Solucionario lengua castellana 4ESO TEIDE

42980 palabras 172 páginas
Lengua castellana y Literatura
J. Fortuny, C. Picó, R. Alsina, S. Martí

ESO

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3. Solucionario

Índice

Evaluación inicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Unidad 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Unidad 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Unidad 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Unidad 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Unidad 5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Unidad 6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Unidad 7 . . . .
…ver más…

Pero los chavales de entonces contábamos con otra forma de viajar y apasionarnos con la existencia: la imaginación. 5 En el lugar más recóndito de este bosquecillo, no muy lejos del extremo occidental de la isla –el más remoto– se había construido Legrand una casucha, en la cual vivía cuando nos conocimos por pura casualidad. Nuestro primer encuentro pronto derivó hacia una amistad, pues muchas cosas en ese hombre solitario despertaban mi interés y mi afecto. Descubrí que era culto y que poseía una inteligencia poco habitual, pero también estaba afectado de misantropía y padecía repentinos cambios de humor que lo llevaban de la euforia a la melancolía. Tenía muchos libros, pero rara vez los leía. Sus principales diversiones eran la caza y la pesca, o pasear por la playa y entre los mirtos en busca de conchas o de especímenes entomológicos; de estos últimos poseía una colección que habría envidiado el mismísimo Swammerdamm.

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Lengua castellana y Literatura
4.° ESO
LITERATURA
Pág. 15
1 Paralelismo. Metáfora. Personificación. Exageración.

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2 El poema es un romance. Los versos son octosílabos con rima asonante en los versos pares (8-, 8a, 8-, 8a, 8-,
8a…).

Unidad 1

COMPRENSIÓN Y EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA
Pág. 18
1 Su espíritu aventurero le llevó, en 1897, a unirse a las expediciones de buscadores de oro que partían hacia
Alaska. La fiebre del oro y las

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