Guion la amistad bate la cola
La amistad bate la cola invita a los lectores que ya leen solos, sin importar la edad que tengan, a un paseo por la naturaleza –animal y humana– en el que podrán explorar el lenguaje secreto de las emociones, el aspecto solidario y la responsabilidad de cada uno de nuestros actos, una manera entretenida de abordar esta naturaleza.
INTRODUCCION
Esta es la historia de dos perritas de color de leche y miel, una historia que tiene un poco de tristeza y mucha alegría.
Pancho Catracho: Y que comienza cerca de la navidad. Que tan cerca, no lo se pero lo cierto es que la navidad se venia aproximadamente a nuestra expectativas.
Cuando muñeca llego, todavía no se llamaba muñeca, probablemente tenía algún …ver más…
Y que solo a ellos, tenían para amar, pues no habían tenido hijos.
Una casa grande, un buen jardín para correr, alimento para perros y siempre de vez en cuando un buen hueso.
Hasta valía la pena someterse al baño semanal. La vieja señora echaba baleadas por hobby, y el viejo señor era un catador de horchata que jugaba al domino. Se dormían temprano, después de acariciar (dog pant en 100 sounds) un poco a los perros, comprobar que no les faltaba agua y llevarlos afuera.
Una noche se fueron a dormir temprano, el viejo había caído de repente, los dos pasaron aquella noche en un hospital frío, el viejo no volvió a casa. Y pasados algunos meses se fue al encuentro del viejo. Se abrió el testamento, la casa, el jardín y los perros, todo, dejado al ahijado. El único que vivía en tro ciudad. (F1 en fun sounds) El ahijado fue a tomar posesión a penas temporal, porque pronto apareció encima del portón un cartel “se vende”.
Pero de los perros no quiso saber nada dijo que daban trabajo y comían mucho, él vivía en un apartamento, tenía una vida organizada y en esa vida no cabían esos chuchos, mucho menos uno de gran tamaño.
Delante de él, mi rey, seguro que no entendía dio la orden de sacrifíquenlos a todos. (Finish him en fun sounds)
No se con exactitud como sucedió que mi rey se salvo. Si huyo o alguien se apiado de el que al verlo joven y bonito mirándolo dijo “ese me lo quedo”.
De repente empezó a frecuentar mi casa, pero yo sabía que le