
    tamaños y en diferentes posiciones de acuerdo con la
    importancia de la
    organización del conjunto. Se distinguen claramente
    los distintos niveles y elementos. El resultado es un aspecto
    exterior impresionante, pero al mismo tiempo dinámico y
    misterioso.

    En la arquitectura
    tradicional china, la distribución de las unidades espaciales se
    rige por los principios de
    equilibrio y
    simetría. El eje constituye la estructura
    principal. Las estructuras
    secundarias se sitúan a ambos lados del eje formando el
    patio central y las habitaciones principales. Tanto las viviendas
    como los edificios oficiales, templos y palacios se ajustan a
    este principio fundamental. En la distribución del espacio interior se
    reflejan los valores
    éticos y sociales de los chinos.

    En las viviendas tradicionales, por ejemplo, las
    habitaciones se asignan según la posición de cada
    persona en la
    jerarquía familiar. La cabeza de familia ocupa el
    cuarto principal, los miembros de mayor edad de la familia de
    éste viven en la parte de atrás y los más
    jóvenes, en las alas izquierda y derecha; los más
    mayores en la izquierda y los más jóvenes en la
    derecha.

    La arquitectura
    china se caracteriza también por el uso de una estructura de
    vigas y pilares de madera y un muro de adobe que rodea tres de
    los costados del edificio. La puerta y las ventanas principales
    se sitúan en el frente. Los chinos llevan usando la madera
    como uno de sus principales materiales de
    construcción desde hace miles de
    años. La madera representa la vida y ésta es la
    principal idea que la cultura china,
    en sus múltiples manifestaciones, trata de comunicar. Esta
    característica ha llegado hasta nuestros
    días.

    Estas edificaciones tradicionales de forma rectangular
    se dividen en habitaciones conforme a la estructura de
    las vigas y pilares de madera. Para poder rematar la construcción con un amplio tejado voladizo,
    los chinos inventaron un tipo especial de soporte denominado
    tou-kung, que se eleva nivel por nivel desde cada uno de los
    pilares. Dichos soportes tienen la función tanto
    constructiva como ornamental, con una forma atractiva y muy
    característica. Este estilo
    arquitectónico pasó posteriormente a Japón y
    Coreas.

    El uso
    de la madera dio lugar a ciertos rasgos arquitectónicos
    característicos. En primer lugar, la
    anchura y profundidad del espacio interior vienen determinadas
    por la estructura de
    madera. En segundo lugar, se desarrollaron técnicas de
    lacado con el fin de conservarla. Estos lacados de colores vivos y
    brillantes se convirtieron en uno de los rasgos propios de la
    arquitectura tradicional china. Por último, existe la
    técnica de elevar la estructura sobre una plataforma a fin
    de evitar daños provocados por la humedad. La altura de la
    plataforma depende de la importancia del edificio. Una plataforma
    elevada añade fuerza, sofisticación y elegancia a
    los grandes edificios.

    Los murales policromados que aparecen en los edificios
    tradicionales, con su amplia variedad de motivos y temas, tienen
    un valor a la vez
    decorativo y simbólico. En ellos encontramos representados
    dragones, aves
    fénix, mitos,
    paisajes, motivos florales, pájaros,etc. Es de destacar el
    desarrollo que
    adquiere la talla en madera en la China meridional, especialmente
    en Taiwan. Estas esculturas, junto con los murales, constituyen
    una elegante y agradable decoración.

    Los tejados suelen ser a dos aguas en las casas
    tradicionales del sur de China, incluido Taiwan, su divisoria se
    adorna con cerámica, rompiendo así la continuidad
    de líneas de los edificios. La típica curva de los
    tejados chinos, tan admirada por muchos visitantes, simboliza el
    espíritu de la cultura china.
    Mientras que el resto del edificio es relativamente sencillo, el
    tejado introduce un elemento de sorpresa por medio de sus aleros
    levantados y divisoria curvada. Este rasgo se corresponde con el
    paralelismo entre las líneas de la arquitectura
    tradicional china y los trazos de su caligrafía. Desde la
    dinastía Han (206 a. de C.-220 d. de C.), la pintura y la
    decoración chinas han tendido al empleo de
    formas curvas, dinámicas, sueltas. Uno de los principios
    máximos del arte chino consiste en comunicar el "ritmo
    vital" (ch'i yün) a la obra de arte.

    En los templos chinos encontramos una amplia gama de
    estilos arquitectónicos. Las religiones a las que se
    hallan consagrados estos templos son, fundamentalmente, budismo,
    taoísmo y religiones ancestrales y
    tradicionales; pero todos ellos comparten una misma estructura.
    Debido a la rica tradición religiosa popular de Taiwan,
    encontramos multitud de templos en la isla. Este es uno de sus
    rasgos culturales más destacados. Un cálculo
    moderado del número de templos podría darnos una
    cifra de 5.000, muchos de ellos con valor
    arquitectónico. entre las muestras más famosas y
    llamativas de la arquitectura religiosa tradicional tenemos los
    templos de Lungshan y Tienhou en Lukang, el templo de Lungshan en
    Taipei y el de Chaotien en Peikang. El templo de Lungshan de la
    ciudad de Lukang destaca por su larga historia y su elevado
    valor
    artístico.

    Costumbres, juegos y
    espectáculos tradicionales chinos:

    El
    año nuevo chino y otras fiestas tradicionales son momentos
    de alegría y celebraciones. A pesar de la fuerte
    influencia de la cultura occidental sobre la cada vez más
    cosmopolita República de China en Taiwan, las diversas
    tradiciones asociadas a estas fiestas se siguen practicando con
    entusiasmo. Muchas de estas costumbres y espectáculos
    tradicionales forman parte de las competiciones y actos
    realizados con motivo del año nuevo chino y de otras
    fiestas populares, y se han transmitido de generación en
    generación. Las más habituales puede que sean la
    danza del
    dragón y la danza del
    león. Todos los niños de Taiwan, hasta los que
    todavía no saben ni andar, han visto alguna de estas
    representaciones montados en los hombros de sus padres o en casa,
    en la
    televisión.

    El dragón inspira un profundo respeto a los
    chinos, pues es símbolo de poder, dignidad y buena suerte.
    La danza del
    dragón era ya un acto popular en época de la
    dinastía Sung (960-1279 a. C.) y sigue siéndolo en
    nuestros días. La máscara y el cuerpo del
    dragón que se emplean en la danza pueden
    ser de color dorado,
    verde, jaspeado o rojo fuego. La danza se puede
    interpretar tanto de día como de noche. En este
    último caso, es frecuente que vaya precedida por una
    persona con
    una antorcha para iluminar la procesión. Un dragón
    puede tener entre nueve y 24 secciones, y cada una de
    éstas mide entre uno y medio y dos metros. La
    compañía de Danza del Dragón de los Tres
    Ejércitos (tierra, mar,
    aire) de la
    República de China forman un dragón gigante que
    mide 120 metros de largo. El peso total de la cabeza y cuerpo es
    de más de 100 kg. El cuerpo es dorado y brillante y hacen
    falta más de 100 hombres bien fornidos para llevarlo. Esta
    compañía actúa en las fiestas nacionales,
    creando un espectáculo verdaderamente digno de
    verse.

    La procesión avanza por las calles como una
    gigantesca ola y es lo más parecido que puede verse en
    este mundo a un dragón celestial.

    También la danza del león cuenta con
    una larga historia. Esta danza precisa menos participantes. La
    cabeza y el cuerpo del león son más fáciles
    de preparar y el espacio requerido para su ejecución es
    pequeño. Todo esto hace que se pueda contemplar
    prácticamente en cualquier parte durante el Año
    Nuevo chino y otras fiestas. Normalmente, son necesarias dos
    personas para controlar el león: una para la cabeza y otra
    para la cola. A veces interviene una tercera persona que lleva
    unas flores de seda o va cubierta con una máscara que
    representa a Buda sonriendo y sostiene un abanico de hojas de
    platanero. Este personaje provoca al león,
    añadiendo así una nota más de alegría
    a la atmósfera festiva.

    En el baile espiritual de la almeja, una joven lleva una
    concha de almeja realizada a base de tiras de bambú
    entrelazadas. En uno de los cuadros, el espíritu de la
    almeja abre y cierra la concha como respuestas a un pescador que
    le echa las redes, pero que nunca
    consigue que sus intentos den resultado. En otro, un
    pájaro trata de comerse la almeja, pero lo único
    que se consigue es que le pille el pico en la concha. Esta
    interpretación consigue siempre que el público se
    parta de risa y se deje las manos aplaudiendo.

    Bibliografía:

    Curso de Historia general; Alvear Acevedo, Carlos; ed
    Jus, mexico 1964

    Historia Universal; lopez Reyes; ed CECSA, Mexico
    1985

    Apuntes Temas Selectos de la Filosofía de
    la ciencia y
    la tecnología, Uriel Nava

     

     

    Autor:

    Uriel Nava, 20 años

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