cuentos mexicanos de horror y misterio.
ALUMNO:
RAFAEL ALBERTO VELUETA ALVAREZ.
TURNO:
Matutino
MATERIA:
LITERATURA 1
CATEDRATICO:
LIC. MARIA DE FATIMA CASTELLANO MACOSSAY.
GRADO Y GRUPO:
3°-”D”
TRABAJO:
PORTAFOLIO DE EVIDENCIAS
PALENQUE CHIAPAS A 29 DE AGOSTO DE 2012.
INDICE
BIOGRAFIA DEL AUTOR………………………………………………….. 3
BIBLIOGRAFIA DE LOS LIBROS CONSULTADOS………………… 4
GLOSARIO………………………………………………………………………... 5
Cuentos mexicanos de horror y misterio:
LA BRUJA DE LA COLONIA GUERRERO…………………………... 6
UN VIAJE AL INFIERNO…………………………………………………. 7
LA ESCUELA DE LOS ESPECTROS……………………………………… 8
EL SASTRE DE LA MUERTE……………………………………………… 9
“ORTSEUN ERDAP”, QUE SE CAIGA LA BRUJA………………… 9-10
LA VAMPIRESA DE …ver más…
Algunos niños rara vez jugaban pelota cerca de la casa. Y cuando la pelota cruzaba la barda nunca la buscaban ya que la anciana siempre les gritaba palabras altisonantes y los miraba feo. Muchas personas se alejaron de ella por su comportamiento extraño y pensaron que era una bruja, hasta que un día los vecinos sintieron un olor a descomposición y se dieron cuenta de que la mujer había muerto. Transcurrido los días Oscar y sus amigos decidieron jugar pelota cerca de la casa, sus padres les habían advertido que no se acercaran por ahí ya que habían escuchado ruidos extraños. A pesar de eso los niños decidieron jugar, ya era de noche cuando su pelota se cruzo la barda, Oscar decidió ir a buscarla, cuando cruzo la barda vio su pelota cerca de la puerta así que fue a buscarla lentamente ya que tenia miedo de que le apareciera algún espectro. Al estar frente a la puerta vio a lo lejos una cama en la cual pareciera que alguien estuviera ahí, decidió irse pero la curiosidad hizo que fuera a ver quien era cuando de repente el levanto la cobija y vio que era una anciana, ella se levanto y abrió los ojos y lo miro fijamente. El grito y sus amigos lo escucharon y decidieron irse. Como pudo Oscar salió corriendo a la calle aterrado y se encontró con su amigo Luis. Luis lo vio muy aterrado, con fiebre y arañazos ante esto lo llevo a su casa. Cerca de las doce, Oscar ya estaba