Quienes eran los filósofos de la naturaleza
A los primeros filósofos de Grecia se les suele llamar «filósofos de la naturaleza» porque, ante todo, se interesa¬ban por la naturaleza y por sus procesos.
Ya nos hemos preguntado de dónde procedemos. Muchas personas hoy en día se imaginan más o menos que algo habrá surgido, en algún momento, de la nada. Esta idea no era tan corriente entre los griegos. Por alguna ra¬zón daban por sentado que ese «algo» había existido siem¬pre.
Vemos, pues, que la gran pregunta no era cómo todo pudo surgir de la nada. Los griegos se preguntaban, más bien, cómo era posible que el agua se convirtiera en peces vivos y la tierra inerte en grandes árboles o en flores de co¬lores encendidos. ¡Por no hablar de cómo un niño …ver más…
También sobre este particular sólo podemos hacer conjeturas en cuanto a lo que quiso decir. Quizás se refiriese a cómo la tierra negra pudiera ser el origen de todo, desde flores y cereales hasta cucarachas y otros insectos, y se imagi¬nase que la tierra estaba llena de pequeños e invisibles «gér¬menes» de vida. De lo que si podemos estar seguros, al me-nos, es de que no estaba pensando en los dioses de Homero.
El siguiente filósofo del que se nos habla es de Anaxi¬mandro, que también vivió en Mileto. Pensaba que nuestro mundo simplemente es uno de los muchos mundos que nacen y perecen en algo que él llamó «lo Indefinido». No es fácil saber lo que él entendía por «lo Indefinido», pero parece claro que no se imaginaba una sustancia conocida, como Tales. Quizás fuera de la opinión de que aquello de lo que se ha creado todo, precisamente tiene que ser dis¬tinto a lo creado. En ese caso, la materia primaria no podía ser algo tan normal como el agua, sino algo «indefinido».
Un tercer filósofo de Mileto fue Anaxímenes (aprox. 570-526 a. de C.) que opinaba que el origen de todo era el aire o la niebla.
Es evidente que Anaxímenes había conocido la teoría de Tales sobre el agua. ¿Pero de dónde viene el agua? Anaxímenes opinaba que el agua tenía que ser aire conden¬sado, pues vemos cómo el agua surge del aire cuando llueve. Y cuando el agua se condensa aún más, se convierte en tierra, pensaba él. Quizás había observado cómo la tie¬rra y la arena provenían del