Educacion
El GaleónVerde
La batalla de los dragones gemelos
*La serie La Fontana es una colección exclusiva del autor.
Reservados todos los derechos.
A los chicos y chicas, en especial, a los más humildes del planeta.
La BATALLA de los
DRAGONES GEMELOS
EL GALEÓN VERDE, una embarcación antigua dejada como herencia a Américo, es el nombre de esta colección, dónde la aventura de los viajes inimaginables es herencia también de un anciano español.
Una mañana fresca, pero no menos diferente que otras, Américo emprendió una travesía que lo llevará a descubrir CINCO extraordinarios y enigmáticos lugares, cuya semejanza apenas si había encontrado en sus libros de cuentos y fábulas. A esta maravillosa …ver más…
Pero entonces comenzó la alegría. Unos sacaban sus ropas a los tendales, otros empezaron a sembrar plantas en sus huertas, una multitud se dirigía a las playas y a otros solo les bastaba salir a su puerta a recibir los rayos del sol. Los hombres se cortaban el cabello y la barba, las mujeres, guardaban las ropas largas y se atrevían a usar algo más ligero y entonces el rostro del pueblo, verdaderamente se tornaba alegre.
En cada esquina de los barrios, se organizó una fiesta con clarín y tambor y las muchachas salían a bailar y los chicos competían y era una locura festiva que parecía un inicio sin final.
Por la noche el jolgorio continuó en plazas, calles y parques. Y hasta la Plaza Central llegaron Luna, sus cuatro hermanas y sus padres, a disfrutar de un espectáculo teatral que era la historia de un barco que llegaba a las costas de un pueblo que tenía acumuladas riquezas en oro, lo saqueaba y mientras lo hacía, era muy hostil con sus habitantes. El público abucheaba a los invasores y se indignaba aunque de antemano sabía que todo era ficción. No obstante, algunos imaginaban que ese pueblo de la obra, podría ser Tornasquén (un pueblo asentado a orillas del mar) y aunque no era rico en oro, igualmente tenía sus propias riquezas como la sal, gemas (piedras preciosas que sacaban del mar), carbón y ricas montañas.
En las primeras horas de la madrugada aun se oían los chasquidos, algunas risas desvaneciéndose