VIVE
Bueno pues trata acerca de un chico se siente mal, se siente solo, que nadie lo entiende, y no sabe ni por qué a sí mismo no se quiere. Todo comienza una tarde cuando caminaba solo sin rumbo hasta que llegó a un panteón y entró era un panteón sin lápidas ni cruces solo era un montón de tierra infértil estaba oscureciendo ya y a lo lejos se veía una figura era un hombre sepultero quien lo llamó y se acerco a él le pregunto que si era creyente él respondió con firmeza que si le dijo que entonces acompañara al cadáver del señor que pronto enterraría, que tomara un papel que tenía en la mano sintió como si se la hubiese arrancado tenía un aspecto como de color verde. El joven leyó la carta en donde decía que cuando la leyeran …ver más…

La muerte volvió a reír sus carcajadas se escuchaban macabras. Pasó horas así el chico la presencia de la muerte le daban seguridad y se preguntaba por qué lo cuidaba; en su mente acudían imágenes de sus amigos donde siempre se reunían en un callejón unos apáticos y otros esperanzados cantaban y del maestro quien decía que debemos conquistar el derecho de vivir plenamente a emprender la búsqueda del hombre, que consiste en comprender y aceptar la naturaleza como “ser humano” y poder manifestar su amor a los seres vivientes y a las cosas. De repente comenzó a acordarse en su mente de aquel día en el que se encontró con un hombre que vendía cosas a él le vendía un amuleto que le daría buena suerte y todos sus sueños se harían realidad que él era la persona indicada para que lo usara y que con el no fallarían sus poderes emocionado aquel chico acepto se sentía genial con aquel amuleto ya que seguramente sería el más afortunado del mundo sentía que ganaría y aposto lo que pidió prestado no dormía con el tan solo pensar en que comprará cuando tenga tanto dinero lamentablemente sus esperanzas se derrumbaron y fue corriendo a buscar al señor para reclamarle que su amuleto no servía se encontró a un amigo quien le dijo que ese amuleto es milagroso y que a un abarrotero lo hizo rico pero su mala suerte era tan grande como la de él que ni con un baño de agua bendita se les quitaría aquella mala suerte, enojado arrojo aquel amuleto al rio había basado su