Tierra de nadie
(CUENTO INFANTIL)
Papá ratón llegó contando, que el sol y la luna se van a casar
mamá ratona dijo, que ese matrimonio no duraría, porque separado el sol de la luna siempre estaría
abuela ratona dijo, que tendrían como hijas las estrellas e hijos los cometas y como padrinos ella quería, fueran los planetas
el ratoncito mayor dijo, que todos estaban equivocados, porque el sol se casaría con una “sola” y la luna con un “luno”, el sol tendría hijos, pero con tantos, con noche no quedaría lugar alguno
grillos, sapos, renacuajos, ranas y búhos, no tendrían más noches para cantar y por eso el ratoncito mediano se puso a llorar
papá ratón llamó a la cordura, pues no había pareja para ellos, …ver más…
- Entonces… ¡deseo que tú uses ese deseo para TI!
- ¡Claro! Espera… ¿qué? ¡NO! ¡Tiene que ser un deseo para ti!
Y justo en ese momento nos hicimos grandes amigos. Siempre nos divertíamos mucho juntos y me pasaba de todo con él; risas, lloriqueos, estupideces, consuelos y un montón de cosas más. Y en un pestañeo, me di cuenta que nos habíamos convertido en pareja.
Eliot siempre me insistía en que le dijera mi deseo y hasta me sacaba de quicio para que le dijera, tenía una impaciencia muy extraña, así que un día, en nuestra primera cita, decidí decirle mi deseo.
-Entonces… ¿Cuál es tu deseo?- me pregunto tranquilamente.
-“Por favor ámame, ámame por siempre y para siempre”… ese es mi deseo- le dije después de darle un beso en la mejilla.
- Realmente me amas- y empezó a llorar.
- Perdón, ¿lo dije muy repentinamente? ¡Perdón! Iré por algo de beber, ¿vale?
Cuando regrese, solo encontré una nota que decía “Estuve contigo muy poco tiempo, pero ese tiempo fue hermoso. Te amo Sofía”.
El despertador sonó. Mi gato gris se había escapado al parque una vez más.
Un sueño sobre ti
(CUENTO POLICIACO)
Las gotas de suero bajaban lentamente por el cordón conectado a la vena de mi brazo derecho. No sabía porqué estaba allí. Tenía conciencia de lo que me rodeaba. Mis ojos entreabiertos me lo decían. No podía moverme, ni pronunciar palabra. En una esquina, sobre un sillón verde oscuro, como el color de mi antiguo