El nombre de la rosa, resúmen. usos y costumbres
¿Sabes una cosa?
Necesito tu voz mucho más que tu silencio, pero también necesito tu silencio cuando mi voz reclama un oidito atento y divertido.
Necesito tus lágrimas para darte consuelo, pero las necesito (y las deseo) menos que a tu sonrisa.
Necesito tus preguntas para combatir mis, ya antiguas, convicciones, pero no menos necesito también tus propias (y modernas) certezas.
Necesito saber de tus penas, porque se que estas son inevitables, y porque se que el que alguien las sepa significa que ya en parte salieron de vos, y es bueno que las digas, porque decirlas es, en general, resolverlas; sin embargo, lo mejor, lo preferible, es no llegar a ellas (aunque es …ver más…
Veamos ahora el contralor (el contrapeso, lo contrario) de todo esto: necesito que preguntes y preguntes, incansablemente, que cada pregunta te genere una nueva y que hagas, inclusive, preguntas de preguntas, o que preguntes por preguntar o tan solo por romper el silencio, pero no necesito, absolutamente, ni en lo más mínimo, tu indiferencia o tu temor por ellas; necesito que respondas a mis preguntas tanto como que calles frente a las mismas, ya sea porque no te da la gana responder o porque estas ni te motivan ni te importan, pero también, y sobre todo, necesito que no te quedes, jamás de los jamases, con dudas respecto a mí y que, si lo sabes y te importa, no me dejes, jamás de los jamases, con dudas respecto a