Introduccion El Banquete De Platon
Platón: El banquete, en Platón: Diálogos volumen III. Banquete, Fedón y Fedro. Martínez, M. (trad. de El Banquete). Madrid: Editorial Gredos, 1997.
Cuestionario para Filosofía II
¿Por qué opina Fedro que el amor es el mejor educador posible?
¿Qué ejemplos míticos utiliza Fedro en su discurso para defender dicha tesis?
¿Qué dos tipos de amor distingue Pausanias?
¿Cuáles son, según Pausanias, las diferencias entre las normas sobre la pederastia en Atenas y en otras partes de Grecia?
¿Qué reglas debe seguir el adolescente para mantenerse virtuoso según Pausanias?
¿Por qué afirma Erixímaco que el amor es un fenómeno universal?
Explica brevemente el mito que cuenta Aristófanes para explicar el origen del amor. …ver más…
f) Las virtudes de Sócrates
g) Comparación de los discursos de Sócrates a las estatuillas de silenos que se abren.
9. Fin del Banquete
10. Bibliografía
1. Introducción
Apolodoro cuenta cómo llegaron a su conocimiento los discursos que componen el Banquete. Ante una audiencia de "hombres de negocios" se debate el tema del amor y Apolodoro recuerda que precisamente el día anterior le había contado a su amigo Glaucón los discursos que sobre el amor se habían pronunciado en casa de Agatón (escritor de tragedias) con ocasión de la celebración de su premio literario. Apolodoro, así como Fénix hijo de Filipo, recibió la información de Aristodemo, "un enamorado de Sócrates" que estuvo presente en el Banquete.
Apolodoro comienza elogiando la filosofía frente a los negocios:
Por mi parte, además, os diré que siempre que la conversación trate de filosofía, tanto si soy el que habla como si escucho a los demás, aparte de creer que saco provecho, me regocijo sobremanera. En cambio, cuando escucho otras conversaciones, especialmente las vuestras, las de los ricos y las de los hombres de negocios, personalmente siento hastío y por vosotros y vuestros compañeros compasión, porque creéis hacer algo de provecho sin hacer nada. Vosotros, a la inversa, tal vez creeréis que yo soy un desdichado, y opino que vuestra creencia es verdadera; pero yo, sin embargo, no lo creo de vosotros, sino que lo sé