Desamortizacion de Madoz
«l. Se declaran en estado de venta, con arreglo a las prescripciones de la presente ley, y sin perjuicio de las cargas servidumbres a que legítimamente estén sujetos, todos los predios rústicos y urbanos, censos y foros pertenecientes:
Al Estado; al clero; a las órdenes militares de Santiago, Alcántara, Calatrava, Montesa y San Juan de Jerusalén; cofradías, obras pías y santuarios; al secuestro del ex infante Don Carlos; a los propios y comunes de los pueblos; a la beneficencia, a la instrucción pública y cualesquiera otras pertenecientes a manos muertas, ya estén o no mandad, vender por leyes anteriores [. .. ].
111. Se procederá a la enajenación de todos y cada uno de los …ver más…
II.- Esta Ley se encuadra entre las medidas tomadas por el gobierno Progresista del Bienio (1854-1856). En este gobierno Pascual Madoz era ministro de Hacienda, y pretendía modernizar el país con leyes que incentivaran la economía nacional. Con frecuencia se la ha denominado "desarmortización civil", para diferenciarla de la de Mendizábal ("desamortización eclesiástica"), sin embargo, aunque es verdad que la mayor parte de los bienes provenían de las tierras comunales y de propios pertenecientes a los ayuntamientos, aproximadamente un 30% pertenecían a las órdenes militares y al clero secular, y en este caso no se trataba de tierras, sino generalmente de inmuebles situados en ciudades. El valor alcanzado por las ventas fue algo más del doble de lo conseguido en la de Mendizábal (casi 8000 millones de reales).
El bienio progresista pone fin a la Década Moderada, y prueba de ello es esta ley que atacaba a la Iglesia, a la vez que sin realizar una evidente mejora de la agricultura, ponía en manos de la alta burguesía y de la nobleza adinera tierras que antes beneficiaban especialmente a las capas más bajas de la población (campesinos pobres que acabaron convirtiéndose en jornaleros o emigrando a las ciudades, donde se integrarían en un proletariado pobre y explotado). Además, los compradores se convirtieron en rentistas que no invirtieron apenas para mejorar sus nuevas tierras.
III.- El movimiento de Madoz