magisterio de la iglesia
ESCRITO POR UNIVERSIDAD DE NAVARRA
Martes, 16 de Febrero de 2010 07:06
1. El oficio magisterial en la Iglesia
a) La tarea de enseñar que la Iglesia ejerce por voluntad de Jesús deriva de uno de los tres oficios del Señor, que, según la Sagrada Escritura y la teología cristiana, es profeta, rey, y sacerdote.
Estos tres oficios se reflejan directamente en la actividad de la Iglesia, que ejerce una función docente, una función pastoral y una función sacerdotal. La primera se desarrolla en la exposición e interpretación de la doctrina evangélica; la segunda se desarrolla en el gobierno espiritual de los fieles; y la tercera se ejerce en el culto.
El magisterio es el ejercicio de la función docente que …ver más…
a) El magisterio de la Iglesia puede ser ordinario y extraordinario.
El magisterio extraordinario o solemne (Cfr. Conc. Vaticano I, D 3011) es el ejercido por un Concilio ecuménico, o por el Papa cuando define ex cathedra una doctrina de fe. Definir una doctrina supone formular solemnemente un juicio que vincula a toda la Iglesia, y que debe ser aceptado de modo irrevocable por los fieles, como parte de la Revelación. La ley canónica establece que ninguna doctrina ha de considerarse como definida a no ser que haya sido objeto de una definición expresa y pública (Cfr. canon 749, 3). Como ejemplos de magisterio extraordinario pueden mencionarse las definiciones de la Inmaculada Concepción de María por Pío IX en 1854, de la infalibilidad del Romano Pontífice por el Concilio Vaticano I en 1870, y la definición de la Asunción de Nuestra Señora por Pío XII en 1950.
La aceptación de estos actos solemnes como infalibles por parte de los fieles se basa en la convicción de fe de que esas afirmaciones no pueden ser erróneas, dada la asistencia que el Espíritu Santo dispensa al Papa y al Concilio. Estas definiciones son por tanto "irreformables en sí mismas" (DS 3074), de modo que su valor religioso no depende de que sean o no sean aceptadas por la mayoría de los fieles (Cfr. Const. Lumen Gentium, n. 24).
Que sean irreformables no significa que su formulación sea tan perfecta y acabada que no pueda alcanzar todavía mayor precisión. Significa que su sentido no