Importancia Del Juego En Los Niños y Adultos
El juego es una necesidad. Jugar es necesario, tanto para el niño como para el adulto, aunque para cada uno tiene un significado diferente. En el adulto el juego implica distracción, entretenimiento, descanso, alivio y distensión; un tomar distancia de sus preocupaciones y ocupaciones; un "perder el tiempo" de sus obligaciones de adulto para "ganarlo" en placer en tanto que es persona. Para el niño, en cambio, el juego es una función básica, un comportamiento totalizador que compromete sus percepciones, su sensibilidad, su motricidad, su inteligencia, su afectividad y su comunicación; no es un simple pasatiempo ni una distracción pasajera; mucho menos aún, una "pérdida de tiempo porque si"...como muchas veces creen y …ver más…
Pero así como aprende jugando, también tiene que aprender a jugar... Y es el adulto quien debe hacérselo posible.
Si bien existen juguetes específicos para las distintas edades, el niño puede jugar con cualquiera de ellos o con cualquier objeto que tenga a su alcance, claro esté, siempre que no signifiquen un peligro para él. Lo que importa aquí es que el adulto no "dirija" su juego, "obligándolo" a jugar de tal o cual modo, según "corresponda" por lo que tenga en las manos. Si el adulto a cargo va a condicionar el juego del niño, por ejemplo, al cuidado del juguete que le entrega para usar (por ser delicado, rompible, valioso, costoso, etc.), es preferible que le dé otra cosa para jugar. El niño (sobre todo el pequeño) necesita tocar y manipular los objetos para descubrir por sí mismo cómo son, qué puede hacer con ellos y para qué pueden servirle. Si el adulto que esté con él, por ejemplo, le muestra y mueve graciosamente algo ante sus ojos, lo primero que el niño va a hacer es estirar su mano y pretender tomarlo. Suele suceder que ese objeto mostrado era sólo "para ser mirado" y el adulto se lo niega con un "no" rotundo pero, al mismo tiempo, sonríe ampliamente y le dice -"mira...mira"- , "enseñándole" de este modo un comportamiento contradictorio mientras le impide su propia experiencia de aprendizaje. Entregar el juguete adecuado para que el niño lo utilice de acuerdo a sus necesidades y sin exigirle limitaciones erróneas es responsabilidad exclusiva del