Resumen De Capítulos (“Sobre La Libertad”, John Stuart Mill)
“Sobre la libertad”, John Stuart Mill
No hay justificación alguna para sustentar el impedimento a la expresión de una opinión a una persona, ni por parte de una autoridad (como el Gobierno) o de un conjunto (como el pueblo mismo). Esto consiste en un robo a la raza humana en sí, presente y futura, y tanto aquellos partidarios de la opinión como sus opositores. Pues limitar la expresión de una opinión priva la oportunidad de, si esta es verdad, ser compartida; y si esta es errónea, corregir el error. Nada nos asegura que una opinión pueda ser o no una falsedad, e incluso si lo fuere, no sería bueno reprimirla.
El primer caso, es que no se puede asegurar que la opinión a …ver más…
Limitado a lo social, nuestra intolerancia no matará a nadie, ni destruirá opinión alguna. Pero sí induce a los demás seres humanos a abstenerse de su difusión, o los predispone a no creer en ella. La especulación libre y audaz sobre los problemas constituye a un fortalecimiento y extensión del entendimiento humano. Empero, la libertad de pensamiento no es solo necesaria para grandes pensadores, sino también para el regular de los hombres, para su desarrollo intelectual.
Ausente la discusión, se olvidan los fundamentos de las opiniones, y también su sentido mismo. El no someter las opiniones a la discusión las vuelve rutinarias, y no son ni un esbozo de lo que fueron en su origen. Por ello es que, incluso a las masas debe permitírseles el pensar y el discutir, así sea en opiniones erradas, pues así han de llegar a la verdad. Pero no significa esto que parte de la humanidad ha de vivir en el error, y la otra en la verdad. Por el contrario, la finalización de la controversia es paulatina, y es necesaria para la consolidación de una opinión.
En síntesis, para el bienestar intelectual de la humanidad, se precisa no solo libertad de opinión, pero libertad de expresar esta opinión. En primer lugar, una opinión callada puede ser o no verdadera, y negar esto supone la creencia de que somos infalibles. Segundo, una opinión errada puede contener una porción de la verdad, y por ende, no debe ser acallada. Tercero, una