Trastorno Negativista Desafiante
El Trastorno Negativista Desafiante es un patrón de conducta que se manifiesta en un recurrente rechazo a la autoridad, que dura al menos 6 meses. Suele darse antes de los 9 ó 10 años y viene definido por la presencia de un comportamiento marcadamente desafiante, desobediente y provocador y la ausencia de otros actos que violen la ley y los derechos de los demás. Es habitual que en el desarrollo de los niños aparezcan en algunas etapas comportamientos negativista, desobediencias, pataletas. Por ello es necesario delimitar cuándo estos síntomas constituyen un trastorno. Para esta clarificación hay que tener en cuenta si la frecuencia, repetición e intensidad afectan a la vida familiar, escolar y social. El trastorno se …ver más…
• Acusa a otros de sus errores o mal comportamiento. • Es susceptible o fácilmente molestado por otros. • Es colérico y resentido. • Es rencoroso o vengativo. 3. Etimología:
La prevalencia de los Trastornos de conducta como lo es el trastorno de Negativista Desafiante parece estar incrementándose en el curso de los últimos años, y los factores que pueden influir en el mismo son: a) Factores Genéticos. Se ha que en los niños/as con estos trastornos existen factores herederos de tipo neurofisiológicos, psicofisiológicos y bioquímico, que predispondrían al sujeto a manifestar conductas infantiles aversivas y dificultades en el aprendizaje.
b) Factores Ambientales. Juegan también un papel determinante en la génesis y desarrollo de los Trastornos de Conducta. Responsable de que el individuo desarrolle adecuados intercambios con el ambiente, va a ser en gran parte la familia, que se constituye no sólo como el entorno en el que más frecuentemente está el individuo sino también como lugar en el que acontecen los principales aprendizajes del sujeto.
Los frecuentes conflictos matrimoniales pueden generar en el niño conductas agresivas incluso ya desde muy temprano. Y las pautas educativas e interacciones familiares parecen jugar también un importante papel.
Elementos como el rechazo paterno, la permisividad frente a la agresión, una agresiva tendencia a castigar, una deficiente comunicación padres e hijos y las relaciones agresivas con los