- Filosofía: término
derivado del griego, que significa ‘amor por la
sabiduría’. Esta definición clásica
convierte a la filosofía en una tensión que nunca
concluye, en una búsqueda sin término del
verdadero conocimiento
de la realidad. - Rasgos de la filosofía: es posible, sin
embargo, ofrecer una descripción de la filosofía
como ‘saber racional totalizante, crítico de
segundo grado’. La filosofía es una forma de
conocimiento
que pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza
empleando la razón y los argumentos racionales (a
diferencia de la fe o la autoridad).
En segundo lugar, la filosofía es un saber de tipo
general y totalizante, pues pretende ofrecer respuesta a
cuestiones de tipo general y mantiene siempre una perspectiva
totalizante sobre las mismas. En tercer lugar, la
filosofía es un saber crítico, pues analiza los
fundamentos de todo lo que considera y nunca se limita a
aceptarlos de forma ingenua. Finalmente, la filosofía es
un saber de segundo grado, que emplea los datos y
contribuciones de las ciencias,
que son siempre un conocimiento
de primer grado sobre la realidad. - Ramas de la filosofía: es posible
distinguir varias áreas de investigación filosófica:
ontología y metafísica (análisis crítico de la estructura
de la realidad); teoría del conocimiento, epistemología o gnoseología
(análisis del origen, estructura y
alcance del conocimiento); lógica (estudio del razonamiento o
argumento válido); ética
(teoría de la acción humana y de
sus valores);
estética (teoría de la belleza y del arte); y, por
supuesto, la historia de la
filosofía, en cuanto ésta no se limita a una
exposición de las distintas doctrinas
filosóficas, sino que pretende reconstruir
críticamente determinadas argumentaciones o sistemas
filosóficos. Cabe señalar, asimismo, la
existencia de una variedad de análisis filosóficos de
determinadas ramas de la ciencia o
de la actividad humana, que constituyen áreas
especializadas como son la filosofía de la historia, la
filosofía de la ciencia,
la filosofía del derecho o la filosofía de las
ciencias
sociales, entre otras. - FILOSOFIA ANTIGUA.
Durante miles de años los hombres explicaban la
utilidad del
mundo exclusivamente en términos religiosos. La
interpretación de la naturaleza desde
el hombre, y
no desde dioses y sacerdotes nos dan uno de los problemas de
la filosofía como lo es el mundo, siendo este de
tipo Cosmológico. En la etapa preatica, la cual es
fundamentalmente filosofía de la naturaleza o del
mundo. Se postula para ella una ley interna que
asegura la uniformidad del acaecer de los fenómenos: la
misma causa determina siempre, en todas partes y sin
excepción alguna, los mismos efectos. Sin este postulado
no hay ciencia, ni
racionalidad, ni lógica.
Los representantes de la filosofía preatica son: Tales de Mileto,
Anaximandro, Anaximenes, intentan fijar el ser último de
la naturaleza:
agua, aire caos;
Heraclito señala hacia un fuego cósmico inteligente
y Parmenides y su discípulo Zenón enfatizan que lo
que es tiene que ser inmutable e inmóvil; en consecuencia
las cosas perecederas no son el ser como tal; son apariencias y
apariciones inconsistentes. Los preaticos posteriores:
Demócrito, Anaxágoras y Empedocles continúan
la línea de Tales de Mileto:
su doctrina de la naturaleza, es
realista y materializante: son los cuatro elementos que
constituyen el mundo.
En la filosofía Griega, se inaugura la
razón como un instrumento para la búsqueda de la
verdad, se siembran los principios de
la ciencia
moderna. Surge como una respuesta a los mitos, para
dar argumento acerca de su naturaleza (el
porque de las cosas), ya que la mitología no es un
pensamiento
filosófico, puesto que no da una afirmación
racional y deductiva de sus afirmaciones.
Filosofía
Preática.
- Tales de Mileto (c. 625-c. 546
a.C.).
Filósofo griego nacido en Mileto (Asia Menor). Fue
el fundador de la filosofía griega, y está
considerado como uno de los Siete Sabios de Grecia. Tales
llegó a ser famoso por sus conocimientos de astronomía después de predecir el
eclipse de sol que ocurrió el 28 de mayo del 585 a.C. Se
dice también que introdujo la geometría
en Grecia.
Según Tales, el principio original de todas las cosas es
el agua, de la
que todo procede y a la que todo vuelve otra vez. Antes de Tales,
las explicaciones del universo eran
mitológicas, y su interés
por la sustancia física básica
del mundo marca el
nacimiento del pensamiento
científico.
- Anaximandro
(c. 611-c. 547 a.C.).
Filósofo, matemático y
astrónomo griego. Nació en Mileto (en la actual
Turquía). Discípulo y amigo del filósofo
griego Tales de Mileto,
Anaximandro está considerado el descubridor de la
oblicuidad de la eclíptica, que es el ángulo que
forman el plano de la eclíptica y el plano del ecuador celeste.
También se le considera introductor del reloj de sol en
Grecia y
fundador de la cartografía.
La contribución más relevante de
Anaximandro fue elaborar la más temprana obra en prosa en
relación al cosmos y los orígenes de la vida, por
lo que también es mencionado como fundador de la
cosmología. Concebía el Universo como
un número de cilindros concéntricos, de los cuales
el más exterior es el Sol, el del
medio la Luna y el más interno contiene las estrellas.
Dentro de estos cilindros está la Tierra, sin
base firme y en forma de bombo. Anaximandro postulaba una
teoría
del origen del Universo que
defendía que éste era el resultado de la
separación de opuestos desde la materia
primaria. Así, el calor se
movió hacia fuera, separándose de lo frío y,
después, lo hizo lo seco de lo húmedo.
Además, Anaximandro sostenía que todas las cosas
vuelven con el tiempo al
elemento que las originó.
- Anaxímenes (c. 570-500
a.C.).
Filósofo griego de la naturaleza, el
último miembro de la escuela
jónica fundada por el filósofo Tales de Mileto.
Nació en Mileto (Jonia), en Asia Menor.
Anaxímenes afirmaba que el aire es el
elemento primario al que todas las demás cosas pueden ser
reducidas. Para explicar cómo los objetos sólidos
se forman a partir del aire, introdujo
las nociones de condensación y rarefacción. Estos
procesos,
afirmaba, transforman el aire, en
sí mismo invisible, en entidades visibles —como
el agua, el
fuego y las materias sólidas—. Pensaba que el
aire se calienta
y se vuelve fuego cuando se rarifica y que se enfría y se
vuelve sólido al condensarse. La importancia de
Anaxímenes no radica en su cosmología sino en su
intento de descubrir la naturaleza última de la
realidad.
- Pitágoras (c. 582-c. 500
a.C.).
Filósofo y matemático griego, cuyas
doctrinas influyeron mucho en Platón.
Nacido en la isla de Samos, Pitágoras fue instruido en las
enseñanzas de los primeros filósofos jonios Tales de Mileto,
Anaximandro y Anaxímenes. Se dice que Pitágoras
había sido condenado a exiliarse de Samos por su
aversión a la tiranía de Polícrates. Hacia
el 530 a.C. se instaló en Crotona, una colonia griega al
sur de Italia, donde
fundó un movimiento con
propósitos religiosos, políticos y
filosóficos, conocido como pitagorismo. La
filosofía de Pitágoras se conoce sólo a
través de la obra de sus discípulos.
Para Pitágoras, la esencia permanente del mundo
puede encontrarse en los principios
matemáticos y especialmente en los números. La
propuesta fundamental de la escuela
Pitagórica, se reduce a que el número es la esencia
de todas las cosas ya que ocupan un lugar intermedio entre la
percepción sensible y las ideas.
Como sus doctrinas básicas, los
pitagóricos asumieron ciertos misterios, similares en
muchos puntos a los enigmas del orfismo. Aconsejaban la
obediencia y el silencio, la abstinencia de consumir alimentos, la
sencillez en el vestir y en las posesiones, y el hábito
del autoanálisis. Los pitagóricos creían en
la inmortalidad y en la transmigración del alma. Se dice
que el propio Pitágoras proclamaba que él
había sido Euphorbus, y combatido durante la guerra de
Troya, y que le había sido permitido traer a su vida
terrenal la memoria de
todas sus existencias previas.
- Heráclito (c. 540-c. 475
a.C.).
Filósofo griego, quien sostenía que
el fuego era el origen primordial de la materia y que
el mundo entero se encontraba en un estado
constante de cambio.
Nació en Éfeso, una antigua ciudad griega en
Asia Menor,
que ahora pertenece a Turquía. Debido a su vida solitaria,
y a la oscuridad y misantropía de su filosofía, es
llamado algunas veces el oscuro.
En cierto sentido, Heráclito fue uno de los
iniciadores de la metafísica griega, aunque sus ideas se
derivan de las de la escuela
jónica de la filosofía griega. Consideraba el fuego
como la sustancia primordial o principio que, a través de
la condensación y rarefacción, crea los
fenómenos del mundo sensible. Heráclito
incorporó a la noción de "ser" de sus predecesores
el concepto de
"devenir" o flujo, al que consideró una realidad
básica subyacente a todas las cosas, incluso a las
más estables en apariencia. Para aclararlo, afirmaba que
una persona no
podía bañarse dos veces en el mismo
río.
Para Heráclito, su principio es la
dialéctica misma, busca el equilibrio,
todo es parte de todo, las cosas cambian por eso son o no
son.
En ética,
Heráclito introdujo un nuevo énfasis social,
manteniendo que la virtud consiste en la subordinación del
individuo a las leyes de una
armonía razonable y universal. Aunque su pensamiento
estaba influido por la teología popular, atacó los
conceptos y ceremonias de la religión popular de
su tiempo.
Sólo una obra, De la Naturaleza de las
cosas, se puede atribuir a Heráclito, aunque algunos
autores sostienen que también escribió un libro sobre
las leyes. Numerosos
fragmentos de su obra fueron preservados por escritores
posteriores y se pueden encontrar recopilaciones de estos
fragmentos en diversas ediciones modernas.
- Hipócrates (c. 460-c. 377
a.C.).
El médico más importante de la
antigüedad, es considerado el padre de la medicina. Nacido
probablemente en la isla de Cos, Grecia,
realizó numerosos viajes antes
de establecerse definitivamente en la isla para dedicarse a la
enseñanza y la práctica de la medicina.
Murió en Larissa, Grecia, y poco
más se sabe de él. Su nombre se asocia al juramento
hipocrático, aunque es muy posible que no fuera el autor
del documento. De hecho, de las casi setenta obras que forman
parte de la Corpus hippocraticum, es posible que
sólo escribiera alrededor de seis.
La Corpus hippocraticum probablemente es lo
único que queda de la biblioteca
médica de la famosa Escuela de
Medicina de Cos.
Sus enseñanzas, su sentido del distanciamiento y su
capacidad para la observación clínica directa
quizá influyeran a los autores de esos trabajos y, sin
duda, contribuyeron en gran medida a desterrar la
superstición de la medicina antigua.
Entre las obras más importantes de la Corpus
hippocraticum está el Tratado de los aires, las
aguas y los lugares (siglo V a.C.) que, en vez de atribuir un
origen divino a las enfermedades, discute sus
causas ambientales. Sugiere que consideraciones tales como el
clima de una
población, el agua o su
situación en un lugar en el que los vientos sean
favorables son elementos que pueden ayudar al médico a
evaluar la salud general
de sus habitantes. Otras obras, Tratado del
pronóstico y Aforismos, anticiparon la idea,
entonces revolucionaria, de que el médico podría
predecir la evolución de una enfermedad mediante la
observación de un número suficiente
de casos.
- Escuela eleática.
Corriente griega de filosofía que tuvo su apogeo
en los siglos VI y V a.C. El pensamiento
eleático se opone tanto a la filosofía materialista
de la escuela
jónica como a la teoría
del flujo universal formulada por el filósofo griego
Heráclito. Según los eleáticos, el universo es en
esencia una unidad inmutable, que, siendo infinita en tiempo y espacio,
está más allá de la cognición
proporcionada por los sentidos
humanos. Sólo a través de la reflexión
filosófica, afirmaban, se puede alcanzar la verdad
última. Las observaciones sensoriales ofrecen tan solo una
visión limitada y distorsionada de la realidad. El nombre
de eleática viene de la ciudad griega de Elea, al
sur de Italia, el hogar
de Parménides y Zenón, máximos exponentes de
la misma escuela. Los eruditos difieren en si la escuela fue
fundada por Jenófanes o Parménides. Muchas de las
doctrinas eleáticas se basaron en las enseñanzas de
Jenófanes, mientras que Parménides
desarrolló sus doctrinas dentro de un sistema de
metafísica. La filosofía eleática
sirvió como base para el sistema
metafísico de Platón.
- Jenófanes (fl. final del siglo VI y
principios
del V a.C.).
Poeta griego, filósofo y reformador
religioso, nació en Colofón, Asia Menor.
Dejó su ciudad natal en el 545 a.C. para convertirse en un
poeta errante y rapsoda en Grecia y Sicilia. En el 536 a.C.,
según la tradición, se estableció en la
colonia fenicia de Elea, al sur de Italia.
Allí, según dicen, fundó la escuela
eleática, cuyos conceptos filosóficos fueron
más tarde ampliados y sistematizados por su
discípulo, el pensador griego
Parménides.
En sus obras Jenófanes satirizaba con inteligencia
las creencias politeístas de los primeros poetas griegos y
de sus contemporáneos. Ridiculizaba sus deidades como
dioses creados a imagen de los
mortales que los adoraban. En un famoso pasaje afirmó que
si los bueyes pudieran pintar y esculpir, pintarían dioses
que parecerían bueyes. Los humanos, sentía,
debían rechazar el antropomorfismo politeísta y
reconocer en su lugar una única deidad no humana oculta y
unificadora de todo fenómeno universal. En otras obras
ridiculizó la doctrina de la transmigración de las
almas y deploraba la preocupación griega por el atletismo y la
vida lujuriosa a expensas de la sabiduría. Sólo
perduran escasos fragmentos de sus poemas.
- Parménides (c. 515-c. 440
a.C).
Filósofo griego, considerado por muchos
eruditos como el miembro más importante de la escuela
eleática. Natural de Elea (colonia griega en el sur de la
península Itálica), se cree que visitó
Atenas cuando tenía 65 años de edad y que, en tal
ocasión, Sócrates,
entonces un hombre joven,
le oyó hablar. Parménides expuso su
filosofía en forma de versos y la única obra suya
que ha perdurado se nutre de extensos fragmentos de un poema
didáctico, Sobre la naturaleza. En esta
reflexión aboga por la existencia del ‘Ser
absoluto’, cuya no existencia Parménides declaraba
resultar inconcebible, pero cuya naturaleza admitía ser
también inconcebible, ya que el ‘Ser absoluto’
está disociado de toda limitación bajo la cual
piensa el ser humano. Mantenía que los fenómenos de
la naturaleza son sólo aparentes y debidos, en esencia, al
error humano; parecen existir, pero no tienen entidad real.
Sostenía también que la realidad, ‘Ser
verdadero’, no es conocida por los sentidos,
sino que sólo se puede encontrar en la razón. Esta
creencia le convirtió en un precursor del idealismo de
Platón.
La teoría de Parménides de que el ser no puede
originarse del no ser, y que el ser ni surge ni desaparece, fue
aplicada a la materia por
sus sucesores Empédocles y Demócrito, que a su vez
la convirtieron en el fundamento de su explicación
materialista del Universo.
- Empédocles (c. 493 a.C.-433
a.C.).
Filósofo griego, estadista y poeta, nacido
en Agrigentum (hoy Agrigento), Sicilia, discípulo de
Pitágoras y Parménides. Según afirma la
tradición, Empédocles rechazó aceptar la
corona ofrecida por el pueblo de Agrigentum después de
haber colaborado a librarle de la oligarquía gobernante.
En su lugar instituyó una democracia.
El
conocimiento moderno de la filosofía de
Empédocles se basa en los fragmentos que perduran de sus
poemas sobre
la naturaleza y la purificación. Afirmaba que todas las
cosas están compuestas de cuatro elementos principales:
tierra, aire,
fuego y agua. Dos
fuerzas activas y opuestas, amor y odio, o
afinidad y antipatía, actúan sobre estos elementos,
combinándolos y separándolos dentro de una variedad
infinita de formas. De acuerdo con Empédocles, la realidad
es cíclica. Al comenzar un ciclo, los cuatro elementos se
encuentran unidos por el principio del amor. Cuando
el odio penetra en el círculo, los elementos empiezan a
separarse. El amor funde
todas las cosas; entonces el odio reemprende el proceso. El
mundo como lo conocemos se halla a medio camino entre la esfera
primaria y el estado de
total dispersión de los elementos. Creía
también que no es posible que ningún cambio
conlleve la creación de nueva materia;
sólo puede ocurrir un cambio en las
combinaciones de los cuatro elementos ya existentes. Asimismo
formuló una primitiva teoría de la evolución en la que declaraba que las
personas y los animales
evolucionaban a partir de formas precedentes.
- Anaxágoras (c. 500-428
a.C.).
Filósofo griego responsable de introducir
la noción de nous (en griego 'pensamiento' o
'razón') en la filosofía de los orígenes;
sus predecesores habían estudiado los elementos (tierra, aire,
fuego, agua) como
realidad última.
Nació en Clazomenae (cerca de la actual Azmir,
Turquía). Anaxágoras fue el primer pensador en
establecerse (c. 480) en Atenas, más tarde un destacado
centro filosófico. Entre sus alumnos se encontraban el
estadista griego Pericles, el dramaturgo griego Eurípides,
y quizás también Sócrates.
Anaxágoras había enseñado en Atenas durante
cerca de treinta años cuando se le encarceló
acusado de impiedad al sugerir que el Sol era una
piedra caliente y la Luna procedía de la Tierra.
Después marchó a Jonia (en Asia menor) y se
estableció en Lampsacus (una colonia de Mileto), donde
murió.
Anaxágoras explicó su filosofía en
su obra Peri physeos, pero sólo algunos fragmentos
de sus libros han
perdurado. Mantenía que toda la materia
había existido en su forma primitiva como átomos o
moléculas; que estos átomos, numerosos hasta el
infinito e infinitesimalmente pequeños, habían
existido desde la eternidad; y que el orden que surgió al
principio de este infinito caos de átomos diminutos era
efecto de la actuación de una inteligencia
eterna (nous). También consideraba que todos los
cuerpos son simples agregaciones de átomos; así,
una barra de oro, acero o cobre se
compone de inconcebibles partículas diminutas del mismo
material.
Anaxágoras marca un gran
punto de retorno en la historia de la
filosofía griega; su doctrina del nous fue adoptada
por Aristóteles, y su interpretación
sobre los átomos preparó el camino para la
teoría atómica del filósofo
Demócrito.
- Demócrito (c. 460 a.C.-370
a.C.).
Filósofo griego que desarrolló la
teoría atómica del universo,
concebida por su mentor, el filósofo Leucipo.
Demócrito nació en Abdera, Tracia. Escribió
numerosas obras, pero sólo perduran escasos
fragmentos.
Según la teoría atómica de la
materia de Demócrito, todas las cosas están
compuestas de partículas diminutas, invisibles e
indestructibles de materia pura (en griego atoma,
'indivisible'), que se mueven por la eternidad en un infinito
espacio vacío (en griego kenon, 'el vacío').
Aunque los átomos estén hechos de la misma materia,
difieren en forma, medida, peso, secuencia y posición. Las
diferencias cualitativas en lo que los sentidos
perciben y el origen, el deterioro y la desaparición de
las cosas son el resultado no de las características inherentes a los
átomos, sino de las disposiciones cuantitativas de los
mismos. Demócrito consideraba la creación de mundos
como la consecuencia natural del incesante movimiento
giratorio de los átomos en el espacio. Los átomos
chocan y giran, formando grandes agregaciones de
materia.
Demócrito escribió también sobre
ética,
proponiendo la felicidad, o 'alegría', como el mayor bien
—una condición que se logra a través de la
moderación, la tranquilidad y la liberación de los
miedos. En la historia Demócrito
era conocido como el Filósofo Alegre, en contraste al
más sombrío y pesimista Heráclito. Su
teoría atómica anticipó los modernos
principios de
la conservación de la energía y la irreductibilidad
de la materia.
- Zenón de Citio (fl. finales del siglo
IV y principios del
III a.C.).
Filósofo griego, fundador del estoicismo.
Nació en Citio, Chipre. Poco se conoce de su juventud
excepto que sus contemporáneos se referían a
él como de origen fenicio. Fue alumno del filósofo
cínico del siglo IV a.C. Crato de Tebas y del
platónico Jenócrates. Sobre el 300 a.C.,
Zenón fundó su propia escuela de filosofía,
conocida como estoicismo, por derivación de la Stoa
Pecile (pórtico pintado), nombre dado a un parque
público donde el maestro enseñaba a sus
discípulos. El deber moral, el
autocontrol, y vivir en armonía con la naturaleza eran
algunos de los principios de la ética
práctica en la que Zenón estaba interesado.
Enseñó en Atenas durante más de medio siglo
y fue respetado por su recto modo de vida. Se dice, sin embargo,
que rechazó la oferta de
hacerse ciudadano ateniense por lealtad a su Chipre natal.
Zenón no dejó escritas sus enseñanzas, pero
fueron difundidas por sus numerosos discípulos.
Filosofía Atica.
- Sofistas.
Del griego sophi, 'experto',
'maestro artífice', 'hombre de
sabiduría', en su origen, nombre aplicado por los antiguos
griegos a los hombres eruditos, tales como los Siete Sabios de
Grecia; en el siglo V a.C., nombre que se daba a los maestros
itinerantes que proporcionaban instrucción en diversas
ramas del conocimiento a cambio de unos
honorarios convenidos con antelación.
Personas que compartían puntos de vista
filosóficos mucho más amplios que los de una
escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios filósofos anteriores; pero,
basándose en su interpretación de ese pensamiento
filosófico anterior, casi todos ellos concluyeron
afirmando que la verdad y la moral eran
en esencia materias opinables. Así, en sus propias
enseñanzas tendían a enfatizar formas de
expresión persuasivas, como el arte de la
retórica, que facilitaba a los discípulos
técnicas útiles para alcanzar el éxito en la
vida, en especial en la vida pública.
Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo, sobre
todo en Atenas; sin embargo, su escepticismo de la verdad
absoluta y la moral
suscitó a la postre fuertes críticas. Sócrates,
Platón
y Aristóteles pusieron en tela de juicio los
fundamentos filosóficos de las enseñanzas de los
sofistas. Platón y
Aristóteles les censuraron por aceptar
dinero.
Más tarde, fueron acusados por el Estado de
carecer de moral. Como
consecuencia, la palabra sofista adquirió un significado
despectivo, al igual que el moderno término sofisma, que
puede ser definido como astuto y engañoso o como
argumentación o razonamiento falsos.
La Famosa máxima de Protágoras, uno de los
sofistas más importantes, "el hombre es
la medida de todas las cosas, es representativa de la actitud
filosófica de esta escuela. Su componentes
mantenían que los individuos tienen el derecho de juzgar
por sí mismos todos los asuntos; negaban la existencia de
un conocimiento objetivo en el
que se supone que todo el mundo debe creer, mantuvieron que
la ciencia
natural y la teología tienen poco o ningún valor, porque
carecen de relevancia en la vida diaria, y declararon que las
reglas éticas sólo tenían que asumirse
cuando convienen al propio interés.
- Sócrates
(c. 470-c. 399 a.C.)
Tal vez la mayor personalidad
filosófica haya sido Sócrates.
Práctico un dialogo continuo
hasta que fue sentenciado a muerte,
condena que cumplió bebiendo cicuta. A diferencia de los
sofistas Sócrates
se negó a aceptar dinero por sus
enseñanzas, afirmando que no tenia ninguna certidumbre que
ofrecer excepto la conciencia de la
necesidad de más conocimiento. Sócrates no
dejó ningún escrito, pero sus enseñanzas
fueron preservadas para generaciones posteriores en los
diálogos de su famoso discípulo Platón y
también aparecen en los escritos de Jenofonte.
Sócrates enseño que cada persona tiene
conocimiento de la verdad última dentro de su alma y que
sólo necesita llevarlo a la reflexión consciente
para darse cuenta. Por ejemplo, en Menón Sócrates
plantea a través de una ficción la forma en que un
esclavo ignorante puede llegar a la formulación del
teorema de Pitágoras, demostrando así que el
conocimiento esta innato en el alma, en vez de ser
implícito o inseparable de la experiencia, Sócrates
creía que el deber del filósofo era provocar que la
gente pensará por sí misma, en vez de
enseñarle algo que no supiera. Por eso se decía
partero de ideas. Su contribución a la historia de la
filosofía no fue una doctrina sistemática, sino un
método de
reflexión, la mayéutica, y un tipo de existencia.
Hizo hincapié en la necesidad de un examen
analítico de las creencias de cada uno, de definiciones
claras de los conceptos básicos y de un planteamiento
racional y crítico de los problemas
éticos.
- Platón (c. 428-c. 347
a.C.).
Platón fue un pensador más
sistemático que Sócrates, pero sus escritos, en
especial los primeros diálogos, pueden ser considerados
como una continuación y elaboración de las ideas
socrátistas. Al igual que Socrátes, Platón
consideró la ética como
la rama más elevada del saber, y subrayo la base
intelectual de la virtud al identificar virtud con
sabiduría. Esta idea llevo a la llamada "paradoja
socrática" por la que ningún hombre hace el
mal por propia voluntad, como dice Socrátes en
Protágoras. Más tarde, Aristóteles advirtió que una
conclusión así no da lugar a la responsabilidad moral.
Platón exploró los problemas
fundamentales de la ciencia
natural, la teoría política, la
metafísica, la teología y la epistemología, y enriquecío
conceptos que luego han sido fundamentados permanentes en el
pensamiento occidental.
La base de la filosofía de Platón es su
teoría de las ideas, o doctrina de las formas. La
teoría de las ideas (que queda expresada en muchos de sus
diálogos, sobre todo en La República y
Parménides) divide la existencia en dos esferas o
mundos, una "esfera inteligible" de ideas o formas perfectas,
eternas e indivisibles, el Topos Uranos, y una "esfera sensible",
de objetos concretos y conocidos. Los árboles, las
piedras, los cuerpos humanos y en general los objetos que pueden
ser conocidos a través de los sentidos son
para Platón irreales, sombríos y copias imperfectas
de las ideas. Llegó a está, en apariencia,
extraña conclusión por las elevadas reglas que
adjudicó al conocimiento, por ejemplo, que todos los
objetos auténticos de conocimiento fueran descritos sin
contradicciones. Como todos los objetos percibidos por los sentidos
experimentan cambios, una afirmación hecha respecto a esos
objetos en un instante no será válida en un momento
posterior. Según Platón, esos objetos no son del
todo reales. Las creencias e inconstantes, mientras que los
principios de las matemáticas y la filosofía
–elaborados a partir de la meditación interior sobre
las ideas– constituyen el único saber digno de ese
nombre. En La República, Platón muestra la
humanidad prisionera en una caverna que confunde las sombras
proyectadas en una roca con la realidad; considera al
filósofo como la persona que
penetra en el universo fuera
de la caverna de la ignorancia y alcanza una visión de la
verdadera realidad, el mundo de las ideas. El concepto de
Platón del bien absoluto –que es la idea más
elevada y englobada a todas las demás– ha sido una
fuente principal de las doctrinas religiosas panteísta y
mística en la cultura
occidental.
La teoría de las ideas de Platón y su
visión racionalista del conocimiento son la base de su
idealismo
ético y social. El muendo de las ideas eternas facilita
las normas o ideales
según los cuales todos los objetos y acciones han
de someterse al juicio del hombre. La
persona
filosófica, que se abstiene de los placeres sensuales y
busca en su lugar el principio de los conocimientos abstractos,
encuentra en esos ideales los modos para regir la conducta personal y
fiscalizar las instituciones
sociales. La virtud personal consiste
en una armónica relación entre las facultades del
alma. La justicia
social consiste entonces en la armonía entre las distintas
clases de la sociedad.
El estado
ideal de una mente sana en un cuerpo sano, requiere que el
intelecto controle los deseos y las pasiones y las pasiones,
así como el estado
ideal de la sociedad requiere
que los individuos más sabios controlen a las masas
buscadoras de placer. Según Platón, la verdad, la
belleza y la justicia
coinciden en la idea del bien. Por lo tanto, el arte que expresa
los valores
morales es el mejor. En su programa social,
Platón apoyó la censura en el arte, por
estimarla como instrumento para la educación moral de la
juventud.
Aristóteles
(384-322 a.C.).
Aristóteles que empezó a estudiar en
la academia de Platón con 17 años, es considerado
el más ilustre discípulo de Platón y se
sitúa junto con su maestro entre los más profundos
e influyentes pensadores del mundo. Después de asistir
durante varios años a la academia de Platón,
Aristóteles se convirtió en el preceptor de
Alejandro
Magno. Más tarde regreso a Atenas para fundar el
Liceo, una escuela que, al igual que la academia de Platón
fue durante siglos una de los grandes núcleos de
enseñanza en Grecia. En sus conferencias,
Aristóteles definió los conceptos y principios
básicos de muchas de las ciencias
teóricas, como la lógica,
la biología,
la física y
la sicología. Al establecer los rudimentos de la lógica
como ciencia,
desarrolló la teoría de la inferencia deductiva,
representada por el silogismo (proposición deductiva que
utiliza dos premisas y una conclusión), y un conjunto de
reglas para fundamentar lo que habría de ser el método
científico.
En su teoría metafísica Aristóteles
discutió la separación que hizo Platón de
idea y materia, y afirmó que las ideas o esencias
están contenidas dentro de los objetos mismos que las
ejemplifican. Para Aristóteles, cada cosa real es una
mezcla de potencia y acto;
en otras palabras, cada cosa es una combinación de aquello
que puede ser (pero que todavía no es) y de aquello que ya
es (también distinguido como materia y forma), porque
todas las cosas cambian y se convierten en otra cosa diferente de
lo que son, excepto los intelectos activos humanos y
divinos, que son formas puras.
Para Aristóteles la naturaleza es un sistema
orgánico de cosas cuyas manifestaciones comunes hacen
posibles ordenarlas en clases de especies y géneros; cada
especie tiene una forma, propósito y modo de desarrollo en
cuyos términos se puede expresar. El fin de la ciencia
teórica es definir las actitudes,
propósitos y modos esenciales de desarrollo de
todas las especies y disponerlos en su orden natural de acuerdo
con sus complejidades según su forma, siendo los
principales niveles el inanimado, el vegetativo, el animal y el
racional. El alma, para Aristóteles, es la forma o
realidad del cuerpo, y los humanos, cuyo espíritu racional
constituye una forma más elevada que las de las
demás especies terrenales, la más elevada dentro de
las perecederas. Los cuerpos celestes compuestos de una sustancia
imperecedera o éter, y movidos por un perfecto movimiento
circular por Dios, son todavía más altos en el
orden de la naturaleza. Esta clasificación
jerárquica de la naturaleza se adoptó por muchos
teólogos cristianos, judíos y musulmanes en la
edad media
como una visión de la naturaleza.
La filosofía política y
ética de Aristóteles surgió también
de un examen crítico de los enunciados platónicos.
Las normas de
conducta
personal y
social, según Aristóteles, pertenecen al estudio
científico de las tendencias naturales de los individuos y
las sociedades en
vez de contemplarse en la esfera celeste de las ideas puras.
Menos insistentes que Platón en una conformidad rigurosa
respecto a los principios absolutos, Aristóteles
consideró las reglas éticas como guías
prácticas para alcanzar una vida feliz y plena. El
énfasis que puso en la felicidad, como el cumplimiento de
las capacidades naturales, expresó la actitud hacia
la vida que mantuvieron los griegos cultos de su tiempo. En
teoría política adopto una
posición más realista que Platón. Se
mostró conforme con el modelo de una
monarquía gobernada por un rey sabio que llegara a
representar la estructura
política
ideal, pero reconocía asimismo que las sociedades
difieren en sus necesidades y tradiciones, y creía que una
democracia
limitada conforma y ordena el mejor compromiso concebible. En su
teoría del conocimiento, Aristóteles rechazó
la doctrina platónica por la que el saber es innato e
insistió en que solo puede adquirirse mediante la
generalización desde la experiencia. Interpretó el
arte como una
vía al servicio del
placer y de la ilustración intelectual en lugar de ser un
instrumento de educación moral. Su
análisis de la tragedia griega ha servido
como modelo
funcional de la crítica literaria.
Filosofía Helenística y
Romana.
Desde el siglo IV a.C. hasta el desarrollo de
la filosofía cristiana en el siglo IV, el
epicureísmo, el estoicismo, el escepticismo y el
neoplatonismo fueron las principales escuelas filosóficas
en el mundo occidental. El interés
por la ciencia
natural declino en ese periodo y estas escuelas se preocuparon
sobre todo por la ética y la religión.
- Epicureísmo.
Sistema de
filosofía basado sobre todo en las enseñanzas del
filósofo griego Epicuro. La doctrina más conocida,
pero asimismo más discutida por los modernos tratadistas
del epicureísmo es que el placer constituye el bien
supremo y la meta
más importante de la vida. Se prefieren los placeres
intelectuales a los sensuales, que tienden a perturbar la paz del
espíritu. La verdadera felicidad, según
enseñó Epicuro, consiste en la serenidad que
resulta del dominio del
miedo, es decir, de los dioses, de la muerte y de
la vida futura. El fin último de toda la
especulación epicúrea sobre la naturaleza es
eliminar esos temores.
La física
epicúrea es atomista, en la tradición de los
filósofos griegos Leucipo y
Demócrito. Epicuro consideró que el universo era
infinito y eterno y que consistía sólo en cuerpos y
espacio. De los cuerpos, algunos son compuestos y otros son
átomos, o indivisibles, elementos estables de los que
están formados los compuestos. El mundo, tal y como es
visto por el ojo humano, se nutre de las rotaciones, colisiones y
agregaciones de esos átomos, que desde una perspectiva
individual sólo poseen forma, tamaño y
peso.
En biología, Epicuro
anticipó la doctrina moderna de la selección
natural. Afirmó que las fuerzas naturales dan origen a
organismos de diferentes clases y que sólo las clases
capaces de superarse a sí mismas y reproducirse han
sobrevivido.
La psicología
epicúrea es materialista en alto grado. Mantiene que las
sensaciones son provocadas por un continuo flujo de imágenes o
'ídolos' abandonadas por los cuerpos e impresionadas en
los sentidos. Considera que todas las sensaciones son fiables de
una forma absoluta, el error surge cuando la sensación
está interpretada de modo impropio. Cree que el alma
está compuesta de pequeñas partículas
distribuidas por todo el cuerpo. Epicuro enseñó que
la disolución del cuerpo en la muerte
conduce a la disolución del alma, que no puede existir
fuera del cuerpo; y por ello no hay vida futura posible. Dado que
la muerte
significa la extinción total, no tiene sentido ni para los
vivos ni para los muertos, porque "cuando somos, la muerte no
es, y cuando estamos muertos, no somos".
Las virtudes cardinales del sistema de
ética epicúreo son la justicia, la
honestidad y la
prudencia, o el equilibrio
entre el placer y el sufrimiento. Epicuro prefería la
amistad al
amor, por ser
aquella menos intranquilizadora que éste. Su hedonismo
personal
mostró que sólo a través del dominio de
sí mismo, la moderación y el desapego puede uno
alcanzar el tipo de tranquilidad que constituye la felicidad
verdadera. A pesar de su materialismo,
Epicuro creía en la libertad de la
voluntad. Sugirió que incluso los átomos son libres
y se mueven de cuando en cuando con total espontaneidad; su idea
se asemeja al principio de incertidumbre de la mecánica cuántica.
Epicuro no negó la existencia de dioses, pero
mantuvo con fuerza que
como "seres felices e imperecederos" podían no tener nada
que ver con los asuntos humanos, aunque gozaran contemplando la
vida de los buenos mortales. La verdadera religión descansa en
una contemplación similar por parte de los humanos de las
vidas ideales de los dioses elevados e invisibles.
Las enseñanzas de Epicuro fueron establecidas con
tanta firmeza y veneradas de tal modo por sus seguidores, que sus
doctrinas, a diferencia de las del estoicismo, su principal rival
filosófico, permanecieron intactas como una
tradición viva. Sin embargo, el epicureísmo
cayó en descrédito en gran parte debido a la
confusión, que aún persiste, entre sus principios y
los del hedonismo sensual proclamado con anterioridad por los
cirenaicos. A pesar de todo, la filosofía epicúrea
tuvo muchos discípulos distinguidos: entre los griegos el
gramático Apolodoro y entre los romanos el poeta Horacio,
el estadista Plinio el Joven y sobre todo el poeta Lucrecio. El
poema De rerum natura (De la naturaleza de las
cosas) de Lucrecio es la principal fuente de conocimiento del
epicureísmo. Desapareció como escuela a principios
del siglo IV d.C. Fue reactivada en el siglo XVII por el
filósofo francés Pierre Gassendi. Desde entonces,
el epicureísmo ha atraído a numerosos seguidores y
se considera una de las escuelas de filosofía y
ética más influyentes de todos los
tiempos.
- Estoicismo.
Escuela de filosofía occidental, fundada en la
antigua Grecia, opuesta al epicureísmo en su modo de
considerar la vida y el deber. La filosofía estoica se
desarrolló a partir de la de los cínicos, cuyo
fundador griego, Antístenes, fue discípulo de
Sócrates.
El estoicismo fue la filosofía más
influyente en el Imperio romano
durante el periodo anterior al ascenso del cristianismo.
Los estoicos, como los epicúreos, ponían el
énfasis en la ética considerada como el principal
ámbito de conocimiento, pero también desarrollaron
teorías
de lógica
y física
para respaldar su doctrinas éticas. Su contribución
más importante a la lógica consistió en
acuñar el silogismo hipotético como un método de
análisis. Sostenían que toda
realidad es material, pero que la materia misma, que es pasiva,
se distingue del principio activo o animado, logos, que
concebían tanto como la razón divina y
también como un tipo sutil de entidad material, un soplo o
fuego que todo lo impregna, tal como el filósofo griego
Heráclito había supuesto sería el principio
cósmico. De acuerdo con los estoicos el alma humana es una
manifestación del logos. Mantenían que vivir
de acuerdo con la naturaleza o la razón es vivir conforme
al orden divino del universo. La
importancia de esta visión se aprecia en la parte que el
estoicismo desempeñó en el desarrollo de
una teoría de ley natural, que
influyó poderosamente en la jurisprudencia
romana.
La base de la ética estoica es el principio,
proclamado antes por los cínicos, de que el bien no
está en los objetos externos, sino en la condición
del alma en sí misma, en la sabiduría y dominio mediante
los que una persona se libera
de las pasiones y deseos que perturban la vida corriente. Las
cuatro virtudes cardinales de la filosofía estoica son la
sabiduría, el valor, la
justicia y la
templanza, una clasificación derivada de las
enseñanzas de Platón.
Un rasgo distintivo del estoicismo es su vocación
cosmopolita. Todas las personas son manifestaciones de un
espíritu universal y deben, según los estoicos,
vivir en amor fraternal
y ayudarse de buena gana unos a otros. Mantenían que
diferencias externas, como la clase y la riqueza, no tienen
ninguna importancia en las relaciones sociales. Así, antes
del cristianismo,
los estoicos reconocían y preconizaban la fraternidad de
la humanidad y la igualdad
natural de todos los seres humanos.
- Escepticismo.
Los sofistas griegos del siglo V a.C. fueron en su
mayoría escépticos. Su punto de vista se refleja en
sus máximas "el hombre es
la medida de todas las cosas" y "nada existe, y si algo existe,
no puede ser conocido". Así, el sofista Gorgias
proclamó que todas las afirmaciones relativas a la
realidad son falsas y que, aunque fueran verdad, su veracidad no
podía nunca ser probada. Otro sofista, Protágoras
de Abdera, enseñó que los seres humanos sólo
pueden conocer su percepción
de las cosas, no las cosas en sí.
Los principios del escepticismo fueron formulados por
primera vez por los pirronistas, una escuela de la
filosofía griega que tomó el nombre de su fundador
Pirrón de Elis. Pirrón, cuyo primer interés
era la ética, mantuvo que los seres humanos no pueden
conocer nada de la naturaleza real de las cosas y que, en
consecuencia, una persona sabia no debía expresar sus
opiniones. Timón de Flainte, discípulo de
Pirrón, llevó el escepticismo a su
conclusión lógica al afirmar que se pueden dar
razones tan buenas a favor como en contra de cualquier
proposición filosófica.
Los miembros de la Academia Media (la escuela que se
desarrolló en el siglo III a.C. a partir de la Academia de
Platón) y de la Academia Nueva (siglo II a.C.) de
Carneades fueron más sistemáticos pero menos
radicales en su escepticismo que los pirronistas. Carneades
mantenía que ninguna idea podía ser probada de
manera concluyente, pero que algunas podían ser mostradas
como más probables que otras. El escéptico
más importante del último periodo de la
antigüedad fue el filósofo griego Enesidemo, que hizo
una clasificación de diez razones en apoyo de la
posición escéptica y el físico griego del
siglo III d.C. Sexto Empírico, que resaltó la
observación y el sentido común en
oposición a la teoría.
- Neoplatonismo.
El neoplatonismo es una variante de monismo idealista
para el que la realidad última del universo era lo Uno,
perfecto, incognoscible e infinito. De este Uno emanan varios
planos de realidad, siendo el nous (inteligencia
pura) el más elevado. Del nous deriva el alma
universal, cuya actividad creadora origina las almas inferiores
de los seres humanos. El alma universal se concibe como una
imagen del
nous, del mismo modo que el nous es una imagen de lo Uno;
de esta forma, tanto el nous como el alma universal, a
pesar de su diferenciación, son de la misma sustancia, es
decir que son consustanciales con lo Uno.
El alma universal, no obstante, al constituirse como un
puente entre el nous y el mundo material, tiene la
opción de preservar su integridad e imagen de
perfección o bien de ser sensual y corrupta por entero. La
misma elección está abierta a cada una de las almas
inferiores. Cuando, por la ignorancia de su verdadera naturaleza
e identidad, el
alma humana experimenta un falso sentido de distancia e independencia,
se vuelve presumida de un modo manifiesto y cae en hábitos
sensuales y depravados. El neoplatonismo mantiene que la
salvación de esa alma es posible gracias a la virtud de la
libertad de la
voluntad que le permitió elegir su camino de pecado. El
alma debe invertir ese curso, trazando en sentido contrario los
sucesivos pasos de su degeneración, hasta unirse otra vez
con el origen de su ser. La reunión verdadera se consuma a
través de una experiencia mística en la que el alma
conoce un éxtasis total.
En un sentido doctrinal, el neoplatonismo se caracteriza
por la oposición categórica que se plantea entre lo
espiritual y lo carnal, elaborada a partir del dualismo
platónico de idea y materia, oposición que se
produce mediante la hipótesis metafísica de agentes
mediadores, el nous y el alma universal, que transmiten el
poder divino
de lo Uno a todo, mediante una aversión al mundo de los
sentidos, y por la necesidad de la liberación de una vida
de sensaciones a través de una rigurosa disciplina
ascética.
- Escolasticismo.
Movimiento
filosófico y teológico que intentó utilizar
la razón natural humana, en particular la filosofía
y la ciencia de
Aristóteles, para comprender el contenido sobrenatural de
la revelación cristiana. Principal movimiento en
las escuelas y universidades medievales de Europa, desde
mediados del siglo XI hasta mediados del siglo XV, su ideal
último fue integrar en un sistema ordenado tanto el saber
natural de Grecia y Roma como el
saber religioso del cristianismo.
Los pensadores escolásticos sostuvieron una
amplia variedad de ideas tanto en filosofía como en
teología. Lo que da unidad a todo el movimiento
escolástico son las metas comunes, las actitudes y
los métodos
aceptados de un modo general por todos sus miembros. La principal
preocupación de los escolásticos no fue conocer
nuevos hechos sino integrar el
conocimiento ya adquirido de forma separada por el
razonamiento griego y la revelación cristiana. Este
interés
es una de las diferencias más características entre la escolástica
y el pensamiento moderno desde el
renacimiento.
El objetivo
esencial de los escolásticos determinó algunas
actitudes
comunes, de las que la más importante fue su
convicción de la armonía fundamental entre
razón y revelación. Los escolásticos
afirmaban que el mismo Dios era la fuente de ambos tipos de
conocimiento y la verdad era uno de Sus principales atributos. No
podía contradecirse a Sí mismo en estos dos caminos
de expresión. Cualquier oposición aparente entre
revelación y razón podía deberse o a un uso
incorrecto de la razón o a una errónea
interpretación de las palabras de la revelación.
Como los escolásticos creían que la
revelación era la enseñanza directa de Dios,
ésta tenía para ellos un mayor grado de verdad y
certeza que la razón natural. En los conflictos
entre fe religiosa y razonamiento filosófico, la fe era
siempre el árbitro supremo, la decisión de los
teólogos prevalecía sobre la de los filósofos. Después de principios del
siglo XIII, el pensamiento escolástico puso mayor
énfasis en la independencia
de la filosofía en su campo propio. A pesar de todo,
durante el periodo escolástico la filosofía estuvo
al servicio de la
teología, no sólo porque la verdad de la
filosofía estaba subordinada a la de la teología,
sino también porque los teólogos utilizaban la
filosofía para comprender y explicar la
revelación.
Como resultado de su creencia en la armonía entre
fe y razón, los escolásticos intentaron determinar
el ámbito preciso y las competencias de
cada una de estas facultades. Muchos de los primeros
escolásticos, como el eclesiástico y
filósofo italiano san Anselmo, no lo consiguieron y
estuvieron convencidos de que la razón podía probar
algunas doctrinas procedentes de la revelación divina.
Más tarde, en el momento de esplendor de la
escolástica, el teólogo y filósofo italiano
santo Tomás de
Aquino estableció un equilibrio
entre razón y revelación. Sin embargo, los
escolásticos posteriores a santo Tomás, empezando
por el teólogo y filósofo escocés Duns
Escoto, limitaron cada vez más el campo de las verdades
capaces de ser probadas a través de la razón e
insistieron en que muchas doctrinas anteriores que se pensaba
habían sido probadas por la filosofía tenían
que ser aceptadas sobre la base única de la fe. Una de las
razones de esta limitación fue que los escolásticos
aplicaron los requisitos para la demostración
científica, recogidos al principio en el Organon de
Aristóteles, de una manera mucho más rigurosa que
lo había hecho cualquiera de los filósofos anteriores. Esos requisitos eran
tan estrictos que el propio Aristóteles rara vez fue capaz
de aplicarlos en detalle más allá del campo de las
matemáticas. Esta tendencia
desembocó de forma teórica en la pérdida de
confianza en la razón natural humana y en la
filosofía, como quedó caracterizada la primera
época del renacimiento, y
así lo asumieron los primeros reformadores religiosos
protestantes, como Martín Lutero.
Otra actitud
común entre los escolásticos fue su sometimiento a
las llamadas autoridades, tanto en filosofía como en
teología. Esas autoridades eran los grandes maestros del
pensamiento de Grecia y Roma y los
primeros Padres de la Iglesia. Los
escolásticos medievales se impusieron a sí mismos
pensar y escribir mediante el estudio único e intensivo de
los autores clásicos, a cuya cultura y
saber atribuían certezas inmutables. Tras alcanzar su
plena madurez de pensamiento y producir los primeros trabajos
originales de filosofía, siguieron citando a las
autoridades para dar peso a sus propias opiniones, aunque a estas
últimas llegaban en muchos casos de manera independiente.
Críticas posteriores concluyeron de esta práctica
que los escolásticos eran meros compiladores o
repetidores de sus maestros. En realidad, los escolásticos
maduros, como santo Tomás de
Aquino o Duns Escoto, fueron muy flexibles e independientes
en su utilización de los textos de los clásicos; a
menudo con el fin de armonizar los textos con sus propias
posiciones, ofrecieron interpretaciones que eran difíciles
de conciliar con las intenciones y motivos inspiradores en los
clásicos. El recurso a la cita de los clásicos fue,
en muchos casos, poco más que un ornamento
estilístico para empezar o finalizar la exposición
de las propias opiniones e intentaba demostrar que las ideas del
exegeta eran continuidad del pasado y no simples novedades.
Novedad y originalidad de pensamiento no eran perseguidos de
forma deliberada por ninguno de los escolásticos sino
más bien minimizadas lo más posible.
Los escolásticos consideraron a
Aristóteles la máxima autoridad
filosófica, llamándole de modo habitual "el
filósofo". El primer prelado y teólogo cristiano
san
Agustín fue su principal autoridad en
teología, tan sólo subordinado a la Biblia y a los
concilios oficiales de la Iglesia. Los
escolásticos se adhirieron con mayor intensidad y sin
ninguna crítica a las doctrinas emitidas por la
jerarquía eclesial al admitir las opiniones de
Aristóteles en materia de ciencias
empíricas, como la física, la astronomía y la biología. Su
aceptación sin crítica debilitó a la
escolástica y fue una de las principales razones de su
desdeñoso rechazo por parte de los investigadores y sabios
del renacimiento e
incluso de mucho tiempo después.
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Autor:
Eladio Urbina