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Historia del Arte: Impresionismo




Enviado por lisa_violeta



            En
    1874, un grupo de
    artistas organizo en Paris una exposicion
    independiente de cuadros, en un intento deliberado de conseguir
    para sus obras una salida al margen del salon oficial. Uno de los
    participantes, Claude Monet, expuso un cuadro que llevaba por
    titulo Impresión: Amanecer ; varias reseñas
    de la exposicion
    escogieron este titulo por considerar que reflejaba la
    caracteristica predominante de las obras alli expuestas, y un
    critico, Louis Lorey, titulo su reseña "La exposicion de los
    impresionistas". Si bien ninguno de los artistas empleaba de buen
    grado el nombre -se empleaba para describir cuadros de tipos muy
    diversos-, la denominacion hizo fortuna, y lo que habia nacido
    como una ocurrencia de la critica se transformo en el nombre de
    uno de los movimientos artisticos mas mas significativos de las
    postrimerias del siglo XIX.
    Después de exponer "Impresión, amanecer" , Monet,
    fue el blanco de los críticos y el líder
    teórico del grupo que,
    como él, se preocupaba por transmitir su impresión.
    Definió las reglas de la nueva corriente.
    Característica de su técnica,
    "Impresión, amanecer" muestra un
    conjunto de manchas cálidas donde destaca la luz mas intensa
    del sol mientras a penas se sugieren algunas siluetas de
    barcas.

            Resulta imposible
    encontrar una definicion para abarcar la gama de cuadros que
    suelen describirse con el termino "impresionismo";
    sin embargo, el paisaje impresionista por excelencia tine ciertas
    caracteristicas identificables: es de tamaño relativamente
    pequeño e irregular en cuanto a la composicion, y por lo
    genreal en su mayor parte se realizaba al aire libre; sus
    colores son casi
    siempre brillantes y contrastantes, la pincelada libre e
    intuitiva. La discusion de estos factores, unida a una
    consideracion del impresionismo
    dentro de sus contexto historico y sobre el fondo del ambiente
    intelectual y social, nos puede llevar a definir la naturaleza y al
    alcance genuinos de este movimiento.
            El impresionismo se
    presenta como una prolongación del realismo. Nace
    bajo su influencia y adopta, como él, los temas de la vida
    cotidiana. Se situa en la cumbre de los estudios
    pictóricos sobre la luz que se vienen
    llevando a cabo desde el renacimiento,
    y propone cuadros luminosos en antitesis con los sepias
    consagrados por la tradición.

    • Los realistas mostraban aspectos
      serios de la sociedad. Los
      impresionistas lo hacen pocas veces aúnque
      magistralmente como en este cuadro de Caillebotte donde se
      estudia el trabajo
      de los carpinteros. Prefieren enfocar los momentos gratos de la
      vida como son los placeres: jardines, fiestas, restaurantes,
      paseos, baños…
    • La luz, alegre o
      agobiante, domina sus cuadros gracias al culto a los reflejos
      (agua,
      espejos), a la abundancia de colores claros
      y brillantes y a la casi ausencia de negros: fieles a los
      descubrimientos de Constable, trabajan a fuera cuando el tema
      lo requiere, y pintan las sombras a todo color. Como
      él, también tratan de capturar "el
      momento".
    • Estimulados por la ciencia,
      escogen no mezclar los colores en la
      paleta dejando el trabajo
      de fusión
      al ojo del espectador: usan colores puros
      que aplican uno al lado del otro en pequeñas
      pinceladas.
    • El resultado afecta la
      definición de las formas. Estas tienden a una
      desintegración que la burguesía
      contemporánea resiente como un ataque a sus valores.
    • La cercanía de la
      cámara fotográfica, por otro lado, justifica el
      esfuerzo de los impresionistas para salirse del estrecho marco
      de la representación a la vez que les abre
      nuevas…perspectivas: como ella, los pintores impresionistas
      buscan ángulos nuevos para capturar la vida,
      especialmente el espectáculo de la ciudad.
    • El impresionismo
      solo pretende transmitir la impresión del pintor. Es por
      lo tanto subjetivo, a la diferencia del realismo.

    Contemporaneo de descubrimientos sobre
    el color y la
    visión, cambia los paradigmas
    tradicionales de la pintura
    respecto a ellos. Contemporaneo también de las primeras
    fotografías, questiona la importancia de la
    representación, las poses y la composición
    tradicional. Ademas, es marcado por la difusión de las
    estampas japonesas y por la economía que estas
    manejan en su tratamiento de la figura.
    El impresionismo se
    manifiesta escasamente en la literatura y en la música. En cuanto a
    las artes figurativas, no se conoce una arquitectura
    impresionista y fuera de la figura asombrosa de Rodin o de la,
    menos famosa, del italiano Medardo Rosso, resulta difícil
    hablar de escultores impresionistas. El impresionismo se revela
    primeramente en la pintura.
    Los pintores son numerosos y prolijos. Aúnque París
    sea la capital
    artística del fin de siglo, brillan también nombres
    extranjeros entre los de los innovadores y esto permite la
    exportación del movimiento.
    Otro aspecto importante: la fuerza de la
    corriente no logra ahogar el individualismo de los artistas.
    Se consideran generalmente como iniciadores Manet y Monet.
    Los siguen, entre otros,

    • Renoir,
    • Degas y
    • Toulouse Lautrec.

    Eslabones hacía el futuro, vienen
    finalmente Seurat y Sisley, los puntillistas, y

    • Cezanne,
    • Gauguin y
    • Van Gogh.

    Vincent Van Gogh

    El artista holandés Vincent van Gogh es actualmente uno
    de los pintores más conocidos del mundo, pero gran parte
    de su fama se debe a su trágica vida y a la carga
    dramática que posee su coña carrera. Su obra, su
    personalidad y
    sus inquietudes intelectuales, claramente visibles en sus
    más de 600 cartas que se
    conservan, exigen, sin embargo, un análisis más profundo. Fue un
    hombre muy
    inteligente, sensible y de gran personalidad,
    ávido lector de libros de
    literatura de la
    época, filosofia e
    historia y
    enterado de las interesantes corrientes artísticas y
    sociales del siglo XIX.
    Antes de morir, a la edad de treinta y siete años, la vida
    de Van Gogh se había
    centrado en tres puntos: la religión, el arte y la
    literatura.
    Había nacido en Zundert (Holanda). Su padre era pastor
    evangelista y entre sus tíos había marchantes de
    arte,
    almirantes y libreros.Empezó a trabajar en 1869, a los
    dieciséis años de edad, en la galería de
    arte que su
    familia
    poseía en La Haya; la galería se había
    asociado con una compañía francesa y era conocida
    como Goupil et Cie. A Vincent le gustaba el trabajo en
    ella, pues ya se sentía absorbido por el arte. Su primer
    contacto con él se produjo
    desde la óptica
    del marchante y crítico aficionado, y su juicio era agudo
    y certero. Le gustaban los pintores holandeses del siglo XVII,
    como Rembrandt, Hals y Jacob Ruisdael, y los paisajistas
    franceses de la Escuela de
    Barbizon, como Millet, Rousseau y
    Dupré. También apoyó a la recientemente
    creada Escuela de La
    Haya, forrnada por varios artistas holandeses, a muchos de los
    cuales llegó a conocer personalmente durante su estancia
    en La Haya de 1869 a 1873. Su gusto y admiración por estos
    artistas no cambió en toda su vida. En 1888
    escribió a su amigo, el artista Emile Bemard:
    «Cuando visito el Louvre, cosa que sigo haciendo, con gran
    emoción voy, antes que nada, a ver los cuadros de los
    holandeses, especialmente los de Rembrandt».
    Van Gogh trabajó para Goupil et Cie. en Londres (1873-75)
    y París (1875-76),
    pero sufrió una depresión
    tras una desafortunada experiencia con la hija de su patrona
    londinense, y en abril de 1876 acabó siendo despedido de
    la compañía. Entonces se hizo paulatinamente
    más profundamente religioso y se dedicó a leer la
    Biblia con asiduidad. En 1877 trabajó durante varios meses
    para un librero de Dordrecht. Su amor por la
    literatura se
    traducía en sus variadas lecturas y en sus amplios
    gustos.
    Admiraba, entre otros, autores como el historiador francés
    Michelet, novelistas como Zola, los herrnanos Goncourt y
    Maupassant y escritores ingleses como George Eliot, Dickens y
    Carlyle. Posteriorrnente introdujo sus libros
    preferidos en sus cuadros. Así, en el retrato del Dr.
    Gachet el retratado apoya su hombro en dos novelas de los
    herrnanos Goncourt, Germinie Lacertueux y Manette Salomon. Los
    libros
    también inspiraron directamente su pintura: el
    cuadro titulado La Berceuse, es decir, la acunadora, en
    que aparece madame Roulin, la mujer del
    cañero de Aries, fue pintado después de que Vincent
    leyera la obra de Píeme Loti Pécheurs d'lslande
    (Pescadores de Islandia) y sintiera que los marinos podían
    agradecer en alta mar la contemplación
    de una imagen del
    cariño materno, como era ésta.
    A finales de los años 70, la religiosidad de Van Gogh se
    fue agudizando. Pasó
    nueve meses en Inglaterra
    colaborando con los metodistas, y llegó a escribir y
    pronunciar un largo sermón. A mediados de 1877
    decidió seguir los pasos de su padre e ingresar en la
    Iglesia
    evangélica. Con este fin estudió en Amsterdam y
    Bruselas, y en el mes de noviembre de ese mismo año fue de
    prueba como evangelizador a una región minera de
    Bélgica asolada por la miseria, el Borinage. Fue una
    época trascendental para Van Gogh, que vivió la
    práctica del Evangelio, dedicándose por entero a
    los mineros, cuidándoles cuando resultaban heridos en una
    explosión en una mina, despreocupado de la ropa, la comida
    y otros asuntos terrenales. Pero su voluntad de llevar a la
    práctica al pie de la letra los mandatos del Evangelio
    chocó con las altas jerarquías
    eclesiásticas. Su comportamiento
    contradecía las convenciones aceptadas en su clase y
    actividad, y fue expulsado del estamento religioso. Van Gogh
    renegó de la hipocresía del alto clero y de las
    llamadas «personas respetables». Pronto seña
    rechazado de nuevo por vivir demasiado de acuerdo con sus ideas
    religiosas: en efecto, en La Haya muchos artistas le dieron la
    espalda por dar cobijo a una mujer abandonada
    y desamparada. En 1884, en Nuenen, su amistad con
    Margot Begerman fue objeto de tales habladurías, que
    ésta intentó suicidarse. Por eso escribió a
    su hermano Theo:
    «Por el amor del
    cielo, ¿qué sentido y significado tiene la absurda
    religión
    que profesa la gente respetable? Resultan totalmente absurdos,
    conviniendo a la sociedad en una
    especie de manicomio, en el que todo está patas
    arriba…»
    A los veintiséis años, Van Gogh había
    realizado ya vados trabajos y en todos
    había fracasado. Vagó entonces por el Borinage
    totalmente desesperado, como cuenta a Theo en una carta emocionante
    escrita en el mes de julio de 1880. Todo lo que le interesaba se
    fue concentrando entonces en una sola actividad: el arte. Se
    centró en el arte que conocía (Rembrandt,
    Delacroix, Millet) y en los libros de
    Dickens, Victor Hugo y Michelet. Escribió por
    entonces:
    «Hay algo de Rembrandt en Shakespeare… de
    Delacroix en Victor Hugo; y hay algo
    de Rembrandt en los Evangelios, o algo de los Evangelios en
    Rembrandt.»
    Durante sus paseos por el Borinage, Van Gogh había
    intentado llegar hasta Courriéres para visitar a un
    artista al que admiraba, Jules Breton. Veamos cómo
    describe el momento en que tomó la decisión:
    «Pues bien, incluso sintiéndome profundamente
    miserable, recuperé algo de la energía perdida y me
    dije: a pesar de todo, volveré a trabajar, a coger el
    pincel, que he
    abandonado por el gran desaliento que noto en mí, y
    seguiré dibujando. A partir de ese momento tenía la
    sensación de que todo había cambiado.»
    Van Gogh había dibujado antes de 1880. En su juventud
    había realizado bonitos dibujos,
    fundamentalmente copias de grabados. También había
    hecho pequeños apuntes y caricaturas para una niña
    de La Haya en 1872 y 73. Nos ha dejado imágenes
    de la mayor parte de las casas en que vivió. Al volver a
    coger el pincel, tenía las ideas más claras sobre
    lo que quería hacer: deseaba realizar dibujos de
    gente trabajando en un estilo crudo, adecuado al tema de las
    obras, que expresara sus sentimientos sobre «la
    gente»: primero los mineros, después los tejedores
    y, por último, los campesinos de Brabante y Provenza.
    A partir de este momento su carrera se divide en períodos
    dominados por los lugares en que vivió: Etten en 1880, La
    Haya en 1881 a 1883, Drenthe en 1883, Nuenen en 1883 a 1885,
    Amberes de 1885 a 1886, París de 1886 a 1888, Aries en
    1888, St. Remy en 1889 y 90, y Auvers en 1890. Durante la primera
    mitad de su carrera artística vivió en Holanda,
    donde desarrolló un estilo personal dentro
    de la línea de la Escuela de La
    Haya. Seña un error olvidar las primeras obras de su corta
    carrera. Los colores
    sombríos, las espesas capas de pintura y el
    gusto por la representación de campesinos en sus
    cabañas o trabajando en los campos recuerdan las pinturas
    de Josef Israels (1824-1911) y Anton Mauve (1838-88).
    Mauve estaba emparentado con Van Gogh por matrimonio y se
    habían hecho muy amigos. Vincent le pidió consejo y
    apoyo cuando decidió ser artista. Mauve fue su
    único maestro en el sentido estricto de la palabra: Van
    Gogh siempre le estuvo agradecido. Cuando se enteró de su
    muerte,
    acaecida en 1888, Vicent escribió en uno de sus mejores
    cuadros, un árbol brotando de nuevo al llegar la
    primavera: «Souvenir de Mauve», y lo envió a
    su viuda. En esa época se sintió atraído por
    la pintura de
    figuras, ya que pensaba que la manifestación más
    alta del arte modemo era la representación de los
    campesinos en acción. Algunos de sus mejores dibujos
    están inspirados en los hombres y mujeres de Nuenen
    captados en sus faenas agrícolas. Entre los cuadros de
    estos años destacan Los comedores de patatas, en el
    que se ve a una familia reunida
    alrededor de una mesa a la tenue luz de su vieja
    lámpara de petróleo,
    comiendo las patatas que han cultivado y recolectado. El tema
    había sido tratado ya por otros artistas holandeses de la
    época bajo los títulos de «La comida
    frugal» o «Comedores de patatas» ; a Josef
    Israels le gustaba especialmente este asunto. El cuadro de Van
    Gogh carece, sin embargo, de todo sentimentalismo,
    carácter anecdótico o comentario social evidente.
    La pincelada es vigorosa, los colores sombríos, y la
    pintura refleja el sincero aprecio que Van Gogh sentía por
    estos campesinos. Era consciente de que su forma de vida iba
    siendo minada por la industrialización, que acabaña
    con la existencia sencilla que hasta entonces el hombre
    había llevado en contacto directo con la naturaleza.
    Van Gogh se sentía, sin embargo, aislado en el campo,
    lejos de otros artistas, y por eso se matriculó en una
    academia de dibujo de
    Amberes. Pero, repentinamente, decidió trasladarse a
    París, y envió a Theo esta nota: «Querido
    Theo, no te enfades conmigo por actuar tan precipitadamente…
    Estaré en el Louvre a partir del mediodía o antes,
    si así lo deseas».
    En París estaban surgiendo nuevas ideas y movimientos, y
    esto excitaba la imaginación de cualquier artista joven.
    Van Gogh pudo ver la exposición de los impresionistas, los
    Salones anuales, la exposición del nuevo Salón
    Nacional, una retrospectiva de su artista preferido, Millet,
    exposiciones de Monet y Renoir en la galería Petit y obras
    simbolistas de Gustave Moreau y Odilon Redon. Frecuentó el
    estudio del renombrado pintor Ferdinand Cormon, y allí
    conoció a Henri de Toulouse-Lautrec. La obra de los
    colores eran brillantes y alegres; el tema, libre, aunque
    predominaran las vistas de París y los paisajes. Vincent
    se puso a experimentar en seguida en la práctica las ideas
    de los neoimpresionistas, que había conocido a
    través de Paul Signac. Puntos de color quebrado
    empezaron a verse en sus lienzos, y pinceladas nerviosas, como si
    se hubieran aplicado con prisa. Esta tendencia fue
    aumentando.
    Van Gogh llegó a París en un momento en que los
    artistas jóvenes estaban desarrollando una serie de ideas
    que iban más allá del impresionismo, y en que los
    artistas ya consagrados, como Monet y Renoir, empezaban a
    explorar estas nuevas ideas. Vincent se interesó por
    ellas, pero prefirió seguir una línea más
    personal,
    influido por los grabados japoneses entonces de moda en
    París. El cubrimiento de amplias zonas del lienzo con un
    color puro y la
    elección de temas populares hicieron que el artista
    considerara estos grabados como obras no puramente decorativas,
    sino
    susceptibles de un análisis más profundo: eran un
    edén de luz y color.
    Las tensiones y luchas existentes en la vida artística
    parisina de la época entre las distintas tendencias
    disgustaron a Van Gogh, que decidió marchar al sur de
    Francia a
    buscar su propio Japón de luz y color. Allí
    esperaba encontrar una comunidad de
    artistas que colaboraran entre sí, como la Escuela de
    Barbizon, la de La Haya y los talleres de grabadores japoneses.
    Al pintor le atraía el sur, y sentía que
    había encontrado su Japón: pero también le
    recordó a su Holanda natal. Escribió a su hermana
    que lo que había aprendido en París no le
    servía, y en sus cartas a Theo
    decía que la campiña de Provenza le recordaba las
    obras de Ruisdael y Hobbema. En los paisajes pintados por Van
    Gogh en esta época aparecen las mismas llanuras inmensas
    que en los dos pintores holandeses del siglo XVII; además,
    se repite el motivo holandés de los puentes levadizos, que
    habían sido construidos en Provenza
    por ingenieros venidos de los Países Bajos.
    En 1888 Vincent convenció a Paul Gauguin de que se
    reuniera con él en Aries con el fin de fundar una sociedad de
    artistas que llevaría el nombre de «Estudio de los
    trópicos». Pero los dos artistas tenían
    distintos puntos de vista sobre pintura, y esto se tradujo en
    violentas discusiones que Van Gogh calificó de
    «eléctricas». Gauguin queda liberar al arte de
    su dependencia de la naturaleza,
    mientras que el pintor holandés había dedicado su
    carrera al estudio naturalista de la realidad que le rodeaba.
    Había escrito a Émile Bemard: «Podemos (y los
    antiguos pintores holandeses ya lo hicieron)…, podemos pintar
    un átomo de
    caos, un caballo, un retrato, manzanas, un paísaje, a tu
    abuela…» Él creía que estos temas
    podían ser transformados, mediante el color y el
    sentimiento, en símbolos. Por ejemplo, el jarrón de
    flores más sencillo que Van Gogh pintó, Los
    girasoles
    , es una bellísima evocación del sol
    que se puede considerar única en la historia del
    arte. Sin embargo, sigue siendo «un átomo de
    caos» observado con humildad y amor.
    Luego de cortarse la oreja por una discusión con Gaugin,
    fue encarcelado y posterior liberación de Vincent;
    más tarde volvería a ser encarcelado a
    petición del pueblo de Aries, y finalmente ingresó
    voluntariamente en el hospital psiquiátrico de St. Paul,
    en St. Remy. La enfermedad de Van Gogh se caracterizaba por
    frecuentes ataques, seguidos de períodos de letargo e
    inactividad, a su vez seguidos de una completa lucidez y una
    sorprendente actividad. Se ha dicho que era esquizofrenia,
    epilepsia o una tara familiar hereditaria. El escaso desarrollo de
    la psiquiatría en esa época dificulta el
    conocimiento de su enfermedad, pero es probable que Van Gogh
    padeciera un tipo de epilepsia temporal cuyos síntomas a
    menudo recuerdan los de la esquizofrenia. Es
    posible que su «locura» no afectara directamente a su
    arte; pero esta experiencia y el miedo a futuros ataques, con la
    consiguiente depresión,
    inevitablemente tuvieron que desequilibrarle.
    Van Gogh pintó en St. Remy y se observa un cambio en su
    estilo: los tonos se hacen más sombríos y las
    formas están agitadas, como si tuvieran energía
    propia y escaparan al control del
    artista. Las nubes se retuercen en un cielo tormentoso y los
    cipreses suben hacia el cielo como si fueran de fuego. Resulta
    significativo que Van Gogh volviera a inspirarse en temas de su
    primera época y en artistas como Millet, Rembrandt y
    Delacroix, cuya obra tradujo en sus cuadros con su propia paleta.
    Pidió
    a Theo que le enviara dibujos
    antiguos y volvió a pintar campesinos, cabañas y
    paisajes, reunidos bajo el título de «Recuerdos del
    Norte». También dibujó de memoria una
    versión de Los comedores de patatas. Una de sus obras
    más importantes de este período es la copia del
    aguafuerte de Rembrandt La resurrección de
    Lázaro
    . En él, Rembrandt se servía de un
    rayo de luz para simbolizar el poder que
    emana de Cristo. Van Gogh elimina la figura de Cristo,
    sustituyéndola por un gran sol amarillo, cuya luz,
    representada por un dorado que inunda la pintura, simboliza la
    fuerza de la
    vida. Así, transforma a Rembrandt a través del sol;
    el norte y el sur se juntan; la religión, el arte y
    la naturaleza
    forman una unidad.
    Van Gogh volvió al norte en mayo de 1890. Pasó por
    París, vio algunas exposiciones y visitó a su
    cuñada por primera vez antes de marchar a Auvers. En este
    pueblecito de las afueras de París fue tratado por su
    amigo, el Dr. Gachet, que era médico, pintor y amigo de
    los impresionistas. Van Gogh trabajó mucho en este
    período, realizando dibujos y
    pinturas a un ritmo de uno a dos por día. Sabiendo que se
    suicidó en julio de ese mismo año, se está
    tentado de mirar esta fase de su carrera
    con otros ojos, intentando descubir en sus luminosos y
    enérgicos cuadros premoniciones y augurios. A Vincent le
    preocupaba su hermano Theo, que había sido su único
    apoyo financiero durante los últimos diez años. La
    angustia de la dependencia económica, la sensación
    de fracaso, el miedo al futuro y a posibles nuevas crisis, con el
    consiguiente riesgo de no
    poder seguir
    trabajando, debieron de pesar mucho, comprensiblemente, en su
    ánimo. En una de sus últimas canas, Van Gogh se
    muestra
    preocupado por la vulnerabilidad de los artistas frente al
    mercado
    artístico. Ciertamente algunas de sus pinturas de esta
    época expresan desolación y vacío.
    El 27 de julio de 1890 Vicent intentó suicidarse con una
    pistola: murió de resultas de las heridas dos días
    después, en brazos de Theo, a los treinta y siete
    años. La tragedia de su muerte ha
    oscurecido su vida, y su obra a menudo parece acompañada
    de una etiqueta invisible que dice: «Esto fue pintado por
    un hombre que
    estaba loco y se suicidó». Van Gogh fue un gran
    dibujante y un colorista brillante. Al principio su estilo es
    vigoroso, con perfiles marcados, pero se hace más flexible
    al empezar a dibujar paisajes. En ellos la técnica es
    variada, consistiendo en miles de toques diferentes: puntos,
    manchas de color, pinceladas sinuosas, etc. La combinación
    de estos elementos crea una sensación de energía,
    movimiento,
    vibraciones intensas. El período más conocido de
    Van Gogh, desde el punto de vista de su pintura, es la
    época de Arles (1888-89). En ella combinó sus
    conocimientos técnicos de las nuevas teorías
    sobre el color con el gusto por los grabados japoneses de colores
    intensos, el estudio de la obra de Eugéne Delacroix y sus
    temas preferidos: girasoles, campesinos y vistas del mar que
    contempló y observó en el sur. Van Gogh era muy
    sensiblq al color, del que se quería servir para expresar
    algo más que la mera apariencia de las cosas. Con este fin
    empleó combinaciones cromáticas casi
    simbólicas; por ejemplo, en el retrato de un amigo
    colocó una cabeza exageradamente
    rubia sobre un fondo de color azul intenso para crear «el
    misterioso brillo de una estrella pálida en el
    infinito».
    Queria incorporar a sus cuadros la energia de sus
    dibujos. Por eso aplicaba al lienzo colores brillantes con
    pinceladas nerviosas, creando formas sinuosas, resplandecientes
    estrellas y soles rodeados de halos y rayos y cipreses con ramas
    como lenguas de fuego
    En Arles, se vuelve más personal. Desde
    su ásilo, según los períodos y los permisos
    que obtiene para salir, pinta retratos, auto-retratos, su cuarto,
    el jardín del asilo, los campos que ve desde su ventana,
    eventualmente, el pueblo. Sus cartas muestran
    que cuidaba tanto la composición como la selección
    de los colores que carga de valor
    símbolico. El amarillo es su color favorito.
    Caracteristicos de su técnica son:

    1. los contornos que limitan las figuras,
    2. las pinceladas fuertes, largas y espesas,
    3. un gusto tal por las lineas curvas que llega a deformar
      los objetos y
    4. una carga emocional dificil de negar.

    Entre sus obras más importantes figuran:

    • "Noche estrellada",
    • "La silla vacía",
    • "Mi recamara",
    • "Los cipreses",
    • "El sembrador", y
    • "Los girasoles".

    La pincelada tiene una importancia capital en la
    obra de Van Gogh; la utiliza de maneras distintas, unas veces en
    forma de lastra, como Courbet, otras en forma de coma, como los
    impresionistas. A menudo dibuja con pequeños toques, que
    lo distinguen de los otros, para quienes la pincelada no sirve
    mas que para velar un dibujo
    preliminar a la forma. Tanto para los dibujos como para las
    pinturas, Van Gogh usa las mismas pinceladas quebradas, los
    mismos arabescos y el punteado.
    La naturaleza que
    él pinta vive una vida misteriosa y agitada, los objetos
    aparecen impregnados de angustia en un silencio profundo en el
    cual reina la tensa expectatia de otra cosa, de aquella "vida
    negra" que tan a menudo sueña.
            Descubre que la
    manera de representar la profundidad y la distancia
    únicamente con el color puro, sin recurrir a las formas y
    a los convencionalismos simbólicos.

    Van Gogh realiza algunas descripciones propias de sus cuadros,
    que las caracteriza en las siguientes citas:
    Sobre la Noche estrellada:
    "Aquí agrego un pequeño boceto de una tela cuadrada
    de 30 cm y el cielo estrellado pintado la misma noche, con la luz
    de una lámpara de gas. El cielo es
    verde-azulado, el agua es
    azul intenso, los terrenos son de color malva. La ciudad es azul
    y violeta, el gas es amarillo y
    algunos reflejos de oro rojo se transforman en bronce verdoso.
    Sobre la llanura azul-verde del cielo, la Osa Mayor tiene un
    centelleo verde y rosa, cuya discreta palidez contrasta con el
    oro brusco del gas. Hay dos
    figuras coloridas de enamorados en primer plano."

    Sobre el Dormitorio de Vincent:
    Una carta escrita a
    Gaugin:
    "Hice, para mi uso, un cuadro de 30 cm de largo, de mi
    dormitorio, con los muebles que conoces."
    "Bien, me divirtió muchisimo hacer este interior sin nada,
    con una simplicidad a la Seurat, con tintas comunes pero
    extendidas groseramente, con empaste lleno, los muros de un lila
    pálido, el piso de un rojo quebrado y descolorido, las
    sillas y la cama amarillo cromo, los almohadones y la
    sábana de un verde limón muy pálido, la
    manta rojo sangre, el
    tocador anaranjado, la palangana azul, la ventana verde. Hubiera
    querido expresar un reposo absoluto con estos tonos tan diversos;
    lo ves, el blanco sólo está en la pequeña
    nota dada por el espejo con el marco negro…"
            "El color
    aquí debe crear la cosa y, al lograr su
    simplificación, dar un estilo más alto a las cosas;
    sugiere el reposo o el sueño en general. En suma, la vista
    del cuadro debe descansar la mente o mas bien la
    imaginación (…), ves que simple es la
    concepción. Sombras y sombras proyectadas están
    anuladas, está coloreado con tintas comunes y firmes como
    las telas pintadas".
            Puedo observar en
    estas minuciosas descripciones una gran agudeza en inteligencia,
    como se muestra tambien
    en otras cartas del
    pintor. Además, posee una gran riqueza expresiva, y una
    forma de descripcion muy
    interesante y atrapante.

            Otro tema con
    respecto a la vida de Van Gogh fue la fuerte influencia que tuvo
    el pintor Gaugin sobre él. Influyó en su encuentro
    en Arles; y desde entonces trabajó de manera
    diferente.
    "Trabajo con frecuencia con la imaginación, y estas telas
    son siempre toscas y tienen un aire más
    artistico que los estudios de la realidad, sobre todo cuando se
    trabaja con el mistral". "…Mi amigo Paul
    Gaugin…vive ahora conmigo….Me estimula a trabajar,
    a menudo sólo con la imaginación"
            
            En el momento en
    que Van Gogh pinta sus girasoles, cuando Gaugin retrató al
    amigo, en el maravilloso retrato que hizo de el en Arles,
    demostrando asi, no obstante, las trágicas incompresiones
    que estaban surgiendo entre los dos hombres, ser el más
    capacitado para comprender a Van Gogh.
    Theo le habia pedido a Gaugin que viajara a Arles para pasar una
    temporada con Vinvent. Theo que estaba muy preocupado por la
    salud de su
    hermano, le ofreció a Gaugin 150 francos mensuales si se
    quedaba en Arles junto a Vinvent y le enviaba un óleo cada
    treinta días.
    Hacia Gaugin, 5 años mayor que el, Vincent experimentaba
    un sentimiento mezcla de admiración, repseto y
    sometimiento, a veces, con algún impulso de
    rebelión.
            Sin embargo, a
    pesar de la buena relación que existía entre
    aquellos, se generaron algunas discusiones, con lo cual una de
    ellas, el 23 de diciembre de 1888, culminó con un gesto
    exasperado de Van Gogh: se cortó una oreja después
    de amenazar a su amigo. Enfurecido más que apenado por
    todo lo que habia sucedido, Gaugin regresó a Paris.

    "Yo no tengo la culpa
    de que mis cuadros no se vendan.
    Pero llegará el día en que la gente se dará
    cuenta de
    que tienen más valor de lo
    que cuestan las pinturas."
    Vincent van Gogh

    Paul Gaugin (1848-1903)

    El pintor francés Paul Gauguin
    fue también escultor, ceramista y grabador. Nació
    en París; su madre era Aline-Marie Chagal, hija de la
    activista política Flora
    Tristan (1803-44) y del grabador André Chagal. Los padres
    de Gauguin decidieron
    emigrar al Perú en 1851, abandonando la Francia de
    Luis Napoleón: su padre, Clovis Gauguin, periodista
    liberal, murió en el viaje. En Perú, los parientes
    de la madre, ricos e influyentes, proporcionaron un
    paraíso tropical al pequeño Paul, que lo
    añoraría toda su vida. Tenía seis
    años cuandosu madre volvió con él a Francia.
    Gauguin abandonó el colegio a los diecisiete años;
    fue marino mercante de 1865 a 1867, y sirvió a la marina
    francesa de 1868 a 1871. Al morir su madre (a los cuarenta y un
    años) en 1868, un rico banquero, Gustave Arosa, se
    convirtió en su protector legal. Gracias a él,
    Gauguin entró en una oficina de
    agentes de Bolsa en 1871. Dos años después se
    casó con Mette Sophie . Gad, una institutriz danesa a la
    que conoció a través de Arosa; en 1874 nació
    el primero de sus cinco hijos.
    Hacía poco que se había casado cuando Gauguin se
    convirtió en pintor aficionado; en el mundo de la pintura
    también lo introdujo Arosa, quien le impulsó a
    asistir a clases noctumas. Expuso en el Salón de 1876, y
    por esa época conoció a Pissarro. En 1879 expuso
    con los impresionistas y contribuyó regularmente en las
    últimas cuatro exposiciones del grupo,
    realizadas entre 1880 y 1886.
    El gozar de una posición económica moderadamente
    desahogada, empezó a coleccionar cuadros de Manet, Monet,
    Renoir y Degas, comprando una o dos obras de cada uno. Pero sus
    pintores favoritos eran Cézanne y Pissarro. Las primeras
    pinturas de Gauguin presentan fuertes influencias de estos dos
    pintores y de Degas. En 1883 dejó su trabajo para
    dedicarse exclusivamente a la pintura. Al año
    siguiente
    se trasladó a Rouen, y de aquí pasó a
    Copenhague; pero no consiguió encontrar clientes en estas
    dos ciudades y, humillado por sus parientes daneses,
    regresó a París en 1885. Alejado de su familia y ahogado
    por la miseria y las deudas, enfermo y nostálgico del
    paraíso tropical de su infancia, a
    partir de 1886 Gauguin vivió entre la esperanza y la
    desesperación.
    Su odisea le llevó a Bretaña, Provenza, las Indias
    occidentales y, por último, a Oceanía. Entre 1886 y
    1891 estuvo en Pont Aven y Le Pouldu (Bretaña), con
    paréntesis en Panamá y
    Martinica en 1887, dos meses pasados con Van Gogh en Arles
    (octubre- diciembre de 1888) y frecuentes estancias en
    París. Sus obras bretonas siguen reflejando las lecciones
    aprendidas de Pissarro y Cézanne. Pero su naturaleza
    infatigable y curiosa le llevó a buscar nuevos medios de
    expresión pictórica. Durante estos años se
    entusiasmó con los grabados japoneses y el arte de
    Java e
    Indonesia que vio en la Feria Mundial de París de 1889. Su
    arte se refrescó al entrar en contacto con los poetas
    simbolistas Mallarmé, Morice y Moréas, y
    tomó impulsos simbolistas y religiosos de dos
    jóvenes amigos, Bemard y Aurier. Dos holandeses le
    ayudaron financieramente, el marchante Theo van Gogh y el artista
    Meyer de Haan.
    Gauguin nunca fue un artista prolífico: en total, su obra
    está compuesta por poco más de 600 cuadros y
    pasteles. Tampoco su evolución fue lineal: de repente
    podía avanzar por un terreno estilístico aún
    inexplorado para retirarse en cualquier momento. Sus paisajes,
    naturalezas muertas y retratos no tienen un simbolismo
    deliberado. Su utilización del color es, a menudo,
    arbitraria; su línea, simplificada y abrupta. Palabras
    como «sintetismo» y «cloissonisme»
    describen su arte en esta época: más tarde
    sería postimpresionista. Comparte con los impresionistas
    el gusto por los colores puros pero muy pronto desarrolla su
    propio estilo. Enmarca las formas en contornos oscuros; en vez de
    pinceladas pequeñas, usa amplias manchas de colores
    sorprendentes: rojos con anaranjados, azules con verdes…
    descarta el volumen y la
    perspectiva. Las escenas que pinta sugieren simbolismo, mas
    éste queda bastante hermético.
    Una vez Gauguin dijo de sus cuadros bretones: «Amo
    Bretaña. La considero
    salvaje y primitiva. Cuando mis zuecos pisan su suelo de granito,
    oigo la fuerte y vibrante nota que estoy buscando en mis
    cuadros.» El significado principal de su viaje a
    bretaña, era, sobre todo, la afirmación de la
    propia necesidad de independencia,
    la rotura con el orden burgués, el deseo de volver a
    hallar, en un ambiente
    simple y natural, las verdades elementales, gracias a las cuales
    el ertista podría manifestar lo que siente y volver a
    encontrar la forma de expresión más acorde con
    él.
    Entre los cuadros importantes de este período cabe citar
    Visión tras el sermón o Jacob luchando
    con el ángel
    , Cristo amarillo, Cristo en el
    huerto de los Olivos
    y Pérdida de la virginidad
    . Gauguin y su amigo Meyer de Haan colaboraron en la
    decoración del gran comedor de un albergue bretón
    con un estilo vanguardista, no naturalista.
    Las cerámicas de Gauguin y sus esculturas, especialmente
    el relieve en
    madera
    titulado Enamórate y serás feliz (1889; Museum of
    Fine Arts, Boston), son un ejemplo de su tendencia simbolista. A
    menudo teorizó sobre arte en cartas
    escritas
    a sus amigos, y en artículos y manuscritos ilustrados.
    La búsqueda, por parte de Gauguin, de un paraíso
    tropical le llevó a organizar una subasta de sus obras en
    París, en 1891. En junio de ese mismo año se
    encontraba en Tahití, donde permaneció hasta el mes
    de agosto de 1893. No encontró allí un
    paraíso o un arte primitivo, ni tampoco unos cultos
    autóctonos. Por tanto, tuvo que crear sus propios mitos, su
    propia serie de alegorías, alternadas con paisajes,
    naturalezas muertas y retratos. Se llevó a Oceanía
    fotos de obras de
    arte griego, romano y egipcio, de cuadros de los pintores
    franceses del siglo XIX (Delacroix, Degas, Puvis de Chavannes) y
    de los relieves budistas del templo de Borobudur, en Java.
    Un estudio de la sociedad
    tahitiana publicado en 1837 constituyó la base de su
    manuscrito ilustrado, Antiguo Culto maorí. A partir de
    esta obra compuso el relato semiautobiográfico y
    semiimaginario de su primer viaje a Tahití, Noa Noa
    (Fragancia).
    Para ilustrarlo realizó varios grabados en madera que han
    sido fundamentales en la historia de dicha
    técnica. En noviembre de 1893 se expusieron en
    París las obras pintadas por Gauguin en Tahití,
    impresionando a los críticos por sus brillantes colores
    planos, sus exóticos temas, sus títulos
    esotéricos (a menudo en idioma tahitiano) y su simbolismo.
    Cuenta que hizo un recorrido de la isla acompañado por una
    mestiza que hablaba francés, Titi. Finalmente se
    instaló en Mataiea, a 45 kilómetros de Papeete.
    Titi pidió quedarse con él, pero Gaugin la
    encontraba demasiado "civilizada" para sus aspiraciones del
    primitivismo. En la costa oriental de la Isla conoció a
    una familia indigena
    que le ofreció como vahiné (mujer) a
    Teha´amana, una niña de trece años. La
    adolescente lo intodujo en las costumbres y creencias de su
    pueblo.
            Narra Gaugin: "
    Un dia tuve que ir a Papeete. Habia prometido regresar la misma
    noche, pero el coche que tomé me dejó a mitad de
    camino; debí hacer el resto del trayecto a pie. Llegue a
    casa a la madrugada (…) Inmóvil, desnuda, acostada
    sobre el vientre, los ojos desmesuradamente abiertos por el
    miedo. Teha´amana me miraba y parecia no reconocerme.
    (…) Los terrones de ella me contagiaban, me parecía
    que una luminosidad fosforecente emanaba de sus ojos de mirada
    fija…" Asi es como la retrata en Los espíritus
    de la muerte
    velan.
            La
    primera estada de Gaugin en Tahití tuvo momentos muy
    dramáticos. Enfermo (escupía un cuarto litro de
    sangre por
    dia), debió se internado en el hospital de allí. Lo
    abandonó por falta de dinero. Si
    bien trabajaba sin descanso, sus cuadros no encontraban
    comprador.
    Por último, Gauguin regresó a Bretaña en
    1894; desgraciadamente se dislocó un tobillo, y luego
    -tras una nueva subasta de sus obra- volvió a
    Tahití (junio de 1895). Trabajó a un ritmo
    más lento durante su segunda estancia allí,
    pintando sólo 100 cuadros entre 1885 y 1903, frente a los
    90 ejecutados entre 1891 y 1893. Al regresar qquizo conseguir
    nuevamente a Teha´amana. Pero, esta asustada de la eczema
    que volvía loco a Gaugin, lo abandonó. A comienzos
    de 1896, Paul tomó como vahiné a Pahura, una joven
    de 14 años. Ahora sus cuadros tienen una organización espacial más
    complicada, aunque el color y la atmósfera suelen ser
    más sombríos que en obras anteriores. Por
    dimensiones y estilo parecen más bien murales. Las
    privaciones y las enfermedades siguieron
    minando la salud del
    artista. El año 1897 fue desastroso para él,
    culminando con la noticia de la muerte de
    su hija favorita, Aline, y la ruptura final con Mette. Totalmente
    desesperado, pintó su obra más grande, más
    ambiciosa y más filosófica: ¿De
    dónde venimosl? ¿Qué somos? ¿A
    dónde vamos?
    . Sobre este cuadro escribió
    Gauguin: "Mi sueño es intangible, no es una
    alegoría. Citando a Mallarmé: es un poema musical
    que no necesita libreto". Acabada la obra, cometió sin
    éxito u intento de suicidio.
    Pintó poco durante sus últimos años en
    Tahití (y nada en 1900). Pero en 1901 se traslado a las
    Islas Marquesas y, algo mas animado, pintó varios lienzos
    importantes en sus dos últimos años de vida.
    Siguió esculpiendo, y en enero de 1903 terminó una
    obra autobiográfica, Adelante y Atrás.
    Despues de su muerte una
    gran exposición retrospectiva , celebrada con
    ocasión del Salon de Otoño de 1905, grantizó
    su influencia en el arte del siglo XX.

    Bibliografía

    • "Enciclopedia Autodidáctica
      Océano", Tomo VII, Editorial Océano, Barcelona,
      España
    • "Historia
      Universal del Arte", Tomo 6 y 10, Editorial Sarpe, Madrid,
      España, 1984
    • http://www.tam.itesm.mx/~jdorante/art/impresionismo.html
    • "Galeria nacional de Praga" El mundo
      de los Museos, editorial Codex, S.A., Madrid, 1966.
    • "Arte y percepción visual", Rudolf Arnheim,
      Editorial Universitaria de Buenos Aires,
      Argentina,
      1972
    • Colección "Los
      impresionistas", Tomos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 13, 14, 15, 16, 17,
      18, Editorial Viscontea, Buenos Aires,
      1971.
    • "Van Gogh" , Jean Laymarie, El
      libro de
      Arte del Bolsillo, Editorial Timun Mas S.A., Barcelona,
      1957.
    • "Gaugin", John Rewald, publicada por
      Harry Abrams, Inc, asociado con Pocket books, inc, New York.,
      USA, 1945.

    Trabajo enviado por:
    Lisa Wantz

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