Introducción.

Desde hace un par de décadas, los gobiernos han adquirido cada vez más importancia en la vida política nacional. La creciente competencia electoral y las demandas ciudadanas en aumento hacen que los gobiernos estatales mexicanos enfrenten nuevos desafíos tanto en su carácter de actores políticos como en el de agentes administrativos.

Así paran entender a los gobiernos estatales mexicanos es necesario analizar los múltiples ámbitos en los que actúan. Ante todo, los estados forman parte de una federación, el Estado mexicano, y, aunque son libres y soberanos por definición, están sujetos a las normas impuestas por la Constitución Federal.

Cada estado tiene una Constitución política propia que, otorga …ver más…

Incluso el control absoluto ejercido por Porfirio Díaz durante tres décadas, volvieron nulo el principio federal.

Tras la Revolución, la Constitución de 1917 reafirmó el carácter federal de la República, pero, las relaciones de poder en la realidad dieron al gobierno nacional un predominio claro sobre los gobierno estatales, (a partir de 1929), por el control que, el Partido Nacional Revolucionario, antecesor del PRI, el Presidente ejercía a los gobernadores.

Así, durante buena parte del siglo XX, los gobiernos estatales funcionaron como agentes políticos del gobierno nacional.

El control ejercido desde el centro sobre las entidades federativas estaba basado, en la forma de operación del PRI en el poder durante más de setenta años, pues el Presidente podía influir en la selección de gobernadores y en el desempeño cotidiano de los gobiernos estatales. El aparato partidista funcionó durante muchos años como mecanismo efectivo de control desde el centro sobre los estados.

En la década de los ochenta las victorias de los partidos de oposición en las elecciones para ayuntamiento y legislaturas estatales significaron el fin del monopolio priísta y abrieron la puerta para futuros triunfos en las gobernaturas estatales.

Este cambio se reforzó por la crisis económica de 1982 que, restó recursos y capacidad a los gobiernos nacional y estatales para hacer frente a sus responsabilidades.

El punto de quiebre ocurrió en 1989, cuando, por