IFIGENIA LA ZARIGUEYA MENTIROSA.

Mama y papa zarigüeya tienen una hija llamada Ifigenia. Todos viven muy felices en la pradera, en una linda casita que construyeron dentro del hueco de un viejo árbol. Cada uno de ellos tiene sus responsabilidades por que los papas piensan que es muy importante que todos ayuden en la casa para que las cosas marchen bien. Sin embargo Ifigenia es un poco perezosa. Le gusta andar jugando y comiendo frutas silvestres en vez de cumplir con su trabajo. Lo que más le divierte es colgarse de los tendederos de ropa y columpiarse, tal vez sea porque siempre ha querido trabajar en el circo. Mama se enoja mucho porque dice que es peligroso pero Ifigenia no hace caso.
Papa llego una tarde muy contento y anuncio …ver más…

Pregunto papa abriéndole un ojo Ifigenia volvió a pensar que tal vez sería mejor de4cir la verdad pero sintió miedo
- seguramente fue el mismo chango que se colgó del tendedero que quiso esconder la ropa para que ustedes no la vieran. Dijo la pequeña zarigüeya
¡qué extraño _ papa por que por ese hueco no entra ni un pequeño chango.
Yo no fui ya me morí. Se tiro de nuevo al suelo de nuevo para fingir que estaba muerta - y esta vez me morí de verdad agrego apretando los ojos con fuerza para que nadie pudiera abrírselos.
¿qué pena dijo papa cerrándole un ojo a mama. Ninguna zarigüeya muerta puede acompañarnos durante el viaje.
Tienes razón. Dijo mama sonriendo disimuladamente. – será mejor que saquemos a esta zarigüeya muerta. ninguna zarigüeya muerta dormirá en la casa.
Y ya que esta zarigüeya está muerta ¿podemos comernos las frutas silvestres que le tocaban?
¡¡ estoy viva estoy viva grito Ifigenia
Vaya vaya dijo papa moviendo la cabeza a sí que estas viva ¿y de casualidad recuerdas quien ensucio la ropa y la escondió en el costal.
Fui yo confieso final mente pero tuve miedo de decirlo
Has hecho muy mal en mentirnos aseguro mama es preferible decir la verdad y corregir nuestros errores
Tienen razón acepto Ifigenia ase como puedo corregirlo. Lavare la ropa y preparare nuevos panecillos.
Y prometo nunca volver a mentir
Al