Desarrollo de las habilidades para administrar
2.1. El administrador moderno
2.2. Comprensión del proceso de dirigir
2.3. Desarrollo de la capacidad profesional para administrar y decidir
2.4. El cambiante entorno de los negocios
2.1. El administrador moderno
¿Qué es y qué necesita un administrador moderno?
Para determinar las características de un administrador, primero es necesario definir un perfil directivo – gerencial acorde con nuestra realidad cultural, económica y social, en el que se tome en cuenta la idiosincrasia propia de cada país, sin caer en xenofobia o chauvinismo que nos atrase con respecto al mundo industrial. La teoría y la tecnología deben ser adaptadas y, tanto como sea posible, desarrollar …ver más…
* Motivaciones psicológicas y personales que, apoyándose en la ilusión del proyecto común, en la necesidad de mejorar en la calidad del trabajo, en la confianza que se deposita en él y en sus aportaciones, en las posibilidades de promoción personal (cuando esto sea factible) y motivación hacia la necesidad de ser competitivos frente a la competencia.
La comunicación, en sus diversas vertientes verticales y horizontales, es otra cuestión nada baladí.
Podríamos decir que es básica y fundamental. Empresa sin comunicación es empresa, por lo general, sin futuro. En un mundo cada día más competitivo y duro en los mercados, aquel que no funcione como un reloj, acabará por irse a pique más o menos pronto.
La comunicación requiere canales abiertos en la relación profesional, laboral y personal entre jefes y mandos intermedios, entre estos y sus subordinados. Canales que no estén obturados en ningún punto. Requiere que esa comunicación sea de doble dirección, de arriba a abajo para transmitir órdenes, criterios, obligaciones, apoyos, consejos, información. Pero, también, de abajo a arriba para informar, preguntar, aportar ideas y soluciones.
Una empresa moderna ha de apoyarse en una circulación muy fluida de información real y veraz, creíble y asumible. El trabajador no debe ir en la oscuridad total sobre la marcha de la empresa, su lucha en el sector y en los mercados, sobre los objetivos que ha de conseguir. Y la dirección, por su parte, no puede