Hacia Orlando( Capitulo 1- Las 7 Claves Del Exito De Disney)
Bill greenfield se detuvo en el puesto de revistas del edificio en el que vivía y pidió un ejemplar de Black Enterprise. Pensó en la duración del vuelo a Orlando y decidió llevarse así mismo ejemplares de Forbes y fortune. Resabia estas dos ultimas en su oficina pero llegarían si no hasta después de que el saliera de la ciudad; y Bill no deseaba esperar 4 días para leerlas.
El guardia de seguridad miro a Bill al entrar este vestíbulo.
-Buenos días, señor greenfield-, dijo.-Hoy llega mas temprano que de costumbre, ¿no es así?
- tengo un vuelo a primera hora-, dijo Bill. –Mi esposa me dejo de camino a su oficina y el taxi llegara en 40 minutos, …ver más…
Y Carmen pretendía usar la visita a Disney como un trampolín para hacer eso justamente.
Aun así, Carmen se preguntaba lo que pensaban los integrantes de su equipo de ventas y los demás del equipo ejecutivo. Por cierto, el día anterior se había reunido formalmente con cada grupo, pero deseaba una respuesta mas espontanea.
-Marge-, dijo. –siéntate un minuto. Quiero tu consejo sobre algo.
Don Jenkins se sentó viendo la ventanilla, el borde del ala y la pista del aeropuerto a lo lejos. Detestaba pasar el tiempo en los aviones. Y, si pensaba un poco, odiaba todo lo relativo a este viaje; una total perdida de tiempo, si se le preguntaba.
¿Qué se suponía que podía aprender de Mickey mouse y tribilin?
Tomo el folleto de la información del hotel y el programa de Walt Disney world. El ratón lo miraba desde el mapa.
-¡Oh, Disney world! – gorjeo la azafata. -¿su primer viaje? Don alzo la mirada y replico:
-Primero-, dijo, - y ultimo.
Judy Crawford se paso la mano por el cabello, observando el mapa del clima del monitor “Oh, no”, gimoteo. “No veo la forma de salir de esto con lo que esta pasando”.
Judy hablaba de la importante tormenta que se había abatido en el sudoeste hacía apenas unas horas. Estaba provocando estragos en el servicio eléctrico en empresas y hogares en toda la región. Ciertamente, los conmutadores de teléfonos de Judy no habían parado de sonar durante horas.
-Podemos manejarlo, Judy-,