LA PENA DE MUERTE

He escogido este tema de la pena de muerte, ante todo porque es algo de mucho interés internacional, es un tema realmente muy extenso del que se puede hablar mucho, y es algo en lo que nosotros los costarricenses tenemos que ver porque en Costa Rica se aplicaba la pena de muerte.

A través de la historia la pena de muerte ha sido según pareciera la pena por excelencia. Quienes han estado en el poder la han encontrado como un método para imponer miedo, para de algún modo mantener el orden en la sociedad y para hacer respetar la legislación. Para esto la pena debía de venir acompañada de algún método de tortura, que en algunos casos se …ver más…

Se aplica la pena de muerte para castigar delitos sexuales como el adulterio o la sodomía. Se castiga también la apostasía , lo que es la renuncia formal a la religión que pertenece. Hay bastantes razones por las cuales se aplica la pena de muerte, pero cabe comentar que históricamente las personas que poseían alguna enfermedad mental o personas que se dedicaran a la brujería se les condenaba a esta pena. Esta situación fundada debido a pensamientos de creencia a que estas personas estaban poseídas por el demonio. Gracias a Dios en la actualidad las personas presuntamente poseídas por el demonio han pasado, de ser quemadas en la hoguera, a ser tratadas como lo que son, enfermas y enfermos mentales necesitados de la ayuda para sobrellevar mejor su enfermedad. Un dato de referencia que ejemplifica lo expuesto anteriormente; es que en Estados Unidos entre las mas de 1500 personas ejecutadas entre 1978 y 2006, al menos 150 de ellas tenían alguna enfermedad mental.
Con respecto a las relaciones que tiene el cristianismo con la pena de muerte se puede mencionar históricamente de las persecuciones y la ejecución de inocentes en el siglo XX y que personas han perdido la vida por el simple hecho de ser cristianos. Considero que es realmente fundamental y oportuno conocer la postura de la Iglesia Católica sobre la pena de muerte. La iglesia católica en principio había derogado en 1929 un tratado que establecía la pena capital a cualquier persona que