El buscon de francisco quevedo
Por Francisco de Quevedo
Pablo Moreno Galán 1º Bach A
1.1
-Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos (Madrid, 14 de septiembre de 15801 – Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 8 de septiembre de 1645), conocido como Francisco de Quevedo, fue un escritor español del Siglo de Oro. Se trata de uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y es especialmente conocido por su obra poética, aunque también escribió obras narrativas y obras dramáticas.
Ostentó los títulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago.
1.2
-La primera edición del libro fue publicada en Zaragoza en el año 1626, aunque fue sin el permiso del …ver más…
Es una caricatura de otra caricatura real
Desde su título, la obra degrada a los poetas, ya que el término "güero" (huero) significa vacío, tonto, y agrega los otros dos adjetivos descalificadores: dice que la mayor parte del mundo ha dado en seguir la falsa secta de los poetas “chirles y hebenes”. “Chirles” tiene el significado de estiércol, mientras que “hebenes” remite a uvas grandes.
Traza un panorama de la evolución de la lírica morisca y pastoril con una mirada satírica (ítem 7), y apela a la parodia de calidad de la escritura de dichos poetas como “mancha” en el papel (ítem 9). También habla sobre los recursos gratuitos de las comedias, limitándolas “a que no acaben en casamientos” (ítem 10). El mal poeta sobre el que ironiza el autor, el poeta huero o sea poeta vacío, de segundo orden, que puebla salones y plazas, podría relacionarse con el llamado figurón, a quien ya el poeta Horacio había caracterizado como desarrapado, de uñas largas y desaseado y que también muestra esa imagen social en el mundillo madrileño del siglo XVII.Quevedo ironiza sobre su desaseo en el ítem 8:
“Por estorbar los insolentes hurtos que hacen, mandamos que no se puedan pasar coplas de Aragón a Castilla, ni de Italia a España, so pena de callar un mes el poeta que tal hiciere y si reincidiere, de andar un día limpio.”
Hasta el año 1600 no había aparecido la cuestión del mal poeta, pero ante el apogeo de las academias y certámenes literarios, los testimonios