- Introducción
- La
filosofía fenomenológica - Definición
- La
conciencia en la fenomenología - Fenomenólogos
- Principal representante de la
fenomenología - Clases
de fenomenología - El
método fenomenológico - Adolf
Reinach. Las ontologías regionales - Conclusión
Introducción
La fenomenología no es un movimiento
homogéneo pues se han dado distintas interpretaciones,
tanto en la caracterización del auténtico
método fenomenológico como en las tesis doctrinales
en las que hay que concluir; las dos variantes principales son la
fenomenología realista para la que los
fenómenos conocidos son reales e independientes de nuestra
mente, y la fenomenología trascendental, un nuevo
idealismo para el cual la realidad es una consecuencia de los
distintos modos de actuación de la conciencia pura o
trascendental. El fundador de este movimiento es Edmund
Husserl (1859-1938), y los representantes más
importantes Alexander Pfänder (1870-1941), Max
Scheler (1874-1928), Dietrich Von Hildebrand
(1890-1978), Martin Heidegger (1889-1976), Jean-Paul
Sartre (1905-1980) y Maurice Merleau-Ponty
(1908-1961).
El método fenomenológico no parte del
diseño de una teoría, sino del mundo
conocido, del cual hace un análisis descriptivo en base a
las experiencias compartidas. Del mundo conocido y de las
experiencias intersubjetivas se obtienen las señales,
indicaciones para interpretar la diversidad de símbolos. A
partir de allí, es posible interpretar los procesos y
estructuras sociales. En las ciencias sociales se requieren de
"constructos" y "tipos" para investigar objetivamente la realidad
social. Estos tienen que tener las características de una
consistencia lógica y una adecuación al
fenómeno estudiado.
El énfasis no se encuentra en el sistema social
ni en las interrelaciones funcionales, sino en la
interpretación de los significados del mundo (Lebenswelt)
y las acciones de los sujetos. Estas nociones
epistemológicas inducen al empleo de métodos
cualitativos de investigación.
El método fenomenológico puede resultar
particularmente útil para la interpretación de los
hechos y procesos estudiados; para captar el sentido de los
fenómenos y la intención de las actividades
sociales.
La filosofía
fenomenológica
Movimiento filosófico del siglo XX
caracterizado por su pretensión de radical fidelidad a lo
dado, a lo que realmente se ofrece a la experiencia, para
describir los rasgos esenciales, las esencias de las distintas
regiones de la realidad que en esta actitud se
muestran.
La fenomenología (del griego:
fa???µe?o?: "apariencia", ?????: "estudio, tratado") es una
parte o ciencia de la filosofía que analiza y estudia los
fenómenos lanzados a la conciencia, es decir, las esencias
de las cosas. Dicho de otro modo, la fenomenología es la
ciencia que estudia la relación que hay entre los hechos
(fenómenos) y el ámbito en que se hace presente
esta realidad (psiquismo, la conciencia).
Lo que vemos no es el objeto en sí mismo, sino
cómo y cuándo es dado en los actos intencionales.
El conocimiento de las esencias sólo es posible obviando
todas las presunciones sobre la existencia de un mundo exterior y
los aspectos sin esencia (subjetivos) de cómo el objeto es
dado a nosotros. Este proceso fue denominado
epoché por Edmund Husserl, el padre de la
fenomenología y se le caracteriza por poner entre
paréntesis las cosas; es decir, ir a las cosas
mismas.
Husserl introduce más tarde el método de
reducción fenomenológica para eliminar la
existencia de objetos externos. Quería concentrarse en lo
ideal, en la estructura esencial de la conciencia. Lo que queda
después de esto es el ego transcendental que se opone al
concreto ego empírico. Ahora con esta filosofía se
estudian las estructuras esenciales que hay en la pura
conciencia, el noemata y las relaciones entre ellos.
La fenomenología también es un
método. A diferencia del método cartesiano que
tomaba por "real" todo aquello que fuera primero dudado y luego
pensado de manera "clara y distinta", el método
fenomenológico toma por real todo aquello que es pensado
de manera clara y distinta y puesto en perspectiva temporal.
Así, hoy se habla de una psicología, una
politología, una historiología fundamentadas
explícitamente por el método fenomenológico
y se trabaja en un desarrollo de las ciencias matemáticas
y físicas, por poner algunos ejemplos.
El uso posterior del término está basado
principalmente en, o (críticamente) relacionado con, la
presentación de Husserl y la explicación de una
ontología por esencias. Esta rama de la filosofía
se diferencia de otras en que tiende a ser más
"descriptiva" que "explicativa".
La fenomenología aspira al conocimiento estricto
de los fenómenos. Esta última palabra puede inducir
a error pues con frecuencia la utilizamos para referirnos a las
apariencias sensibles de las cosas, apariencias que no coinciden
con la supuesta realidad que debajo de ellas se encuentra. La
fenomenología no entiende así los fenómenos,
pues para esta corriente filosófica los
fenómenos son, simplemente, las cosas tal y como se
muestran, tal y como se ofrecen a la conciencia.
El lema de este movimiento es el plegarse a las
cosas mismas, el ser fiel a lo que realmente se experimenta,
de ahí que propugne la intuición como
instrumento fundamental de conocimiento. La intuición
es la experiencia cognoscitiva en la cual el objeto conocido se
nos hace presente, se nos muestra "en persona", experiencia
opuesta al mentar o referirse a un objeto con el pensamiento
meramente conceptual. A diferencia de las corrientes
empiristas, la fenomenología no limita la intuición
al mundo perceptual sino que acepta varias formas de darse las
cosas, varias formas de intuición: cada objetividad se
muestra de distinto modo a la conciencia, en función de su
propio ser o esencia: las cosas físicas se hacen presentes
a nuestra conciencia de otro modo que los objetos
matemáticos, las leyes lógicas, los valores
estéticos, los valores éticos, o las propias
vivencias. La virtud del buen fenomenólogo es su
perfección en el mirar, el saber disponer adecuadamente su
espíritu para captar cada tipo de realidad en lo que tiene
de propia.
Junto con esta tesis, es común al movimiento
fenomenológico la idea de que en el mundo hay hechos, pero
también esencias. Los hechos son las
realidades contingentes, las esencias las realidades
necesarias; la tarea de la fenomenología es descubrir
y describir las esencias y relaciones esenciales existentes en la
realidad, y ello en cada uno de los ámbitos de
interés del filósofo (mundo ético,
estético, religioso, lógico, antropológico,
psicológico,…). Cuando el fenomenólogo describe
lo que ve no se preocupa por el aspecto concreto de lo que ve,
intenta captar lo esencial; así, si se preocupa por
estudiar la voluntad, no intenta describir los aspectos concretos
presentes en un acto voluntario real sino la esencia de la
voluntad y sus relaciones esenciales con otros aspectos de la
subjetividad como el conocimiento o la libertad. La
fenomenología considera que además de la
intuición empírica o percepción existe la
intuición de las esencias o formas universales de las
cosas. La intuición en la que se hace presente lo
universal recibe el nombre de intuición
eidética.
Definición
Es la doctrina filosófica que estudia lo que
aparece, es decir, los fenómenos. Fue iniciada por el
filósofo J.H. Lambert (1728-1777), al investigar sobre el
tema de las apariencias. En la modernidad surge en el siglo XX en
Alemania con Husserl. "La fenomenología es el estudio de
la ciencia del fenómeno, puesto que todo aquello que
aparece es fenómeno".
La fenomenología es una ciencia de objetos
ideales, por tanto a priori y universal, porque es ciencia de las
vivencias. "Es una ciencia esencialmente nueva, alejada del
pensar natural, por lo que tiene de peculiar y por desarrollarse
sólo en nuestros días se llama a sí misma
ciencia de fenómenos".
La conciencia en la
fenomenología
El tema de investigación más
característico de la fenomenología es la
conciencia; se entiende por conciencia el ámbito
en el que se hace presente o se muestra la realidad; la
realidad en la medida en que se muestra o aparece a una
conciencia recibe el nombre de fenómeno. La
característica fundamental que la fenomenología
encuentra en la conciencia es la intencionalidad en el
lenguaje ordinario llamamos intencional a la conducta hecha
mediante un acto de voluntad, a la conducta deliberada; en
fenomenología la intencionalidad es una propiedad
más básica: se refiere al hecho de que toda
conciencia es conciencia de algo, todo acto de
conciencia es siempre una relación con otra cosa, un
referirse a algo. La conciencia no se limita al conocimiento:
puedo conocer un árbol, puedo percibirlo o pensar en
él, pero también puedo vincularme con él
mediante otros modos de conciencia: puedo desear estar a su
sombra, o imaginarlo con más hojas que las que tiene, o
temer que se pueda secar, y tal vez hasta lo puedo amar u odiar.
La percepción, el recuerdo, la imaginación, el
pensamiento, el amor, el odio, el deseo, el querer, son distintas
formas de darse el vivir de la conciencia. Una importante tarea
de la fenomenología es la descripción de los
tipos distintos de vivencias, de sus géneros y especies, y
de las relaciones esenciales que entre ellas se
establecen.
La conciencia es intencional, está lanzada al
futuro. Es un "ir hacia" que busca, encuentra y sobrepasa lo
encontrado.
La conciencia se mueve en tres tiempos
(imaginación, sensación y memoria como futuro,
presente y pasado). Los tiempos de conciencia se dan
indisolublemente en estructura primando siempre el "ir hacia", la
intención. En la conciencia, a diferencia del tiempo
público que va desde el pasado hacia el futuro, puede
estar en el pasado "recordando" algo mientras experimenta la
sensación que le produce ese recuerdo. Recuerdo que no se
presenta pasivamente sino que es evocado por una necesidad de
futuro (intencionado). El primado del futuro coloca a la
conciencia frente al problema de la muerte (finitud), de tal
manera que no hay acto en ella que en última instancia no
esté relacionado.
La conciencia trabaja en estructura con el mundo, por lo
cual hablar de un fenómeno es indisoluble de hablar de la
conciencia y a la inversa; para hablar de la conciencia siempre
tendremos que hacerlo con un fenómeno. Entendemos por
descripción fenomenológica a toda
descripción que se haga de la conciencia referida a un
fenómeno desde el punto de vista de la
temporalidad.
Entendemos por reducción fenomenológica a
la intención que pone conciencia en todo acto, en todo
fenómeno. De ahí que en toda descripción
fenomenológica lleve implícita en su desarrollo su
correspondiente reducción fenomenológica. Y a su
vez, no es posible hacer una reducción
fenomenológica sin su correspondiente descripción
fenomenológica. La intención que pone conciencia en
un acto, también se llama esencia y es el objeto de la
reducción fenomenológica.
Fenomenólogos
Aunque el término "fenomenología" fue
usado muchas veces en la historia de la filosofía antes de
Husserl, el uso moderno de la palabra está ligado
explícitamente a su método particular. A
continuación se presenta una lista cronológica de
pensadores importantes en el desarrollo de la
fenomenología, con comentarios breves de sus
contribuciones:
REPRESENTANTES:
FRIEDRICH CHRISTOPH OETINGER (1702 – 1782)
pietista alemán, usó el término en el
estudio del "sistema divino de relaciones".RICHARD KLEIDERMAN: Racionalista, usa el
método para los problemas del conocimiento.DAVID HUME (1711 – 1776)
Filósofo escocés, llamado a veces
escéptico o partidario del sentido común.
Aunque esta conexión es algo tendenciosa, Hume, en su
Tratado sobre la Naturaleza Humana, parece tomar un
enfoque fenomenológico o psicológico al
describir el proceso de razonamiento de la causalidad en
términos psicológicos. Esta es también
la inspiración para la distinción kantiana
entre la realidad noúmenica y la
fenoménica.JOHANN HEINRICH LAMBERT (1728–1777)
Matemático, físico y filósofo de la
teoría de la apariencias que son la base del
conocimiento empírico.IMMANUEL KANT (1724–1804), en la
Crítica de la razón pura,
diferenció entre objetos como fenómenos, que
son los objetos formados y asimilados por la sensibilidad
humana y el entendimiento, de los objetos como
cosas-en-sí o noumenos, que no se nos
aparecen en el espacio y el tiempo y sobre los que no podemos
hacer juicios legítimos.GEORG WILHELM FRIEDRICH HEGEL
(1770–1831) cuestionó la doctrina de Kant de
la cosa-en-sí que no se puede conocer, y
declaró que al conocer los fenómenos más
plenamente, podemos llegar gradualmente a una conciencia de
la verdad absoluta y espiritual de la Divinidad.La Fenomenología del
espíritu de Hegel, publicada en 1807,
provocó numerosas opiniones encontradas, incluyendo
los trabajos existencialistas de Søren Kierkegaard,
Martin Heidegger y Jean-Paul Sartre, así como el
trabajo materialista de Marx y sus muchos
seguidores.FRANZ BRENTANO (1838 – 1917) parece haber
utilizado el término en algunas de sus ponencias en
Viena. También tuvo a Edmund Husserl como
discípulo, y pudo haber influido en su visión
de la intencionalidad.EUGENIO MARÍA DE HOSTOS (1839 – 1903)
utilizó el método fenomenológico
indirectamente en su Tratado de Moral.CARL STUMPF (1848 – 1936) lo usó para
referirse a una ontología del contenido
sensorial.EDMUND HUSSERL (1859 – 1938)
redefinió la fenomenología primero como una
especie psicología descriptiva y después como
una disciplina eidética fundacional y
epistemológica para estudiar las esencias. Se le
conoce como el "padre" de la fenomenología.MAX SCHELER (1874 – 1928) desorrolló
aún más el método fenomenológico
de Edmund Husserl y lo extendió para incluir una
reducción del método
científico.MARTÍN HEIDEGGER (1889 – 1976)
criticó la teoría de la fenomenología de
Husserl mientras trataba de desarrollar una teoría de
la ontología que lo llevó a su teoría
original del Dasein, el ser humano abstracto en su
gran obra Ser y Tiempo.EDITH STEIN (1891 – 1942)
JEAN-PAUL SARTRE (1905-1980) empleó el
método fenomenológico de Edmund Husserl, que
había estudiado en Berlín, para desarrollar su
célebre obra El ser y la nada que
explicó en una ontología existencialista
atea.ALFRED SCHÜTZ (1899-1959)
desarrolló una fenomenología del mundo social
sobre la base de la experiencia diaria, misma que ha influido
a sociólogos importantes como Peter Berger y Thomas
Luckman.GASTON BACHELARD (1884-1962)
Epistemólogo y psicoanalista francés,
elaboró una fenomenología de la
imaginación material y redefinió el concepto de
símbolo en la fenomenología de las
religiones.FRANCISCO VARELA (1946-2001) Biólogo y
filósofo chileno, que planteó las bases de
estudio de la fenomenología experimental a
través de la
neurociencia.
Principal
representante de la fenomenología
EDMUND HUSSERL.
Vida. Nació en 1859 en Prossnitz
(Moravia), de familia judía. Fue discípulo de
Brentano, estudió matemáticas y filosofía y
fue profesor en Gottinga y Friburgo donde finalmente murió
en 1938.
Se dice que "su principal discípulo fue Martin
Heidegger, quien lo sucedió en su cátedra de
Friburgo cuando el régimen nazi lo obligó a
abandonar la docencia. Otro discípulo suyo, el Franciscano
Belga P. Van Breda, temiendo el antisemitismo
hitleriano, transportó clandestino a Lovaina la
biblioteca y los escritos inéditos de Husserl".
Obras. Entre sus principales se
resaltan:
"Filosofía de la Aritmética",
"Investigaciones Lógicas", "Ideas para una
Fenomenología Pura y Filosofía
Fenomenológica", "Lógica Formal y Trascendental",
"Filosofía como Ciencia Rigurosa", "Meditaciones
Cartesianas".
Pensamiento.
La Fenomenología como Método. Lo
mismo que Descartes, Husserl quiere darle a la filosofía
un método absoluto sobre el cual basa su sistema de
verdades. Así como Descartes se había inspirado en
la firmeza de las matemáticas para lograr su
método, Husserl hace una distinción en la evidencia
que aparece a nuestro espíritu, de la cual dice que hay
dos clases: Evidencias acertóricas, que se refiere a una
verdad pero no hace imposible que lo contrario sea verdadero,
este tipo de evidencias se encuentran en los hechos que
continuamente palpamos. Y evidencias apodícticas, es
superior a la anterior pues no sólo se refiere a algo
verdadero sino a lo necesario, de tal modo que sería
absurdo pensar lo contrario como verdadero; este tipo de
evidencias lo encontramos en verdades rigurosas como las de las
matemáticas.
"Husserl piensa que todas la ciencias han procurado
basarse en verdades apodícticas, mientras que la
filosofía todavía no lo ha hecho, pues
continúa enunciando proporciones que carecen de validez
universal, o sea, que no son válidas para toda conciencia.
En consecuencia Husserl propone para tal fin un método que
él denomina fenomenológico".
En síntesis esta fenomenología consiste en
remontarse por intuición hasta las esencias que
posibilitan las captaciones ordinarias; así por ejemplo,
hacer la fenomenología del amor no consistirá en
describir experiencias concretas y realistas del amor, sino las
vivencias necesarias para experimentar el amor como un
valor.
"La fenomenología echa mano de la
descripción de lo que aparece, pero de aquello que surge
con evidencia apodíctica. Deja entonces de lado la
explicación de las cosas por los primeros principios y por
las causas, y establece que es la intuición intelectual el
procedimiento propio de la filosofía, pues no se puede
aceptar nada con evidencia apodíctica si no se capta
directamente en su manifestación donde el objeto
aparece".
Descripción neutra se refiere a la
descripción del objeto presente sin asociarlo con ideas o
creencias corrientes e ingenuas acerca de su existencia real. La
aceptación de esa existencia real es necesaria en la vida
cotidiana pero no en el rigor filosófico, esto no quiere
decir que se niegue tal existencia, pero tampoco que se afirme,
simplemente se permanece en una postura neutral.
El Centro de la Fenomenología y su Objeto
Principal. Son las esencias, dejando de lado que es
simplemente fáctico o contingente o singular,
interesándose sólo por ese centro o unidad de
características que se entrelazan. Pero estas esencias no
son de cualquier tipo sino que son aquellas que caracterizan las
vivencias o sea, a los modos de captar por la conciencia
algún objeto.
La Reducción. El término central
utilizado por Husserl en su fenomenología es el
término Reducción o Apojé, que en resumen,
es la operación mental por la cual se coloca entre
paréntesis o se prescinde o se deja fuera de
consideración, algún dato que ordinariamente se
presenta.
El apojé intenta centrar la atención en un
objeto determinado pero dejando de lado intencionalmente
algún dato que generalmente perturbaría la
atención y el rigor deseado. Husserl menciona muchos tipos
de apojé pero los principales son:
Apojé Filosófica: Consiste en
poner entre paréntesis toda teoría
filosófica y todo presupuesto, con el fin de enfocar
la atención únicamente en los objetos. Husserl
considera que no se aprende filosofía estudiando a los
filósofos sino yendo directamente a los objetos;
además piensa que es necesario dejar de lado los
principios lógicos, pues de lo contrario
tendríamos que caer en largas discusiones acerca de su
validez.Apojé Fenomenológica: Consiste
en colocar entre paréntesis todo lo accidental,
fáctico y contingente, para enfocar en el objeto
solamente lo esencial, lo necesario, lo a priori.Apojé Eidética: Es el que hasta
ahora había practicado Husserl para llegar a una
fenomenología pura como intuición de las
esencias, constituyendo las diversas ramas de conocimientos
eidéticos. Se reduce al fenómeno a su
estructura esencial, poniendo entre paréntesis todos
los elementos individuales y contingentes, todo lo que no es
dado en la pura esencia del fenómeno; muy similar a la
abstracción tradicional.
La Intencionalidad. Es una propiedad esencial de
la conciencia por la cual ésta se tiende hacia un objeto,
gráficamente se podría representar como una flecha
tendida hacia el objeto. La conciencia no debe entenderse
entonces como una substancia sino como una actividad, como un
estar lanzado hacia la conciencia, es siempre conciencia de, y
cada tipo de objeto tiene siempre un tipo de
intencionalidad.
En este tema Husserl distingue entre Noesis que
es el aspecto subjetivo de acto de conocer, mientras que el
Noema es el aspecto objetivo, o sea, lo captado en el
conocer, aunque ambos polos son necesarios en la
fenomenología puesto que ésta consiste en pasar del
noema a la noesis correspondiente, que en ese momentos e vuelve
noema puesto su contenido es lo que se quiere analizar en ese
nuevo acto.
MAX SCHELER
Vida. Nació en Munich 1874 y murió
en 1928 de una familia proveniente de Franconia. Sus antecesores
de línea paterna habían residido desde el siglo XVI
en Coburgo; entre ellos se encuentran pastores protestantes y
juristas que ocupaban altos cargos. Su padre, un campesino
bárbaro, al casarse se convirtió al catolicismo,
del lado materno desciende de una familia
judía.
Cursó sus estudios medios en Luitpold y en
Ludwig-Gymnasium de Munich. Bajo la influencia del
capellán del liceo se convirtió al catolicismo, a
los quince años se hizo bautizar.
Terminados los estudios de humanidades, siguió
primero cursos de filosofía y de ciencias en su ciudad
natal. En 1901 inicia Scheler su actividad docente en la
Universidad de Jena y después en las Universidades de
Munich y Colonia, es en este mismo año cuando tiene su
primer contacto y conocimiento personal con Husserl hasta el
punto de llegar a ser su discípulo.
Max Scheler fue también discípulo de
Eucken, pero adoptó pronto el método
fenomenológico, aplicándolo a esferas que Husserl
había dejado inéditas. Recibió
también influencias de Bergson y de Dilthey. "Los
filósofos que más poderosamente gravitaron su
pensamiento fueron Nietzsche y San Agustín". Primeramente
triunfa en Scheler San Agustín contra Nietzsche, e
inclusive se convierte al catolicismo, cuyos sacramentos
recibió con toda solemnidad en la pascua de
1916.
Critica a Nietzsche y desarrolla un riguroso pensamiento
personalista y teísta. En 1925 se apartó de la
Iglesia y se hundió cada vez más en la heterodoxia.
Es el triunfo de Nietzsche sobre San Agustín. Cambia la
dirección de su pensamiento, reconoce la preponderancia de
los instintos y la impotencia del espíritu y desemboca en
una especie de panteísmo evolucionista.
Obras. Las obras más representativas
son:
"El Resentimiento y el juicio moral de los valores", "El
Formalismo en la Ética y la Ética Material de los
Valores", "Esencia y Formas de la Simpatía", "La Crisis de
los Valores", "De lo Eterno en el Hombre", "Las Formas de Saber y
la Sociedad", "El Puesto del Hombre en el Cosmos y
Concepción Filosófica del Mundo".
Pensamiento. Su pensamiento, tan agudo y claro no
es metafísico en sentido estricto y, además, esto
tiene la consecuencia de que carece de unidad sistemática,
sus visiones geniales iluminan diferentes zonas de la realidad,
usa la fenomenología como conocimiento de esencias y
prepara el camino para una metafísica actual, ha
concentrado su atención en los temas del hombre y de su
vida.
"Max Scheler propugna una ética basada en los
valores. Estos valores, en cuanto a entidades ideales, se
presentan como universales y necesarios. A través de la
intuición el ser humano descubre tales valores de un modo
natural; el resultado de esta intuición de los valores lo
llama Scheler "Sentimiento de Valor". Los valores se nos
presentan, pues, de un modo intuitivo, no racional y,
además, de forma individual y colectiva".
El ser humano asume el sentimiento de un valor y ante
ello, puede aceptarlo, criticarlo o realizarlo. Para él,
hay en el individuo un sentido dinámico de la persona, en
tanto que lleva a cabo aquellos valores que cree útil y
necesario realizarlos. La función del valor reside, por
tanto, en que da sentido a los actos del ser humano.
Clases de
fenomenología
La Fenomenología está dividida en tres
partes principales, que corresponden a las tres fases más
importantes de la conciencia.
"La primera de éstas fases es la conciencia, es
decir, la Conciencia del objeto como cosa sensible que se
opone al sujeto; la segunda fase es la de la
Autoconciencia, que trata con gran amplitud el problema de
la conciencia social; la tercera fase es la de la
Razón, a la que se presenta como la síntesis
o unidad de las fases precedentes en un nivel superior, en otras
palabras, la razón es la síntesis de la objetividad
y la subjetividad".
ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO
Al hablar de consecuencias de la fenomenología
para el mundo de hoy, hay que comenzar por situarlas en el plano
intelectual y de conceptos lógicos, pero no de contextura
social o práctica.
Sin duda que la fenomenología le ha inyectado
vida a las ciencias, oxigenando las estructuras que las
caracteriza, pero pasar a cuantificar y a enumerar las
consecuencias y efectos de esta disciplina para nuestro tiempo es
sumamente difícil.
Concebir al mundo, las cosas, y el hombre como
fenómenos es hacerlos objetos de conocimiento. Posibilidad
de conocimiento, y este es un avance fenomenológico en
cuanto que quita el mito y el carácter sagrado o prohibido
a muchos, que antes históricamente no podían ser
escrutados e investigados, esto permite que la ciencia crezca y
el acercamiento a la verdad aumente, porque la
fenomenología no tiene prejuicios.
La fenomenología acaba con las verdades
terminantes y definitivas y empieza a darle paso a la
especulación, a la investigación, a la duda, al
replanteamiento, en el fenómeno cabe todo esto.
Teniendo en cuenta que esta fenomenología no
tiene fronteras, sino que puede llegar a todas las disciplinas de
conocimiento, se puede concluir que su gran riqueza es la de
posibilitar el método científico en todos los ramos
del saber y acercar a la verdad.
Además, hay que entender que la
fenomenología es nueva, apenas aprende a identificarse, se
están descubriendo sus aplicaciones, se está
identificando, por lo tanto, hablar de consecuencia en el
día de hoy puede sonar apresurado y carecer de
objetividad, porque tales consecuencias apenas se pueden estar
gestando.
El método
fenomenológico
Para poner en marcha el método
fenomenológico hay que adoptar un actitud radical, esto es
la de la 'suspensión' del 'mundo natural'. De esta manera,
podría decirse que la creencia en la realidad del mundo
natural así como las proposiciones que dan lugar a esas
creencias, son colocadas 'entre paréntesis'. No se trata,
pues, de negar la realidad natural (lo cual diferencia este
método del escepticismo clásico). El método
propone colocar un nuevo 'signo' a la 'actitud natural', lo que
significa abstenerse respecto a la existencia espacio-temporal
del mundo.
En síntesis, el método
fenomenológico, consiste en:
Examinar todos los contenidos de la
concienciaDeterminar si tales contenidos son reales, ideales,
imaginarios, etc.Suspender la conciencia fenomenológica, de
manera tal que resulta posible atenerse a lo dado en cuanto a
tal y describirlo en su pureza
La fenomenología, no presupone nada: ni el
sentido común, ni el mundo natural, ni las proposiciones
científicas, ni las experiencias psicológicas. Se
coloca antes de cualquier creencia y de todo juicio para explorar
simplemente lo dado. Podría considerarse este
método como un positivismo absoluto.
Sin embargo, el método dialéctico y el
estudio del sistema social en sus dimensiones históricas y
estructurales tienen una importancia mayor en la
investigación participativa. En lo que se refiere al
carácter individualista del método
fenomenológico, se opone directamente al método de
investigación participativa.
Por otra parte, el primero es meramente descriptivo,
mientras que el método participativo busca la
interpretación de los datos cualitativos y cuantitativos,
al interior y exterior de la realidad inmediata, por parte de los
sujetos involucrados, tanto los investigadores como los
demás participantes. Es decir, en la investigación
participativa el investigador coadyuva en el proceso de describir
y estructurar el significado que los involucrados dan a sus
propios problemas, a los hechos y procesos sociales, desde su
situación social, para formular, conjuntamente, un plan de
acción para transformar esa realidad.
En este sentido es contrario, entonces, al método
fenomenológico en el que el investigador trata de
describir la, realidad vivida por otras personas.
Adolf Reinach. Las
ontologías regionales
De entre el Círculo de jóvenes
fenomenólogos que se expandió desde Gotinga a la
sombra de Husserl en las dos primeras décadas del siglo XX
fue A. Reinach (1883-1914) quien, pese a su corta vida,
dejó una estela más duradera. A ello coadyuvaban su
colaboración próxima con Husserl como
Privatdozent, sus dotes particulares para la
exposición y el magisterio, así como la
presentación de un esbozo de Fenomenología
realista, al que se adherirían más
fácilmente los otros fenomenólogos una vez que se
apartaron del sesgo idealista de Husserl a partir de
Ideen en 1913 (así se advierte por ejemplo en las
notas biográficas de Edith Stein). El propio Husserl, que
avaló las tesis defendidas por Reinach en su Escrito de
Habilitación de 1908, sobre Naturaleza y teoría
del juicio, se refirió en tres ocasiones
elogiosamente al cultivo de la Fenomenología por el
discípulo (la última con ocasión de su
muerte). Ciertamente, los esbozos de Reinach requerían
desarrollos y ramificaciones, que en parte se vieron cumplidos en
sus sucesores: así, R. Ingarden estudió el problema
de la causalidad en el mundo efectivo, A. Pfänder
elaboró una Ética sobre base fenomenológica,
la Axiología encontró expresión acabada en
M. Scheler, H. Reiner, N. Hartmann y D. Von Hildebrand, pero no
parece fácil situarlos sin su primer anuncio por
Reinach.
Esta Introducción a Reinach se divide en los
cuatro núcleos que vertebran la obra de este
autor:
a) la causalidad y el movimiento;
b) la percepción y el juicio;
c) los conceptos éticos, y
d) los actos sociales y jurídicos.
Pero a su vez la noción más original de
Reinach, en la que se coordinan aquellos tratamientos y sobre la
que se asienta su Fenomenología realista, es la de estado
de cosas.
En primer lugar, la causalidad incluye un enlace
necesario entre dos términos, que Reinach investiga entre
las modalidades de juicios en diálogo con Hume y Kant.
Pero a diferencia de estos autores, no ubica la necesidad en la
belief ni en el modo categorial de enlace, sino en el
estado de cosas subyacente al juicio, permitiéndole
así enmarcar tanto los juicios de forma afirmativa como
negativa bajo una única clase (ya que los estados de cosas
son a la vez determinativos y negativos o excluyentes). Pero
precisamente porque la necesidad causal, conexa con el movimiento
transitivo, no se expresa de un modo predicativo, no emprende
temáticamente su tratamiento dentro de los estados de
cosas extramentales (son de mencionar las consideraciones
complementarias de Ingarden a este propósito).
Por su parte, el análisis fenomenológico
del tránsito de la percepción al juicio anticipa el
que llevaría a cabo Husserl en Experiencia y
juicio y en Lógica formal y trascendental,
como paso del recubrimiento por deslizamiento entre dos
términos a la intencionalidad activa específica del
juicio, que transforma la identificación pasiva en una
toma de posición afirmativa. Pero Reinach añade que
las divisiones clásicas entre los tipos de juicios (como
personales e impersonales, apodícticos y contingentes, o
afirmativos y negativos) remiten a unas conexiones internas a los
estados de cosas reales sobre los que los juicios lógicos
versan.
En tercer lugar, las Lecciones éticas no se
quedan en la dilucidación fenomenológica de la
noción de valor, sino que prosiguen en los estados de
cosas a que apunta en su ejercicio la razón
práctica, justamente a través de un detenido examen
de la deliberación, como proceso discursivo que pone en
relación los valores que la propia deliberación
descubre con el estado de cosas nuevo que nace con la
decisión en que desemboca la
deliberación.
Por último, su obra más elaborada es
Los fundamentos aprióricos del derecho civil. En
ella hace uso de dos modelos de análisis ya adoptados por
Urbano FERRER: Adolf Reinach. Las Ontologías
regionales, Husserl: el de las partes no-independientes en
los todos provistos de estructura y el que se refiere a la
relación entre actos fundantes y actos fundados, que
permite a Husserl acceder a los actos no objetivantes, como las
tomas de posición valorativas, el preguntar o las
voliciones. Sin embargo, Reinach pone uno y otro esquema al
servicio de la aclaración de aquellos actos cuya
peculiaridad está en crear un estado de cosas nuevo,
constituido por la correlación entre pretensión
(Anspruch) y vinculación
(Verbindlichkeit) por cada una de las partes en los
actos sociales. Es un estudio que atiende de modo especial al
prometer como caso peculiar y al derecho de propiedad en su
relación con los actos sociales. Esta vía de
análisis ha abierto el diálogo entre la
Fenomenología y otras corrientes de Filosofía del
lenguaje.
Esta aportación se sitúa en continuidad
con los estudiosos de lengua hispana, anglosajona y alemana que
se han internado en los últimos años en la obra de
Reinach.
Conclusión
La fenomenológica está basada en la
filosofía de Husserl y en el método de
comprensión (Verstehen) de Max Weber. El debate planteado
a nivel epistemológico gira en torno a la pregunta:
¿cómo se puede lograr el conocimiento?
Posteriormente, se han agregado elementos
teóricos y conceptuales, desarrollados por Alfred
Schütz, Henri Bergson y George Mead, sobre el sentido
subjetivo que se da a los fenómenos sociales. Se parte,
por ello, de la estructura del contenido y de la
interpretación de la realidad a través del
significado subjetivo. Este sentido subjetivo tiene una
connotación social en cuanto corresponde a la
interpretación de otras personas (la objetividad como
intersubjetividad).
Algunos otros elementos han sido mencionados
anteriormente en las referencias sobre la experiencia vivida de
Ricoeur y en algunas obras de Gurvitch. El sentido (significado)
se desarrolla a través del diálogo y las
interacciones, para lograr así una interpretación
en términos sociales, dado que las acciones de las
personas tienen una intencionalidad e influyen en los
demás y viceversa este método se trata, en primer
lugar, de eliminar los elementos casuales, a través de la
reducción fenomenológica. Por medio de la
reducción y la interpretación, el fenómeno
cobra sentido. La gente posee una acumulación de
conocimientos, a partir de los cuales interpreta las nuevas
experiencias.
Una segunda reducción es la eidética
(eidos es la idea, forma, especie) que en las interpretaciones
últimas conduce a los universales, los fundamentos
relacionales, lo que le da el carácter científico.
Es la búsqueda de las propiedades invariables de los
fenómenos. Algunas críticas al método
fenomenológico son que las reducciones llevan a un estilo
de investigación descriptivo y no a marcos explicativos.
Además se puede argumentar que contribuye al mantenimiento
del orden existente. El carácter social del sentido
subjetivo está insuficientemente desarrollado, y a su vez
la motivación de los sujetos, en su manera de actuar, no
se explica en primer lugar desde el contexto social, sino a
través de la interacción subjetiva.
No obstante estas críticas, el método
fenomenológico aporta ciertos elementos para el
método de investigación participativa. Estos
elementos son la intersubjetividad y el empleo de la
intuición en la comprensión de los fenómenos
sociales.
Autor:
Elizabeth Ortiz