- Del electromagnetismo a los
semiconductores - Evolución
histórica y "rupturas" de la
física - La revolución
científica del siglo XX - Cambios paradigmáticos
en la evolución histórica de la
electrónica. Hitos
tecnológicos - Génesis y
evolución del transistor - De la revolución
científica a la revolución
tecnológica - Definiciones de
paradigma - El paradigma
tecnológico del transistor - Cambio de paradigma y
revolución tecnológica - El significado de la
revolución tecnológica de transistor.
Retroalimentación con la ciencia - La domesticación de la
tecnología - Diferentes acepciones para
la domesticación - Sistema tecnológico e
impacto social - Una mirada final a las
implicaciones actuales y a las perspectivas de la
tecnología para la sociedad - Referencias
bibliográficas
Con el presente documento se pretende, en principio,
hacer una aproximación a la estructura de
la revolución tecnológica que los
desarrollos de la física
cuántica, con el hito científico-tecnológico
del transistor,
produjeron para el avance de la electrónica y la transformación de
la actual civilización, a partir del concepto de
domesticación de la tecnología.
La propuesta consiste en hacer un análisis paradigmático de
aproximación a la estructura de la revolución
tecnológica que la física cuántica
generó con la teoría
física de los semiconductores y
la concepción, el diseño
y la fabricación del transistor por parte de los
laboratorios Bell de AT&T (American Telephone and Telegraph),
en 1948, a partir de los trabajos de John Bardeen, William
Shockley y Walter Brattain, en una época en que las
principales compañías de investigación de los Estados Unidos
comenzaron a reenfocar sus esfuerzos hacia productos
necesarios para una economía de
post-guerra, con lo
cual se transformó la sociedad de la
época, de manera radical.
Sin duda, el acontecimiento de la invención del
transistor parte en dos el desarrollo de
la ciencia y
la tecnología, y es uno de los hitos
científico-tecnológicos de mayor resonancia en el
siglo pasado. Con referencia en la Estructura de las Revoluciones
Científicas de Thomas Kuhn, se hace una
aproximación a la revolución paradigmática
que significó la tecnología del transistor, como
una revolución tecnológica, en
contraposición a la tecnología de los tubos de
vacío, que era el paradigma que
imperaba hasta entonces.
Como consecuencia de esta revolución, hubo una
conmoción en los cimientos mismos de la actual
civilización de tal suerte que nuestra sociedad no
volvió a ser la misma desde entonces.
Se mostrará como el transistor posibilitó,
de múltiples e insospechadas maneras, la
"domesticación de la tecnología" de una forma que
no hubiera podido imaginarse jamás sin su
aparición. La conmoción del transistor tuvo un
tremendo impacto en el progreso de la ciencia y la
tecnología desde aquél momento y la
domesticación, como consecuencia inmediata, generó
una mejoría sin precedentes en la calidad de
vida de la gente y la sociedad en general; pero, de igual
manera, generó riesgos
insospechados por la gran celeridad con la que se sucedieron los
cambios y el extenso rango de posibilidades de desarrollo
científico-tecnológico en el que
incidió.
El acercamiento al concepto de domesticación se
hace desde tres perspectivas que ilustran claramente su impacto,
desde el punto de vista de lo "doméstico", y las
intrincadas relaciones y consecuencias que ella generó,
dignas de análisis por parte de la sociología y la filosofía de la
tecnología y los estudios de Ciencia, Tecnología y
Sociedad.
De esta forma, la aproximación a la estructura de
esta revolución tecnológica conlleva,
necesariamente, la necesidad de tener en cuenta los factores de
progreso y de riesgo en el seno
mismo del desarrollo de esta tecnología y, de especial
manera, en la manera como con ella se impactó el
desarrollo de un amplio espectro de áreas del conocimiento y
campos de aplicación: la física, la química, la astronomía, las comunicaciones, la medicina, la
agricultura,
la computación, el control
industrial, la recreación, la educación, entre
muchos otros. Se evidenciará, en todo caso, el tremendo
impacto de la domesticación de la tecnología en las
condiciones de vida de los seres humanos y en el establecimiento
de intrincadas y complicadas relaciones en la triada
Ciencia-Tecnología y Sociedad (CTS) y de cómo
influyó en la consolidación de una era de la
información, y en el advenimiento de la
sociedad del conocimiento.
1. Del
electromagnetismo a los
semiconductores.
Evolución histórica y rupturas de la
física
Es importante mostrar en un esquema los distintos campos
de la física y evidenciar la interrelación entre
ellos y, en especial, su posición en el marco de su
evolución, mostrando las rupturas
sustanciales que dieron origen a otras formas del pensamiento y
a otras concepciones del mundo.
El gráfico de la página siguiente da
cuenta, de manera panorámica, de la evolución de la
física desde el modelo
aristotélico, pasando por dos grandes rupturas de la
física que tuvieron un impacto significativo en el
pensamiento y la cultura de la
época dado que cambiaron radicalmente la visión del
universo: la
ruptura causada por la revolución copernicana y la causada
por la teoría de la relatividad de Abert Einstein y la
mecánica cuántica de Max Planck, en
lo que constituye la física moderna desde el año
1905. Dichas rupturas no fueron sólo fracturas
epistemológicas sino también culturales ya que
sacudieron los cimientos del aparato de la física que,
hasta esos momentos, permitía validar la
representación característica de la naturaleza.
Las teorías
de Einstein y Planck constituyen, por consiguiente una
revolución conceptual de la que aún hoy,
todavía no nos recuperamos.
Es importante resaltar aquí la aparición
de esa gran teoría unificadora de la física, en
relación con los fenómenos eléctricos y
magnéticos, en lo que se conoció como la
teoría electromagnética formulada por el
físico escocés Clerk Maxwell, teoría que
permitió integrar los fenómenos eléctricos y
magnéticos mediante un conjunto de ecuaciones
generales que explicaban perfectamente la propagación del
campo electromagnético y la naturaleza de la luz.
Lo realmente sorprendente de las ecuaciones de Maxwell
es que la conocida velocidad de
la luz (300.000 km/seg.) no es sólo un viejo dato
experimental, ratificado por la teoría einsteniana, sino
que también se desprende de las ecuaciones del
electromagnetismo formuladas por Maxwell en los años
sesenta del siglo XIX. Dicha coincidencia extraordinaria
demostró dos cosas realmente importantes: que la luz es
una onda electromagnética y que su velocidad es una
propiedad
fundamental de la naturaleza como lo demostraría
posteriormente Albert
Einstein.
EVOLUCIÓN HISTORICA Y "RUPTURAS" DE LA
FISICA
La teoría electromagnética
permitió la explicación y la aplicación de
fenómenos asociados a la transmisión de ondas
electromagnéticas y al funcionamiento del tubo o bulbo de
vacío con el que nace la electrónica de tubo de
vacío, que dominó el escenario de dicha
tecnología durante aproximadamente medio siglo hasta la
aparición del transistor en 1948.
En el gráfico también puede apreciarse que
con la aparición de las teorías que sustentan la
física moderna del siglo XX se creó un nuevo campo
de investigación científica que habría de
denominarse física de semiconductores, la cual dio
origen a una ruptura con la electrónica de vacío,
con el desarrollo del transistor y los circuitos
integrados, en lo que conocemos como electrónica de
estado
sólido, la cual sería la génesis de una
nueva revolución tecnológica y permitiría la
revolución de la información
La revolución
científica del siglo XX
La revolución conceptual que entraña las
teorías de la física moderna surge a partir de
varios estudios y conceptos que vale la pena recordar
brevemente:
- El estudio de la electrodinámica de los
cuerpos en movimiento
que da origen a la teoría especial de la
relatividad - La intercambiabilidad de los conceptos de masa y
energía y la velocidad de la luz como una cantidad
constante - La teoría de la relatividad general que
incluye los efectos de la gravedad - Los estudios de la radiación del cuerpo negro y la introducción del concepto de cuanto de
energía - La cuantización de los niveles de
energía en el modelo atómico de Bohr - La dualidad onda-partícula
- El principio de incertidumbre
- La física de altas energías y la
física de partículas. - La física atómica, los fenómenos
de fusión y
fisión nucleares - Los semiconductores y la física del estado
sólido
Sin duda alguna, la revolución científica
del siglo XX, causada por las concepciones relativística y
cuántica de un universo dinámico y en
expansión, ha dado lugar a una nueva y radical
representación del universo y de la naturaleza. Esta nueva
representación de la naturaleza se articula sobre la base
de fenómenos cuánticos enfocados
probabilísticamente de lo que se deriva una nueva rama de
la física, la de los semiconductores, que dieron origen a
otra gran revolución tecnológica: la del
transistor, la cual a su vez posibilitó una nueva
revolución cultural que inaugura la era de la
información y la sociedad del conocimiento, de lo cual se
hablará más adelante.
Puesto que la física moderna ha trascendido la
visión mecanicista y cartesiana del mundo, su desarrollo
está ocasionando un fuerte impacto en las demás
ciencias, y se
erige como una teoría paradigmáticamente modeladora
y epistemológicamente unificadora, de acuerdo con Miguel
Martínez Miguélez (El paradigma emergente, p. 181).
De hecho, la física de semiconductores y el desarrollo del
transistor presupuso una ruptura con la electrónica de
vacío, surgiendo como un nuevo paradigma, un paradigma
emergente que da cuenta de nuevos fenómenos y aplicaciones
que no sólo no eran explicables desde la teoría
electromagnética sino que no eran posibles sin la
existencia de la nueva teoría relacionada con dispositivos
de estado sólido.
La ruptura entre la electrónica de vacío y
la electrónica de estado sólido puso de manifiesto
la génesis de un nuevo paradigma físico y, dada esa
estrecha relación entre ciencia y
tecnología en este campo, generó, por
consiguiente un nuevo paradigma tecnológico.
Cambios
paradigmáticos en la evolución histórica de
la electrónica. Hitos tecnológicos
El gráfico de la página siguiente ilustra,
de manera concisa, la evolución histórica que ha
tenido la electrónica desde finales del siglo XIX hasta
nuestros días. Con el descubrimiento del "Efecto Edison"
en 1883 por parte de Thomas Alva Edison, se tiene lo que
podríamos llamar el precursor de la
electrónica.
En aquellos años se estaban haciendo trabajos
experimentales en el desarrollo para la transmisión y
recepción de las ondas de radio, lo cual se
llevaba a cabo mediante el uso de técnicas
electromagnéticas por medio de la generación de
"chispas" de alta corriente. De este modo, el científico
inglés
John Ambrose Fleming desarrolló el primer tubo de
vacío con aplicaciones prácticas, el diodo, con el
fin de detectar las débiles corrientes de las ondas de
radio y convertirlas en corriente
eléctrica.
Posteriormente aparecería el triodo, desarrollado
por Lee de Forest, con el que se marcó el nacimiento
definitivo de la tecnología electrónica, el cual se
denominaría "Audión". A partir de ahí, la
electrónica de tubo de vacío evidenció una
gran evolución que permitió el desarrollo de las
telecomunicaciones y de la computación
previa a los dispositivos de estado sólido, y
entraría en declive a partir de la introducción del
transistor y la puesta en escena del circuito
integrado.
Podríamos decir que el transistor
convirtió al tubo de vacío en una pieza de museo e
inauguró una nueva era. No obstante, los tubos no
desparecieron totalmente, dado que aún los encontramos en
instrumentos y equipos electrónicos como los
osciloscopios, instrumentos médicos como los
ecógrafos, en
radares, monitores de
computadora,
amplificadores de radiofrecuencias de alta potencia, por
aquello de las altas frecuencias y altas potencias a las que no
responden los elementos semiconductores, y en muchas otras
aplicaciones científicas, industriales y
comerciales.
Génesis y
evolución del transistor
Hacia finales de 1945, las principales
compañías de investigación de los EEUU
comenzaron a reenfocar sus esfuerzos hacia productos necesarios
para una economía de posguerra. Las comunicaciones y las
necesidades de cálculos de alta velocidad eran el motor que
jalonaba una nueva era de desarrollo científico y
tecnológico, y fue así como los laboratorios Bell
(de AT&T) se dedicaron a buscar una alternativa de estado
sólido al versátil pero limitado tubo de
vacío.
El tubo de vacío adolecía de problemas
tales como el gran peso, el alto volumen de
ocupación de espacio, el calentamiento y el alto consumo de
energía, lo cual era un conjunto de problemas que
había que resolver y para ello contaban con grandes
conocimientos científicos sobre los materiales
semiconductores, como el silicio y el germanio, adquiridos
durante el desarrollo del radar. Gracias a las investigaciones
adelantadas por un equipo conformado por Stanley Morgan, William
Shockley, John Bardeen y Walter Brattain, en los años
1946-1947, descubrieron el efecto transistor, mediante el cual
inventaron el transistor, un acrónimo de
transfer resistor.
CAMBIOS PARADIGMÁTICOS EN LA
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA
ELECTRÓNICA
El anuncio público se hizo en 1948 y con el se
conocieron las primeras grandes aplicaciones: como oscilador,
como amplificador y como conmutador. De inmediato, exhibió
sus tremendas ventajas sobre el dispositivo electrónico
que le antecedió, el tubo de vacío: calentamiento
mínimo, menor consumo de energía, mayor velocidad y
facilidad de producción en serie, menor costo, peso
insignificante, y menor tamaño, todo lo cual
contribuyó a crear la era de la miniaturización de
los voluminosos dispositivos electrónicos de tubos de
vacío que funcionaban en la época.
El invento del transistor constituye, sin duda, uno de
los inventos
más importantes y decisivos del siglo XX. Podríamos
afirmar que parte en dos la historia de la
tecnología, y al igual que la revolución
científica del siglo anterior, originada por la
teoría cuántica y relativística de la
física, el transistor origina una nueva revolución
tecnológica cuyo impacto no cesa hoy y continuará
en los años venideros.
Tan diminuto dispositivo es el corazón de
una revolución cultural sin precedentes con el
advenimiento de la era de la información y la sociedad del
conocimiento, que nacen a partir del desarrollo del computador. El
aporte del transistor a la computación con fines militares
fue decisivo porque permitió pasar de los lentos, pesados
y voluminosos computadores de tubo de vacío, de gran
consumo de energía y generación de calor, que
ocupaban el espacio de un estadio de fútbol o, en el mejor
de los casos, un edificio completo, tales como el JOHNNIAC, el
ENIAC, el MARK I y el MARK II, entre otros.
Por otra parte, el transistor, posibilitó la
miniaturización de los equipos que antes funcionaban con
tubos de vacío, con lo cual se desarrollaron sistemas de
comunicaciones más avanzados y le permitió al
ciudadano de a pie, acceder a la radio transistorizada,
portátil, con lo cual se da comienzo a la era de la
electrónica de consumo, la era de los
electrodomésticos y de las comodidades tecnológicas
para el hogar y de las ayudas tecnológicas para la
educación,
para las oficinas, y en general para la industria.
Con el posterior desarrollo del circuito integrado o
chip, en donde se evidenciaba la integración de cientos y miles de transistores en
una diminuta superficie, nace la era de la
microelectrónica y de la computación de alta
velocidad y gran capacidad de procesamiento, con el microprocesador
como el circuito integrado más emblemático
después del amplificador operacional analógico,
también basado en transistores.
En el desarrollo de la computación, a nivel de
hardware y
software, y todo
lo que ello ha significado para el mundo moderno: la era del
Internet, una
nueva revolución en la era de la información y
el
conocimiento, y la
globalización, tuvieron gran incidencia las
aportaciones de empresas como
IBM, Intel, Apple y Microsoft, sin
las cuales no hubiera sido posible la era de la
información, por lo menos, como la conocemos hoy en
día.
Veamos, en la gráfica de la siguiente
página, una síntesis
de la evolución de la electrónica de estado
sólido desde las teorías científicas que le
dieron soporte hasta el desarrollo de la microelectrónica
y la nanoelectrónica. Con esta última se quiere
significar el alto nivel de integración alcanzado en
nuestros días y las posibilidades futuras de llegar a
niveles de integración a escala
cuántica.
2. De la
revolución científica a la revolución
tecnológica
Para entender el concepto de revolución
tecnológica, haremos una aproximación a partir de
los conceptos generados por Thomas Kuhn en su trabajo sobre
la estructura de las revoluciones científicas y los
elementos conceptuales básicos que subyacen allí,
en especial el relacionado con el concepto de paradigma, para
hacer una aproximación hacia el concepto de
revolución tecnológica en general, y del transistor
en particular, originada a su vez por la revolución
científica que significó la teoría de la
relatividad y la mecánica
cuántica.
De acuerdo con el texto
clásico de Kuhn ("The Structure of Scientific
Revolutions"), éste procura ofrecer una teoría
del cambio
científico, en la que proporciona unos elementos para
hacer un análisis teórico que permita reflexionar,
entre otras cosas, sobre la naturaleza y la necesidad de las
revoluciones científicas y que, por extensión,
puede aplicarse al cambio tecnológico
Evolución de la
electrónica de estado sólido
Algunos de esos elementos son: comunidad
científica, paradigma, revolución teórica,
revolución científica, ciencia normal, ciencia
extraordinaria, crisis, cambio
paradigmático, conocimiento acumulativo,
inconmensurabilidad, etc.
En el capítulo dedicado a las "revoluciones como
cambios en la concepción del mundo", según Kuhn,
los cambios de paradigma inducen una revolución en la
concepción que se tiene del mundo (Ibarra, Andoni. "El
cambio científico: con Kuhn, más allá de
kuhn", 2004), con lo cual puede asumirse, de manera
análoga, que un cambio de paradigma tecnológico, o
mejor aún, científico-tecnológico como lo
constituye la electrónica de estado sólido, induce
igualmente una revolución en la concepción del
mundo, como efectivamente ha ocurrido, dadas las implicaciones,
no sólo tecnológicas y científicas, sino
sociales, culturales y políticas
que indujo la revolución tecnológica del
transistor, como se mostrará posteriormente.
Con la intención de abordar la aplicación
del concepto de paradigma al ámbito tecnológico, se
plantearán diferentes acepciones que permitirán
concretar la idea que se tiene sobre él. EL término
paradigma tiene sus raíces en la palabra griega de
paradigma, que significa "modelo, ejemplo, marco o
patrón".
Desde 1962, cuando Kuhn llevó su concepto de
paradigma al campo de los estudios y teorías sobre la
ciencia han aparecido diversas definiciones que vale la pena
relacionar, partiendo de la de quien acuñó el
concepto: "los paradigmas
científicos son ejemplos aceptados de la práctica
científica actual, ejemplos que combinan ley,
teoría, aplicación e instrumentación y proporcionan modelos a
partir de los cuales se manifiestan las tradiciones coherentes
particulares de la investigación científica", y agrega:
"los hombres cuya investigación científica se basa
en paradigmas compartidos están sujetos a las mismas
reglas y patrones en la práctica
científica".
Adam Smith ("Los poderes de la mente"), por otra
parte plantea: "Paradigma es un conjunto compartido de
suposiciones; es la manera como percibimos el mundo. El paradigma
nos explica el mundo y nos ayuda a predecir su comportamiento". Y hace una afirmación
contundente: "Cuando estamos en medio de un paradigma, es
difícil imaginar cualquier otro paradigma".
Si retrotraemos el paradigma de la electrónica de
vacío y le aplicamos esta afirmación, es
fácil prever que quienes estaban inmersos en él
difícilmente podrían haber imaginado la existencia
o posibilidad de existencia de otro paradigma distinto;
más si se tiene en cuenta que el tubo de vacío
provenía de la teoría electromagnética,
anterior a la revolución científica de la
relatividad y la mecánica cuántica, no era
fácil prever que el desarrollo de la física
semiconductores, basada en las dos teorías mencionadas,
daría lugar a un desarrollo tecnológico tan
espectacular como el del transistor.
De hecho, las empresas que supieron aprovechar bien las
reglas del juego del
paradigma del tubo de vacío, y que fueron exitosas en
él, fueron incapaces de adaptarse a las nuevas reglas del
juego que supuso el nuevo paradigma. Históricamente, el
nuevo paradigma dio origen a nuevas empresas que nacieron a su
amparo y se
desarrollaron bajo el influjo de su modelo
paradigmático.
Ana Rosa Ransanz, en su texto "Kuhn y el cambio
científico", propone la utilización del "
término ‘paradigma’ en dos sentidos: 1) como
logro o realización completa, y 2) como conjunto de
compromisos compartidos. El primer sentido se refiere a las
soluciones
exitosas y sorprendentes de ciertos problemas, las cuales son
reconocidas por la comunidad pertinente…el segundo sentido
se refiere al marco de presupuestos o
compromisos básicos que comparte la comunidad encargada de
desarrollar una disciplina
científica… la relación entre los dos
sentidos de paradigma podría verse como sigue: paradigma
como conjunto de compromisos compartidos (segundo sentido) es
aquello que presuponen quienes modelan su trabajo sobre ciertos
casos paradigmáticos (primer sentido)…Kuhn describe
un cambio de paradigma como una revolución."
Otros autores como Willis Harmon del Stanford Research
Institute ("Guía incompleta para el futuro") o
Marilyn Ferguson ("La conspiración de Acuario")
plantean el concepto de paradigma en términos de esquemas
del pensamiento o marcos de referencia que posibilitan comprender
y explicar algunos aspectos de la realidad, siempre y cuando se
esté inmerso en una visión particular de la misma.
Finalmente retomamos la definición de Joel Arthur Barker
("Paradigmas, el negocio de descubrir el futuro"): "Un
paradigma es un conjunto de reglas y disposiciones (escritas o
no) que hace dos cosas: 1) establece o define límites, y
2) indica cómo comportarse dentro de los límites
para tener éxito".
El asunto ahora es como medir el éxito, para lo cual
podría plantearse en términos de resolver, prevenir
o anticipar problemas de la mejor manera siguiendo las reglas del
juego dentro de los límites establecidos.
El
paradigma tecnológico del transistor
De acuerdo con las diferentes definiciones dadas y, en
especial con la última, podríamos aplicar el
concepto de paradigma a la tecnología del transistor de
tal forma que podemos afirmar que: el transistor presupone un
conjunto de reglas (polarización, configuraciones
posibles, restricciones de consumo de energía,
disipación de calor, temperatura,
etc.) lo cual establece o define límites (temperatura
máxima, frecuencia de corte, valores
máximo de corriente y voltaje, impedancia de entrada y de
salida) e indican la manera como debe conectarse (topología) el dispositivo dentro de un
circuito, de acuerdo con la figuración adecuada para
buscar diferentes tipos de comportamiento, según la
aplicación deseada y en concordancia con los
parámetros calculados para lograr ese comportamiento
deseado. Si se juega con dichas reglas, dentro de los
límites o restricciones establecidos, se será
exitoso en el uso de dicha tecnología para la
solución de problemas o el desarrollo de innovaciones
tecnológicas.
Por otra parte, en la tecnología del transistor
concebida como paradigma tecnológico, en el sentido de
Kuhn, están presentes todos los elementos constitutivos de
su teoría. Si combinamos la teoría física de
los semiconductores con la electrónica de estado
sólido estaríamos ante un paradigma
científico-tecnológico retroalimentado en sí
mismo con los desarrollos continuos de la ciencia y la
tecnología y consolidado como un todo, como un cuerpo
holístico al que aplican perfectamente los términos
asociados a cada uno de esos elementos: comunidad
científica– la de los científicos de la
física de semiconductores y la de los ingenieros
desarrolladores de tecnología electrónica de estado
sólido, paradigma– el de la física y el de
la electrónica, revolución teórica–
en la conceptualización teórica que marca una ruptura
en relación con la tecnología de vacío
soportada en la teoría electromangética,
revolución científica– en relación
con el elemento anterior, ciencia normal– la que imperaba
hasta el momento del desarrollo del transistor y que fundamentaba
la tecnología existente hasta entonces, el
electromagnetismo, ciencia extraordinaria-la que entra a
dominar el panorama a partir de la teoría cuántica
y relativística y que alcanza su esplendor con la
teoría de semiconductores que da lugar al nuevo paradigma
tecnológico, crisis-cuando se genera la ruptura
entre el transistor y el tubo de vacío, cambio
paradigmático-el que se sucede con la aparición
y consolidación de la nueva tecnología, y
así sucesivamente.
Cambio
de paradigma y revolución
tecnológica
El cambio de paradigma tecnológico o
tecno-económico, si se quiere, se entiende como una
transformación del patrón tecnológico (y
organizativo), del modelo imperante. O dicho de otro modo, es un
cambio de sentido común y de la manera como se perciben
las cosas en lo que respecta a las prácticas más
eficientes en materia de
producción de tecnología o del uso de la misma para
resolver problemas mediante determinadas aplicaciones.
El origen de ese cambio de paradigma es, en
consecuencia, una revolución tecnológica, a la
manera como Kuhn plantea su revolución científica.
El gran problema que surge de los retos que implica un cambio de
paradigma tecnológico es que se hace necesario comprender
fehacientemente la naturaleza precisa del cambio para poder
identificar claramente el nuevo escenario y sus nuevas reglas del
juego. Un cambio de paradigma tecnológico como el que
significó el transistor es un cambio radical en las
herramientas y
en el modo (modelo) de hacer las cosas; es también un
cambio en los patrones organizativos y en las posibilidades de la
nueva tecnología; es enfrentarse a un nuevo y enorme
potencial de generación de riqueza, cuyo aprovechamiento
exige adoptar una nueva lógica
y un nuevo modo de pensar.
Una consecuencia natural de todo esto es la dificultad
para que la gente se encuentra inmersa en una época de
turbulencia y llena de incertidumbres deje de pensar que lo que
está experimentando es único. Es una postura
conceptual que genera un nuevo problema y ello sumerge a quien
así piensa en una nebulosa, en términos de no
entender claramente lo que está ocurriendo con dicho
cambio tecnológico.
Desde un punto de vista de las revoluciones
tecnológicas vale la pena mencionar, también, que
hacia finales de la primera mitad del siglo pasado, es decir,
hacia la época en que hizo su aparición el
transistor ya se vislumbraba el agotamiento del sistema
tecnológico electro-mecánico-químico
operante, con la aparición de tecnologías de
"reemplazo".
Este agotamiento se hacía evidente justamente con
la aparición de los materiales sintéticos, la
tecnología nuclear y espacial, la electrónica
avanzada (con el paradigma del estado sólido y el
transistor y el circuito integrado como sus grandes exponentes) y
el procesamiento de datos. Este nuevo
ciclo de tecnologías puso en crisis todo el sistema
social, cultural y económico, pero aún no termina y
algunos autores lo denominan "la tercera revolución
tecnológica", denominando la revolución
industrial como la "primera revolución
tecnológica" y a la aparición del paradigma
electro-mecánico-químico, la "segunda
revolución industrial" o "segunda revolución
tecnológica".
El nuevo paradigma científico-tecnológico,
el de esta época, está caracterizado por la
preeminencia de las tecnologías de la información y
las comunicaciones-los polimateriales-la biotecnología y las multienergías.
En este paradigma, el elemento central es la electrónica
no sólo como el núcleo del primer componente del
paradigma sino como el elemento tecnológico articulador
que permite el avance y aplicación de los demás
componentes, ahora no con base en el transistor como unidad
básica, sino del circuito integrado y el microprocesador,
entendido como un conjunto conformado por millones de unidades
base. Esto indica, que el paradigma tecnológico del
transistor aún subsiste y permite la existencia y
consolidación de otros paradigmas.
Otra consecuencia, apenas obvia, de un nuevo desarrollo
tecnológico y, más aún, de una
revolución tecnológica como el transistor es el
impacto sobre el mundo artificial que ya existía y la
manera como el nuevo paradigma exige una nuevas miradas desde la
racionalidad tecnológica, para adaptarse al nuevo mundo
creado o enriquecido con el cambio ocurrido. Todo esto implica,
también, un análisis a la luz de la
filosofía de la tecnología, o
específicamente, de la filosofía del cambio
tecnológico, apoyándose, además, en las
aportaciones tradicionales propias de la filosofía de la
ciencia.
3. El
significado de la revolución tecnológica de
transistor. Retroalimentación con la
ciencia
Partiendo del electromagnetismo como teoría en la
que sustenta el funcionamiento de los tubos de vacío, no
hay duda de la importante relación existente entre ciencia
y tecnología en el estudio del
electromagnetismo.
La interacción, interdependencia y
retroalimentación entre el conocimiento
científico asociado a dicho fenómeno y sus
aplicaciones prácticas es realmente evidente y notable
dado que una vez que se llevaron a cabo los descubrimientos
científicos tuvieron de inmediato una aplicación
práctica y viceversa, tales aplicaciones prácticas,
a su vez, impulsaron la investigación científica a
niveles insospechados para resolver nuevos y complejos problemas,
lo cual de nuevo propuso nuevos horizontes científicos y
tecnológicos en una espiral ascendente que pareciera no
tener fin.
De la misma manera que con el electromagnetismo, la
relación entre la física de semiconductores, como
teoría científica, está tan estrechamente
ligada a la electrónica del estado sólido, basada
en el transistor y los circuitos
integrados, que la relación ciencia-tecnología se
estrecha y cierra de tal forma que la frontera entre
ambas, hoy en día, no está claramente
definida.
Ni siquiera podríamos hablar de frontera dado que
las dos se hallan tan interrelacionadas que no es posible
concebir el avance de la una sin la ayuda de la otra. En la
microelectrónica, por ejemplo, está frontera se
diluye hasta tal punto que la integración de alta escala
plasmada en un circuito integrado y el desarrollo de la
física de los semiconductores se confunden como un
único cuerpo de conocimiento. He aquí un excelente
caso para ilustrar el concepto de tecnociencia,
como se desprende de algunos de los escritos de Agazzi, en donde
no es posible hacer una separación entre los conceptos de
ciencia y tecnología, es decir, entre la física de
semiconductores y la electrónica del estado
sólido.
En definitiva, es el concepto de tecnociencia, el que
mejor da cuenta de la intrincada red de relaciones,
interrelaciones, interacciones e imbricación entre la
ciencia y la tecnología implicadas en el paradigma de la
electrónica de estado sólido, basada en el
transistor. No es posible concebir el increíble y veloz
desarrollo de la industria de los dispositivos de estado
sólido, y su amplio espectro de aplicaciones, sin el
desarrollo paralelo de la física de semiconductores y, a
su vez, la física de semiconductores no hubiera podido
evolucionar hasta sus aportaciones actuales a la
microelectrónica y la nanoelectrónica sin la
realimentación de los desarrollos del transistor y los
circuitos integrados, por sí mismos y por la gran cantidad
de herramientas que han proporcionado para los estudios de este
campo de la física.
4. La
domesticación de la tecnología
Introducción al concepto
La revolución científica acontecida con la
aparición de la mecánica relativística y la
mecánica cuántica, plasmada en el desarrollo de la
física de semiconductores que da lugar al nacimiento del
nuevo paradigma de la electrónica de estado sólido
(gracias al transistor y al circuito integrado), no sólo
significó un cambio revolucionario en el estado de
la ciencia y la tecnología sino que dio origen a una serie
de acontecimientos en otros ámbitos de la sociedad y sus
implicaciones no fueron meramente
tecnológico-científicas sino, y ante todo,
culturales y sociales, y su estudio ha sido abordado, desde
diferentes perspectivas, por los estudiosos de la
sociología y la filosofía de la
tecnología.
En relación con lo anterior abordaremos
aquí el concepto de "domesticación" que surge al
amparo, o como consecuencia, de la revolución
tecnológica del transistor y el paradigma
tecnológico resultante. La serie de fenómenos
económicos, culturales, sociales, científicos y
tecnológicos que ocurrieron a partir de este hecho ha
generado una serie de cambios en el pensamiento en los
últimos cincuenta y cinco años y, a partir del
nuevo paradigma de las tecnologías de la informática y las comunicaciones (TICs), ha
dado lugar a la era de la información y a la sociedad de
la información.
El hito del computador y, en especial, la
aparición del Computador Personal (PC),
hacia 1980, fue el gran detonante de la explosión cultura
que surgió posteriormente, y que aún no para, con
el advenimiento del Internet, que se constituye en el motor de
esta nueva revolución cultural y del fenómeno de la
globalización cultural, tecnológica,
y económica.
Si nos remitimos a la definición libresca del
término "domesticación" encontramos que se refiere
a la reducción, acostumbramiento a la vista y
compañía del hombre al
animal fiero y salvaje. Figurativamente se refiere a hacer
tratable a una persona que no lo
es; también significa amaestrar, dominar, etc. Si llevamos
uno de estos significados al ámbito de la
tecnología, podríamos asumir el término como
hacer tratable, amigable, la tecnología, por fuera del
escenario de dominio de los
expertos; es dominar la tecnología para obtener beneficios
de ella.
Diferentes
acepciones para la domesticación
Así las cosas, se presentarán tres
concepciones básicas para el término
domesticación. La primera tiene que ver con las
teorías feministas de la tecnología (Judy Wajcman,
"Feminist Theories of Technology"), en donde la autora
argumenta que los diferentes tipos de tecnología son
moldeados a partir de constelaciones específicas de
intereses, en relación con la influencia de la
concepción machista que ha predominado en la sociedad y en
la tecnología, y, en particular, se plantean tres
áreas de abordaje de la concepción feminista de la
tecnología: las tecnologías de la
producción, de la reproducción y las
domésticas.
Las primeras tienen que ver con el efecto de la automatización sobre el empleo de
la mujer; las
segundas tienen que ver con las tecnologías reproductivas,
es decir, en relación con el aspecto reproductivo y sexual
de las mujeres, concebidas de alguna manera como instrumentos de
dominación patriarcal; las terceras son las
tecnologías domésticas, desde donde planteamos la
primera acepción para el término
domesticación de la tecnología, y es la que nos
interesa.
En virtud de que los consumidores primarios de
tecnologías reproductivas han sido las mujeres, las
tecnologías domésticas están, o han sido,
destinadas para ser usadas por mujeres. El transistor, sin duda,
con el efecto de la miniaturización y sus demás
ventajas posibilitó la llegada de un innumerable conjunto
de equipos y electrodomésticos a los hogares, lo cual
trajo consigo la idea de confort, calidad de vida y
de emancipación de las ataduras de las labores del hogar.
Hubo gran optimismo ante la posibilidad de que estas nuevas
tecnologías proporcionaran una solución al
problema de la opresión de las mujeres en el hogar,
especialmente a partir de los años 70 cuando
reconoció las labores domésticas como
trabajo.
La tecnología doméstica creció bajo
el poderoso influjo de las tecnologías de la
información y las comunicaciones en el hogar, alentadas
por el desarrollo del transistor y los circuitos integrados. Esto
trajo consigo unas consecuencias culturales imprevisibles en su
momento, en relación con la difusión del
conocimiento y la información y en cuanto a los
hábitos de consumo (sociedad de consumo).
Por otra parte, es menester decir que las tareas del
hogar no disminuyeron ni con la "mecanización del hogar"
ni con el incremento de electrodomésticos y aparatos
basados en electrónica de estado sólido en lo que
podríamos llamar, de manera más refinada, la
"automatización del hogar", en el sentido de la
automatización o facilitación de algunas labores
mediante el uso de aparatos destinados a hacer más
fáciles algunas labores hogareñas y ahorrar
esfuerzos y, sobre todo, tiempo, en
beneficio del supuesto incremento de la calidad de
vida.
Los hechos han demostrado que la domesticación de
la tecnología falló en la pretensión que
algunos quisieron darle de ser la "revolución industrial
en el hogar". Si bien la tecnología doméstica
incrementó la productividad en
el hogar, estuvo acompañada de expectativas crecientes en
el papel de las amas de casa, lo cual generó, en la
práctica, más trabajo doméstico para las
mujeres, amén de otros problemas en relación con
los riesgos culturales y biológicos que se suscitaron y
que se mencionarán más adelante. Digamos, entonces,
que los hombres diseñan la tecnología
doméstica con las usuarias femeninas en mente y en contra
de una ideología particular de familia. Todo
este análisis deja entrever un problema interesante para
los estudiosos de la sociología y la antropología de la tecnología: el
problema del género en
la ciencia y la tecnología.
La segunda concepción del término
"domesticación de la tecnología" tiene que ver con
la aplicabilidad que se le atribuyó al nuevo dispositivo y
a la innovación posterior: el circuito
integrado. La innovación del transistor, como ya lo hemos
mencionado, constituye un hito en la historia de la humanidad y,
por supuesto, constituyó una revolución en el
paradigma científico-tecnológico de la época
en que hizo su aparición. Los desarrollos
tecnológicos tanto de la electrónica, tanto en el
paradigma del tubo de vacío como en los primeros
días del de estado sólido, habían sido
posibilitados, en buena parte, por intereses militares, y eran
del dominio de los científicos e ingenieros que estaban
detrás de las investigaciones que conducían al
desarrollo de la tecnología. Mejor dicho, su
comprensión y uso estaban reservados a los expertos y, en
el mejor de los casos, sus aplicaciones civiles estaban dirigidas
a las altas corporaciones e industrias
manufactureras.
El asunto es que la alta rata de fallas de los tubos de
vacío, unido a sus los problemas propios ya mencionados,
llevó a una explosión inusitada en el uso del
transistor, lo cual condujo a una generalización de sus
aplicaciones y la invasión de otros dominios distintos a
los militares y a las altas corporaciones e
industrias.
Mientras las compañías norteamericanas
dirigían sus esfuerzos a nuevas aplicaciones militares del
transistor y a fabricar productos transistorizados para el
mercado militar,
las compañías japonesas, y en especial la Sony, se
enfocaron en hacer "tratable" y poner al alcance del
público los desarrollos tecnológicos basados en tal
dispositivo con lo que se generó el fenómeno de la
masificación de transistor. Los esfuerzos de estas
compañías se dirigieron, por consiguiente, a la
fabricación de productos transistorizados para el consumo
masivo. De este modo, la Sony lanzó al mercado, en 1954 el
primer radio portátil transistorizado, un desarrollo
tecnológico que convirtió ("domesticó") el
transistor en parte de la cultura popular y puso la alta
tecnología de los expertos al alcance del ciudadano
común y corriente, cambió el mundo desde entonces y
lo abrió hacia la era de la información. Más
adelante, Sony desarrollaría el primer televisor
transistorizado del mundo (hacia 1960) con lo que se
convertiría en el líder
mundial en la fabricación de tecnofactos como las
videograbadoras, los sistemas de grabación de audio, los
equipos de sonido, los
juegos de
video y otros
productos electrónicos de consumo masivo.
Esta domesticación de la tecnología
posibilitada por la masificación del transistor dio lugar
a otras implicaciones culturales y sociales en relación
con el acceso a la información, el uso del tiempo libre,
las relaciones entre las personas, entre otras, que ahora son del
dominio de los estudiosos de la sociología de la
tecnología.
Para finales de la década de los 50´s, el
transistor se había convertido en parte integral de los
sistemas electrónicos de conmutación
telefónica y era un elemento clave en otros productos y
servicios
importantes tales como los computadores y algunos sistemas de
comunicaciones.
En Estados Unidos se habría de gestar, otro
dispositivo que revolucionaría profundamente la
electrónica en todas sus estructuras y
aplicaciones: el circuito integrado, microchip o, simplemente,
chip. La posibilidad de organizar e interconectar cientos, miles
y millones de transistores y otros componentes como resistencias y
capacitores
sobre una milimétrica superficie o pastilla de silicio, lo
cual es la idea básica detrás del microchip,
ocasionó una innovación
tecnológica sin precedentes en la electrónica
en general, erigiendo la tecnología del transistor a
niveles de desarrollo y sofisticación realmente
insospechados.
A partir de entonces y hasta nuestros días, el
circuito integrado ha evolucionado de una manera asombrosa y
alcanza uno de sus clímax con el desarrollo del
microprocesador, y luego, más recientemente, con el
microcontrolador. Este hecho propició que la
informática llegara a los hogares y conmocionó los
cimientos mismos de la civilización con la
incorporación de la era de la computación y la
informática a los hogares al hacer su aparición el
PC con sus implicaciones en los campos de la educación, la
cultura, el entretenimiento, el trabajo,
etc. Los circuitos integrados, hoy bajo el escenario de la
microelectrónica y la nanoelectrónica, están
permitiendo la producción de dispositivos
electrónicos cada vez más complejos,
versátiles e innovadores.
La tercera acepción del término
"domesticación de la tecnología" tiene que ver con
el paso de la tecnología para uso militar a la
tecnología para uso civil. Podemos invocar aquí, a
manera de ilustración, una metáfora para
referirnos a la tecnología con fines militares como una
especie de tecnología "salvaje", concebida para
propósitos de defensa, u ofensivos, según el caso,
en donde el transistor adquiere un rol preponderante al propiciar
desarrollos espectaculares en los sistemas de comunicaciones,
computación, control, etc. aplicados a los requerimientos
militares.
Dicha tecnología tenía fuertes reservas y
secretos que no podían ser del dominio público y
para éste, aparecería como algo indómito,
inalcanzable, una caja negra sin conexión con la vida
cotidiana del ciudadano de a pie. Así las cosas, el
común de la gente veía la tecnología
desarrollada para el campo militar como algo lejano y sin
aplicabilidad práctica en su mundo. Siguiendo con la
metáfora, asumimos, entonces, la tecnología con
fines civiles como una especie de tecnologia "doméstica",
amigable, tratable, concebida para propósitos comerciales,
industriales, de servicios, de entretenimiento, u
hogareños. De esta domesticación de la
tecnología podemos plantear algunos ejemplos, a manera de
ilustración, para mostrar de que modo la tecnología
"salvaje" se domesticó y se incorporó a la
cotidianidad de todas las personas.
Un caso bien interesante de esta domesticación
tiene que ver con el desarrollo tecnológico de las
microondas en
los sistemas de comunicación, del cual se utilizó su
efecto térmico para crear los hornos microondas de amplia
utilización en los hogares, con la ventaja que supuso la
incorporación del circuito integrado en su
diseño.
Otro caso tiene que ver con las comunicaciones
satelitales, basadas en dispositivos de estado sólido, con
lo cual se amplió su espectro de posibilidades, y que
fueron utilizadas en un principio en aplicaciones militares y
gubernamentales, pero que luego se generalizó su uso en
aplicaciones de telefonía local, incluso, y posteriormente
generaría la conocida tecnología de las
comunicaciones móviles personales como el celular, el
radioteléfono y el PCS (Sistema de Comunicación
Personal).
Un tercer caso lo tenemos con la tecnología del
láser
de estado sólido, emitiendo en el espectro visible o en el
invisible, y cuya utilización inicial se hizo con
propósitos de arma de guerra y para las comunicaciones de
alto nivel, pero luego se bajó su uso a aplicaciones en la
medicina, en los sistemas de
control, en las comunicaciones por fibra
óptica, en los equipos de sonido, en las máquinas
lectoras, entre otros. Podríamos seguir así
indefinidamente pero bastaría con plantear que el uso de
una tecnología lo determina el contexto, y que
definitivamente el campo militar es una fuente rica en
tecnologías, que con el advenimiento del transistor,
pudieron ser "domesticadas" para ponerlas al servicio de la
gente común y corriente, con lo cual se evidenció
un uso dual de muchas de esas tecnologías. En todo caso,
surge aquí una relación interesante entre la
tecnología civil y la militar para su estudio desde la
perspectiva de los estudios de Ciencia, Tecnología y
Sociedad en un contexto organizacional y social
particular.
5. Sistema
tecnológico e impacto social
Para entender o analizar un poco el impacto social de la
revolución tecnológica del transistor, es
conveniente abordar el paradigma del transistor, de una manera
ontológica, como un sistema tecnológico, a la
manera de Miguel Angel Quintanilla ("Tecnología, un
enfoque filosófico) porque dicho enfoque no solo
explica el impacto social sino también la manera como la
sociedad interactúa con el sistema. Este enfoque implica
asumir el sistema como una unidad o un tipo de
estructura.
De hecho, M.A. Quintanilla plantea que la noción
matemática
de sistema es equivalente a la de estructura, es decir, una
estructura claramente organizada en términos de un
conjunto de elementos y una serie de propiedades, incluyendo las
relaciones entre sus componentes, lo cual requiere hacer un
análisis funcional de la salida del sistema respecto de la
entrada mediante una relación funcional,
matemáticamente hablando, que permita incluso analizar el
comportamiento del sistema y sus respuestas en función de
las entradas e, incluso, observar los casos en que se da una
realimentación entre la entrada y la salida de tal suerte
que todo está funcionalmente relacionado o interconectado.
De igual manera, en el lenguaje
corriente y en el mundo de la tecnología los objetos se
caracterizan como sistemas, es decir, un objeto se caracteriza
por sus componentes y sus propiedades, incluyendo sus relaciones
funcionales.
Desde un punto de vista tecnológico, el sistema
podemos apreciarlo como un conjunto de elementos, interconectados
entre sí mediante un conjunto de propiedades especiales de
relación e interconexión, que se comportan de
determinada manera o "funcionan" de un modo determinado, ante la
entrada de una o más variables,
dando como resultado (entendido como una respuesta o salida), una
función que claramente da cuenta de dicho comportamiento,
de la incidencia de las variables y las propiedades del
sistema.
Esto nos permite abordar como sistema tanto al
tecnofacto denominado transistor como al paradigma
tecnológico como cual, de tal suerte que si entendemos
dicho paradigmas en términos de sistema podemos darnos
cuenta de cómo la salida del sistema (probablemente un
producto o una
acción)
actúa sobre un objeto concreto o
abstracto, digamos sobre el conjunto de la sociedad, generando
una serie de implicaciones, positivas o negativas, que van a
incidir en su desarrollo. De la misma manera, el conjunto de la
sociedad genera variables que pueden ser parámetros de
entrada que van a incidir en la consolidación, o en una
eventual crisis, del sistema y, en todo caso, van a introducir
modificaciones en la operación o funcionamiento del
sistema y, por consiguiente, en la salida que habrá de
entregar, de nuevo, al conjunto de la sociedad, en el contexto en
el que el sistema está operando.
Esto evidencia un elemento de realimentación
entre el objeto impactado y el sistema impactante que pone de
manifiesto una interacción entre ambos mostrando, en
consecuencia, que el sistema tecnológico del transistor
impacta sobre la sociedad pero ésta, a su vez,
interactúa con el sistema generando nuevos tipos de
relaciones funcionales o, si se quiere, determina, de manera
intencional o no, la generación de nuevos "productos"
demandados por los requerimientos particulares o generales de la
sociedad, en su conjunto. En el numeral 6 se ampliará un
poco más el aspecto del impacto en la sociedad.
Por otra parte, valdría decir que este enfoque de
sistema para el paradigma tecnológico, puede extenderse a
la ciencia, para hablar de sistema científico, o sistema
de ciencia, en donde ya tendríamos dos sistemas: el
científico y el tecnológico, en donde el
científico genera una(s) salida(s) que se constituyen en
las entradas para el sistema tecnológico y alguna(s) de
la(s) salida(s) de este regresan al sistema científico
como variables de entrada, mediante un lazo de
retroalimentación (feedback) que muestra la fuerte
y notable interacción entre desarrollo tecnológico
y desarrollo científico, como se mencionó en el
numeral 3, de lo cual se desprendió, por otra parte, el
concepto de tecnociencia. De hecho, es imposible no visualizar la
realimentación e interacción entre el desarrollo
científico de la teoría de semiconductores y el
desarrollo tecnológico de la electrónica de estado
sólido.
6. Una mirada final
a las implicaciones actuales y a las perspectivas de la
tecnología para la sociedad
En este trabajo se ha mostrado como la revolución
científica ocasionada por la ruptura del paradigma de la
mecánica clásica y la entrada en escena de la
física relativística y la física
cuántica originaron, a su vez, el desarrollo de nuevas
teorías de la física en nuevos campos de
conocimiento. Uno de esos campos es el de la física de
semiconductores.
Esta física dio lugar, dentro de la
electrónica, a la crisis del paradigma de la
electrónica de tubo de vacío que imperaba, gracias
a la invención del transistor, creándose una nueva
era no sólo para la ciencia y la tecnología sino
para la humanidad por los cambios culturales, económicos,
sociales y políticos que se sucederían desde
entonces y que aún no cesan. La evolución de la
tecnología del transistor hacia los circuitos integrados
y, en especial, hacia el microprocesador, no sólo dio
nacimiento a la revolución de la información, por
el advenimiento del PC, e inauguró la era de la
información sino que posibilitó el nacimiento de
una revolución cultural sin precedentes, el internet, con
el cual se inauguró la sociedad del conocimiento, o del
aprendizaje,
como hablan algunos.
El elemento clave a considerar aquí es que los
cambios sociales, económicos, políticos y
culturales que posibilitó en transistor ocurrieron gracias
a la "domesticación de la tecnología" es decir, el
transistor permitió que la alta tecnología o
aquellas tecnologías, de distintos ámbitos, que
estaban reservadas sólo a aplicaciones militares o a las
altas corporaciones pudieran ponerse al alcance del
público y, en especial, pudieran ponerse al servicio de
los hogares ocasionando una serie de transformaciones realmente
radicales y revolucionarias, que no hubieran sido posibles ni
concebibles, sin la aparición del transistor, en la vida
cotidiana de las personas.
Pero al margen de lo que significó el paradigma
del trasnsistor, desde el punto de vista
científico-tecnológico, han surgido una gran
cantidad de cuestiones alrededor de esta tecnologías, y de
las tecnologías que permeó, que es necesario
abordar desde las perspectivas de los estudios de ciencia y
tecnología, la sociología de la tecnología,
la filosofía de la tecnología, los estudios de
ciencia, tecnología y sociedad, y otras áreas por
sus fuertes implicaciones en la actual civilización.
Rápidamente se podrían mencionar algunas, pero el
espectro es realmente amplio, como punto de partida para otra
mirada al paradigma científico-tecnológico del
transistor y, en especial, al concepto de "domesticación
de la tecnología", en razón de sus consecuencias e
implicaciones para la sociedad, a saber:
- La sociedad del riesgo, desde una perspectiva del
riesgo cultural y el riesgo tecnológico. Esto implica,
además, el estudio de la vulnerabilidad y la evaluación del riesgo y los cambios
culturales y los riesgos asociados. - El estudio de la tensión entre
innovación y riesgo. - La idea de progreso , y en especial, el progreso en
una era de revolución
científico-tecnológico-digital, en el marco de
una economía globalizada, la nueva economía de
hoy. - La idea de confianza en la tecnología, y el
concepto de confianza desde lo social bajo el manto de la
domesticación. - La democratización de la tecnología y
la caracterización de las tecnologías como
autoritarias o democráticas. - La ética de
la tecnología, la ética de quienes producen o
usan la tecnología, lo cual implica abordar la idea de
democratización de la tecnología desde una
perspectiva ética y
moral. - Los dilemas del control social de la
tecnología y la aparición de nuevos valores en
quienes producen y entre quienes usan la tecnologia - El asunto de cómo dirimir las disputas
ocasionadas por las controversias
tecnológicas - La cultura de los artefactos y los tecnofactos, en el
marco de la sociedad de consumo y el concepto equivocado de
bienestar - La globalización de la tecnología y, en
consecuencia, de la cultura
Finalmente y si asumimos que nos encontramos en la
tercera ola (según Alvin Toffler), la era de la
información y la sociedad del conocimiento, no cabe duda
que el transistor, ahora visto bajo el ropaje de la
microelectrónica y la nanoelectrónica (ver figura
siguiente) seguirá impactando los nuevos paradigmas
científico-tecnológicos (ver figura final) y, por
ende, a la sociedad entera generando nuevas maneras de ver el
mundo, ocasionando otras crisis culturales y dando nacimiento a
nuevas tecnologías y otros impactos no imaginados a la
sociedad. Cabría preguntarnos, entonces, si hay un
límite en esta época de alta
tecnología?
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Por
Nelson Alberto Rúa Ceballos
Instituto Tecnológico Metropolitan
Medellín – Colombia