caracteristicas '' el zarco''
Reporte de lectura de la novela: El Zarco, de Ignacio Manuel Altamirano
Sandra Ivonne Guerrero Dávila 4-X
CARACTE-RISTICAS
NICOLAS
MANUELA
EL ZARCO
¿Cómo es?
Era un joven trigueño, con el tipo indígena bien marcado, de cuerpo alto y esbelto, de formas hercúleas, bien proporcionado. Los ojos negros y dulces, su nariz aguileña, su boca grande provista de una dentadura blanca y brillante, sus labios gruesos, que sombreaba apenas una barba naciente.
Era una joven muy hermosa, blanca, con esa blancura un poco pálida de las tierras calientes de ojos oscuros y vivaces, de boca encarnada y risueña, corte ligeramente aguileño de su nariz, cejas aterciopeladas, su …ver más…
Actuaba vanidosa y muy digna.
El Zarco era un hombre que actuaba vengativo con las personas que le habían hecho mal, actuaba valiente y era frio, mataba a gente indefensa para poder ganar dinero; era temido por los pueblos.
Analepsis
“Aquel fue un sentimiento de que hoy tengo vergüenza. Ni se como pude engañarme tan miserablemente ni alcanzo a explicar a usted lo que me pasaba. Quizás sus desaires, su frialdad me exaltaban y me hacían obstinarme.” (P. 92)
“Me parecía usted más alta que Manuela para mí. Y luego, pensar en usted, decirle a usted algo, después de los desaires de Manuela, sufridos en presencia de usted, me parecía indigno.” (P. 92)
“Pero ella oía hablar a las gentes serias que visitaban a Doña Antonia o ésta le transmitía los rumores que circulaban, y aunque vagamente, como las gentes de la muchedumbre suelen resumir la situación publica, pero de un modo exacto, ella sacaba las consecuencias que le importaban para su vida futura.” (P. 98)
“Los había visto varias veces en Cuernavaca desfilar ante sus ventanas, formando escuadrones; pero la rapidez de ese desfile y las circunstancia de no haberse fijado con atención más que en el Zarco, que fue quien la cautivó desde entonces por su gallardía y su lujo, impidieron que pudiese distinguir a ningún otro de aquellos hombres.” (P.100)
“Encontraba que su carácter bravío y duro había rechazado siempre todo afecto, todo cariño, cualquiera que fuese, no habiendo cultivando