Maestro de todo, sabio de nada.
Erase una vez, hace mucho tiempo, un
Pueblito cercano a un bosque muy grande. En las afueras del pueblo, a la orilla del bosque, vivía una pequeña niña con su madre.
La abuelita de la niña amaba a su pequeña nieta más que los gatitos aman hacer travesuras, y le había hecho una linda capa roja con un gorro. La niña usaba su caperuza roja de terciopelo para ir a todas partes se la ponía tan a menudo que por eso la gente del pueblo la llamaba caperucita roja.
Un día la madre de caperucita roja le pidió que llevara una canasta de comida; “ve rápido, querida, y no te quedes a pasear por el bosque”, le dijo a su pequeña hija. “no te alejes del camino .Tu abuelita te esta esperando “. Caperucita le prometió ir …ver más…
Se puso a pensaren otras cosas mientras buscaba flores se olvido de la promesa que le había hecho a su madre.
Mientras tanto. El lobo se fue por el camino hasta perderse de vista. Después, corrió a toda velocidad directamente a la casa de la abuelita. Apenas recupero el aliento, toco suavemente a la puerta.
“¿Quién es?”, pregunto la abuelita.
“Soy yo caperucita roja. He venido a traerte un poco de pastel, pan, y mantequilla”, dijo el lobo tramposo.
“Levanta el cerrojo y pasa”, dijo la abuelita que estaba metida en la cama. ¡Pero cuando vio al lobo entrar se levanto de la cama enseguida, solo para desmayarse del susto! Como el lobo lo que quería era comerse a caperucita roja metió a la anciana debajo de la cama. Se disfrazo con el gorro y el camisón de encaje, y se metió en la cama a esperarla.
Cuando caperucita roja logro juntar un ramillón de flores silvestres recordó que le había prometido a su madre ir a ver a su abuelita. Corrió a la casa de su abuelita y toco la puerta.
¿Quién es?, pregunto el lobo quien fingió la voz de la abuelita.
Soy yo caperucita roja, dijo la niña.
Levanta el cerrojo y pasa, le dijo el lobo.
Caperucita roja creyó que su abuelita era la que estaba metida en la cama con su gorro de encaje muy abajo y las cobijas hasta su barbilla.
El lobo le dijo: acércate un poco mas querida con una voz chillona y temblorosa. Caperucita roja se acerco hasta la orilla de la cama.”Abuelita que orejas tan grandes tienes”,