Colegio de bachilleres del estado de Michoacán

Nombres de los integrantes:
Isidro Mondragón mata
Erick de Jesús Mendoza Alcantar
Oscar Zabala López
Historia 2
Historia de Zamora
205
Introducción
Que sería de nuestra vida sin aquella curiosidad que causan las leyendas de tesoros y de historias increíbles, como seria nuestro mundo sin esa sensación que sentimos cuando tocamos algo que existió desde hace mucho tiempo, y que lleva una historia fascinante.
En nuestro Zamora existen varias leyendas, cuentos de fantasía y ficción, en fin toneladas y toneladas de historia del viejo Zamora. Bueno nosotros nos enfocaremos en una importante pieza de esa historia ‘’el cerro de la beata’’ un lugar que se encuentra entre Zamora y …ver más…

Actualmente no tenemos ni cárcel, no hay quien escandalice. Esta ciudad yo la conocí muy sucia hace 50 años, y dígame si no parece ahora una ollita engredada.
¿Y cómo le hacen señor?
Esto es de lo más sencillo: al que tira una cascara o un papel o algo de veras sucio se le da de comer en presencia de todos.
Realmente ustedes son dignos de admiración.
Y para que vea que es realidad lo que digo, vaya al mercado y vea con que limpieza esta todo.
Allá fue Julián, y además de limpieza encontró absoluto orden en el acomodo y distribución de la mercancía, había muy buenas verduras, frutas exquisitas y cereales de principal consumo.
Al salir se encontró con su amigo y le dijo: -tiene usted muchas razones, el mercado está con un orden y limpieza admirable, esto solo sucede en ciudades encantadas.
Cabalmente buen amigo esta es una de ellas.
¿cómo? Dice que esta es una ciudad encantada, ¿cómo sucedió?
Aquí estaba antes Zamora más empezó a prostituirse el pueblo., menudearon los criminales y los escándalos. Las autoridades no se preocupaban por nada la situación llego a ser intolerable. Cuenta que un día de hermosa primavera, el sol se fue opacando y quedo negro como carbón, sobre un cielo de fondo gris. En ese momento se escuchó un ruido en la atmosfera y cayó una lluvia de piedras que hizo muchos muertos y heridos, y por lo tanto en el pueblo se oían agudos lamentos.
Julián se puso muy pensativo, y un poco temeroso, se quedó con la vista fija