La acción transcurre en la Edad Media La Península estaba dividida en muchos reinos, pero propiamente dicho solo había un rey: el de Castilla y León. Convivían árabes y cristianos.

Sebastián era un chico que cuidaba una piara de cerdos. Era de un pueblo llamado Naciados que se hizo famoso porque familias se dedicaban a vender noticias. Sebastián vivía con su abuelo Lorenzo, que fue vendedor de noticias. Su ilusión era ser vendedor de noticias como su abuelo.

Un día, estaba en el campo cuidando de sus cerdos y se encontró con una doncella y su escolta. Sebastián sospechaba que no venían de muy lejos y como era muy listo, intentó que le contaran a donde iban, pero no se lo dijeron.

Sebastián dejó los cerdos al cuidado de su prima …ver más…

El Cid estuvo desterrado y luego decidió vivir al lado de su amada esposa Dª. Jimena y sus hijas María y Cristina.

Pronto se corrió la noticia por todos los reinos de que el Cid cabalgaba de nuevo.

El Cid se convierte en el protector del rey moro Mutamín, a cambio de una generosa paga y un hermoso palacio.

Justo cuando el Cid decide ponerse al servicio del rey moro se produce el encuentro entre Ermelinda, el abuelo, Sebastián y doña Jimena. El abuelo le cuenta el problema que tiene la princesa con sus tíos los condes.

El Cid propone un duelo con el conde para ayudar a la princesa que era protegida del rey Sancho y el conde acepta el duelo.

Sebastián es engañado por la condesa Columba que le convence para que envenene al caballo del Cid.
El Cid tuvo que matar a su caballo para que no sufriera. Le clavó su espada al conde de Lácar que cayó muerto a sus pies.
Los caballeros del condado de Lácar besaron la mano del Campeador porque preferían tenerle de señor que al conde.

Se corrió la noticia de que Sebastián había envenenado al caballo del Cid y le quería ahorcar.
La princesa contó toda la verdad de lo que había pasado y el rey Sancho le perdonó la vida.
El Cid no se enteró porque siguió cuidando del condado de Lácar. Un año después, un día que estaba cazando el Cid se encontraron y Sebastián le dijo que deseaba ser un caballero del Cid.
Unos años después, la princesa Cristina se casó con Ramiro, su amado, y se propuso buscar una