La historia comienza cuando Bastián Baltasar Bux va a una tienda de libros viejos y el dueño de la tienda sale a su encuentro, Bastián le explica su situación, de que hay varios niños que lo quieren molestar. Después de una larga plática Bastián ve un libro muy llamativo con un signo muy raro en la portada; sin que el dueño, llamado Karl Konread Koreander se dé cuenta, Bastián se mete el libro en su sudadera y se lo lleva.
Una vez en la escuela, y apenas logrando escapar una vez más de los otros niños que lo molestan, se mete a un almacén que antes era como un gimnasia pero ahora es una bodega vieja. Dentro y a salvo, aunque un poco mojado debido a la lluvia, abre el libro y sorprendido, se sumerge a leer.