La paradoja del cambio organizacional
Este empeño, junto a las características antes señaladas, dan al libro una notoria peculiaridad, que difícilmente dejará de ser criticada. Ante tales críticas solamente me cabe decir que si las verdades que este libro trata de expresar no se justifican por sí mismas, no se justifican de ninguna manera. Si la visión del hombre que aquí aparece no resulta convincente, la única alternativa que resta a quien le ofrece es tratar de explicarse mejor, para alcanzar la altura propia de los temas elegidos. Y la razón es que este libro pretende aproximarse a una realidad demasiado rica para ser abordado por entero, y menos con la pretensión de encerrarla en letra impresa. En segundo lugar, no es ocioso insistir en que estos Fundamentos de Antropología no son un tratado de Antropología filosófica. Primero porque el autor no ha pretendido ofrecer semejante tratado. Y después porque ha querido prescindir intencionadamente de la cierta separación, que con alguna frecuencia se hace al exponer la Antropología filosófica, entre lo que es el hombre en abstracto, en sus facultades y capacidades, y los que es en concreto, en sus actitudes prácticas y su conducta real. Las situaciones vitales son precisamente las que alimentan de continuo la reflexión del hombre sobre si mismo, y las que