Cristo roto
P. Ramón Cueto
MI CRISTO ROTO
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INTRODUCCION
La historia comienza en una tienda de antigüedades en Sevilla, donde el padre Ramón regatea el precio de un Cristo de madera que luce muy deteriorado. A la imagen le falta la cruz, también media pierna, un brazo y el rostro; ya que aparentemente fue profanada durante la guerra civil española. No obstante, es una fina obra de arte que merece ser restaurada. Aquí empieza el diálogo que se desarrollará durante toda la obra. Ya en casa, el padre Ramón se sorprende cuando el Cristo le prohíbe que lo restaure. El Cristo roto prefiere no ser restaurado, porque desea que veamos en su rostro el rostro de todos nuestros hermanos: los Cristos rotos vivos y sufrientes. A lo …ver más…
Sus recursos son infinitos, hoy la disimula con modernos y actuales disfraces, es el ser más actual.
¡Se rompe una presa que arrastra mis fincas! Tengo un descuido inexplicable en el trabajo, y la máquina me siega un brazo. Íbamos en coche a 100 por hora, nos salió inesperadamente un camión, murieron en el acto mi mujer y un hijo, y quedé solo en la vida. Jamás he tenido una enfermedad, pero me dice el médico que tengo algo incurable.
Ante la mano izquierda de Dios, la primera reacción es un grito de rebeldía y desesperación, olvidamos la presa, el coche, el traidor, la muerte, porque adivinamos que ellos no tienen en definitiva la culpa, presentimos a Dios como responsable de ese dolor, que por ser tan terriblemente profundo, no puede venir de las criaturas y lógicamente nos encaramos a Dios. ¡Le gritamos, le emplazamos, le protestamos, le exigimos, le desafiamos, le condenamos! ¡PADRE, SI FUERAS PADRE, NO ME TRATARÍAS ASÍ! Gritamos, protestamos, nos rebelamos y luego… nos quedamos solos. Y vienen las primeras lágrimas nerviosas y quemantes, y sin darnos cuenta, la primera oración. Volvemos a protestar contra Dios, contra nuestra primera oración. Sucede el cansancio, las lágrimas ya son más serenas, ya rezamos sin protestar, tenemos ganas de besar algo, ¿Qué? Oh sí, eso, ya lo
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encontramos, un crucifijo, y con un beso le decimos a Dios, que está bien lo que Él disponga, terrible, violenta, dura, implacable, pero