EL MODELO RESOCIALIZADOR
Reclama una intervención positiva en el penado.
1. Sus fundamentos teóricos: orientar el cumplimiento y ejecución del castigo de modo tal que este pueda reportar alguna utilidad al propio infractor. Por su realismo le interesa el impacto real del castigo, tal y como este cumple sus consecuencias, la naturaleza social del problema criminal. El principio con las esencias del estado contemporáneo constituye el soporte teórico de la intervención penal positiva en el infractor potencien sus expectativas y posibilidades de participación social.
El ideal resocializador – y llamada ideología del tratamiento – han abierto un doble debate: un debate normativo-doctrinal, y un debate empírico.

2. el debate doctrinal …ver más…

A favor de la resocialización del delincuente como objetivo prioritario de la función penal obran poderosas razones de diversa índole: ha significado un positivo giro humanista de la función penal hacia lo concreto y real: hacia el penado, al poner de manifiesto el profundo abismo que separa la teoría de la praxis y la necesidad de juzgar al sistema penal por su impacto en el hombre que lo padece.

En contra de la resocialización del delincuente como meta del sistema penal se han formulado diversas objeciones, Políticamente, estado, un efecto cualitativo del castigo en el infractor.
Teoría de los fines de la pena, se justifica por razones o móviles resocializadores, sino de control. En efecto. La eficaz defensa del orden social obliga a reparar no solo en los infractores necesitados de resocialización sino también en los que nos necesitan ésta. El pensamiento resocializador, carece de bases científicas sólidas. Por ultimo son radicalmente incompatibles con objetivos resocializadores, y que es muy acusada la tendencia a la prevención general en la respuesta de los ordenamientos jurídicos. Pero la oposición actual más enconada al ideal resocializador es una oposición ideológica.

3. el debate criminológico sobre la resocialización del penado es un debate científico empírico, libre, por tanto, de especulaciones, de actitudes puramente ideológicas, o de estériles «torneos oratorios».