La metafisica
La ciencia del ente en cuanto ente.
La metafísica es la ciencia del ente en cuanto ente. Se llama metafísica porque va más allá de lo físico o sensible en cuanto tal, hacia el interior del orden puramente inteligible de la realidad. “Ciencia” es conocimiento por causas y, por lo tanto, cierto, universal y necesario. Es un conocimiento en el cual conocemos el por qué, porque hemos reconocido la causa, no una causa accidental o fortuita, sino una causa necesaria.
Ahora bien, si la metafísica es ciencia del ente, lo que hemos de estudiar en metafísica es la causa del ente. Para hacer mas precisa la definición de la metafísica, podemos decir que es la ciencia de los principios y causas del ente en cuanto ente. …ver más…
Esto es muy esclarecedor.
El “ser” conviene a numerosas realidades parcialmente en un mismo sentido, porque todas ellas son entes, y, parcialmente, en un sentido diferente, porque el ser de la silla es completamente distinto del ser del niño, el ser de una buena acción es completamente diferente del ser de una mala acción.
Esta característica del ente es llamada la analogía del ente. Cuando una palabra es aplicada a muchas cosas siempre con el mismo sentido, se llama unívoco.
Por ejemplo, cuando decimos que Pedro es un hombre y Pablo es un hombre, estamos usando la palabra “hombre” exactamente en el mismo sentido: la “humanidad” de Pedro es la misma que la “humanidad” de Pablo; difieren estos en sus características individuales, pero en lo que concierne a su humanidad son idénticos.
Si un término, por otra parte, tiene a veces un significado y otras veces otro completamente distinto, se denomina equívoco: así, por ejemplo, “sol” puede significar el astro rey y una moneda.
Ahora bien, existen palabras que no son ni unívocas ni equívocas, porque, cuando son aplicadas, lo son parcialmente en el mismo sentido y, parcialmente, en sentido diferente.
No pueden ser llamadas equívocas, pues su significado es similar. Pero tampoco pueden llamarse unívocas, ya que su sentido cambia en cierto modo.
Por ejemplo, el término “sano” puede convenir a un cuerpo, a un alimento, a un color, a una medicina, pero, en parte,