Problemas de la existencia de dios
Durante la Edad Media uno de los problemas fundamentales de la filosofía religiosa fue el de la demostración de la Existencia de Dios. En la tradición filosófica existen dos formas que van a tener distintas repercusiones para conseguir este fin. Distintos autores, a lo largo de la historia de la filosofía, utilizan alguna de estas formas en sus pretensiones. El Argumento Ontológico de San Anselmo y las Vías de Santo Tomás de Aquino son estas dos formas tradicionales de demostrar la existencia de Dios. Aunque se otorga la autoría de las mismas a estos dos autores es cierto que existen antecedentes de ambas en otros autores, aunque bien es cierto que son ellos los que van a sistematizarlas de forma explícita.
El Argumento …ver más…
• El argumento de Aristóteles es el Primer motor inmóvil. Es debido a que todo móvil, a su vez debe ser movido por un motor y este a su vez, debe ser movido por otro motor, que la cadena de móviles necesita de un primer motor que no sea movido a su vez por otro. Sobre este Primer motor inmóvil, Aristóteles dirá que debe ser acto puro, forma pura, pues si no estuviese en acto sería imposible que pueda ser motor de algo. El libro central donde Aristóteles habla de él es Metafísica XII, paradigma central de la cultura mediterránea, pues, después este mismo pasaje será reinterpretado por buena parte de la filosofía mediterránea (desde Santo Tomás de Aquino hasta Kant, desde San Alberto Magno hasta Hegel). Así, el Primer motor funge como el orden último de la cosmología aristotélica. Él mueve directamente a los astros del primer cielo, éstos tratan de imitarlo dando vueltas en círculo. El círculo responde al acto más perfecto según la ideología griega, pues no tiene comienzo ni fin, es continúo. Además Aristóteles define al Primer Motor como "gnoesis gnoeseos" (conocimiento de conocimiento), así el Primer Motor vuelve sobre sí, conociendo sólo lo más perfecto: él mismo, y esto responde al porqué de la estructura esférica del universo según Aristóteles. Por otra parte, este motor no es de modo alguno Dios bajo la jerga cristiana, como sugiere Santo Tomás de Aquino. A diferencia de un Dios cristiano, el Primer Motor aristotélico no conoce el mundo