La relación "maestro-alumno" a traves de la historia de la filosofía
La Relación Maestro-Alumno a través de la historia de la Filosofía
A-Platón. Platón centra la mayoría de sus escritos en la cuestión del “estado”, y una de las formas en las que filosofa sobre como mejorarlo, es la educación. Se centra en su maestro, Sócrates, o como el lo llama, el maestro. Platón deja constancia de que la conciencia que Sócrates tiene de sí es la de un servidor del alma, En los primeros textos de Platón, este hace hincapié en el aspecto metódico del proceder de Sócrates, que acaban siempre con un interrogante, sin dejarlo todo resuelto. Esto, según él, no lleva a la desesperación y el desanimo del alumno, sino que al revés, acrecienta en él las ganas …ver más…
Las vivencias se expresan en palabras, de modo que las palabras nos dan conocimiento en la medida en que nombrar una realidad. Sólo se entiende lo que se vive; no hay entendimiento sin vivencias, aunque “las vivencias que nos ofrecen los amigos también nos iluminan”. Como él entiende, al igual que Platón, la figura del maestro como la de un amigo, es este el encargado de aportar conocimiento al alumno. Bien es cierto que el amigo, para serlo, debe haber tenido experiencias similares, porque de lo contrario no hay entendimiento. Pero cuando hay vivencias similares, hay compañía, hay iluminación. En otras palabras, cuando se sigue la vida que llevó el Maestro, se le entiende. El objetivo del maestro es referir al alumno a su propio camino. El camino de búsqueda (enseñanza) es único, particular e insustituible. Hay tantas caminos como subjetividades hay. Pero este camino no se realiza en solitario. La enseñanza es básicamente una “relación”.
E-Luis Vives: Luis Vives es la gran figura del Renacimiento filosófico. El escrito de mayor importancia para estudiar la teoría educativa de Vives es la enciclopedia Sobre las enseñanzas. El problema básico de la enseñanza es la activación de la inteligencia para que el sujeto llegue a ser capaz de entender. El hombre está llamado a la perfección. Por tanto, la educación no es un adjetivo que se adhiere a la vida, sino la misma