VÍAS EFERENTES SOMÁTICAS Prácticamente el control de todos los movimientos “voluntarios” comprenden procesos complejos y una actividad consciente, que implica la intervención de la corteza cerebral. Sin embargo, el control del movimiento no incluye exclusivamente la participación de ciertas regiones de la corteza, también requiere de la función en áreas encefálicas inferiores (médula, tallo cerebral, ganglios basales, cerebelo) que envían la mayor parte de las señales activadoras específicas a los músculos. No obstante, cuando los movimientos dependen de la actividad de la corteza cerebral, las áreas funcionales que intervienen son el área motora primaria (4), el área premotora (6) y el área motora suplementaria (8).
Ésta relacionada con controlar movimientos amplios de la musculatura proximal del cuerpo.
Trayecto Las áreas corticales de las que derivan las neuronas de ésta vía surgen principalmente de las áreas motoras (primaria, premotora y motora suplementaria), aunque también se ven involucradas áreas del lóbulo parietal (5,7). Al abandonar la corteza, la vía pasa a través del brazo posterior de la cápsula interna para descender a través del tallo cerebral y llegar hasta el puente y realizar